Capítulo 22
"Puede haber un cambio de opinión sin arrepentimiento, pero no hay arrepentimiento genuino sin un cambio de opinión"
Charles Finney
Narra Lauren:
- Cuídate mucho – me dijo Normani cuando mi vuelo fue anunciado por los altoparlantes.
- Lo haré, nos vemos en unas semanas – me despedí dejando un ligero abrazo.
- No te preocupes por nada ¿Ok? Yo me encargaré de todo – una sonrisa de misericordia se formó en su boca, haciéndome sentir peor de lo que ya estaba. No merecía que tuvieran piedad de mí.
- Esta bien... - respondí secamente dirigiéndome a las largas filas de abordaje.
Varias semanas habían pasado desde la última vez que vi a Camila, desde ese día que perdió a su hijo en aquel alejado hospital. El mismo día en que cobardemente me fui sin decir una palabra, huyendo como aquel que es culpable ¿culpable de qué? De haber planeado hacer el mal a otra persona.
Logan había llamado hace una semana para cancelar el contrato para las fotografías de su anulado matromonio, diciendo que no le interesaba el dinero perdido, y amenazándome con no volver a cruzarme en su camino si no quería asumir las consecuencias. También me había asegurado que acabaría conmigo y con mi empresa, parecía que ahora él es el que estaba sediento de venganza. Ojala pudiera decirle lo mucho que lo siento por su hijo, y advertirle que sus ganas de hacer que alguien pague por el dolor que siente no le traerán nada bueno...
Normani me había sugerido tomarme unas vacaciones, ya que mi calidad de vida había disminuido visiblemente. Ya no podía concentrarme en el trabajo, tampoco podía comer, dormir tranquila, ni siquiera podía sonreír.
¿Por qué me siento tan mal si esto es lo que yo buscaba? Que Camila sufriera, ahora tengo la certeza de que lo hace y sin embargo me siento la peor mierda del mundo.
Es fácil deslindarse de la culpa cuando sabes que no has hecho nada malo, pero cuando planeaste y deseaste el dolor de esa persona es difícil creer que estas limpio. Ni siquiera hice todo lo que quería, yo la quería destruir de todas las maneras posibles, tenía tanto en mente por hacerle que no quiero ni imaginar el cargo de conciencia que tendría de haberlo hecho.
Duele aún más saber que no podre tenerla a mi lado nuevamente, no podré sentir sus besos otra vez, porque estúpidamente anhelo eso, pero no habrá más oportunidades, la única que tuve la aproveché para saciar mis instintos más mundanos ¿Habrá tenido razón Camila? ¿Soy una persona que se deja controlar por los malos sentimientos? ¿Me deje llevar por la avaricia en el pasado al igual que permití que el odio y el rencor controlaran mis actos? Comienzo a creer que es verdad.
Después de tres horas de vuelo y dos horas de viaje en autobús finalmente llegue a mi ciudad natal, decidí no pedir a mis Padres que fueran por mí, quise sorprenderlos llegando improvisto aunque ellos sabían que venía acá, Normani les había contado la situación con todos los detalles para que pudieran ayudarme y aconsejarme al respecto.
- Hola... - salude tímidamente por la espalda a mi madre después de haber entrado a hurtadillas por la puerta trasera.
- ¿Qué chin...? ¡Mijitaaa! – ella me envolvió en un abrazo - ¿Por qué no nos avisaste para ir por ti? ¡Qué grande estas! – hace como 4 años que ya no había aumentado mi estatura, pero ella seguía insistiendo en que siempre crecía.
- Quise darles la sorpresa, tu también te ves muy cambiada – su pelo ya dejaba ver algunas canas y debajo de sus ojos arrugas comenzaban a notarse – ¿Y papa?
- Esta en la sala con tu hermano, vino de visita porque le dijimos vendrías – comentó contenta.
Ambas caminamos hasta el sofá donde los hombres más importantes de mi vida le gritaban a la T.V. ojala se apasionaran así por otros temas más importantes para el mundo.
- ¡Papá! – le dije picando sus costillas haciendo que diera un gran brinco y después solo sentí sus brazos envolviéndome tan fuerte que creí que me quebraría los huesos.
Continuamos con los mimos de bienvenida un rato más y por primera vez en semanas pude sonreír sin tener que fingir.
