Capítulo 16
Narrador:
- No me interesa cuantos años decía el contrato que debíamos trabajar con ustedes.... En la cláusula 17, sección C está establecido que los precios no deben variar por encima del 3% y esto solo iba a depender de la subida de impuestos – Camila hablaba molesta por teléfono con su principal proveedor - ¡Me importa un comino si china está vendiendo el hierro a la mitad de precio!... No me hable como si no supiera del tema, tengo un título en finanzas y se perfectamente cómo se maneja la economía y por lo mismo sé que son tonterías que sin aviso previo haya una subida del 37% - la morena había estado apretando con tanta fuerza el lápiz que tenía su mano que sin darse cuenta lo quebró en dos partes.
Desde hace algunas semanas el asunto con los proveedores y los aumentos repentinos le estaban provocando un verdadero dolor de cabeza. La empresaria trataba de buscar la forma de romper el contrato sin tener que pagar una multa por incumplimiento. Pero si aceptaba pagar los nuevos costos tendría que aumentar el precio de los zapatos que vendía, y esa no era el plan de la empresa.
- Mi abogado se comunicará con ustedes para terminar con esto de una buena vez... ¡Sí! A mi también me afecta la maldita depreciación del peso ¡Le pago en dólares por si no se ha dado cuenta!... si, usted también tenga un buen día... - finalmente colgó sintiéndose abrumada, realmente estaba enojada, pero debía controlarse y por lo mismo comenzó respirar profundamente en repetidas ocasiones.
Inhalar siete segundos
Retener el aire siete segundos
Exhalar siete segundos
Repetir siete veces...
Después de aquel ejercicio de relajación se sintió mejor. Tenia en cuenta que no debía someterse a mucho estrés, eso le indicó el médico hace un par de meses y tenía que obedecer, ahora no solo ella dependía de su estabilidad mental...
Camila desde pequeña había tenido un carácter fuerte y agresivo, era común que se enojara, en el pasado solía perder los estribos, pero después de mucho trabajar en su carácter había logrado aprender a controlarse, al menos la mayoría de las veces.
Camila: Hola Lolo ¿Cómo estás? ¿Ya comiste? Supongo estarás un poco ocupada y por eso no me respondes, escríbeme cuando tengas un rato libre 1:43 pm
La empresaria mandó un mensaje a la mujer que podía ser capaz de calmar sus ansias con tan sólo una palabra. La noche anterior la había visto, y la plática que tuvieron había sido bastante significativa para Camila. Lauren la había visitado en su casa y le pidió dejar a su prometido para estar con ella.
¡Lauren quería estar con ella!
La empresaria podía mostrarse al mundo como una persona fuerte, decidida, implacable incluso. Pero la verdad es que estaba viendo el mundo de color rosa gracias a la fotógrafa.
Normalmente las personas a su alrededor la respetaban. Muchos dudaban de su capacidad para amar pues no solía ser cariñosa o muy demostrativa en cuanto a sus sentimientos, pero claro que los tenía, ella era una persona bastante compasiva y empática, eso lo había aprendido con el paso de los años, al descubrir el mundo y la terrible desigualdad que había en él. Sobre todo el nacimiento de su sobrino Alejandrito la había marcado y cambiado el rumbo de su vida, logrando que sus esfuerzos altruistas se enfocaran en ayudar a los niños con menos recursos, y durante el último año uno en especial.
- Dinah ¿Vamos a comer? Tengo ganas de unas costillas a la Búfalo – dijo después de atravesar aquel enorme almacén para llegar hasta el escritorio de su amiga de toda la vida y copropietaria de J&C.
Ambas habían logrado armar una empresa de pañales inspiradas en el embarazo de Dinah, se dieron cuenta que era uno de los mejores negocios, pues cada año nacen aproximadamente 2 millones de niños en el país y todos necesitan al menos 3 mil pañales hasta que aprendan a ir al baño por si solos, por lo que concluyeron que si trataban de competir contra los precios de las marcas más reconocidas podrían acceder a un lugar en el mercado, ya que no todas las familias tienen dinero para comprar productos naturalmente organicos, con absorbencia suprema, megaelasticos y con divertida comodidad y demás frases que inventan las grandes marcas para añadir ceros a sus precios de venta. A partir del éxito de la venta de pañales lograron abrir otras líneas de productos, como zapatos y uniformes escolares.
- Ya no te aguanto con tus antojos – se quejó la rubia.
- ¡Vamos! Porfa, no me hagas suplicar frente a todos – pidió Camila en tono apenas audible para que los empleados que trabajaban en escritorios esparcidos por todo el lugar sin un orden fijo no escucharan a la jefa lloriquear.
- Esta bien, pero tú vas a pagar – respondió Dinah más como una orden que una sugerencia – además necesito hablar contigo de Jauregui...
- ¿Qué pasa con ella? – la morena de inmediato sintió su cuerpo tensarse a la defensiva. Días atrás su amiga le había comentado algunas cosas que no le habían agradado mucho acerca de la ojiverde.
