Camila Cabello. Mi primer beso, mi primera novia... mi más grande amor.

Dos años compartidos a su lado, donde le entregué todo de mí, desde mi cuerpo, hasta mi alma. A su lado aprendí a querer, a amar y también entender que el amor duele, y mucho.

No fue sencillo comprender que lo nuestro había terminado, al menos no para mí. Camila había tomado esa decisión después de que entró a la universidad, argumentando que la distancia había enfriado nuestro amor. Se olvidó mencionar que me estaba siendo infiel, o al menos aquella imagen en la que su nueva novia anunciaba mediante Facebook que estaba feliz por sus 3 meses de noviazgo indicaba que había entrado en su vida mientras estaba conmigo, o al menos no encuentro otra explicación para tener 3 meses con ella cuando apenas 15 días atrás había concluido nuestra relación.

Parece ser una regla general eliminar a tu ex de todas tus redes sociales, incluso borrar su número ¿Pero entonces como vas a auto flagelarte viendo como su vida es perfecta mientras la tuya se va a la mierda? ¿Cómo vas a poder llamarle a las 3 de la mañana totalmente ebria rogándole que vuelva contigo? ¿Cómo vas a darle "like" a sus cosas anunciándole que cada paso que da te duele en el alma? ¿Cómo vas a enterarte que ella está cumpliendo un año con la chica por la cual te dejó?

Cuatro años han pasado desde que terminamos y tres desde que no sabía nada de ella, había sido tiempo de avanzar o pretender que lo hacía, porque mentiría si dijera que ya no pienso en sus besos, o todas las veces que hicimos el amor a escondidas en su habitación. Pero los recuerdos que en algún momento atesoré como "bonitos" fueron tomando un color fúnebre y la nostalgia había sido reemplazada por un rencor con matices de odio.

Odio por la mujer que me dejó, la que se llevó la mejor parte de mí, a la que no le importaron mis suplicas, por la que pude haberlo hecho absolutamente todo, pero simplemente no me lo permitió.

Aun derramo lágrimas en su nombre, cuando el alcohol invade mis venas y suena esa canción de Coldplay que me dedicó, o cuando las fechas atacan: su cumpleaños, navidad o nuestro aniversario...

Jamás la he superado, siempre está ahí presente, como mi sombra, una sombra que no me permite entregarme a alguien más, una sombra que me recuerda el dolor y la devastación de la traición.

Imposible olvidar a una mujer hermosa que te hizo tocar el cielo con la punta de los dedos.

Imposible no odiar a quien te hizo perder el orgullo y te sumió en la desesperación.

Imposible no sentir nada al verla entrando en mi oficina, después de tantos años, tomando la mano de su apuesto prometido, saludándome de lo más normal, pidiéndome hacer las fotos para su boda... como si nada hubiera pasado, como si todo este tiempo no la hubiera maldecido mil veces, como si ella no supiera todo lo que me hizo sufrir...