Narrador:

Lauren llegaba apresuradamente al edificio donde se encontraba su empresa de fotografía, se había retrasado gracias al tormentoso tráfico de la ciudad, después de varios años aun no aceptaba que debía salir media hora más temprano para llegar a tiempo a cualquier parte, pero claro, en su trabajo nadie le recriminaría su retraso, después de todo, ella era la jefa.

De inmediato fue recibida por parte de su secretaria "Carolina" con una humeante taza de café que inundó sus fosas nasales de aquel exquisito olor. Agradeció con una amplia sonrisa y se dirigió a donde su socia para ponerse al tanto de los pendientes.

- Buenos días Normani – saludó Lauren a su hermosa amiga de piel oscura irrumpiendo en su oficina sin avisar - ¿Qué tenemos para hoy?

- Buenos días Lauren – contestó amablemente – tienes reunión a las 10 con Logan Lerman para las fotos de su boda, el te pidió especialmente a ti para eso, por lo que tienes que tratarlo bien... pagó bastante bien - le recalcó a su amiga - después a las 11:30 con uno de los proveedores de Cannon y por la tarde la sesión para Ana Hills en la playa, ya le pasé la información a Carolina.

- ¿En la playa? – preguntó la ojiverde fastidiada de pensar en la hora y media de camino hasta la costa.

- Si, por eso tenemos que irnos temprano y ella insiste en que tomes las fotos personalmente. No puedes librarte – sentenció su amiga.

- Esas niñas ricas... - Lauren se quejó bajo.

- Te recuerdo que esas niñas ricas pagan muy bien – comentó Normani al ver la actitud de la pelinegra.

- Si, lo se... bueno, entonces te veo para comer y después ir a la sesión, mientras estaré haciendo las ediciones que no terminamos ayer – finalizó la ojiverde antes de dirigirse a su propia oficina.

Oprimiendo botones en su computadora, pasando imagen tras imagen, ajustando colores, mejorando la calidad con sus ojos fijos en la gran pantalla observando las modificaciones y era así como los minutos pasaban volando, su trabajo la hacía perder la noción del tiempo.

- El Sr. Lerman y su prometida están aquí – la voz de Carolina sonó por la bocina del teléfono.

- Esta bien, que pasen –contestó Lauren simplemente, mientras acomodaba un poco su vestido y su cabello tratando de lucir lo menos desaliñada posible.

Estaba dando un sorbo a los restos de café que aun había en su vaso cuando la vio entrar. Camila Cabello estaba cruzando la puerta, luciendo una gran sonrisa, con aquel hombre rodeando cariñosamente su cintura. "Mierda, mierda, mierda" fue lo único que Lauren pensó.

- ¿Lauren? – Preguntó Camila ligeramente sorprendida, acercándose al escritorio donde la ojiverde trabajaba - ¡Wow! Tanto tiempo sin vernos...

La ojiverde estaba helada, ni en un millón de años pensó encontrarse en esta situación. Su corazón latía como loco y las palabras simplemente no salían de su boca.

- ¿Ustedes se conocen? – Preguntó Logan Lerman - ¡Que pequeño es el mundo! – soltó con una gran sonrisa.

- Muy pequeño... - musitó la ojiverde, tomando todo el coraje que había dentro de ella para no parecer afectada por la mujer que tenía al frente – por favor tomen asiento... - dijo con un poco de seriedad.

Camila parecía tranquila, miraba fijamente a Lauren "cuanto a cambiado" pensó la morena. Ahora tenía el cabello corto, casi a la altura de los hombros, su cuerpo era más voluptuoso, su voz sonaba más ronca, pero sus ojos seguían siendo igual de intensos y penetrantes.

- Estamos muy emocionados de poder contar con usted señorita Jauregui – comentó Logan rompiendo el silencio en la habitación.

La ojiverde no contesto inmediatamente, estaba buscando entre sus archivos el contrato que habían firmado, esperando que tuviera cláusula de cancelación.

- Me temo que tal vez no sea posible... – dijo Lauren con una expresión indescifrable.

- ¿Qué? ¿Por qué? Firmamos el contrato hace mucho, nuestra boda es en 2 meses – explicaba el hombre confundido por la declaración de la pelinegra.

