- RAPHAEL -

La reunión se ha trasladado a la sala de reuniones, ha mandado a las dos personas del personal a vigilar los lugares cercanos a la mansión solo para tenerlos lejos de lo que fuera a hablar Magnus, y mientras sirve el té ve a Alexander mirando por las ventanas de todas formas, vigilando por sí mismo para mayor seguridad, es que no siempre el mismísimo Magnus aparece en territorios rojos. Es que Magnus a pesar de ser el único jefe real del submundo, siempre fue un alma libre y salvaje, yendo y trayendo cosas para los subterráneos, contando historias para los que están encerrados y prometiendo la libertad tarde o temprano, ese brujo vendría siendo un "rey" para el submundo, si él es atacado o asesinado todo el submundo perderá el camino, los subterráneos se volverán alimento de demonios. 

Cuando Raphael entró al submundo, al principio era un rebelde sin causa porque quería regresar con su familia, pero Magnus fue quien lo guió y se encamino a la persona que es, se volvieron cercanos pero desaparecía muchas veces así que no estaban juntos, entonces el trabajo de invocación llegó a su puerta para conocer a Simón y de ahí a todo lo que se dedicó fue hacer los trabajos sucios.

— ¿Entonces...? — pregunta Simón.

— Fui avisado en mi última llegada de una nueva abertura en el cementerio de los hermanos silencioso, una abertura notificada contaminada por la liberación de los demonios oscuros— dice Magnus chequeando la lengua— cuando fui a revisar ya estaba vacío, todo ese ambiente oscuro está comenzando a crecer en los terrenos Lightwood, esa familia ha cometido tantas crueldades que han sido consumidos por los juegos de los demonios.

— ¿Sabes quién fue el causante de la abertura? ¿Y qué tan involucrados está esa familia? — pregunta Raphael.

— No es difícil de saberlo, es todo causa de tu antecesora, esa mujer al parecer pudo salirse con las suyas— dice Magnus haciendo aparecer bebidas suplantando el té— y con respecto al nivel de involucración de los Lightwood, solo diré que es mucho, tanto que sus almas están bajo una atadura fingida como pacto que los demonios oscuros le dieron, y ya están consumiendo sus cuerpos.

— ¿Consumiendo sus cuerpos?

— Canibalismo, los demonios oscuros consumen carne y no alma, porque las alma aun a pesar de lo podrida que pueden estar, siguen teniendo algo puro e inocente, mientras que la carne ya es pecado desde el primer momento de vida.

Raphael le lleva una taza de té a ese chico llamado Alexander que está en una cerca de las ventanas, hijo primogénito muerto y perdido de los Lightwood, no quiere indagar en eso porque Magnus tiene siempre sus razones, pero está interesado en saber porque ese Nephilim no está reaccionando en nada cuando están hablando de su familia, además de que no puede percibir esencia mundana de su cuerpo, es como si fuera nada. Vuelve hasta donde está sentado Simón y se queda parado al lado del sillón, viendo como Magnus toma de su bebida, mientras que el joven toma té de manera tranquila como si lo que estuvieran hablando no fuera nada, pero en el fondo quiere saber qué está sucediendo, de él emana un aura de curiosidad.

— Entonces debo encargarme de ellos por ser el único perro guardián. ¿Y que gano a cambio?

El demonio ve a Simón sorprendido y deja escapar algo parecido a una risa, verlo hablar de esa manera a un hombre como mucho poder y no titubear es mucho, más hablar de una manera cuestionable hacia el submundo puede tomarse como una falta de respeto, pero a Simón pareció no importarle mucho eso, solo está esperando una respuesta con malas ganas y Raphael realmente lo está mirando.

— Destruir por la raíz a toda la organización que se hace llamar "El círculo", quienes fueron los que atacaron la mansión en tu infancia, quienes te vendieron por un centavo, y quienes te mataron al quitar tu inocencia sin piedad.

— Acepto, pero considero que Raphael no podrá solo con todo, el trato con él es matar a los causantes de mi desgracia, pero los demonios oscuros no son su obligación, no están en el trato— murmura Simón— ¿Cómo vas a ayudarme a protegerte?

— Déjamelo a mí, el refuerzo vendrá solo con un silbido de Alexander, pero la mansión está siendo vigilada por las personas de los Lightwood, así que es mejor esperar un poco— comenta Magnus— aunque conozco lo bastante a Raphael para saber que no se va a negar a destruir demonios oscuros.

— Pero yo no quiero eso, y ahora mismo Raphael me obedece a mí y trabaja solo para mí, él no va a poner en riesgo obtener mi alma por ti.

El demonio sonríe de medio lado mientras ve a Magnus demostrar en su rostro tanto de manera de confusión como de sorpresa por la forma en cómo Simón le está hablando de forma tan desafiante, es que el tiempo que se ha criado solo, a pesar de que pudo aprender para ser un duque modelo frente a la sociedad, su lengua es tan filosa que hace a más de uno enojar, además de la soberbia en su voz, pero Raphael está tan acostumbrado que puede decir que el tono que está usando ahora es normal, pero siguiendo en modo alerta.

— Tú actitud frente a Raphael es interesante— dice Magnus acariciando su mentón.

— Eso es asuntos entre nosotros dos, mientras tanto...

— Joven amor, por favor sea menos grosero con el invitado, más que se trata de alguien de mucha reputación— dice Raphael colocando una mano en el hombro del menor.

Ve cómo le está mirando, como si acabara de dejarlo en ridículo frente a las dos nuevas personas, pero se cruza de brazos y deja escapar un bufido sin decir nada, sabe que tiene razón y por ende se ha quedado callado haciendo un berrinche de adolescente. Raphael va hasta Magnus y le quita el vaso mientras le da la taza de té nuevamente, sabiendo que es un mal hábito que debe curarse tarde o temprano, y a pesar de que no se ven muchas veces durante su cercanía debe comprender que frente a Simón debe comportarse.

— Magnus, deja de tomar, y deja de molestar a Simón— advierte Raphael— por favor.

— Solo estoy conversando con el joven, no estoy molestando— dice Magnus con desinterés— además realmente estoy interesado en la relación que han adquirido, y además necesito que se moleste para que cuando deba confesar algo tan importante, no debemos verlo llorar, sería humillante para el joven llorar frente a nosotros.

— ¿Qué dices? — pregunta Simón.

— Con respecto a la muerte de tus padres y de tu hermana mayor— responde Alexander por Magnus— y porque mi familia está implicada en todo esto, como también en mi muerte y la desaparición de Isabelle.

— ¿Isabelle? Pero... ¿Qué?

— Escucha con atención de todo lo que te has estado perdiendo de vista, niño...