002
La comunidad Rivershift, estaba ubicada en una hectárea del bosque "Cuatro lunas".
Aquella comunidad era conocida por ser muy pacífica, y por el hecho de que allí podía habitar cualquier clase de shifter, híbrido, ect. No había prejuicios. A pesar de eso, pocos eran los que se quedaban a vivir allí, por la razón de que aquella hectárea estaba alejada de la carretera y era muy tedioso estar saliendo para conseguir cosas básicas. Pero para los que ya llevaban tiempo viviendo allí desde sus cimientos, estaban más que acostumbrados a ese estilo de vida.
En total, solo había 30 casas, las cuales estaban separadas por considerables metros una de la otra, regadas en toda la hectárea de Rivershift.
En medio de la zona, pasaba el extenso río "Cuarto creciente", el cual seguía su camino natural hasta desembocar al final del bosque.
Cerca de allí, en una de las casas habitaba Jimin, un alfa de zorro, junto a su pareja Yoongi, un omega de gato montés.
Llevaban dos años habitando en Rivershift, y se sentían tan felices en aquel lugar.
Todos los que habitaban la comunidad, se conocían entre sí y se llevaban más que bien. Entre ellos mismos se ayudaban con las cosas básicas, como comida, utensilios, ect. Podría parecer un estilo de vida anticuado, a comparación de otras hectáreas del bosque, pero a ellos les gustaba. Y lo mejor, vivían en paz.
- Pero...pero, ¡Jiminie!
El berrinche de Yoongi había durado más de lo que Jimin creería. Jimin suspiró tratando de tener toda la paciencia del mundo. Lo último que quería era discutir o pelearse con su Yoonie antes de irse.
- Mi amor, ya hablamos de esto toda la semana - Jimin tomó sus hombros acariciandolos suavemente - estaré fuera unos tres días para comprar lo que necesitamos junto a Yeonjun, y de verdad estaré tranquilo sabiendo que tu estás aquí, en casa.
Yoongi se apartó cruzándose de brazos, y con un puchero. - No entiendo porque no puedo quedarme con Beomgyu, allí también estaré bien.
Este tipo de situaciones eran muy habituales cuando Jimin tenía que salir. Debería saber como manejarlas mejor, pero al parecer sin importar el tiempo que pasara, siempre se le haría difícil no caer ante los adorables pucheros de Yoongi.
- Lo sé, es más que obvio que allí también estás seguro, pero en esta ocasión no estaré por unos días, y de verdad solo podré ir y venir tranquilo si sé que estás aquí.
Yoongi suspiró y apartando la vista, asintió. - Está bien - dijo de mala gana.
Jimin mordió su labio inferior tratando de no reír, no quería hacer enojar más a Yoongi.
- Mi amor, no te pongas así - Jimin se acercó, y trató de que lo mirara alzando su mentón con su dedo índice. Yoongi se resistió por un momento, pero después cedió. - sabes que siempre es de esta manera.
Yoongi arrugó su nariz. Tan hermoso.
- Ya lo sé, solo que creí que esta vez te convencería - susurró. Jimin sonrió tomando sus mejillas.
- Siempre logras convencerme, pero cuando se trata de quedarte solo por unos días, tu seguridad es lo primero mi amor.
Yoongi lo quedó viendo unos segundos, para después sonreír y lanzarse a sus brazos.
- No es justo que no pueda enojarme contigo. - su voz sonó ahogada, ya que su boca estaba pegada al pecho del alfa.
Jimin rió acariciando su blancuzco cabello. - Yo tampoco puedo hacerlo amor - dejó un besito en su cabeza. - Bueno ya tengo que irme, entre más rápido lo haga más rápido volveré - con toda su fuerza de voluntad se alejó un poco de Yoongi.
- Es cierto, aún no te has ido pero ya quiero que vuelvas. - los dos rieron.
- Ya sabes amor, si vas a ir al río no te quedes hasta tarde, y solo deja entrar a casa a...
- A Tae, lo sé - completó Yoongi.
Jimin sonrió asintiendo, mientras tomaba su pequeño bolso e iba camino hacia la puerta seguido por Yoongi.
- Cuídate mucho mi amor, cualquier cosa no dudes en decirle a Tae ¿si?. - Jimin dejó un casto beso en los finos labios.
- Si Jiminie, ve con cuidado, te amo.
- Yo también te amo.
Jimin obligó a sus piernas moverse. Si se quedaba más tiempo viendo la hermosa expresión de su omega, no se iría nunca, y necesitaba ir a comprar suministros.
Con una última sonrisa, se fue.
Yoongi cerró la puerta de su pequeña y acogedora casa.
Se quedó observándola por unos segundos. Todo se sentía tan silencioso y hasta un poco triste cuando Jimin tenía que irse.
Pero estaría bien. No era la primera vez que su alfa tenía que hacer este tipo de viajes. Obvio que lo extrañaría, y no haría nada de lo que su alfa le pidió que no hiciera. Desde que vive con Jimin, este siempre ha sido muy sobreprotector y hasta un poco posesivo, pero a Yoongi jamás le pareció mal. Antes bien, sentía el amor y afecto inaudito de Jimin en sus acciones.
Ahora, a quemar tiempo.
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El viento chocaba en su piel, dándole un leve tono rosáceo, mientras corría por el camino de árboles, que conducía al río.
Le encantaba correr y sentir la naturaleza en todo su esplendor. La brisa, el aroma, los sonidos. Todo. Le encantaba vivir en Rivershift. Cuando Jimin y él se mudaron aquí, al principio le pareció extraño, pero después le fascinó.
Ahora no se imaginaba vivir en otro lugar, o fuera del bosque.
Su gato se sentía relajado y contento cuando Yoongi corría y trepaba árboles. Aunque rara vez Yoongi cambiaba de forma, siempre trataba de complacer a su lado gatuno en su forma humana.
Yoongi se detuvo, inclinándose levemente en sus rodillas para tomar aire. Se sentía cansado, pero aquello no quitaba la gran sonrisa de su cara.
Abrió los brazos como si fuera un ave, dejando que toda la brisa del río calara hondo en todo su ser.
Varios shifters estaban también en el río, algunos nadando, otros sentados en la orilla conversando, y otros en sus formas de animales atrapando peces o simplemente jugando.
Cuando algunos se dieron cuenta de la presencia de Yoongi, lo saludaron con la mano y una sonrisa, y este les devolvió el gesto.
Yoongi retiró sus zapatos y fue hasta la orilla, jadeando por la frescura del agua en su piel. Comenzó a caminar por la orilla, deleitandose como siempre con el paisaje.
Grandes árboles y arbustos de todo tipo adornaban el perfil del rió.
- Hey, ¡Yoongi! - gritó alguien por detrás.
Era Beomgyu.
Este le sonrió, y corriendo hacia el rió, salpicó agua a la ropa de Yoongi a propósito.
- Ahora verás...- respondió Yoongi riéndose, uniéndose al chapoteo de agua.
Risas y más risas. Los días de Yoongi eran de esa manera. Feliz. Yoongi era muy feliz.
Ya habían pasado tres días. Los cuales transcurrieron con normalidad y ninguna novedad. Jimin estaba de regreso, y agradecía que todo haya estado de esa manera.
Al llegar a casa, antes de entrar se encontró a Taehyung, quien le dijo que Yoongi había ido al río.
Jimin sonrió y asintió. A su Yoonie le encantaba el río, así que al no haber sentido el aroma a azúcar quemada cerca, ya suponía que estaba allí.
Después de haber dejado todas las compras dentro de la casa, salió en busca de su omega. Para ir más rápido, tomó la forma de zorro y fue hasta allí.
Después de unos pocos minutos, visualizó el río. Al igual que sintió el delicioso aroma a azúcar quemada.
Se acercó a uno de los árboles y cambió de forma. Quedando desnudo. En Rivershift, era más que normal que los shifters cambiaran de forma en cada momento, por lo que no era nada raro ver a personas desnudas.
