Capítulo 14:
Narra Lauren:
Es extraño como a veces se hacen cosas para demostrarse a sí mismo que estamos bajo control, que no somos débiles, que no dependemos de alguien más ¿qué se gana con eso? No lo sé... A veces en el proceso podemos lastimarnos, incluso lastimar alguien más.
Es normal que elimines a tu ex pareja de tus redes sociales para demostrar que quieres superar el pasado, que ya no te importa lo que haga o deje de hacer, pero también es normal que aun sin tenerlo en tus contactos, o en tu lista de "amigos" sigas visitando su perfil o preguntes a las personas de confianza que es lo que ha a posteado o compartido. Entonces esa "demostración" se vuelve hipócrita, porque no fue para ti mismo, si no para aparentar a los demás algo que no es verdad. No le has superado, ni olvidado, sigues teniendo presente todo, pero existe esa necesidad de que los demás crean que todo está bien, que tu dignidad y orgullo son fuertes. Pero el orgullo no te abraza en las noches de soledad, ni consolara tu llanto...
¿Cuántas cosas hacemos para lucir bien ante los demás? ¿Cómo diferenciar cuando haces las cosas por ti o por tratar de "aparentar"?
No lo sé...
Sé que acabo de tener una cita con Lucy, una de las modelos que he fotografiado varias veces para una revista nacional de moda. Ella es hermosa, es agradable, simpática, tierna y cariñosa. No se ha limitado en hacerme saber que le gusto... y mucho. Desde que la conocí pensé lo mismo: ella me gusta. Sin duda podría hacerle el amor más de una vez, podría llevarla al cine o a cenar, incluso podría presentársela a mis padres, ella definitivamente les agradaría ¿por qué nunca la había invitado a una cita antes de que Camila volviera a mi vida? ¿Estoy tratando de aparentar o lo estoy haciendo por mí?
Repito, no lo sé.
Solo sé que quiero venganza, no quiero que Camila sea la única en mi vida, quiero al menos tener registro en mi mente de que ella me está compartiendo al menos con dos personas más y poder burlarme de su ingenuidad.
Narrador:
Los besos eran apasionados, salvajes. La respiración de Lauren era inestable, había tenido conflictos emocionales todo el día anterior por su plática con Dinah "¿Habría hablado con Camila? ¿Perderé mi oportunidad de venganza? ¿Ya no volveré a besarla?" La fotógrafa odiaba sentirse de esa manera, odiaba pensar en no volver a tener entre sus brazos a la morena, de no volver a saborear sus labios una vez más ¿Por qué le importaba eso? Le frustraba no poder controlar sus emociones y necesitaba descargar todo el enojo acumulado.
Su objeto de descarga fue la linda modelo con la que acababa de tener una cena en uno de los restaurantes más caros de la ciudad. A la ojiverde no le gustaba escatimar en gastos. Menos cuando se trataba de complacer a hermosas mujeres.
Los vidrios empañados de su challenger indicaban que la temperatura del momento iba en aumento. Lauren no acostumbraba tener dos chicas al mismo tiempo, mucho menos tres, ni siquiera sí de besos se trataba, pero claro, un pequeño detalle había cambio de su vida en las últimas semanas, un detalle que le tenía enfurecida hasta la médula: Camila Cabello.
Se había mandado varios mensajes con la morena durante la cena que había sostenido con la modelo Lucy Vives. La ojiverde trató por todos los medios de convencer a la empresaria de verse y evitar que Dinah se le adelantara, o al menos lograr que Camila creyera en ella y no en su amiga de toda la vida. Y aunque al principio obtuvo como respuestas varias negativas de parte de la morena al final terminó accediendo, por lo que decidió tener un encuentro lo bastante fogoso, de ser posible sexual antes de ir a visitarla a su casa.
Lauren quería que Camila sintiera lo que era besar los labios donde alguien más había estado momentos antes. Tal y como la morena lo había hecho con ella años atrás. No pensaba en los sentimientos de la chica que la acompañaba en estos momentos, ella solo podía pensar en cobrarle todo los daños causados en el pasado a Camila, su más grande demonio.
