- SIMÓN -

— Entonces investiga a los Lightwood rápidamente, no quiero estar a ciegas si ellos están planeando cosas desde hace mucho tiempo— murmura.

— Sí señor.

No se siente asustado, esperaba que ocurriera algo parecido pero no tan rápido, no creyó que el círculo vendría a él de manera tan directa, sin ser precavidos, pensó que tendría que irlos a buscar después de años sin tener rastros, y no pensó que el hilo a su encuentro se haya revelado el día de hoy gracias a Isabelle, lo cual hace pensar si lo hizo intencionalmente o no para que esto comenzara y terminara rápidamente antes de esperar que pasen más años. Lo único que tiene con certeza es que "El círculo" viene por él y debe estar alerta, acabarlos, pero esta vez tiene la presencia de Raphael que no le permitirá fracasar. Mientras trata de conciliar el sueño ve como al lado de su cama está parado ese demonio vigilando sus sueños o sus posibles pesadillas, no se siente inquieto pero no quiere pensar que ya ha sentido comodidad junto a él.

— ¿Por qué no duermes? — pregunta Raphael.

— No puedo ¿Acaso no lo ves? — Murmura molesto Simón— las personas que has traído han dado un buen show ¿Cómo quieres que duerma así?

— Entonces déjame remediar los errores— murmura con una sonrisa Raphael mientras se sienta en la cama— tienes muchas frustraciones encima joven amo, y solo hay una manera de que un adolescente mundano como tu libera sus frustraciones...

Con cada cercanía que da el demonio, mas entra en pánico, más porque sus ojos rojizos parecen haberse oscurecido más esta noche, entonces siente como es destapado completamente pero no es lo que le está preocupando sino que es la mirada que tiene en su cara, esa sonrisa con dientes puntiagudos y sus ojos intimidándole, no es que lo intimide, solo que sabe con certeza que es un demonio y que los demonios a veces se guían por impulsos y deseos, Raphael puede ser racional pero a pesar de todo sigue siendo eso, un demonio guiado por instinto. Entonces siente como las manos de Raphael comienzan a abrir la camisa de su pijama una por una, mientras sus dedos largos van acariciando su piel haciéndole erizar en todo el recorrido, y el ambiente se siente dulzón, dulzón como cuando aquel demonio lo beso hace horas en la oficina.

— Los jóvenes mundanos, y los subterráneos, deben liberarse de vez en cuando, no es malo, no es prohibido, y yo como tu sirviente, como tu fiel compañero en estos momento, te ayudaré como lo hemos estado haciendo estos últimos años. Ahora más que nunca tienes que mantenerte relajado para poder pensar bien cómo moverte para el ataque, así que déjame hacer esto— susurra Raphael— yo daré lo mejor.

Cuando conoció a Raphael él solo era un niño a punto de la muerte, no a punto sino entrando a la muerte, y ese demonio estaba ahí entre toda la multitud que suplicaba ser elegido, nunca pudo ver sus rostros, solo ojos y bocas con colmillos, todos hablando a la vez mientras se sentía aturdido, y por causa de destino decidió ir por Raphael, prometiendo todo a cambio de algo insignificante como un alma podrida de venganza, y cuando pudo conocerlo bien su apariencia no era nada comparado con su voz tan suave y grave, pero haciendo ley a los dichos, ese demonio era lo bastante guapo, lo cual le ayudó cuando tuvieron que deambular en pueblos en busca de un lugar para esconderse por mujeres solteras u hombres del mismo estado que se quedaron complacidos con su apariencia. 

En ese viaje también pasaron mucho, los años también habían pasado, desde ahí Raphael siguió fielmente lo prometido aprendiendo mutuamente para hacer lo que hacen actualmente, pero esta vez ambos más grandes, Simón ya a punto de cumplir su mayoría de edad en un año.