Jimin caminó hacia el río, deteniéndose, al ver a su hermoso omega jugando en el agua con Beomgyu. Sonrió más que enternecido y relajado al ver su hermoso Yoonie.
Ladeó su cabeza, observándolo detenidamente. Habían pasado tres días, pero para él fue una eternidad. Ya ansiaba tanto verlo.
Aspiró profundamente. El delicioso aroma de su omega mezclado con la brisa del río, era tan terapéutico, casi como un anestesiante.
Estaba seguro que parecía un adolescente sonriendo, mientras veía embobado a su omega, pero no le importaba.
- El agua si que le encanta, para ser un gato.
Taehyung estaba arrimado al tronco del árbol, que estaba a unos pasos detrás de Jimin.
- Si, raro, pero encantador.
Taehyung era su mejor amigo desde la secundaria. Él había venido a vivir a Rivershift meses después de que Jimin lo hiciera.
- Después de todo, terminó por acostumbrarse a vivir aquí.
Jimin asintió. - Le fascina el río.
- Me alegro por Yoongi...por ambos.
El tono de voz de Taehyung se volvió un poco tenso. Jimin ya sabía que es lo que venía.
- Jimin, tu...¿has pensado en hablar con él? - Taehyung hablaba con sigilo y sutilidad.
- ¿Decirle qué?
- Lo sabes, no me hagas decirlo.
Jimin apartó la mirada de Yoongi y mordió su labio inferior.
- Yo lo amo. Lo amo demasiado Tae, lo sabes.
Taehyung miró a Yoongi.
- Y él también te ama. Está más que claro. Por eso te lo pregunto, por todo ese amor que se tienen, deberías decirle la verdad.
Jimin lo miró con el ceño fruncido.
- No puedo, simplemente no puedo, él es mi amor, mi vida, mi todo...- negó con la cabeza - no puedo arriesgarme a perderlo. No lo soportaría.
Taehyung frunció los labios, bajando la mirada. Él quería mucho a su amigo, le encantaba que por fin sea feliz, que tuviera a su lado un hermoso y cariñoso omega, pero...se le hacía difícil hacer sus oídos sordos y ojos ciegos ante la realidad.
- Jimin...
Taehyung fue interrumpido, cuando Yoongi fue corriendo hacia Jimin.
- ¡Jiminiee! - gritó entusiasmado, aterrizando entre los brazos del alfa.
- Mi niño - Jimin lo apretujo entre sus brazos, y Yoongi rascó con la punta de su nariz en su pecho, causándole cosquillas.
- Te extrañé mucho
- Yo también mi amor - Jimin dejó un camino de besitos en sus mejillas, deleitandose con la risita de su omega.
Yoongi sostuvo sus mejillas, y le dio un cálido beso en los labios. Jimin jadeó gustoso. Necesitaba tanto sentir sus labios contra los de su gatito.
Taehyung sonrió levemente al ver a aquellos dos tórtolos. Que difícil era recordar el trasfondo de todo al presenciar cuanto se amaban.
- Recogí unas bonitas flores para ti amor - dijo Yoongi, después de separarse del beso.
- ¿Ah si? - Jimin acariciaba su espalda baja y su mejilla.
- ¡Siii!, las iré a traer.
Antes de que Jimin pudiera decir algo, Yoongi se fue corriendo. Jimin sonrío hechizado, por tener impregnado otra vez el aroma de su omega.
- Jamás podría arriesgarme a perder esto Taehyung, no puedo. Solo, quiero vivir feliz junto a Yoongi. Es lo único que necesito y pido.
Taehyung tragó grueso y miró al frente, viendo cómo Yoongi venía con un ramo de flores. Al menos Yoongi de verdad era feliz. ¿Quién era él para cambiar o arrebatarle eso?
- ¿Te gustan?
- Me encantan mi amor - Jimin las tomó y las olió.
La hermosa sonrisa de Yoongi siempre lo ponía más que perplejo, era tan fuera de este mundo.
Sus ojos brillaban, y su zorro movía su cola al saber que aquella hermosa sonrisa era para él.
- ¿Vamos a casa?