Lauren sentía como un dolor de cabeza la invadía cuando corroboró que habían pagado un gran adelanto, impidiendo que se pudiera echar atrás. De ninguna manera tomaría las fotos para la boda de Camila, era como una mala broma del destino.

- Lo lamento pero yo no puedo tomar esas fotos. Mi tiempo es muy limitado en estas fechas por ser verano, pero cualquiera de mis fotógrafos está capacitado para hacer un trabajo igual o mejor que el mío – explicó mientras tomaba el puente de su nariz entre sus dedos, tratando de disminuir el malestar que la estaba invadiendo.

- Logan me dijo que tú eres la mejor fotógrafa de la ciudad, nosotros pagamos por ti ¿no podrías hacer una excepción con nosotros? – preguntó Camila, causando que el estómago de Lauren ardiera de furia ¿Cómo se atrevía a pedir una excepción? ¿Cómo no se daba cuenta de lo que estaba pidiendo? "Maldita zorra, no tiene idea de lo que es la vergüenza" pensó.

- Es lo máximo que puedo hacer por ustedes... - contestó atravesando a la morena con la mirada.

- ¿Me permites revisar el contrato? – exigió la morena al momento que extendía la mano esperando que Lauren le entregara la carpeta que revisaba una y otra vez.

Sin mayor opción, la ojiverde se lo entregó. "¿Piensa obligarme?", "¿Por qué no entiende la gravedad de la situación?", "maldita puta". Luren no dejaba de maldecir internamente a su ex-novia mientras esta ojeaba el documento detenidamente.

- Señorita Jauregui, yo estoy dispuesto a pagar una suma mayor para que sea usted personalmente quien haga el trabajo... esto me hace mucha ilusión, por favor no nos... - habló Lerman.

- Eso no es necesario Logan, aquí especifica que será ella quien realice todas las sesiones de fotos antes, durante y después de la ceremonia – interrumpió la morena a su prometido – además la cantidad que pagamos es exagerada. Creo que no hay justificación para este repentino cambio...

- No es una cantidad exagerada. Es lo que cuesta mi trabajo y si quieren algo más barato busquen a cualquier mediocre que regatee su obra – expresó muy molesta la ojiverde por el comentario de Camila.

- No es nuestra intención ofenderla. Pero de verdad, soy admirador de su trabajo... - hablaba Lerman.

- No hay razón para cancelar este contrato. Tu obligación es cumplirlo. Me parece inmaduro de tu parte que te comportes de esta manera – dijo fríamente la morena, sosteniendo su mirada contra los verdes ojos que mostraban furia contenida.

"Perra" pensaba la ojiverde. "¿Quieres que así sean las cosas? ¡Perfecto!". Por su parte el prometido de Camila veía la tensión entre ambas, desconociendo la historia que existía entre las dos, el tan solo esperaba que Lauren aceptara y poder tener los más perfectos recuerdos de su boda con la mujer de sus sueños.

- Ok... Creo que no me puedo zafar de esta ¿Uh? – bromeó la pelinegra con Lerman, haciéndolo reír, inmediatamente Camila frunció el ceño y el ojiazul se calló – Pues bien, pueden pasar con mi secretaria para agendar una cita en el trascurso de la semana para hablar de lo que les gustaría y elegir posibles locaciones.

- ¡Fantástico! – Expresó entusiasmado el chico – Señorita Jauregui, estoy muy contento de que trabaje con nosotros – dijo tomando la mano de la ojiverde en forma de despedida.

- No me hables de "usted" y por favor dime Lauren... - indicó de manera coqueta extendiendo el contacto con el hombre.

- Esta bien... Lauren, tu puedes llamarme Logan – comentó finalmente cuando ambos dejaron de estrecharse la mano.

- Hasta luego Camila – le dijo a la morena que ya estaba de pie junto a la puerta, impaciente por salir de ahí – nos vemos Logan... – se despidió del chico guiñándole un ojo, causando una gran sonrisa como respuesta.

Sin duda Lauren aprovecharía la oportunidad para devolver todo lo que Camila le había hecho, en sus manos quedaría que se arrepintiera. Ya no era la misma niña de antes, la inocencia había quedado en el pasado, ahora era una mujer astuta, moldeada por los años, la frustración y el rencor...