Gai estaba terminando de explicar lo que encontraron y la situación en la que se encontraban en esos días.

- Desacuerdo Gai, cuando lo encuentren quiero que lo traigan aquí para poder hablar con él- decía Danzo pensativo, no era un gran fanático de las alianzas pero está parecía muy prometedora para ellos.

En eso tocan la puerta.

- Adelante- dijo Danzo, viendo cómo Lee y Neji traían a Zabuza y al rubio con los ojos vendados.

Danzo cuando vió al rubio sintió una sensación de peligro que hace años no sentía. Su cuerpo decía que atacara y corriera, que iba a morir. Solo tres personas le daban esa sensación aparte de él y esto lo ponía más alerta y con algo más de temor.

- Hokage-sama?!!!- gritó Tenten para que reaccionara su líder- se encuentra bien?

- Eehh?- decía confundido el hombre.

- Le comentábamos que este era Kurama-sama- decía Lee- el líder del país de las olas que quería hablar con usted.

- Claro, lo siento, un gusto tenerlo aquí en Konoha- decía Danzo que estaba aún con algunos pensamientos. " Que fue esa sensación hace un momentito? Miedo?, Porque soy el único que lo sintió? Todos parecen como si nada en estos momentos. Quien diablos es este mocoso para que sintiera esto?"

- Gracias por recibirme Hokage-sama- decía el rubio inclinándose- me gustaría hablar con usted asuntos de mi país y la aldea a solas si no es de mucha molestia.

- Entiendo- decía Danzo- Gai, tu equipo y tú se pueden retirar.

- Que hay de mi guardaespaldas?- decía el rubio

- Es un criminal, pero demostraremos buena fe. Puede estar en la aldea, pero si guarde la espada por favor en lo que nosotros hablamos- decía Danzo mientras daba una señal secreta a algunos anbus de que lo vigilaran.

- Gracias Hokage-sama- dijo el rubio despidiéndose de su guardián y de él equipo Gai que estaba saliendo.

Una ves estos afuera se cerraron las puertas de la oficina y no sé abrirían, por petición del Hokage, hasta que la reunión termine.

En la mansión Hyuga

Hinata preparaba algunas cosas en su mochila para salir de su casa. Vió el calendario que estaba en la pared, mañana se cumpliría un año más desde su desaparición y necesitaba prepararse para el día de mañana.

- A dónde vas Hinata?- decía Hiashi mientras Hinata pasaba por la sala principal

- Iré a caminar, volveré en la noche- después de decir esto ella salió sin que su padre dijeran algo más.

Una joven veía esto desde el cuarto de al lado, después de ver que Hinata salía subió a una parte más alta de la casa y veía como se alejaba. Esta era su hermana Hanabi.

Después de unos minutos decidió salir también, necesitaba despejar su mente acerca de su hermana, ya que hace bastante tiempo que no hablaba con ella. Salió del complejo Hyuga ya que su padre le había dado el día libre de entrenamiento y camino en dirección contraria a su hermana. Estaba sumida en sus pensamientos hasta que alguien se le había acercado para hablarle.

- Hanabi- decía una voz masculina- estás bien? Llevo rato hablándote pero no me escuchabas.

- Konohamaru?- decía la chica reconociendolo- lo siento pensaba en muchas cosas.

- Otra ves el tema de tu hermana, no?- a lo que ella asintió- ella también quisiera acercarse a ti, estoy seguro.

- Entonces porque no lo hace?- decía la joven con algo de frustración- solo piensa en ese estúpido de Naruto que murió hace años. Si le hubiera hecho caso a papá al  igual que mamá, estarían conmigo, me sentía muy sola.. me siento sola

- Hanabi- decía Konohamaru pensando en si hablar o no de todo, sabía que si le decía entendería mejor la situación, pero podría cambiar muchas cosas con las demás personas y en este momento no puede asimilar el tipo de información- no estás sola. Créeme que se lo que es estar solo, pero te tengo a tí, a mi tío y a mis amigos. No recuerdo a mi padre, a mi madre y me tocó ver como mi abuelo decidió acabar con todo- a Konohamaru le empezaron a caer unas lágrimas- así que siempre estaré ahí contigo porque tú lo estuviste también.

Hanabi decidió abrazarlo, ambos se sentían tranquilos cuando estaban juntos, ya no estaban solos, se tenían uno al otro. Cuando se separaron decidieron pasar el resto del día juntos. Ya estaba apunto de atardecer y estaban sentados frente a un río. Konohamaru estaba viendo a Hanabi y decidió que era el momento.

- Chicos!!!- gritó Kiba que llegaba junto a Shino, Sasuke y el equipo de Gai- han visto a Hinata? Necesitaremos su ayuda, es urgente y también la de ustedes.

- Que pasó?- decía Hanabi por la cara de preocupación que tenían todos.

- Es el Hokage- dijo Sasuke serio- alguien lo asesinó.

Unas horas antes

La academia ninja, Iruka estaba explicando sobre protección contra bandidos y formaciones hasta que notó como unos chicos estaban susurrándo entre ellos.

- Si tiene algo que decir, diga lo a todos- decía Iruka viendo a ambos niños que se quedaron viendo.

- Sensei, porque no nos enseñan a usar técnicas de fuego o de agua como los adultos?- decía un niño levantando la mano.

- Y que harías si te las enseñaran- preguntó Iruka sabiendo a dónde iba.

- sería como el ninja vengador- decía el niño moviendo las manos como un héroe- matando a todos aquellos que quisieron hacerme algo. Vengando a mi familia muerta.

- Escuchen bien todos- decía Iruka- la idea de los Shinobis en proteger a la gente de la aldea, no matar a todo el que te insultó. El odio solo crea más odio.

- Pero seríamos muy fuertes- decía el otro niño que hablaba.

- Aún son muy jóvenes para entender lo peligroso que pueden llegar a ser jutsus elementales- decía Iruka suspirando.

La clase terminó y se quedó pensando  en lo que comentaron los jóvenes, venganza. Eso jamás cruzó por su cabeza cuando descubrió todo, pero tampoco sentía la obligación de proteger la aldea. Estaba en una encrucijada mental.

- Creo que mejor me iré a comer- pensaba mientras iba de camino al restaure que tantos recuerdos le traía. Si bien este había aumentado de precio drásticamente, a él le cobraban el normal al ser un gran amigo de Teuchi, aunque iba poco por la nostalgia que le tenía.

Cuando llegó al restaurante lo encontró completamente cerrado, cosa que lo entristeció un poco pero pensó que iría otro día. Sabía que ellos cerraban temprano al no querer ver a muchos aldeanos, aunque se extrañó que haya sido tan temprano, aunque siguió sumido en sus pensamientos. Una pequeña bola de humo apareció frente a él y de este salió un pequeño perro.

- Pakkun?- decía Iruka extrañado- que pasó?

- Iruka, Kakashi quiere que vayas con el a la oficina del Hokage, algo muy malo pasó y ocupamos tu ayuda.

- Entendido iré allá- decía Iruka corriendo rápidamente.