- Vamos a comer y ahí hablamos – la rubia parecía bastante seria, Camila supo de inmediato que retomarían esa plática que no habían podido terminar.
Las amigas salieron de aquel establecimiento de manufactura ubicado en la zona industrial de la ciudad. Los restaurantes quedaba un poco lejos por lo que condujeron durante unos 20 minutos aumentando significativamente el hambre la morena, que aunque estaba nerviosa por lo que tenía que decir Dinah conservaba el apetito. Una vez que encontraron el lugar de comida adecuado entraron ocupando una sencilla mesa, los meseros del lugar habían insistido en que subieran a la zona VIP pues conocían a las empresarias por visitar regularmente el local, éstas se negaron, preferían ubicarse en una parte donde no tuvieran seis cubiertos ni un servicio tan ostentoso.
- ...con aguacate extra y unos aros de cebolla – Camila terminó de ordenar ante la mirada atónita de la mesera que parecía no comprender como podía ser capaz de comer 6 platillos diferentes.
- ¡Vaya que tienes hambre! – Soltó Dinah divertida – deberías comer más nutritivo... - la regañó.
- Lo sé y lo hago, pero bueno, tengo que darme gustos de vez en cuando ¿No? – Contestó la otra – Bueno ¿y que es lo que querías hablar acerca de Lauren?
- Lo mismo que te había comentado la última vez – comenzó a hablar la rubia, tratando de encontrar la forma de comenzar – Hable con ella, de hecho fui hasta su oficina para tratar el tema...
- ¿Porque hiciste eso? – la morena parecía no estar de acuerdo.
- Desde el día que nos reunimos, cuando Normani me pidió que te invitara a ti y a Logan se me hizo muy extraño... luego al verlas en el baño besándose hizo que todo se confirmara, al menos para mí. Ella está tramando algo Mila ¿o como explicas que se comporte como si nada cuando tu estas por casarte? Todos estos años no te buscó, si ella hubiera querido arreglar las cosas como según dice ahora, lo pudo haber hecho antes y no precisamente cuando te vio comprometida – explicó.
- Yo tampoco la busqué y sin embargo he puesto mucho de mi parte para que todo esto pasara... Dinah tu sabes que ella fue el amor de mi vida...
- A la que dejaste por Taylor – interrumpió – y eso hizo que durante todo un año te rogara e insultara al mismo tiempo ¿o ya olvidaste todas esas llamadas diciéndote que eras la peor basura? Ella estaba muy enojada y creo que aún lo está...
Dinah trataba de decirle lo que pensaba de la manera menos dolorosa para no crear mayores conflictos internos en su amiga, quería que ella misma sacara conclusiones y no se sintiera acusada.
- Ella no está haciendo esto por despecho... ella no es así... - la defendió Camila.
- Tampoco creímos que fuera una persona superficial y avariciosa y ya sabes cómo resultaron las cosas, ella se dejó dominar una vez por esos malos sentimientos y mandó a la mierda todo lo importante... Tú la conoces Mila, algo no está bien ¿No has notado nada raro?
La morena no había querido pensar en eso.
Sí. Lo sabía, no era normal que Lauren se mostrara tan dispuesta, tan encantadora, algo en su mirada estaba encendido cuando sus ojos la veían directamente, y aunque por fuera se mostraba calmada, Camila sabía que ocultaba algo, pero no creía que fuera capaz de hacer lo que Dinah estaba sugiriendo.
- Sus órdenes señoritas – la mesera causo que la plática se pausara unos minutos hasta que terminaron de poner la mesa.
- Gracias – respondió amable la rubia antes de que la chica se retirara.
- Ella me pidió que dejara a Logan... - comentó con tristeza Camila, comenzando a notar todos esos pequeños detalles de los que hablaba Dinah.
- Y le dijiste que si... - la morena asintió en silencio comiendo de sus papas fritas – sé que tus razones para casarte con el son muy buenas, y sé que lo quieres, él es un gran tipo, el ideal... - la rubia podía notar el ánimo decaído de su amiga – Camila... si las cosas fueran diferentes te apoyaría en tu aventura con Lauren, pero sabes que en estos momentos no puedes estar jugando...
- Lo sé, créeme que lo sé. Pero no puedo evitarlo. Desde el momento en que la vi mil emociones nacieron en mí, sé que es el peor momento para que todo esto esté pasando ¿Pero qué puedo hacer? Yo ya no puedo seguir con Logan...
- No tienes que casarte, tu sola te las puedes arreglar... además siempre me tendrás a mí y a Alejandrito... - dijo Dinah a manera de consuelo.
- Gracias, sabes que eso significa mucho para mí – admitió Camila consciente que estar sola no era lo mejor para lo que el futuro avecinaba.
- Oye por cierto ¿Ya se lo dijiste a Lauren? – preguntó la rubia.
- No... aun no...
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¿Ustedes que son?
#TeamCamila
#TeamLolo
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