Yoongi asintió - Si, vamos - volteó haciéndole de la mano a Beomgyu - adiós Beom. - se detuvo en seco al notar la presencia de Tae. - Oh, ¡Tae! No me había dado cuenta que tu...
Taehyung rió - Descudia Yoon, es muy difícil que me notes estando Jimin aquí.
Yoongi también rió avergonzado.
- Discúlpame, y Hola. - siguió riendo.
- Eres todo un caso Yoon - Tae se acercó y revolvió su mojado cabello.
- ¡Oyeee...!
Sus risas llegaban a los oídos de todos los shifters que estaban allí. Para ellos eran un simple grupo de tres amigos. "Sinceros amigos que no se guardaban oscuros secretos."
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- La casa se escuchaba tan vacía sin ti Jiminie.
Dijo Yoongi, mientras se acurrucaba en el pecho de Jimin, sentado en su regazo y con su cabeza en el hueco de su cuello.
Se sentía tan cálido y cómodo, más aún estando los dos calientitos en la cama.
- Me imagino - sonrió Jimin, dando leves caricias a la suave piel desnuda de Yoongi. - pero amor, tu eres el que le da vida a estas paredes.
Yoongi hizo un puchero negando con la cabeza. - Claro que no.
- Claro que sí
- Eres tan necio - Yoongi le dio un leve golpe en el pecho. Aspiró su aroma - pero me alegra que ya estes aquí, las compras mensuales siempre me estresan.
- Pero son necesarias Yoonie, gracias a eso, tienes otra vez tu cereal favorito - Jimin golpeó con su dedo índice la pequeña nariz.
- Tienes razón - dijo adormilado, mientras se aferraba aún más al desnudo torso de su alfa. - Jimin...
- Hnn
- Me gusta cuando me haces el amor. - Yoongi escondió aún más su cara en el cuello de Jimin. Siempre le avergonzaba decir cosas así, pero esta vez sentía que tenía que decirlo.
Jimin soltó una risita, pues a pesar de que no lo estaba viendo, sabía que sus mejillas deberían estar enrojecidas. - Si a ti te gusta mucho, yo no encuentro palabra adecuada para explicar todo lo que siento al hacerte mío.
Los dedos de Jimin, acariciaron la renovada marca en el cuello de su omega.
Yoongi resopló en su cuello, sintiéndose aún más tímido.
- Si por mi fuera, nos quedaríamos así por siempre, tenerte así, protegido entre mis brazos.
- No hay ningún peligro Jiminie, no te preocupes tanto - la voz de Yoongi era cada vez más adormilada.
- Lo sé mi amor, pero no puedo evitarlo - Jimin lo apegó aún más a su cuerpo, si es que era posible, y dejó un beso con sus labios abiertos en la frente de Yoongi. - Es que tu eres mi felicidad, mi sentido para vivir, la luz que me sacó de la oscuridad, mi mundo...eres mi todo...
>>Jamás podría seguir viviendo si te llegaras a ir de mis brazos.
Yoongi alzó su cabeza. Sus ojos estaban llorosos por las tiernas palabras de su alfa.
Acarició su mejilla - Nunca me voy a ir de tu lado, eres mi alfa, mi amor. - sonrió entre lágrimas.
- Lo sé mi niño, lo sé - besó su palma - porque yo nunca dejaré que nada ni nadie intente alejarte de mi.
Sus labios se encontraron en un tierno beso. - Eres mío - beso - mío - beso - solo mío.
Yoongi sonrió entre besos y asintió.
- Y tu eres mío - dijo Yoongi restregando las puntas de sus narices.
- Si mi amor, todo tuyo.
Jimin acostó a su omega, quedando encima de él.
Aquella paredes siendo testigos de todo el amor que se profesaban, tanto en acciones como en palabras.
Aquella comunidad Rivershift, siendo espectadores a diario, de la tierna pareja la cual destilaba ternura y amor por donde sea que pasaran.
Todo perfecto y en armonía con los sentimientos de ambos.
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Que prefieren, ¿realidad o felicidad?. Fue más que obvia la elección de Jimin.
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