Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5

Dejó su copa de vino en la pequeña mesa y también le arrebató la suya a la empresaria en un rápido movimiento. Se sentó a horcajadas sobre ella y la tomó por el cuello.

- No sabes cuánto me gustas. - Comenzó a moverse provocando aún más a la menor. - Te necesito

- Haz algo ya, me muero. - Le dijo Jisoo a lo que Rosé respondió de inmediato besandola desesperadamente. La rubia bajó sus manos y desabrochó el pantalón de Jisoo, lo bajó un poco. - Termina lo que empezaste hoy por la mañana. - Habló Jisoo completamente excitada

- Lo que tu me pidas. - Bajó sus boxers y se maravilló ante lo que vieron sus ojos, aquella imagen de Rosé tomando su miembro entre sus manos, chupando, lamiendo toda su longitud solo la hacía excitarse aún más

- Detente. - Le dijo. - No puedo

- No me puedes dejar así, ahora me tienes que follar tan duro como yo te pida. - La tomó del brazo y fueron juntas a su habitación. La tumbó sobre su cama, la ropa comenzó a estorbar, se desnudaron por completo, de uno de los cajones sacó un condón y se lo colocó a la peli negra. La besó con fuerza, al principio Jisoo no quería corresponder, pero después notó en sus ojos el deseo, esa pasión, así que se olvidó de todo, adiós a su cordura, a sus principios. Ahora Jisoo tomaba el control de la situación, se colocó encima de Rosé, tenía tantas ganas de estar dentro suyo que no lo pensó dos veces y la penetró fuertemente

- Mmm sí...ah. - Gemía la rubia. - Me encanta. - No podía negarlo, la verdad es que Jisoo le estaba dando mucho placer y no podía ocultarlo

- ¿Esto era lo que querías? - Rosé solo asintió mientras tenía los ojos cerrados por el placer. - Tu también me encantas, te sientes tan bien. - Seguía con sus embestidas, cada vez más rápido y fuerte

- Dame más por favor. - Se aferro más a su espalda y comenzó a arañar mientras besaba sus labios y su cuello aún más, tenía que dejar por lo menos una marca para que estuviera en problemas con su esposa. - No pares, estoy por llegar

- Yo también. - Un par de embestidas más y llegaron al orgasmo juntas. Era algo inexplicable, nunca había sentido eso, ni siquiera con Seulgi, no estaba diciendo que el sexo con su esposa fuera malo, solo que esta chica era extraordinaria en la cama.

Salió de ella lentamente y se acostó a su lado. Rosé la abrazó y repartió besos por todo su rostro.
Minutos después llegó el sentimiento de culpa, se separó de la rubia y se sentó sobre la cama.

- ¿Que pasa? - Preguntó Rosé detrás de ella mientras besaba su espalda. - ¿Ya te vas?

- Sí, me tengo que ir. - Comenzó a buscar su ropa por la habitación

- Noto por tu cara que no estás muy bien. - Comentó

- Me siento mal por haber hecho esto, nunca le había sido infiel a mi esposa. - Decía mientras terminaba de vestirse

- Ay por favor, todos los y las empresarias así como tú tienen amantes en cada ciudad, no deberías sentir culpa. - Intentó consolar

- Esto no puede volver a repetirse

- No, no me hagas eso. - Respondió de inmediato levantándose de ma cama yendo hacia ella. - Eres una diosa en la cama, quiero volver a hacerlo contigo, te necesito

- Esta fue la primera y la última vez que estamos juntas, entiende que no puedo hacerle esto a mi familia. - Rosé la tomó por el cuello y la besó desesperadamente

- Vas a volver a mi Jisoo, yo lo sé. - La empresaria tomo sus cosas y salió del departamento

Al entrar a su auto tomo su celular y observó las notificaciones. Llamadas perdidas de Seulgi y un mensaje de hace horas que decía:

Mi amor salí temprano de la oficina, te estamos esperando para cenar juntos, te quiero

Ese mensaje la hizo sentirse peor. Tenía que inventar una buena excusa al llegar a casa.

Ya era tarde, los niños a esa hora ya estaban dormidos, Seulgi seguramente la estaba esperando, necesitaba mantenerse, ya que Seulgi la conocía muy bien y sabía cuando mentía. Bajó del auto y abrió la puerta de la casa. Justo como lo había dicho, Seulgi estaba esperando en la sala sentada en un sofá.

