Se sentía impotente ante todo, contra el clima, contra Jimin, contra su estupidez, contra su voz interior, contra todo.

Quería salir de ese lugar, no quería seguir en el mismo lugar. No junto con él.

Él la levantó y la sujeto de sus hombros y la volvió a ingresar en ese cuarto. Pero no contaba que la sumisa hasta el momento  (___) forcejarra contra él.

Ese "nada" de la noche anterior había generado una revolución en el interior de la joven.

Ya no lo soportaria mas, ya no aguantaría más.

Al llegar Jimin con el desayuno.
Ella, Con todo el valor del mundo le dio una patada en la entre pierna.
Dejando así aún Jimin algo adolorido por el impacto.

Él quiso ir tras ella pero el dolor en su parte baja era simplemente dolorosa.

Ella salió corriendo, esta vez si se iría de ese lugar.
Jamás volvería, ese no era su lugar, Jimin ya no era Jimin.

-- Joder, por que cambiaste!! ?? -- sus pasos cada vez era más fuertes, su respiración era más agitada, pero no le importaba, ella tenía que salir de esa estancia.

El clima era frío, todo estaba cubierto de blanco, ráfagas de aire frío chocaban contra sus mejillas tornandolas roja, vio por el rabillo del ojo... no! Él no la seguía.

Sin poder notarlo, algo caliente comenzó a salir de sus ojos, estaba llorando. No entendía muy bien la razón de esas lagrimas, sabía que había un motivo detrás de ellas pero se negaba a aceptarla.

Todo ese entorno la estaba  volviendo loca... muchos cosas metidas en su cabeza, un revoltijo en el estómago, el mareo y sus ojos infectados de lagrimas.

-- maldito Park Jimin... todo esto es tu culpa -- siguió corriendo, no le importaba, limpio con rudeza sus lagrimas, pero estas volvieron a salir instantáneamente, se odio por eso.

Los árboles se movían tras su paso, cada uno de ellos tenía la Copa cubierta por una densa nieve.

Volvió a girar la cabeza y vio muy a lo lejos aún Jimin corriendo tras ella.

Ella aumentó la velocidad, había sido muy ilusa al pensar que él  sería el de antes.

-- mi chim-Chim... -- susurro entre toda la corrida.

Era una persecución, volvió a girar y se dio con la sorpresa de que Jimin se acercaba aún más. 

En una curva, el bosque fue su aliado para salir de ese aprieto llamado Jimin. Dobló y lo perdió.

Estaba cansada de tanto correr, ya no daba más.
Se escondió entre los árboles, estos eran los lugares perfectos para un muy buen camuflaje.

Silenciosa se introdujo en la espesa llanura del bosque, trato de controlar su respiración, su pecho subía y bajaba, sus manos tapaban su boca, no quería ser descubierta, no quería estar con él.

En el momento que él paso, ella se congeló, no se movió, no respiro, no nada.

Él  la buscaba con la mirada, sus ojos miraban de un lado hacia el otro, el también tenía la respiración algo agitada.

(___) vio como las venas del cuello de Jimin se marcaban a medida que este la buscaba, sus puños se cerraban con fuerza, y apretaba muy fuerte su mandíbula.

Ella lo contempló, esa imagen de él  le producía miedo,  sus ojos, esos ojos de rasgos finos, de tonalidad oscura, eran sumamente adictivos para ella.

Reacciona, reacciona por favor...se súplicas a ella misma

Él siguió de largo, sin prestarle mucha atención a lo demás. Tenía que encontrarla.

Ella salió de  su escondite cuando sintió que estaba del todo segura.

Inspeccionó por el lado que él se había marchado, camino lento y pausado, temía que regresará, pero no tenía de otra, era ese camino o volver en sus paso y eso jamás lo haría.

Como si tuviera un Dios para ella sola, una chata que transportaba verduras y frutas pasaba por ahí. Ello lo vio, levantó sus manos agitandolas enérgicamente.

El hombre de la chata debía tener unos 65 años, era un hombre mayor, este freno y miro a la joven.

-- podría... podría... us te...usted... llevarme hasta ... -- le costaba hablar  estaba nerviosa -- soy de Seúl y...

-- tranquila niña, yo me dirijo al centro de Seúl, sube... -- el hombre tenía facciones de ser un buen tipo, su aura era cálida, y su sonrisa era como la de un abuelo que consentida mucho a su nieta.

Esta sin dudarlo se subió a la chata, que era un tanto ruidosa, pero lo suficiente rápida como para llegar a su destino.

En un intervalo del camino ella lo vio, vio como el chico de cabello oscuro caminaba.

Aun era de mañana y el clima era muy frío.
El regresaba entre sus pasos, con la cabeza a gachas y las manos en sus bolsillos, se veía tan indefenso.

El pecho de (___) se contrajo sintiendo punzada de dolor. Después de todo, entre todo ese cascarón estaba su Chim-Chim. Sintió la necesidad de salir y correr hacia él y darle su abrigo. Pero, su mente hablo primero dejando en descarte a las voces de su corazón.

Fingió que se le ha ia caído algo y agachó todo el cuerpo dentro del vehículo. Ella escaparia, el no la tenía que ver, estuvo un muy buen rato con La cabeza inclinada buscando algo que no había que buscar.

Él hombre no le dijo nada pues la joven parecía de fiar.

Levantó su cabeza y ya no vio a nadie que infundiera peligro, ahora sólo restaba esperar.

[...]

La casa de Irene y Siwoon estaba siendo vendida, se mudarian al extranjero dentro de 1 semana, ya no habia nada que los atara a Corea salvo las empresas que tenían ahí, pero, de eso se encargarían cuando estuvieran en Taiwán, ahí se encontraba la empresa madre, la que había sido fundada hace menos de 1 mes.

Ellos creyeron en la palabra del "detective",  su hija había muerto, la empresa de Corea ya no tenía tanto valor  como antes, no tenían más nada.

El dolor por la pérdida de su hija, aun no lo superaban, en especial Irene que un la lloraba por las noches. Pero, Siwoon eso era otro tema, era cierto que le tenía aprecio, pero jamás la vio como a su hija.

-😀Hay libertad, vive a tu manera, no sufras, para el mundo eres alguien especial, tú eres importante, no importa lo que otros digan, nunca pierdas la Fe en ti, no lo olvides uno busca su felicidad, hay problemas pero no por eso dejaremos de vivir ... 😁-- su escritora, no dejen que alguien los pise, ustedes son importantes.

Suerte... 😘😘