Estoy apunto de subir al auto de Sasha para irme junto a Sebastián...debería sentirme feliz por eso, pero la verdad es que estoy deseando que se arrepienta de dejarme ir y me regresé a esa casa del terror por qué hace una hora me sentía capaz de enfrentar a Adeline...de decirle que no regresaría a su vida y que le dejaba a ella la educación de nuestros hijos, pero justo ahora me siento sofocada...siento que en cualquier momento caeré desmayada y que jamás podré soportar ver en su rostro que me detesta por mi decisión.

¿Están listos? -pregunto Sasha en el asiento de conductor-

¡Si! -gritoneo Sebastián-

¿Victoria? -lo mire efímeramente asintiendo- de acuerdo...vayamos

Después de eso empezó el camino y unos minutos después de haber comenzado el viaje Sebastián se quedó profundamente dormido lo cual agradezco enormemente por que necesito un momento con mis pensamientos antes de llegar con Adeline. Realmente no sé que demonios voy a decirle...¿Cómo le explicó mi decisión sin que ella piense que la estoy traicionando? ¿Cómo le dices a la mujer que amas que te irás de su vida y de la de tus hijos? Ya antes hice algo como esto...y ya antes Adeline me odio por tomar esa decisión, pero alguna veces la salida no es la más sencilla, por qué a veces la mejor salida duele de una forma tan poderosa que parece que te partirá en dos...pero eso no quita que sea lo mejor.

¿A dónde quieres que los lleve? -pregunto serio-

A mi casa...-susurre ausente-

Pensé que estarías feliz por ver a esa rubiecita -dijo sin perder la seriedad-

¿Cómo podría estar feliz? Voy a arruinar todo...-lo mire entristecida- me costó tanto poder lograr tener una familia, casarme, ser feliz...y ahora voy a desechar todo por culpa de mi estúpido pasado -una lágrima bajo por mi mejilla- jamás debí dejarme cegar por mi codicia...debí pensar claramente y ser buena como lo soy ahora

No eres una buena persona, Victoria -afirmo- te quejas demasiado de mi, pero realmente no eres tan diferente...esa familia tuya te cambió, pero no como tú piensas -sonrio burlón- te obligaste a ser buena por ellos, pero sabes que en algún lado está esa perra maldita que ama el dinero y odia los sentimentalismos

¿Tu que puedes saber de mi? Realmente no me conoces...-dije molesta-

Ay, Vicky...-dijo divertido- eres igual a mi, por eso te conozco mejor de lo que piensas

Yo jamás asesinaría a alguien -afirme-

¿Ah, no? ¿Entonces por qué dijiste que me matarias si no te dejaba ver a Adeline? -me miró efímeramente y yo no supe exactamente qué responder- yo mate a Romeo por qué se estaba metiendo en mis planes y no iba a permitir eso...tú deseas terminar conmigo por qué me estoy metiendo en tus planes, ¿Lo ves?

Decidí quedarme callada por qué realmente el sabe de lo de esta hablando...yo no creo que me parezca a el en muchos aspectos, pero se de lo que ambos somos capaces y sin duda hay una buena cantidad que tenemos en común. Recorrimos un largo caminó que duró poco mas de dos horas, en ese tiempo Sebastián despertó y empezó a hacer preguntas impacientes por qué está ansioso por llegar a su hogar...la verdad es que no lo culpo por querer llegar, pero yo desearía que el camino fuera más largo; Sasha estacionó el auto en la esquina de la calle donde esta mi casa, nos ayudo a mi y a Sebastián a bajar las maletas que trae mi hijo con algunos juguetes y ropa.

Este auto se quedará aquí para que dispongas de el -me entrego las llaves de el auto- mañana vendré por ti...y no quiero ningún truco ¿De acuerdo? -enarco una ceja-

No hay trucos, Sasha...no seas dramático -suspire- te veré mañana

Suerte, preciosa -dijo con evidente burla-

Gracias, idiota -sonrei sarcástica-

Tomé la pequeña mano de mi hijo y empecé a caminar de forma dificultosa a la casa pues traigo dos maletas, mi bolso y a Sebastián lo que dificulta la pequeña labor. Después de un rato llegamos a el frente de la casa, deje las maletas un momento y saque las llaves de mi bolso, abrí la puerta sintiendo que mi corazón se me sale de el pecho, de inmediato llegó a mi el aroma a comida saliendo de la cocina, escuché las risas de mi hija y la voz de Alana...maldije no haber pensando en su presencia aquí; de la mano de Sebastián entre a la casa, deje la maletas en la entrada de la casa y sin verlo venir Sebastián salio corriendo en busca de su mamá.

¡Mami! ¡Mami! -grito emocionado, se escuchó un golpe-

¡Sebastián! -dijo mi esposa-

Caminé lentamente hasta llegar frente a ellos, Sebastián abraza a Adeline como si la vida se le fuera en ello, Alana sostiene a Ali mientras mira la escena; de pronto la vista de mi mejor amiga y de mi esposa impactó conmigo...ambas me miraron con felicidad y yo no pude hacer más que quedarme ahí parada sin saber que hacer.

Victoria...-susurro Adeline mientras se acercaba a mi y Sebastián iba a parar a los brazos de Alana-

¿Puedes llevarte a los niños un momento, Lana? -la morena me miró confundida y luego desilucionada, como si mis ojos le hubieran dicho lo que voy a hacer-

Si...-tomo a mis dos hijos y los saco a el jardín de la casa-

Un sepulcral silencio se hizo presente, Adeline se quedó de pie a unos pasos de mi...puedo sentir su mirada sobre mi, pero no puedo mirarla...no debo hacerlo por qie me voy a romper en mil pedazos.

¿Donde estuviste? ¿Que fue lo que pasó, Victoria? -pregunto angustiada, yo no respondí- oye...¿Que ocurre? ¿Por qué no me hablas...?

No me voy a quedar, Adeline -susurre-

¿Que? ¿Cómo que no te vas a quedar? -pregunto confundida-

Vine a dejar a Sebastián contigo, el tendrá una mejor vida aquí...no puede estar cerca de Sasha -dije sería, tratado de canalizar a mi yo sin sentimientos y poder controlarme- y...vine a pedirte el divorcio

¿Que...? -cuestiono con la voz entrecortada-

Lo siento...ya no puedo quedarme contigo -sonrei ligeramente-

¿Te irás con el? ¿Me estás dejando para irte con el? -asentí lentamente-

Es lo mejor...para nuestros hijos, para nuestras amigas, para tu familia y para ti -me atreví a mirarla, está hecha un mar de lágrimas y su rostro refleja decepción absoluta- no espero que comprendas...o que me sigas amando después de esto, solo espero que respetes mi decisión

Pensé que haríamos esto juntas...¿Y estás huyendo? -pregunto entre lágrimas- ¿Por qué? ¿Por qué lo quieres hacer de nuevo? ¡Estás jodiendo todo, Victoria!

Ya tomé mi decisión, Adeline -afirme inexpresiva- iré a despedirme de mis hijos y luego me iré...-me di la vuelta y salí rápidamente al jardín, encontrándome con la mirada interrogante de Alana- deja de verme así...

¿Que es lo que vas a hacer? -pregunto sería-

Me tengo que ir, Lana...-susurre mientras besaba la mejilla de Ali-

¿Cómo que te tienes que ir? -abrace a Sebastián-

Me tengo que ir, bebé... pero te prometo que nos veremos pronto ¿Si? -bese su mejilla-

Si, mami -me sonrió antes de ir a seguir jugando-

¡Hey, Victoria! ¿Que pasa contigo? -grito la morena-

Me iré con Sasha...estaré con el una temporada -la morena me miró confundida- cuida a mi familia...no dejes que Adeline me busque ¿Puedes?

Dime qué tienes algo planeado...-me abrazo- no puedes dejarlos

Necesito que todos sepan que no voy a regresar ¿Puedo contar contigo para hacérselos saber? -la morena asintió-

Ten mucho cuidado, Vick...-beso mi mejilla-

No te preocupes por mi -le sonreí-

Vi una vez más a mis hijos y luego regrese adentró dónde está una sollozante Adeline que me rompe el corazón; la rubia me miró y de inmediato corrió hacia mi.

No te vayas -sollozo-

Me tengo que ir -bese su mejilla- por favor no vuelvas a buscarme, Adeline...olvida que existo

No pude quedarme más tiempo, tomé mi bolso y salí casi corriendo de la casa, corri hasta el auto que dejó Sasha para mí y subí en el para momentos después encenderlo y comenzar el caminó a la empresa de Sasha dónde espero que me digan cómo llegar a la casa; mire por el espejo retrovisor como mi hogar se empezaba a alejar...me fui de ese lugar dejando mi vida entera entre esas paredes.