Contando Todo Lo Que Sucedió A Ryder
Mientras tanto, en la habitación del hotel, Ben y Marcy acaban de recibir muy malas noticias de parte de los oficiales de policía del país.
Ben: Ryder, Carlos, Chase, acabamos de hablar con los oficiales de policía que se fueron a buscar a los camareros ladrones a las direcciones que les mandamos y nos dijeron que ninguno de los ladrones se encuentran en las direcciones que les hemos mandado, lo que significa que han vivido antes en esas direcciones y que ya no han vuelto y que por ahora están libres y prófugos en donde quiera que estén
Ryder: ¿Eso significa que se han llevado a las reliquias y a los cachorros a otro lado? *mira a Ben muy preocupado*
Ben: Parece que así es, Ryder, pero puede ser también que los tengan en el mismo lugar a donde se los llevaron una vez que robaron a las reliquias y a los cachorros
Marcy: Pero, si planean llevárselos a otra ciudad en estos momentos, no lo lograrán hacer ya que todas las fronteras del país, aeropuertos, estaciones de trenes, las paradas de autobuses están bloqueadas y no lograrán irse de Las Vegas ni del país
Ryder: Eso espero, porque si mis amados pequeños no están en otra ciudad ni en otro país, no quiero que lo estén, no quiero
Chase: Yo tampoco quiero eso, papi, no quiero *abraza muy fuerte al joven rescatista y suelta algunas lágrimas*
En ese momento se oye que la puerta de la habitación es tocada y Ben abre la puerta de la habitación para ver quién es.
Al momento en el que Ben abre la puerta de la habitación, el pequeño dálmata entra rápidamente a la habitación y se sube a los brazos del joven rescatista.
Marshall: ¡¡¡Papi!!! *abrazando muy fuerte al joven rescatista mientras suelta algunas lágrimas de felicidad*
Ryder: ¡¡¡Marshall!!! ¡¡¡¿Eres tú?!!! *carga al pequeño dálmata mientras lo abraza muy fuerte y soltando algunas lágrimas*
Marshall: Sí, papi, soy yo, soy Marshall, tu pequeño *sigue abrazandolo muy fuerte y soltando algunas lágrimas de felicidad*
Chase: ¡¡¡Hermanito!!! *abraza muy fuerte al pequeño dálmata mientras suelta algunas lágrimas de felicidad*
Marshall: *Sigue abrazando muy fuerte al joven rescatista y al pequeño pastor alemán* Papi, hermanito, tenemos que actuar rápido antes de que a uno de los demás cachorros les pase algo muy malo en manos de un hombre muy muy malo *los mira muy preocupado*
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