Decidí irme a la cama temprano por el cansancio del viaje, volví a mi antigua habitación que seguía igual que como la deje años atrás. Prácticamente desde que me fui de casa no había vuelto, siempre eran mis padres los que me visitaban, por lo que aun había un montón de fotografías de Camila adornando las paredes, fotografías que yo le había tomado con esa cámara que me regaló cuando le dije que estudiaría fotografía. Aún recuerdo el miedo que tenia de contarle que me iría a una universidad a 18 horas de distancia de ella, rompiendo sus sueños de vivir juntas, creí que me dejaría o que se molestaría por eso, pero se portó como la mejor novia apoyando mis sueños al máximo...
Dormir no fue una tarea fácil, al igual que en las últimas semanas las pesadillas me atacaban, imágenes de Camila con sangre en las manos me asustaban y las risas de pequeños niños sonaban terroríficas. Creo que será otra noche de insomnio.
- ¿Todo bien? – la voz de mi madre se escuchó en la oscuridad de la cocina, había ido por un vaso de agua para ver si eso me calmaba un poco.
- No... - contesté sincera – me siento muy mal y no sé qué hacer mama. Lo arruiné todo...
- No mi amor, ven... - me invitó a sentarme junto a ella en la mesa - ¿Lo dices por él bebe de Camila? – asentí tomando lugar a su lado – no es tu culpa, los abortos son más comunes de lo que crees, son muchos factores los que intervienen, sobre todo los genéticos... aún no se sabe a ciencia cierta qué es lo que puede causarlos...
- Internet decía que el estrés o la depresión pueden ser los motivos... yo le cause eso a Camila... - dije dejando correr unas lágrimas. Si, había buscado información para lastimarme y darme cuenta que yo había contribuido a que mi ex novia sufriera un aborto.
- No es tu culpa Lauren – que fácil es para todos decir eso. Pero la verdad es que yo quería que ella estuviera deshecha, y al parecer lo había logrado, desgraciadamente las consecuencias de mi rencor habían recaído en alguien que no tenía la culpa de los errores que ella y yo habíamos cometido.
- ¿Crees que me aleje de todos por la ambición? – pregunté aquello que tanto aquejaba mi mente, de lo que la morena me había reprochado.
Clara se quedó pensando su respuesta, lo que me indicaba que era un rotundo "si", pero era mi madre y debía buscar la manera de no hacerme sentir mal.
- Creo que los padres estamos conscientes de que en algún momento los hijos se irán de nuestro lado para hacer su vida, tu hiciste eso, seguiste tus sueños y tu edad era la indicada para crear los cimientos de un futuro, pero una pareja no va pensar lo mismo... Camila pudo creer que no te importaba, además ella es más sensible por el carácter ansioso que tiene... pero creo que fue una etapa que dejaste atrás y el pasado es pasado amor... - dijo ella de manera dulce.
"Pasado es pasado" obviamente yo no había sabido entender eso.
Regresé a mi antigua habitación sintiéndome peor, no encontraba la solución para callar mi conciencia, pero poco a poco, con el paso de los días todo mejoró. No me habia dado cuenta de lo mucho que extrañaba estar en casa, era verdad, me había alejado un tiempo, pero estar con personas que me amaban incondicionalmente me hacía mucho bien, me hacía recordar a aquella Lauren que era, la que aún no conocía de las partes oscuras de la vida.
Aproveché mis "vacaciones" para dar vueltas por la ciudad, visité mi viejo instituto, aquel campo deportivo donde nos descubrieron teniendo sexo debajo de las gradas... Camila y yo teníamos muy mala suerte, siempre nos estábamos metiendo en problemas, pero entre más nos querían separar los demás, nuestro amor se hacía más fuerte, lástima que no pudimos contra nosotras mismas.
También pasé varias veces por la casa donde la morena vivía, recordando cuantas veces hicimos el amor. Ahí perdí mi virginidad... y después fui a dar al hospital... pero debo admitir que fue ¡la mejor noche en el hospital!
Me daba nostalgia todo eso, pero también me había hecho reflexionar sobre cómo me centre tanto en las cosas malas que me hizo Camila, que olvidé todos los buenos momentos y si los pusiera en una balanza definitivamente ganarían los buenos...
Si tan solo hubiera pensado en eso antes.
Ahora todo parecía perdido y lo peor es que la extrañaba, al igual que todos estos años, creo que la base de mi odio es que no pude volver a tenerla, y eso me había frustrado... y cuando volvió a mi lo mandé a la mierda todo de manera espectacular.
Pero ya no había mucho por hacer...
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