- Vaya por fin llegas. - Le dijo

- Perdón mi amor

- ¿Se puede saber porque llegas a esta hora? Porque marque a tu oficina y me dijo tu secretaria que saliste desde las ocho de la noche y ya son casi las doce

- No te pongas así Seulgi, estaba en una cena con unos socios

- A mi no se me han notificado nada sobre esos socios

- Se me olvidó decirte, pero mañana hablamos de eso ¿está bien? - Trataba de hablar con determinación y sin ponerse nerviosa. - Perdóname también por no avisarte que llegaría tarde. - Se acercó a ella y la abrazó. - Justo acabo de revisar mis mensajes y me siento muy mal por no haber cenado con ustedes

- Solo promete que será la última vez

- Lo juro mi amor. - Dejo un corto beso en sus labios. - Te amo, vamos a dormir. - Tomó su mano y juntas subieron las escaleras hasta llegar a su habitación. Decidió creer, pues confiaba mucho en Jisoo, así que no me dio más vueltas al asunto.

***

- ¿Y esa sonrisa? - Preguntó Lisa entrando a su departamento

- Lo puedes imaginar. - Sonrió pícara

- No lo puedo creer ¿en serio cayó en tus juegos?

- Sí, me costó un poco, pero sabia que tarde o temprano vendría a mi. - Dijo cerrando los ojos recordando lo que había pasado anoche. - No lo hace tan mal, debo admitir que me gustó, enserio quiero volver a repetirlo

- Cuidado Rosé, si juegas con fuego puedes quemarte

- ¿Que quieres decir con eso?

- Solo ten cuidado, no sabes lo que pueda pasar en un futuro

Más tarde

Lisa estaba afuera del edificio de la empresa de los Kim. Estaba esperando a que Rosé saliera, le pidió de favor que la llevara a recoger unas cosas. Mientras esperaba, comenzó a tomar algunas fotografías con su cámara, cosa que llamo la atención de una castaña que salía de aquel gran edificio.

- Hola. - Saludó

- Hola. - Lisa devolvió el saludo

- Veo que te gusta la fotografía

- Sí, me gusta, es uno de mis pasatiempos favoritos

- ¿Puedo ver tu trabajo? - Preguntó curiosa

- Oh claro que sí. - Comenzó a mostrar imágenes tomadas por ella

- Eres buena en esto. - Decía mirando las fotografías. - Por cierto, no me he presentado, soy Jennie Kim, mucho gusto. - Jennie Kim ¿será la hermana de Jisoo? La misma que Rosé le había comentado hace poco

- Mucho gusto, soy Lalisa Manoban. - Estrecharon sus manos. - ¿Eres la hermana de Kim Jisoo? - Preguntó, tenía que salir de dudas

- Sí, ella es mi hermana. - Respondió. - Te dejaré mi número de teléfono. - Le entregó una pequeña tarjeta. - Eres muy buena en esto de la fotografía, puedes trabajar aquí con nosotros si lo deseas, llámame si aceptas

- Muchas gracias Jennie, seria para mi un placer trabajar aquí

- Me tengo que ir, espero vernos muy pronto. - Se despidió

Ahora Lisa estaba en serios problemas, Jennie le pareció una chica bastante linda, muy linda, claro que aceptaría trabajar a su lado.

Jisoo quedó de verse con su hermana Jennie para comer juntas. Cuando llegó al restaurante se llevó una gran sorpresa al ver que Jennie estaba hablando con Rosé.

- Hola Jisoo, por fin llegas, me estoy muriendo de hambre. - Dijo Jennie

- Perdón estaba arreglando unos asuntos, pero ya estoy aquí, pidan de comer

- Rosé estaba aquí sola, así que decidí invitarla

- Hola Jisoo ¿cómo estás? - Habló la rubia

- Muy bien Rosé, gracias por preguntar

- Iré rápido al baño, ahora vuelvo. - Informó Jennie

- ¿Que haces aquí? - Preguntó Jisoo cuando Jennie se alejó

- Ya te lo explicó tu hermana, estaba casualmente por aquí, solo me invito y ya

- Rosé, escúchame, en cuanto a lo que pasó anoche, ni una sola palabra de esto a nadie ¿entiendes?

- ¿Por qué tanto miedo?

- Sabes perfectamente porque, sabes que si se llegan a entrar, adiós a mi matrimonio, problemas en mi empresa, no sabes cuántas cosas se vendrían abajo por eso, confío en ti

- No te preocupes, no diré nada, pero no tienes porque dejarme, podemos ser discretas, quiero estar contigo otra vez

- No lo sé. - Aunque lo negara, Jisoo si deseaba pasar otra noche así con ella. - Estaré fuera de la ciudad estos días, me iré de vacaciones con mi familia

- ¿A dónde irás? Tal vez pueda acompañarte. - Preguntó

- No te diré, no quiero más problemas con mi esposa

- Dime por favor, podríamos divertirnos



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro