Capítulo 27
Narra Camila:
- Solo encárguese de que no se golpee nuevamente la cabeza y todo estará bien – dijo el doctor tratando de disminuir mis nervios.
Lauren llevaba más de una hora sin despertar, después del incidente a la entrada de J&C habíamos llamado a una ambulancia para que la ojiverde fuera llevada al hospital pero los paramédicos dijeron que era mejor que descansara por lo que decidí traerla a casa.
Realmente me preocupaba que no reaccionara, se supone que los desmayos no duran tanto tiempo, aunque el medico me indicaba que todo estaba bien no podía evitar angustiarme. Tal vez mi estado alterado tenía que ver con el hecho de que la policía se había llevado al padre de Lisandro y lo había traído conmigo en lugar de que los de Servicios Sociales llegaran por él. Eso podría meterme en problemas, pero era mi niño y quería protegerlo.
- Esta bien ¿Pero si no despierta pronto? – pregunté con insistencia.
- No se preocupe, ella probablemente este durmiendo, no tiene síntomas de conmoción – explicó a la vez que me extendía una carpeta con papeles – aquí está el informe de los golpes que tiene en la cara en caso de algún procedimiento legal – dijo.
Me limite a asentir mientras mordía mis uñas ganándome un regaño de su parte. Bastaron un par de indicaciones médicas más para que el medico nos dejara a Lauren, Lisandro y a mi solos.
- ¿Aun no despierta? – preguntó Lisandro dando unos suaves jalones a mi vestido para llamar mi atención, noté como tenía una de sus manitas en la boca: estaba comiéndose las uñas al igual que yo.
- Dijo el doctor que pronto lo haría, no te preocupes – contesté lo más segura que pude, pero mi voz tambaleaba – mejor vamos a dejarla que descanse, podemos ver caricaturas o una película – le propuse para salir de la habitación y no provocarle ruido a la ojiverde, el aceptó sin poner mucha resistencia, pero se notaba que también estaba preocupado...
- ¿Podemos ver "Buscando a Dory"? – dijo una vez que llegamos a la sala y nos sentamos en el sofá. Accedí ya que realmente nunca la había visto, solo una vez intenté verla con Lauren, pero terminamos haciendo el amor como por 10 horas seguidas.
Me mordí el labio de solo recordarlo... yo fui su primera vez... ¿Habrá tenido sexo con alguien más? Bueno, seguro que si, al menos con la modelo que me abrió aquel día que la busqué en su casa y con su estúpida secretaria.
Comenzamos a ver la película, no había pasado mucho tiempo, recién Nemo y su padre habían llegado al acuario para rescatar a Dory cuando escuche un ruido provenir de una de las habitaciones, probablemente Lauren había despertado, quise darme prisa pues para que algo se escuchara desde esa distancia debía ser un sonido fuerte.
- Voy a ver si Lauren despertó – le dije a Lisandro, pero el apenas y me hizo una seña, estaba muy concentrado viendo la pantalla.
Fui directamente a mi recamara que es donde había indicado a los paramédicos que recostaran a la ojiverde y efectivamente parecía haber estado tratando de tomar algo de la mesita de al lado tirando varias cosas al piso en el proceso.
Me acerque a la cama hasta sentarme cerca de ella, probablemente en otras circunstancias me hubiera comportado de manera menos hospitalaria, pero la verdad es que le agradecía mucho que hubiera defendido a Lisandro de ese mostro que dice ser su Padre, el tipo ni siquiera tuvo consideración del que ella fuera una mujer para golpearla tan fuerte en el rostro, tuvieron que colocarle tres puntadas en el pómulo y una en la ceja.
- ¿Camila? – Murmuró un poco confundida, seguramente por acabar de despertar, o quien sabe tal vez el golpe en su cabeza aun la tiene aturdida - ¿Qué haces en mi casa? – preguntó frunciendo el ceño e inmediatamente después haciendo una mueca de dolor por el movimiento.
- Tu estés en "mi" casa – dije resaltando "mi" - ¿recuerdas que peleaste frente a J&C con un hombre? – ella asintió – bueno pues, tuviste una caída, te diste un golpe la cabeza y después te desmayaste...
- En realidad creo que me desmayé por la sangre – dijo haciendo un gesto que me hizo sentir culpable, la verdad es que en ese momento no recordaba el miedo que solía tener al ver su sangre y en lugar de decirle que estuviera tranquila le comente de lo más normal que efectivamente era sangre.
- ¿Cómo te sientes? – cambie de tema para evadir la culpa.
- Me duele la cara, pero fuera de eso creo que todo está bien – respondió pasando suavemente sus dedos por encima de las lesiones - ¿Me estabas cuidando? – preguntó con tono engreído.
- No podía dejarte tirada frente a mi empresa, eso da un mal aspecto – le contesté con cierta molestia ¿qué se creía coqueteándome de esa manera? – pero ya que estas mejor tal vez puedas irte a tu casa – dije con tono amargo.
- Camila... - dijo tomando mi mano, haciendo que me acercara más. Ella seguía recostada y yo sentada a la orilla de la cama – quiero decirte algo... sé que no tendré muchas oportunidades de verte, por eso quiero aprovechar que te tengo aquí "cuidándome" – volvió usar ese tono arrogante haciéndome rodar los ojos – ey... ey... - dijo dejando caricias con su dedo pulgar sobre el dorso de mi mano, tratando de aquella manera hacer que la mirara – yo lo siento mucho, en serio, todo lo que hice... Pero más me arrepiento por las razones que tuve, tenías razón y no es bueno vivir con sentimientos negativos dentro de ti... Lo lamento mucho Camila... En serio... Perdóname...
Me quede observándola por unos segundos, viendo esos ojos verdes, tratando de saber si mentían o no ¿seguirá con su estúpido plan? ¿En serio se arrepiente?
- Yo tenía preparado todo un discurso muy lindo e infalible para pedirte perdón – dijo con una sonrisa, una de esas que te dejan sin aliento – pero lo olvide... - volvió a colocar un rostro serio – pero debes creerme te estoy siendo sincera, lo lamento mucho, lamentó que hayas perdido tú bebe... Lamento haberte lastimado... Perdóname... Camila perdóname... - susurró clavando sus ojos verdes en los míos, haciendo que todo dentro de mí se estremeciera.
- ¿E-en serio te arrepientes? – Tartamudee un poco por la sorpresa de lo que estaba pidiendo, su ojos demostraban ser sinceros, como no los había visto desde que volvimos a encontrarnos y comunicaban mil cosas más aparte de un "perdón". Conocía cada una de sus miradas y sabía que estaba a punto de querer hacer temblar mi mundo – mis intenciones nunca fueron jugar contigo cuando fui a tu estudio – quise explicar aprovechando el momento.
- Si, me arrepiento, en serio... también lamentó no haber aprovechado la oportunidad para recuperarte y volver a hacer que me amaras... - dijo apretando mi mano.
- Lauren... yo no... - estaba a punto de explicarle que no quería que intentará nada, pero se me adelantó. De una manera nada delicada estiró de mi mano hasta hacerme quedar sobre su cuerpo y después nos giró sobre la cama quedando esta vez ella encima de mí – ¡no! ¿qué haces? – dije tratando de oponerme, pero ella simplemente no escuchó o fingió no hacerlo.
- Te quiero de vuelta Camila – habló antes de tomarme fuerte por el rostro e impactar mis labios con los suyos.
- No ¡suéltame! – le exigía removiéndome y sin corresponder a su beso.
Aunque el agarre que tenía sobre mí era algo violento su boca se movía sobre la mía de manera muy lenta y suave, quería evitar sentir la humedad y la calidez de sus labios pero me era imposible.
- No, no, no te voy a volver a soltar. Jamás voy a dejar que te vayas de mi vida otra vez... Quiero hacerte feliz, no quiero volver a lastimarte nunca, fuiste, eres y serás siempre el amor de mi vida. Voy a luchar por ti aunque no lo quieras... - murmuró sobre mi oído dejando pequeñas mordidas y besos en mi lóbulo, paseaba su lengua por las zonas sensibles de mi oreja. Y aunque yo trataba empujarla por la parte de los hombros su fuerza era más, o tal vez era yo la que se estaba debilitando con sus palabras.
- No quiero... - trate de negarme, pero me interrumpió nuevamente besándome y hundiendo su lengua en mi boca sin pedir ninguna clase de permiso.
Mi cuerpo ya no tenía ganas de patalear por quitármela de encima, de hecho su peso se sentía muy bien sobre mí, pero eso no estaba bien y con la poca voluntad que me quedaba volví a empujarla nuevamente sin poder mucha atención a donde dirigía mi fuerza.
- ¡Ah! – gritó apartándose inmediatamente de mí, cubriéndose el rostro con aparente dolor. Se quedó tirada en la cama dándome la espalda.
- Lo siento – le dije. Obviamente la había golpeado en una de las heridas que tenía en el rostro. Ella no contestó – Lauren... - la llamé acercándome – déjame ver – le pedí quitando una de sus manos del rostro, pero opuso resistencia. Al parecer le dolía mucho.
- No, déjame... - dijo con la voz entrecortada – me duele como el infierno – y no necesitaba decírmelo, se lo doloroso que es cuando alguien te toca una herida fresca, debe doler aún más con la fuerza con la que la empuje.
- Solo déjame ver si no se dañaron los puntos – dije intentando nuevamente quitar su brazo y logre que se diera la vuelta para poder ver su rostro, tal vez debí dejarlas así, pues ver sus ojos llorosos solo hacía que me dieran ganas de tomarla entre mis brazos. Con la mayor concentración que su verde mirada me permitía examine rápidamente sus lesiones asegurándome de que no estuvieran sangrando. Afortunadamente parecían estar bien – creo que no pasó nada – le comenté sin dejar de acariciar su mejilla – lo siento...
- Te quiero... – me dijo dejando besos sobre la palma de mi mano. Mi cabeza daba vueltas por las palabras que pronunció con tanta dulzura.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro