Ahora tenía un único objetivo, destruir a Daphne Fisher. No me importaba lo que costara, ella merecía sufrir, sufrir hasta tal punto de rogarme.

Tenía que ser cauteloso, aún tenía una vida que debía de seguir su curso. Algo que enteramente debía de ocupar. No podía dejar a un lado a Dahyun, ella era quien le daba sentido a mi vida, quien me mantenía cuerdo, y eso algo que le agradecía profundamente. Al igual que mis amigos, con quienes tenía una gran relación. Pero ahora entendía a Gideon, ella merecía sufrir, que le rompieran el corazón, algo de lo que yo me encargaría.

Llegué a la escuela para seguir manteniendo mi vida. Me hacía feliz saber que alguien me esperaba cada día para darme amor, y que lo mejor era que quería que fuera para siempre.

Dahyun se acercó a mí. Me llamaba su atención su vestuario, no era algo muy práctico o demasiado femenino que digamos.

—Déjame adivinar, es para una película, ¿cierto? —pregunté con curiosidad.

—Claro que sí, es Pulp Fiction.

—Se ve que en serio a tu profesor le gustan los clásicos.

Esa era una muy buena película, e iba a representar la escena del baile en la disco. Algo que me encantaría ver.

Poco después nuestros amigos se nos unieron. Eso era bastante genial, toda la pandilla unida, bueno, casi toda, si contamos el recién ingreso de Luke.

En la clase de literatura, intenté y logré por todos los medios ignorar a Daphne, actué como si no existiera, eso era lo mejor por ahora. Tenía un par de cosas en mente para hacer, incluyendo revelar un poco de su pasado, pero eso no podría ser suficiente, tendría que investigar algo realmente potente, que dejara a ella en la ruina.

Tomé a mi novia de la mano cuando salimos de la clase y caminamos hasta el comedor. Algo que me daba cuenta es que en el trayecto las miradas se sentían diferentes, debía de aceptar que las personas me veían de diferente forma, eso lo odiaba, no quería que me tuvieran lastima.

Nos sentamos en una mesa, ahora sí, toda la pandilla completa. Oliver, Luke, Chaeyoung, Dahyun y yo, en ese orden conforme al sentido de las manecillas del reloj.

Me encantaba convivir con ellos, era divertido, genial y muy productivo. Hablábamos de cosas burdas y vagas, como si nada más importara.

—Maggie debe sentarse con nosotros —insistió Oliver.

—Entiende, tiene novio y eso te traerá un conflicto. Podría arruinar tu promedio de excelencia —repliqué.

—Andrew tiene razón, no puedes acercarte y decir "Maggie, siéntate con nosotros y deja a tu novio aquí" —secundó Chaeyoung.

—No saben cuántas ganas tengo que esté conmigo.

—Oliver, te conozco desde hace tiempo y sé que puedes llegar a ser impulsivo, sólo piensa bien lo que vas a hacer y espera el momento indicado —dijo mi novia.

—Ya no puedo más, les juro que haré todo lo posible para que ella se quede conmigo hoy.

Todos, como si fuera un coro, rodeamos los ojos. A veces Oliver podría ser muy terco, no escuchaba y hacia las cosas sin pensar, aunque paradójicamente fuera la persona más inteligente de toda la escuela. En un momento temí por lo que podría llegar a hacer.

Cuando la campana sonó para el regreso a clases, antes de que pudiera dejar a mi novia a su salón, Luke me detuvo para poder decirme algo.

—Lamento mucho lo que Daphne dijo. No creí que era capaz de llegar tan lejos.

—Ese es el más grande problema, creer que ella es tan perfecta que sería incapaz de hacer algo tan malo.

—Es que a veces se comporta tan linda, que nunca creerías que sea tan mala. Sabes que cuentas con todo mi apoyo, para lo que sea, incluso si es vengarte de ella —guiñó un ojo.

Lo miré entre cerrando los ojos. ¿Qué querría decir exactamente? Agradecía su apoyo, pero no estaba del todo seguro si sería bueno a que me ayude a vengarme de ella.

—Si te sirve de consuelo, yo perdí a mi mamá cuando tenía 8 años. Muchas veces la extraño —finalizó.

Quizá ahora entendía porque me ofrecía esa ayuda. Puede que alguna vez le pasase algo como eso, o tal vez se sintiera identificado conmigo, por lo que sentía empatía. Debería pensar muy bien su propuesta.

En clase de laboratorio de ciencias, en donde no me había ido tan mal, el profesor, como era costumbre, llegaba con tanta calma, como si el mundo no se acabara mañana, o como si no le importara impartir clase.

—Alumnos, como he notado que no prestan atención a mi clase, he elegido sus compañeros, para que no se distraigan.

En un segundo la alarma de todos se encendió, eso significa que nos podría tocar de compañero a alguien con quien no nos llevábamos bien.

—Andrew Lestrange, tu compañero será... Daphne Fisher.

Sentí como un balde de agua fría caía en mi cabeza. Mi corazón se detuvo en un instante. Podía sentir como el mundo me odiaba, y me odiaba con fuerzas.

—Profesor, ¿porque ella es mi compañera? —protesté.

—¿Tienes algún problema con mi decisión? —me miró desafiante.

—No... —respondí leve.

—Vamos, Andrew, no será tan malo —comentó Daphne.

Respiré profundamente, di un bufido y me quedé callado. No podría protestar contra las decisiones de mi profesor, por algo lo había hecho, solo esperaba que esto no se convirtiera en una pesadilla.

Terminó de acomodar las parejas y así se quedó, con el objetivo que se mantuviera de ese modo hasta el final de curso, lo cual iba a ser mucho tiempo.

—Andrew, espero que tú y yo nos llevemos muy bien —sonrío.

Me mostré el dedo de en medio y ella solo se río. Odiaba este momento. Solo intenté callarme. Hacer un alboroto no me llevaría a nada.

Pasé toda la clase sin decirle una palabra, solo le daba lo que necesitaríamos. Quería que solo fuera un sueño y despertarme, pero eso no era posible.

Gracias a los dioses que esa clase terminó y pasé a la de matemáticas, en donde por fin me encontraría con Oliver y Chaeyoung. Al menos me podría distraer con ellos dos, para que se me pasara el mal sabor de boca que acababa de experimentar.

Al término de esta, Oliver salió disparado, como temía que así sucediera, para buscar a Maggie, quien había salido instantes antes. La mejor amiga de mi novia se levantó de inmediato intentarlo detenerlo.

—Chaeyoung, ya no lo intentes, si quiere ser golpeado no podemos hacer nada al respecto —sentencié.

Ella me miró un poco disgustada, pero tenía razón, no podíamos cuidarlo todo el tiempo, no era un niño pequeño.

Salió del salón y un chico la abordó, hablaron de algo que no supe hasta que se fue con él a un lugar que no sabía cuál era.

Yo salí rumbo al pasillo para intentar encontrar a Dahyun, la chica de mis sueños. Creí que tardaría en encontrarla, pero para mí fortuna no fue así.

Una mano tomó del brazo, para inmediatamente llevarme a una pequeña esquina. Mi novia me abrazó por el cuello y se acercó a mí.

—No puedo vivir sin tus besos —dijo para posteriormente besarme.

Me besó con intensidad. Amaba eso de ella. Como podía tener todas sus fases y poder disfrutar de cada una de ellas, era la mejor sensación del mundo.

La tomé por la cintura, la acerqué a mí y correspondí aquel beso. Ese beso me llenó de alegría y lo mejor era que se hacía sentir muy bien.

Poco tiempo después, quizás 20 besos de tardanza, mi teléfono sonó. Tuve un poco de dificultad para poder sacarlo de mi bolsillo, y cuando vi el remitente, entre muchos besos, esperé que no fuera nada malo.

"Necesito que nos veamos en la esquina de la cafetería, es urgente"

—Oliver.

Eso llegó a asustarme. Si era algo urgente era porque tendría que ser malo, esperaba que no tuviera nada que ver con el tema de Maggie.

Tomé a mi novia de la mano y nos fuimos rápidamente de la escuela. Esperaba con toda mi alma que no fuese nada malo.

Cuando arribamos al lugar, encontré al novio de Maggie discutiendo con Oliver. Por un segundo creí que acabaría mal.

Cuando Oliver me vio, me hizo una seña, sabía que esa seña era algo especial, ya que la habíamos practicado en caso de emergencia. Por lo que Oliver lo tomó por el cuello de su bufanda, tomándola y haciendo que diera media vuelta mientras jalaba de ella, y como yo estaba detrás de él, al dar la media vuelta, lo di un fuerte golpe en rostro, para dejarle tirado inconsciente por la conmoción.

—Ahora sí, dime, ¿por qué quería que lo golpeara? —pregunté sobando mi mano.

—Porqué el imbécil le estaba gritando a Maggie.

En ese momento Maggie salió detrás de Oliver, al parecer la protegía. Yo en mi interior respiré profundo para tratar de tranquilizarme.

—Hola, chicos —apareció Chaeyoung—, les tengo una noticia... —vio el cuerpo en el suelo—, ¿qué le pasó?

—Se le bajó el azúcar —respondió mi novia.

—Como sea —curvó el labio—. La noticia es que eligieron a Dahyun para que haga una presentación en el festival de final de año.

—¿Es en serio? —preguntó emocionada.

—Por supuesto, será pronto, así que tenemos que preparar todo.

Eso nos emocionó a todos. Por lo que entramos a la cafetería para empezar a organizar todo lo que se vendría. Hacía tiempo que no veía a Dahyun tan emocionaba, y yo la iba a apoyar en todo lo que fuera.