Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11

Narra Lauren:

- Espera, eso puede ser beneficioso – me dijo Normani. Seguramente ideando algo para tratar de hacerme sentir mejor. Le acababa de contar como perdí el control de la situación y termine molestándome cuando hablaba por teléfono con Camila la noche anterior – es bueno que sienta culpa, que sepa que no estas comiendo de su mano. Que sabes que no es un ángel... tal vez así trate de hacer las cosas bien y cancele su compromiso con Lerman y entonces tendrás el camino libre para enamorarla y será el momento de abandonarla a su suerte... Tal y como ella lo hizo contigo...

- Pero le estoy demostrando cuanto me afecta. Esto no es por la venganza, es por mi maldito orgullo – le dije mientras masajeaba el puente de mi nariz – además creo que está viviendo con él.

- ¿Estas celosa? Debes tener cuidado Lauren. Si terminas involucrando sentimientos de mas, la que puede salir dañada eres tu – me advirtió y sonreí sarcástica. Como si eso no lo hubiera pensando ya lo suficiente.

Claro que sabía que podía arriesgarme a ser de nuevo la idiota de la historia. Yo solo he amado a una mujer, y lleva por nombre Camila Cabello. Claro que me he involucrado con otras mujeres, incluso con algún chico. He desarrollado sentimientos fuertes, pero de ninguna manera de la forma como lo hice con la morena.

En cambio de ella había amado antes de mí, a su novio Austin, después llegue yo a su vida y me prometió que era el amor de su vida. Supongo también debió haber amado a la chica por la cual me dejó, no quiero ni siquiera saber si en estos cuatro años que no tuve noticias de ella hubo alguien más. Ahora claramente debe de amar a su prometido, pues ha decidido casarse con él. Toda esta situación puede dejarme en desventaja, ella es la única que me hizo sentir lo que es el verdadero amor, mientras que yo solo he sido una más en su vida, otra más en su lista de personas "amadas".

Decidí que lo mejor era esperar al día de mañana para verla en la reunión. Tal vez así me calme un poco.

Recibí algunas llamadas de su parte, llamadas que no contesté. Me causaba satisfacción verla con ese desespero de comunicarse conmigo ¿Dónde están los "no me busques", "entiende que esto ya terminó"? de hace cuatro años. Ojala pudiera sentir la mitad de la frustración que sentí yo.

Mandó algunos mensajes preguntando como estaba, disculpándose por los "apodos". La verdad es que los apodos no eran los que me molestaban. Era el hecho de traer el pasado al presente, ese pasado en el que ella se portó bien conmigo, el pasado que no dolía. Ella no merecía que yo recordara eso, porque simplemente había quedado ensombrecido por los años de dolor que vinieron después. No era justo que actuara como como si eso no hubiera pasado, como si no hubiera hecho nada malo.

Llamé a Carolina para hablarle de la comida del siguiente día. Quería explicarle de que se trataba todo este asunto, pues la que menos perjudicada quería que resultará era ella. Le dije que iríamos a un lugar apto para niños, por lo que podría llevar pequeño Isaac. Yo sabía que el tener un hijo le hacia una mujer muy responsable, no era normal que saliera con algún hombre, ella me explico que no quería que su hijo tuviera una figura paterna que pudiera desaparecer. Estoy de acuerdo en que no cualquiera podría hacerse cargo de un niño que no lleva su sangre. Y por más hermosa que Carolina fuese, la gran responsabilidad que implicaba un pequeño podría asustar a cualquiera. Mi secretaria no era exactamente lesbiana, ni bisexual, hasta donde sé yo soy la única mujer con la que he tenido relaciones sexuales. Y sé que nuestros encuentros se deben a la soledad que a veces tiene por tal de darle un buen ejemplo a Isaac.

Somos compañeras sexuales por soledad. Se escucha triste, pero el cuerpo tiene necesidades, y ella es una mujer preciosa a la que siempre he estado dispuesta a satisfacer.

Ella acepto ir conmigo sin ningún tipo de objeción, creo que le hacía falta distraerse, y me dijo que no me preocupara en lo absoluto por ella, que entendía por completo la situación y podía ayudarme en lo que yo quisiera.

Y así fue como el esperado día de la reunión llegó, un lugar bastante informal donde había un montón de enanos corriendo por todos lados. Me pregunto qué tan difícil será la vida de un padre. A veces siento un poco de envidia, después de todo soy mujer, y me gustaría ser madre. Aunque para eso tengo que encontrar a la persona ideal, y a la había perdido cuatro años atrás.

- Hola ¿Qué tal? – salude sin levantarme de la mesa. Dinah, Alejandrito, Camila y Logan recién llegaban.

- Hola Lauren – Logan respondió mi saludo entusiasmado, en serio este tipo me admiraba y disfrutaba deleitarme con la incomodidad de la morena. No sé de quién sienta celos, si de él o de mí.

- ¿Cómo estas Carolina? – la morena preguntó a mi secretaria, notablemente menos agresiva que las situaciones anteriores.

- Hola Camila, te presento a Isaac, mi hijo – respondió ella y el pequeño Isaac tan educado como siempre extendió su mano para saludar.

- ¡Tienes un nuevo amiguito Alejandrito! – dijo Dinah a su hijo. Lo dejo en el piso y ambos niños tomados de la mano se dirigieron a uno de los coloridos juegos que había en el lugar. Al parecer Isaac era muy protector ya que era dos años más grande.

Dinah y Carolina sonreían embobadas, totalmente enamoradas de sus pequeños, yo me dedicaba a observarlas y note como Camila hacia lo mismo. Todos tomaron asiento sin dejar de vigilar a los niños ni un segundo y pedimos la comida.

Estuvimos recordando cosas del pasado, claro que omitimos la parte en la que Camila y yo éramos novias. Tampoco se habló del hecho de que Normani había estado enamorada varios años de Dinah y aquel había sido el motivo por el que se habían distanciado. También salió a la luz el tema de Alejandro, el hermano de Camila, esposo de la rubia. Ambas nos comentaron que él se dedicaba a atender la empresa que tenían en la capital del país, no podían verse mucho, pero que así eran los negocios. Al parecer el esperaba ser el sucesor de su padre, ya que la morena había declinado esa oferta hace tiempo, pues ella quería formar su propio patrimonio, aunque lo había hecho con un financiamiento de ellos.

Al terminar de comer decidí jugar un rato con los pequeños, siempre habían tenido buena mano con los niños, no sé cuál sea la razón, siempre les agrado mucho. Pasé media hora divirtiéndome, hasta que me quede atorada en uno de esos tubos, definitivamente no estaban diseñados para adultos.

- ¿Necesitas ayuda? – al parecer Camila había ido a mi rescate.

- Si, por favor – dije moviendo los pies de forma desesperada, no es que los lugares reducidos me encantaran.

Sentí como me estiro desde los tobillos y retorciéndome un poco logre salir de ahí. Las risas se escuchaban provenientes de la mesa donde había estado sentada antes. Al parecer había dado un buen show a mis acompañantes.

- No pensé que te gustaran los niños... - comentó la morena reteniendo sus carcajadas.

- Siempre me han gustado, pero desde conozco a Carolina y a Isaac me he hecho más cercana, el pequeño suele pasar mucho rato en el estudio, en la oficina y en todas partes, es como un trabajadorcito más, uno que en lugar de dinero pide leche de chocolate y galletas – le explique, y era verdad, el niño me agradaba mucho. Pude notar como los ojos de Camila tomaban un brillo especial al escucharme.

- ¿Quieres tener hijos? – me preguntó con curiosidad.

- Claro que sí –contesté con una sonrisa, convivir con los pequeños me hacía soñar un poco acerca de esa posibilidad.

- Eso es genial – dijo con orgullo y sus ojos no dejaron de lucir hermosos - ¿por qué no has respondido mis llamadas? – preguntó cambiando el tema. Parecía temerosa ¿le daba miedo perderme?

- En realidad no lo sé... - claro que si lo sabía, estaba molesta por dejarme llevar por la situación, por dejar que los sentimientos me invadieran. Si no lograba controlar eso podría perder mucho, como la dignidad y la cordura, por ejemplo.

- ¿Ya no quieres que nos veamos?

- Tú prometido está ahí Camila, tal vez deberías de tener más cuidado – note como a la distancia los ojos verdes del chico se enfocaban en nosotras. Tal vez no debería ser para menos, la mirada que tenía Camila sobre mí era bastante obvia.

- Amh... tal vez, pero me interesa más saber lo que pasa entre nosotras ¿Estas molesta? – dijo restándole importancia al aparente enfado de su prometido.

- No – contesté secamente y me di cuenta que sonaba como la típica mujer molesta que lo niega.

- Pues a mí me parece que si... - dijo recogiendo su cabello detrás de su oreja, y por un momento quise ser yo la que hiciera eso para tener un contacto con su suave piel – quiero darte un beso... - soltó de pronto, sin hacer contacto visual. Parecía muy tímida.

Se veía tan tierna, que me daban ganas de comerle la boca en medio de la sala de juegos. Ella seguía teniendo facciones de niña, y su actitud condescendiente me estaba agradando mucho.

- Quiero lavarme las manos... ¿me acompañas? – le pedí y acepto.

Fuimos hasta el colorido baño con dibujos infantiles, afortunadamente estaba solo, sin perder el tiempo la estire de la mano contra mi cuerpo y sonreí contra su boca antes de besarla. La sostuve de ambos lados del rostro y me encantaba sentir los movimientos que hacia su quijada durante nuestro el beso. Mi respiración se volvió pesada.

Por un momento abrí los ojos y definitivamente me encantaba ver como ella los tenia cerrados, como se entregaba al momento. No puede estar fingiendo esto. No. Ella siente cosas por mí, lo puedo notar por como sus labios tiemblan ligeramente, como se sostiene fuerte de mis hombros porque las rodillas le están flaqueando.

- Camz... - no pude evitar murmuran ese apodo, estábamos tardando y aunque quería meterla en problemas, no quería que alguien nos descubriera aquí.

- No me importa Lolo, no me importa que no te guste que te llame así, lo seguiré haciendo, y no importa cuánto tardemos aquí quiero seguir besándote – dijo aferrándose fuerte a mi camisa, parecía que me leía el pensamiento. Ella se encargó de acabar nuevamente con el espacio que había creado entre nosotras para continuar un nuevo beso, esta vez más desesperado, más profundo.

Sin mucho cuidado la levante sosteniéndola del trasero, haciendo que sus piernas se enredaran en mi cintura, presionándola contra la helada pared de azulejos y Dios sabe que en este preciso momento lo último que pienso es en mi bendita venganza, tan solo me dedico a saborear sus carnosos labios, a sentir su lengua chocando contra la mía y a acariciar bien sus piernas y su culo... Quiero que este momento dure toda la vida.

Escuchamos como la puerta del baño fue abierta, trate soltar a Camila lo más rápido posible, pero la situación parecía demasiado comprometedora. Definitivamente nos habían atrapado y esto no estaba en mis planes.

- ¿Pero qué mierda? – dijo posando su mirada furiosa en Camila.

---------

Hola! ¿Cómo les parece la historia? ¿Les está gustando? Me gustaría leer sus opiniones y comentarios.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro