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10.César-castigo

-ya déjame en paz Sebastián- le suplicaba César a Sebastián después de que este le quitara el libro que estaba leyendo -regrésamelo ya por favor

-deja ya de chillar pinche idiota. Es solo un libro sin importancia- le contestó Sebastián entre risas las cuales se combinaban con las de Rafael y Alberto

-por favor ya dámelo- seguía diciendo César, quien, se mostraba impotente al no poder hacer nada

Sebastián era un joven que superaba un poco de estatura a César y era también un joven de considerada fuerza entre los del salón y era también de los que molestaba a César haciendo que sus "bromas" fueran un poco infantiles, pero también un poco crueles debido a los golpes que Sebastián le propinaba

-pues a ver si lo agarras- le dijo Sebastián y acto seguido tiró el libro hacia arriba y este se quedó atrapado en unas vigas que sostenían el techo del salón

César solo pudo contemplar cómo estaba allí su libro y después dirigió nuevamente la mirada hacia Sebastián, quien seguía riéndose y se daba la vuelta para salir del salón, pero lo que nadie pudo predecir fue que César corrió hacia él y posteriormente lo empujo tan fuerte que Sebastián cayó al suelo

en ese instante, las burlas pararon y fueron sustituidas por un abrumador silencio junto con una emoción de sorpresa al ver aquella acción y en ese mismo instante, Sebastián se puso de pie y se dirigió hacia con César, quien, se dio cuenta de lo que había pasado y empezó a retroceder, pero Sebastián le tomó violentamente del cuello de la camisa del uniforme de la escuela

-a mí nadie me empuja pendejo- le dijo Sebastián y después de darle un golpe a César en su mejilla y después, Sebastián, con demasiada fuerza, empujó a César con tanta fuerza que no pudo predecir el hecho de que César se golpeara demasiado fuerte en la cabeza

César abrió los ojos al instante, después de haberse quedado dormido, y entonces, se levantó de la cama, aunque solo se sentó a la orilla de la cama para después tomar su celular y darse cuenta que eran las siete de la noche y había pasado dos horas durmiendo

"mierda". Pensó César y después empezó a quitarse los zapatos para después quitarse los calcetines blancos hasta quedar descalzo y al momento de levantarse de la cama se quitó el pantalón y posteriormente la camisa hasta quedar semidesnudo y entonces agarró una toalla y se trasladó al baño

luego de cerrar la puerta del baño, César se quitó su bóxer después de girar las llaves de agua fría y caliente y luego de esperar por unos breves minutos, César entró a la cabina recibiendo al instante intensas gotas de agua que caía sobre su cuerpo

aquello hizo tranquilizar a César e hizo que el sueño del accidente quedase sepultado en el basurero de sus pensamientos mientras disfrutaba de aquella ducha

cuando César terminó de bañarse tomó la toalla para secarse el cuerpo y después de enrollarse la toalla salió del baño

al llegar a su habitación se puso una playera blanca y unos shorts deportivos para después acostarse nuevamente sobre la cama y fue en ese instante que vio algo moverse en el suelo y fue entonces que César descubrió que se trataba de Rosa y en ese preciso instante, César abrió sigilosamente uno de los cajones que estaba a un lado de su cama para sacar un arma de fuego y después le apuntó a Rosa sin que esta se diera cuenta

-no sabía que te gustaba arrastrarte como una perra- le dijo César aún apuntándole a Rosa hasta que esta se volteó y vió a César apuntándole con su arma y este la agarró bruscamente del brazo para levantarla -¿dime que agarraste?

-te prometo que no agarre nada- le dijo Rosa bastante nerviosa

-a mi no me haces pendejo así que dame lo que agarraste o lo haré por las malas- le dijo César mientras apretaba con más fuerza y esto le producía mucho dolor a la mujer

Rosa no tuvo más remedio que meterse la mano en su bolsillo y entonces sacó la llave de la cabaña, la cual, se la entregó a César mientras a la mujer le temblaba la mano y después de que el hombre tuviera la llave sobre la palma de su mano y la guardará en el bolsillo del short, este, soltó a Rosa y sin previo aviso le dio un puñetazo en el rostro

-esto te lo ganas por tu reverenda estupidez- le respondió César en un tono molesto -querías escaparte verdad- le dijo César mientras este volvía a agarrarla del brazo y apretar con mucha fuerza la muñeca y alcanzó a ver como del labio de la mujer le salía una delgada línea de sangre

pero en vez de que eso hiciera que César se apiadara de la mujer, alejo su pensamiento y la empezó a llevar bruscamente a Rosa hacia su cuarto y cuando llegaron, César empujo a Rosa, provocando que esta cayera sobre la cama

-querías escapar verdad- le volvió César a cuestionar a Rosa mientras este cerraba la puerta de un portazo y se ponía en frente de la joven mujer, quien, guardaba silencio por temor a lo que haría César -responde antes de que te de otra golpiza- le ordenó César alzando el tono de su voz

-¡sí!- dijo Rosa alzando la voz en medio del llanto ¡quería escapar! ¡escapar de esta maldita pesadilla!- respondió Rosa y entonces, sin previo aviso y por levantarle la voz, Rosa recibió otro golpe por parte de César y entonces, después de aquel golpe, César empezó a reírse maquiavélicamente mientras miraba a una Rosa demasiado asustada

-te das cuenta ahora lo que provoca la desesperación verdad- empezó César a hablar -eso mismo me pasaba a mi; intentaba escapar de toda burla y de toda humillación. Pero no podía escapar y eso mismo te esta pasando a ti

-¡con un carajo!- le gritó Rosa -yo no te hice nada. Yo no te humille y ni siquiera me burle de ti, solo haces esto porque no me enamore de ti

-tu misma estas diciendo lo que me hiciste. Nunca hiciste nada para ayudarme y te quedaste viendo sin ninguna compasión hacia lo que me estaban haciendo- le decía César con bastante odio -veías esas acciones como si se tratase de un espectáculo de circo y tanto tu silencio como el de los demás hizo que esos idiotas actuarán sin sufrir su merecido

-¿qué buscas con todo esto?- le preguntó Rosa mientras miraba con odio y tristeza a César mientras este seguía mirando a Rosa con una sonrisa burlona a la joven mujer

-me parece que es momento que te enteres de una parte de lo que tengo planeado- le respondió César y entonces se retiró de la habitación, aunque después volvió, pero esta vez tenía un disco, el cual sostenía en una de sus manos y en el momento que regresó se lo mostró a Rosa

-¿que hay allí?- le preguntó Rosa cuando vio aquel disco

-en ese disco está el secreto de alguien que tu y yo conocemos- le dijo César -cuando me largue de esa escuela me juré que intentaría descubrir los secretos de esos hijos de puta y después de tanto tiempo pude saber sus secretos y si eres lo bastante inteligente sabrás lo que estoy planeando- le dijo César aún mostrándole su sonrisa burlona y su superioridad

"agradece que no te doy otro golpe". Pensó César mientras veía aquella mirada triste y llena de miedo que tenía Rosa

posteriormente, César se retiró del cuarto de Rosa no sin antes que cerrarla con llave para que no escapara, y después se dirigió a su cuarto, en donde, apenas ingresó, guardo aquel disco bajo llave para después acostarse boca arriba sobre la cama

"los odio a todos. Te odio Sebastián, a ti Angélica, a Rafael, a Alberto y a ti Rosa y no sabrán la satisfacción que tendré cuando por fin llegue el día que reciban lo que se merecen". Pensó César mientras miraba con una sonrisa el techo de su cuarto       

  

     

  


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