Buenos días, Vicky -dijo Charlotte-

Hola -le sonreí al tiempo que ella besaba mi mejilla-

Hola, Lana -la morena y la rubia se saludaron-

Hola -dijo mi morena mejor amiga-

¿Cómo estuvo tú aniversario? -pregunto sonriente-

Muy bien -me senté en una de las sillas de la barra- ¿Y tú cómo vas con las nuevas chicas?

Muy mal -afirmo seria- esas chicas no entienden que necesitan ser sensuales para trabajar aquí y parece que lo único que saben causar es vergüenza...

Eso no está nada bien -suspire-

Deberíamos darles una lección -aconsejo Lana-

¿Crees que deberíamos recordar viejas épocas? -le pregunte a la morena-

Hace tiempo que no bailamos...-afirmo- pero bien dicen que lo que bien se aprende nunca se olvida -le sonreí-

¿Puedes traerlas, Charly? -pregunte-

Claro...pero no sean muy despiadadas con ellas -pidió con diversión y se alejó de ahí-

Paso un rato para que apareciera de nuevo la rubia con tres chicas detrás de ella, dos de ellas parecían tímidas...lo cual es una pésima cualidad en una bailarina, pero al menos una de ellas lucia segura de si misma.

Vicky, ellas son las nuevas reclutas -dijo la rubia- chicas, ella es la jefa

Hola, chicas -sonreí-

Hola, soy...Denisse -dijo una pelirroja de cabello rizado, labios gruesos y bonitos ojos-

Ella es Elinor -dijo Charly refiriéndose a una morena muy linda-

Hola -dijo con timidez-

Hola -sonreí- ¿Y tú cómo te llamas?

Bridget -dijo la única de las tres que parecía confiada y la que luce mayor en edad-

Me dijo Charlotte que han tenido algunos problemas...-dije pasando de las sonrisas a la seriedad-

Ella dice que no somos lo suficientemente sensuales...-dijo Bridget- 

Sinceramente tiene razón -dijo la pelirroja triste-

Solo deben dejar la timidez y centrarse en que son sexys -afirmo Lana-

Nosotras las vamos a ayudar -dije sonriente-

Primero las vimos en sus presentaciones individuales...tal como Charly dijo son bastante hermosas pero no irradian esa sensualidad que se necesita, intentamos ayudarlas pero las tres se veían cada vez más desanimadas y me hicieron sentir igual de desanimada.

Ya que parece que no están del todo animadas yo y Lana les haremos una demostración para que vean cómo se debe hacer -las tres se sentaron frente al escenario y nos miraron atentas-

Decidí dejar que primero pasará Alana, la morena como siempre hizo suyo el escenario desprendiendo una sensualidad impresionante por cada poro de su piel, cuando ella termino fue mi turno de hacerlo...la canción que empezó me hizo sonreír

Fue la canción que baile el día que conocí a Adeline, con la rubia dando vueltas por mi cabeza cerré los ojos y empece a bailar de forma sutil, comencé a mover las caderas de una forma casi imperceptible, mi dulce rubia que siempre busca hacerme feliz, empecé a bailar como el corazón me lo dictaba, puse poca fuerza en mis movimientos...hasta que Sasha entro en mi mente sin permiso alguno, sentí como cambie radicalmente, me volví la maldita que fui alguna vez cuando aún era, mi cuerpo se movia más rápido aunque aún siguiéndo el ritmo de la canción, recordé las miradas de la gente sobre mi y me sentí tan deseada como me sentía cuando bailaba aquí, termine la coreografía improvisada totalmente agotada tanto física como mentalmente.

¿Estas bien? -la morena se acercó a mí con evidente preocupación-

Si...-le sonreí- tengo que ir a recoger a los niños a la mansión Moore ¿Puedes encargarte?

Claro -me sonrió, besé su mejilla y después de despedirme de el resto de las chicas salí casi corriendo de el bar, caminé hasta mi auto pero algo me detuvo-

¿Vas a algún lado? -pregunto su familiar voz a mis espaldas-

No te importa -afirme sin voltear a verlo-

No lo pregunto con malas intenciones, Victoria -senti su mano en mi hombro la cual aleje rápidamente-

Tú siempre tienes malas intenciones -voltee a verlo enfrentándolo con la mirada en una clara muestra de la valentía que no siento realmente- ¿Que hacés aquí?

Solo estaba de paso...me dió curiosidad saber si este lugar seguía abierto después de lo que pasó -afirmo con la mirada sobre el establecimiento-

Es mío -afirme inexpresiva y deseando correr- Romeo lo dejo para mí después de que lo mataste...

Era listo -sonrió de lado- lo dejo en unas excelentes manos...

Quédate a admirarlo yo tengo que irme -intente abrir la puerta de mi auto pero su mano me tomo de la muñeca-

¿A donde vas? -cuestiono con mirada dura-

No te interesa, Sasha -jale mi brazo librandome de su agarre-

Igual puedo seguirte para saber así que te conviene decirme -dijo con malicia-

Voy a la mansión Moore -dije rendida pues si me sigue vera a mis hijos-

¿Y para que? -enarco una ceja- tu preciosa Adeline está en la oficina...-parpadee confundida por su conocimiento de el paradero de mi esposa-

Iré a ver a su hermano y si ya terminaste con tu interrogatorio...necesito irme -suspiro-

Bien...nos veremos pronto -subi al auto y lo puse en marcha rápidamente viendo como el me observa desde el mismísimo lugar en que se quedó-

Aceleré sintiendo como mi corazón latía de prisa. No puedo creer que después de todo este tiempo mi miedo de verlo aún no se haya calmado...aunque después de todo es algo normal por qué el representa peligro para mí, para mi esposa y para mis hijos; ayer decidí que no dejaría que el me afectará...yo seguiré con mi vida tal como lo haría si el jamás hubiera regresado, solo espero que todo se mantenga en calma...de verdad espero que el haya dejado esa obsesión conmigo y que me deje tranquila.