Pero ahora este demonio parecía querer acercarse y tocarlo más, como lo que está haciendo, desanudando el nudo del pantalón mientras mete su mano, Simón aprieta su labio mientras siente un escalofrío, aquella mano tocando su cuerpo como sabe hacer habitualmente al bañarlo pero esta vez con otras intenciones, aprieta sus manos en las sabanas mientras trata de tirarse hacia atrás pero le da más invitación al demonio hincarse en la cama y meterse, aquella mano sigue acariciando, sobando con su mano la piel de su cuerpo.

— Raphael, esto no es conveniente— balbucea Simón.

— Cierra la boca Simón, tu cuerpo está comenzando a reaccionar, tu respiración se está agitando, tu corazón late cada vez más rápido, tu cuerpo está subiendo de temperatura, y tus manos están apretando las sabanas indicándome que no quiere que me aleje— dice Raphael vos una voz muy profunda— entonces ¿Por qué sigues de testarudo y no disfrutas?

Simón deja escapar un quejido al no poder apretar por mucho tiempo sus labios, y se tira hacia atrás llevando sus manos hacia arriba no sabiendo que agarrar, la tela del pantalón de su pijama está comenzando a bajar dejando su piel descubierta, al mirar hacia abajo ve una escena que lo avergüenza, la mano de aquel demonio, aquella mano grande con dedos largos moviéndose sobre su miembro, vuelve la mirada hacia arriba mientras cierra los ojos y aprieta sus labios, parece un sueño y no real, pero lamentablemente no es así, es real y tiene al demonio ya casi arriba de él, siente la mano desocupada de Raphael tomándole del mentón, Simón abre los ojos al ver tal cercanía.

— ¿Por qué tan tímido? — Pregunta Raphael divertido— esto es un acto tan natural, además no voy a sobrepasarme, solo estoy haciendo mi trabajo para que mi joven amo pueda liberar su frustración.

— Te odio tan...— balbucea.

Entonces se sorprende al sentir una lengua invadiendo sus labios y como aquella mano en su miembro se mueve más rápido, sintiendo como su espalda se encorva de a poco, está siendo invadido por todos lados por un demonio, y las sensaciones como los sentimientos son tan confusos, no puede pensar bien mientras el demonio sigue haciendo aquello, mientras lo sigue besando de una manera tan íntima, tan inapropiada, pero lo único que puede hacer es encorvar y aprieta sus manos a algún lugar cada vez más, hasta que siente un escalofrío fuerte y dejándose caer, viendo como Raphael se ha separado y le mira mientras pasa su lengua por sus dedos donde ha descargado todo su liquido involuntariamente, pero Simón está respirando agotado y avergonzado, tiene sentimientos aun recorriendo todo su cuerpo, sintiéndose quemar en cada parte que ha tocado y estar viendo a Raphael en aquella acción es mucho para él.

— ¿Cómo te sientes? — pregunta Raphael.

— Realmente eres un maldito demonio— susurra cansado Simón— eres...

— Vas a dormir bien después de esto, lo único que hice es ayudarte.

— No voy a permitir que te sobrepases a más ¿Escuchaste? — Pregunta Simón molesto— puede que seas un demonio, puede que seas manipulativo, pero no creas que podrás sobrepasarte conmigo.

— Mn, pues una de mis mejores habilidades es que los mundanos caen fácilmente a mis encantos y mis palabras.

— ¡Deja de jugar conmigo y vete lejos de mi! ¡No vuelvas hasta mañana! ¡No quiero verte!

Y obedeciendo, Simón ve como Raphael se retira dejando una risa burlesca mientras cierra la puerta y lo deja solo en aquella oscura habitación, no pudiendo olvidar lo que ha sucedido momentos atrás mientras la habitación va desvaneciendo aquel olor dulzón del incienso que trato como regalo Isabelle el día de ayer. 

N/a: Aunque hayan escenas subidas de tonos, ninguna excede más que simple roses o toques. Lo aviso por las dudas. Tengan un lind fin de semana. <3