Ella había sido la culpable de todas sus desdichas, no importaba lo que Dinah dijera, no importaba cuántas veces se justificara con aquel viejo cuento del abandono. Había sido la morena quien renunció al amor, quien rompió las promesas, a quien no le importo ver las lágrimas derramadas de la ojiverde por la angustia y desesperación de recuperarla. Creyó haber perdido la dignidad y el orgullo al pedirle volver sabiendo que Camila ya había estado con alguien más, entregándole sus besos y caricias. Pero eso no se volvería a repetir, ahora sería la morena quien sentiría tal vez por primera vez en su vida lo que es compartir a una persona.
- Me encantas, me encantas desde que te vi la primera vez... - pronunció entre jadeos la modelo sintiendo como Lauren se acomodaba sobre su cuerpo en el asiento del copiloto que hábilmente había reclinado minutos antes.
- Y tú me encantas a mí – la ojiverde no sabía si sus palabras eran verdad o mentira, definitivamente Lucy le gustaba, pero no estaba segura si los besos que compartían eran por eso o por cumplir sus planes de venganza contra Camila.
La fotógrafa acariciaba el delgado cuerpo de la trigueña sintiéndola estremecer a cada roce, con su hábil experiencia comenzó a morder esa zonas del cuello que ella sabía que podía hacer perder la razón a cualquier mujer mientras acomodaba su muslo en su entrepierna para causarle sensaciones más placenteras.
- Si Lolo... - gimió la modelo sacando inmediatamente a Lauren del momento erótico que tenían.
- ¿Cómo me dijiste? – preguntó la ojiverde con mucha confusión, separándose al instante de ella.
- Dije "si Lauren" ¿Por qué? ¿Pasa algo? – dijo la otra contrariada por la repentina actitud que estaba tomando la fotógrafa.
- No... tu dijiste "Lolo" – insistió mientras cruzaba por encima de la palanca de cambios para colocarse nuevamente en el asiento del conductor.
- Ni siquiera sé que es "Lolo".... Oye tranquila... ¿todo esta bien? – Lucy comenzó a acariciar cariñosamente la nunca de la ojiverde tratando a relajarla pues se veía bastante alterada.
- Lo siento, creo que mi cabeza no esté aquí en este momento... Te parece mejor si te llevo a tu casa, no me siento muy bien – propuso Lauren tratando de componer la situación. Definitivamente se había comportado como un idiota al echar a perder el buen momento que estaban pasando.
- Si está bien, no te preocupes... pero sí necesitas hablar soy muy buena escuchando. Sé que nos estábamos besando y eso, pero incluso sí tu cabeza está con otra chica prefiero que me lo digas y te desahogues que dejar irte así... - dijo amablemente la modelo sin detener sus suaves caricias en el cabello de Lauren.
La ojiverde agradecía internamente lo comprensiva que se mostraba Lucy, hubiera deseado no haber estado pensando Camila todo el tiempo... Su mente le acababa de pasar una muy mala jugada.
Lauren negó la ayuda que la modelo le ofrecía, no estaba en sus planes hablar de la chica que había marcado tanto su vida con su cita, definitivamente esa era una buena forma de ahuyentar mujeres.
Sin perder tiempo la fotógrafa llevó a la modelo a su casa y se despidieron con un beso en la mejilla, la situación se sentía incómoda por lo que había pasado antes, sin embargo quedaron de verse nuevamente.
Lauren: Hola, ya voy para tu casa, tuve un pequeño contratiempo, espero no estés dormida ¿Me podrías mandar la ubicación? 11:10 pm
Camila: Hola, sigo despierta, estoy esperándote, es un poco tarde, pero no importa, me gustaría verte 11:13 pm
Lauren: Ahí estaré, yo también quiero verte, no te imaginas cuanto bonita 11:15 pm
Camila: Jamás creí que volvería a tener una conversación así contigo, en serio me encanta, no tardes, ya te mando la ubicación 11:15 pm
En menos de quince minutos Lauren estaba fuera de la residencia de la morena. Le hizo una rápida llamada para indicarle que le avisara su guardia que la dejar entrar. Unos minutos después el hombre uniformado abría la puerta principal brindándole una sonrisa.
