Capítulo 28: San Valentín
Hoy, por fin, era el día de San Valentín, un día en el que podrías declararte a la persona que te gusta y que posiblemente quedes en vergüenza por el rechazo, o quizás te acepte, quien sabe. El día de hoy todo parecía de azúcar, flores y muchos colores. Todo era rojo o rosa. Hoy todos se daban regalos, flores y cartas de amor. Era la fecha indicada para tener relaciones y que todo se viera romántico. Por supuesto que la amargura existía y también las personas que odian este día.
Por mi parte amaba la celebración, era una excusa perfecta para recordarle a mi novia cuanto la amaba y cuanto quería que estuviera en mi vida.
Y hablando de ella, acababa de arribar al colegio. Estaba vestida con un pantalón negro y una sudadera roja, era gruesa y le quedaba grande. Lo primero que pensé era que la vestimenta es para su personificación de películas.
—¿Qué película es? —pregunté curioso cuando llegó a mí.
—Love letter —respondió sonriente.
—Creo que no la conozco —respondí con el ceño fruncido.
—Es una película japonesa que se hizo muy popular en Corea. Fue mi sugerencia para el día de hoy.
Eso era bastante genial. Me contó sobre la película y era genial saber cómo una diferente cultura podía hacer una trama interesante. Debería de expandir mis horizontes.
Continuamos caminando hasta que entramos en la clase. Era un poco aburrida. Simplemente esperé lentamente hasta que terminara. Me preguntaba cuando la profesora regresaría, muchos aquí la extrañan bastante.
La clase terminó y Dahyun salió corriendo del salón rumbo con Chaeyoung. Ambas afinarían los últimos detalles para su presentación, pero nos veríamos en la cafetería en unos minutos.
De repente sentía como unas manos me envolvían, estaba sentado, por lo que ese abrazo llegó de mi espalda cubriéndome todo el pecho. ¿Quién era aquella persona? Inmediatamente me levanté y di la media vuelta, deshaciéndome de ese abrazo.
—¿Qué quieres, Daphne? —pregunté molesto.
—Nada, solo quiero ser amable. Estoy esperando a que me des mis chocolates, mis flores, mi peluche y mi carta.
—Daphne, sabes que eso solo ocurre cuando alguien está enamorado, lamento defraudarte, pero no me gustas.
En ese momento salí del salón y me dirigí a la cafetería. Era increíble como ella pudiera pensar siquiera que sentía algo por ella. Debía de estar loca, ni en sus sueños más perfectos sucedería eso.
Llegué hasta el lugar pactado y estaba toda la pandilla reunida. Me acerqué a ellos viendo como todo a mi alrededor era demasiado romántico, incluso para mi gusto.
—¿Qué planes tienen para hoy? —pregunté al sentarme.
—Hay un restaurante en el centro de comida Thai, que tiene una temática especial para el día. Así que llevaré a Maggie allí —comentó Oliver.
—Yo llevaré a Chae a un minigolf. Ella ha querido ir a uno hace mucho —argumentó Luke.
—Y yo llevaré a Andrew a la feria —dijo Dahyun.
—Espera, ¿qué? —dije confundido.
—Quería que fuera una sorpresa. —respondió inocentemente.
La idea no sonaba tan mal. Me gustaba la feria, solo que hace tiempo que no iba a una. La verdad acepté, sería muy divertido.
Las horas de clases pasaron y terminaron hasta que llegó el momento del festival de San Valentín. Todo era increíblemente de corazón, parejas revoloteándose y amargados que querían golpear con un palo a todos.
Ella, mi novia, cantaría en un auditorio guinda, el más grande de todo el colegio, ella se había ganado ese privilegio.
Salió al escenario vestida con una blusa roja y una falda corta de color negro. Un peinado sencillo y una diadema con corazones que lo adornaban. Se veía muy tierna.
—Esta canción es para todo aquel que ama el amor: What is love? —dijo tomando el micrófono.
Inmediatamente la música sonó y completamente se convirtió en otra persona. Me enamoraba más y más.
—Cada día en una película, un libro o un drama, siento el amor dentro de mí, aprendo sobre él. Sólo de pensar que esto es verdad, llega la ansiedad y se juntan mil emociones, que bien se siente...
El ambiente empezó a descontrolarse. Conocía este momento, era el punto perfecto de ver el amor a su máxima expresión.
—... ¿En qué lugar del mundo está quien es para mí? Me pregunto ¿algún día lo tendré frente a mí? ¿Cómo y cuándo puede ir lo nuestro aquí? No lo sé ahora, pero encontraré una manera...
Me preguntaba, ¿de dónde sacaba inspiración para este tipo de canciones? Debía de admitir que su repertorio era bastante amplio.
—... Siento que será espectacular, bueno, mejor que una película, manga o drama, el gran amor vendrá a mí, mi corazón lo siente, vamos. Estoy lista, ven a mí que estoy muy feliz, ready!...
Es el día del amor, pero la canción habla de poder sentirlo. Eso sí que era curioso. ¿Habría algún mensaje en esto?
—... Tal vez cualquier día, algún día podré sentir este amor, no sé cuándo a mí vengas, ni bien quién serás...
Aunque se sienta raro, no podía evitar sentir un impulso por besarla en estos momentos. ¿Sería demasiado extraño excitarme por verla cantar?
—... I wanna know, ¿cómo es que el amor puede ser dulce?, I wanna know, ¿cómo es el sentirse en las nubes?, I wanna know, what is love? ¿Cómo se siente el amor?...
Vendrá la parte final, la culminación de toda la obra. Aunque su canción planteaba una pregunta seria, ¿Qué es el amor?
—... I wanna know, ¿cómo es que pensando en él sonríes? I wanna know, ¿cómo en un mundo hermoso vives? I wanna know, what is love?, ¿Llegará el amor a mí algún día?
Todos terminamos aplaudiendo, y evidentemente yo más. Realmente me sentía orgulloso de ella, era la chica perfecta para mí, no quería perderla nunca.
Bajó del escenario entre regocijo de emociones y llegó hasta mí. Me tomó del cuello y me besó. Amaba cada que hacía eso.
—Cariño, me tengo que cambiar, ahora vuelvo —terminó con un beso en la mejilla.
Eso era raro. Justo ahora se veía perfecta, pero no quería contradecirla, tendría que tener una razón para hacerlo. Ella se fue con Chaeyoung a camerinos mientras yo la esperaba.
—Felicidades, Andrew, eso fue bueno —dijo Daphne detrás de mí.
—No sabía que te encantaba ver a mi novia —respondí al verla.
—Realmente no es lo que buscaba, sino a ti.
Vaya oración tan más rara, no sabía cómo interpretarla. En ese momento di una panorámica visual y noté que ella estaba llena de flores, peluches y cartas, muchas cartas.
—¿No crees que tu novio se enojará viéndote así? —pregunté curioso.
—Terminé con él —dijo de una.
—¿En serio? Espero que no lo hayas hecho llorar.
—No, simplemente le dije que me sentía aburrida y que era mejor terminar por las paces.
Esto cada vez se hacía más extraño. Era la primera vez que ella no humillaba a un hombre, que no lo hacía con la intención de ser mala.
—Debes de sentirte una reina por la cantidad de pretendientes que tienes —señalé sus regalos.
—No, rara vez es así, las cartas de amor no sirven de nada si no se siente algo por la otra persona.
Fruncí el ceño y solo asentí sin decir nada. Esto estaba muy confuso. No sabía que hacer ni que pensar.
En ese momento sonó mi celular. Era un mensaje de Dahyun. Tomé mi teléfono y lo revisé con cautela. Daphne aquí no me daba confianza.
"Te espero fuera de la escuela, en el aparcamiento"
—Dahyun.
Sonreí ante tal mensaje y me dispuse a hacer lo que me pedía. Pasé por de lado de Daphne, le apreté el hombro por un breve segundo y después continué mi caminar.
Salí de colegio y llegué hasta el estacionamiento. La busqué estre las filas de coches hasta que la encontré, y juro que me quedé con la boca abierta.
Estaba vestida con un pequeño sombrero de chofer, una camisa blanca, un traje negro y una corbata gris brillante, también tenía puesto un cinturón blanco con brillos, una falda negra bastante corta en la que podía apreciar demasiado bien sus piernas y unos tacones negros. Ella estaba recargada en un auto clásico rojo.
—Te ves increíble —dije casi babeando.
—Te dije que hoy sería un día muy especial.
Y justo como así lo dijo, así ocurrió. Nos subimos al auto y condujo hasta la feria. Estaba a 15 minutos de donde estábamos y tenía una temática romántica. Veías por todos lados a parejas tomándose de las manos, comiendo juntos un algodón de azúcar, o solo besándose.
Nos adentramos en la feria para poder disfrutar de las maravillas que podría ofrecernos, y sí que encontramos de todo. Desde una chica con una bola mágica que te decía el futuro, pasando por juegos como tiro al blanco, viendo un espectáculo de fuego y magia, hasta llegar a un túnel. Aquel túnel tenía un rio y una barca en la que podíamos transitar mientras pétalos de rosas caían desde el techo.
Nada podía ser mejor que este momento. La miré fijamente y me di cuenta que la quería tener conmigo el resto de mi vida, y que no se merecía que le hicieran daño. La protegería y la amaría por siempre, ese era mi plan.
—Andrew, quiero contarte algo, algo muy personal. Es algo que puede que cambie la forma en cómo me ves —dijo preocupada.
—Sabes que puedes confiar en mí. Te amo y eso no cambiará por nada.
—Tengo un pasado de psiquiatría. Hace algún tiempo uno de mis novios me engañó y sufrí mucho que tuve un intento de suicidio. No hice lo mismo la otra vez en nuestra separación porque no tenía pruebas, pero créeme que, si fuera verdad, intentaría suicidarme de nuevo.
Me quedé congelado por completo. Mi pecho se hundió y me sentí incapaz de procesar todo. Solo la abracé para no soltarla y evitar que llorara. Me di cuenta de una cosa muy importante, debía de ser más cauteloso ahora.
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