De inmediato la ojiverde admiró la ostentosa casa, sin duda Camila seguía teniendo mucho dinero, había un largo jardín a la entrada por lo que tuvo que caminar un par de minutos para llegar hasta la vivienda principal. Pudo ver como la morena estaba recargada en la puerta de la casa, probablemente esperándola para que no tuviera que tocar ¿Estaría Logan con ella?
- Hola – dijo tímidamente Camila - ¿Estas bien? – preguntó en cuanto vio el semblante de Lauren.
- Hola... - respondió Lauren tragando saliva al ver que la empresaria iba vestida solo con una bata de seda que dejaba ver los detalles de su cuerpo – estoy bien ¿Por qué lo preguntas?
- No lo sé... te ves un poco rara – comentó la dueña de la casa.
- ¿Esta tu prometido? – cuestionó la ojiverde cambiando el tema y tratando de evadir el nombre del chico, pues sentía que se le revolvía el estómago cada vez que lo pronunciaba.
- No. Tuvimos una pelea, no dormirá aquí esta noche... - explicó la otra con cierta tristeza en la voz. Lauren sintió una alegría invadirla, alegría causada por sus planes de venganza, o al menos trataba de convencerse de eso.
- ¿Por qué pelearon? – preguntó mientras entraba a la casa, cerrando la puerta a sus espaldas.
- Por ti... - dijo Camila con simpleza. La ojiverde no esperaba escuchar esa respuesta tan sincera, su emoción iba en aumento. Estaban logrando crear conflictos tal y como lo había planeado. Claro, porque todo esto se trataba de venganza ¿No? – bueno él no sabe exactamente que eres tú... pero sabe que hay alguien más en mi vida...
- ¿Se lo negaste? – Sabía que la respuesta su pregunta era probablemente sí, Camila era una mujer mentirosa, seguramente había negado todo para salir victoriosa.
- No le negué nada... de hecho le confirme que efectivamente me está pasando algo muy fuerte por alguien más... - "Me está mintiendo" era lo que Lauren pensaba, no creía que pudiera ser verdad lo que acababa de decir la empresaria. Camila solo quería jugar, tal vez obtener una noche de buen sexo y era capaz de caer tan bajo para conseguirlo.
- Me alegra... - sonrió la ojiverde – quiero darte un beso – pidió la ojiverde acercándose a ella utilizando las mismas palabras que Camila había dicho la última vez que se vieron antes de besarse en aquel baño para niños.
- Lauren, necesitamos hablar de esto... por favor, aclarar que es lo que está pasando entre nosotras – dijo la morena sintiendo como la fotógrafa envolvía su cintura entre sus brazos, dejando caricias sobre su espalda – hueles raro... - habló al sentir el extraño aroma que emanaba el cuerpo de la ojiverde.
Claro que olía raro, era el perfume de otra persona. Ese aroma le pertenecía a la modelo con la que hace menos de una hora estaba compartiendo gemidos y caricias.
- Quiero que lo dejes... - pidió Lauren antes de besar los labios de la morena. La ojiverde aun podía sentir el sabor de Lucy en su boca y aunque nunca se había sentido tan sucia, su mente disfrutaba que Camila viviera en carne propia el sabor de la infidelidad.
- Tenemos que hablar antes... - suplicó la morena perdiendo todas las fuerzas ante los besos de la mujer a la que tanto había amado en el pasado. A la que aún seguía amando...
- No me importa el pasado, te lo juro no me importa – las mentiras fluían de la boca de la ojiverde con extrema facilidad – déjalo Camz... déjalo...
- Prométeme que no estás jugando... - dijo Camila volviendo a unir sus labios contra los de Lauren, anhelando escuchar una promesa que le diera la seguridad que necesitaba.
- Te lo prometo nunca me atrevería a jugar contigo, ni a mentirte... pero déjalo, por favor déjalo... - la morena quería creerle, aunque algo en su interior dudaba. Pero no podía negarse, simplemente no podía, los ojos verdes que la miraban lograban atravesarla, haciéndola recordar esa época en su pasado en la que fue feliz.
- Esta bien Lolo... esta bien... lo voy a dejar... - dijo sin saber que con esa simple frase acababa de darle permiso a Lauren de hacerle sentir el peso del rencor acumulado durante tantos años.
Con esa simple frase había abierto la puerta al dolor, a la angustia y a la traición...
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