Capítulo 59: "El fin de la maldad: Un nuevo empezar"
(Penúltimo capítulo)
Zamas y Black miraban sorprendidos al guerrero Sayayin que mostraba no solo una nueva apariencia, sino además sus niveles de poder se habían incrementado tanto que empezó a preocuparlos.
Fusionemos Black, dijo Zamas, al sentir que conforme pasaban los segundos los poder del atractivo Sayayin se incrementaban más y más.
¿Qué?, respondió Black, mientras miraba con rabia al joven de cabello desordenado, que estaba con la mirada vacía.
No podremos derrotarlo así lo ataquemos al mismo tiempo, por ello debemos fusionarnos, la fusión aumentara nuestros poderes, dijo Zamas.
Entiendo, respondió Black.
Toma, aprovechemos el momento, creo que aún no asimila que la volvió a perder, acoto Zamas, entregándole uno de los zarcillos que llevaba puesto a Black.
En tanto:
Ayúdenme a colocarlo en la cámara de recuperación, decía Bulma, mientras trataba de levantar a Vegueta.
Yo te ayudo, dijo Nappa, que ya estaba recuperado.
Gracias, respondió la peliazul.
Que poder tan sorprendente, dijo Dyspo.
Debe ser del Sayayin, respondió Toppo.
Sí, es el ki de Kakaroto, este se incrementó mucho más, sin duda es un guerrero sorprendente, decía Jiren.
Mientras tanto:
Pagaran por lo que le han hecho a mi Milk, decía furioso Gokú, haciendo con su sola voz el suelo temblar, y evitando que Zamas y Black lleguen a fusionarse, pues con su solo grito, hizo que los zarcillos se rompieran.
Maldición, decía Zamas.
Imposible, pronunciaba Black, al ver su zarcillo hecho trizas.
Acabare con ustedes ahora mismo, dijo Gokú, lanzándose al ataque, dando inicio a una feroz batalla con sus dos enemigos.
Planeta Supremo:
Kakaroto ha superado el poder un Dios, decía Orius.
Sí, es cierto, respondió el Supremo.
Cuando todo termine, ¿en verdad piensa respetar la decisión que tomen?, agrego Orius.
¿A qué refieres Orius?, decía el Supremo.
Naturaleza tuvo la oportunidad de vivir una vida normal por algunos años, cuando esta batalla acabe existe la posibilidad de que ella quiera quedarse como una humana común, y Kakaroto amándola como la ama, lo más probable es que decida quedarse con ella, si ello es así, habremos perdido a un gran guerrero, respondió Orius.
Lo sé, pero no puedo obligarlos a que continúen como Diosa y guardián, si no es su deseo, dijo el Supremo.
Entonces tendrá que asignarle un nuevo Dios al nuevo planeta que planeta que habiten los Sayayin, respondió Orius.
E pensando en ti Orius, dijo el Supremo.
En mí, dijo Orius sorprendido.
Si, el tiempo de protección en el planeta a tu cargo está por terminar, por ello pensé en ti, además al ser un Dios guerrero, no necesitas de un guardián, pero ya lo veremos luego de que hablé con ellos, respondió el Supremo.
Claro, dijo Orius.
Planeta Tierra:
Gokú lanzaba un poderoso ataque con sus manos, ataque que daba directo a los cuerpos de Zamas y Black.
Todo acabo, la maldad al fin fue exterminada de los universos, decía Gokú.
Malditooooooooo, gritaban Black y Zamas, mientras se desvanecían, al tiempo que el joven de cabello desordenado se dirigía al lugar donde había caído el cuerpo de su amada.
Milk, Milk, decía con voz quebrada Gokú, mientras se dirigía al lugar donde estaba el cuerpo de su amada.
Al llegar junto a este lo tomo en sus brazos, y lo apego a él.
Milk, mi angelito bello, perdóname, una vez más no pude protegerte, decía Gokú, mientras unas lágrimas brotaban de sus ojos, al tiempo que una cálida voz pronuncio unas palabras que hizo que la tristeza que sentía en ese momento se transformara en alegría.
¿Por qué lloras?, ¿acaso pensaste que me perdías nuevamente?, decía con dulzura, a pesar de su voz cansina la pelinegra.
Milk, Milk, mi niña, mi niña, respondió Gokú apegándola más a él.
No podía permitir que acaben con mi vida, por ello active un campo de fuerza a mi alrededor conforme iba cayendo, dijo Milk.
Milk, respondió Gokú, depositando suaves besos en su rostro.
Acabaste con ellos, dijo Milk con voz cansina.
Si amor, si, acabe con la maldad, respondió Gokú.
Sabía que lo lograrías, dijo Milk.
Vamos con Bulma, necesitas recuperar energía, me has brindado casi toda la que tenías para poder derrotarlos, respondió Gokú con dulzura, mientras llevaba los dedos de su mano a su frente.
Luego de algunos segundos, el par de pelinegros aparecieron en el lugar donde estaban sus amigos.
Milk necesita descansar, decía Gokú.
¿Qué le paso?, dijeron a la vez Dieciocho y Lunch.
Está agotada, me brindo su energía, respondió Gokú, mientras los terrícolas se miraron entre sí, sin comprender las palabras del joven Sayayin.
Al fin se respira paz, dijo Jiren.
Sí, es cierto, acotaron Broly, Túrles y Nappa, que estaban ya recuperados.
Planeta Supremo:
Todo termino, decía Orius.
Sí, respondió el Supremo.
¿Quiere que vaya por ellos?, dijo Orius.
Aún no, déjalos disfrutar un poco de sus amigos terrícolas, además en la Tierra hay algo que los ayudara a reconstruir más rápido su planeta, respondió el Supremo, mientras Orius lo miraba intrigado.
Planeta Tierra:
Un joven de cabello alborotado que estaba rodeado por sus amigos y conocidos, se encontraba narrándoles todo lo que había acontecido en su última lucha contra la maldad.
Y es así como los derrote, decía Gokú.
Esa era la técnica que Vegueta menciono, decía Raditz.
El ultra instinto, acotaba Túrles.
Es una técnica muy poderosa, podría asegurar que tus poderes aún superado incluso los poderes de un Dios, decía Broly, mientras Nappa asentía al igual que los otros guerreros, mientras los terrícolas se miraban entre sí.
No lo sé, eso si no lo sé, respondió Gokú con calma, al tiempo que la pelinegra se incorporaba del lugar donde estaba recostada.
Gokú, dijo Milk con dulzura, haciendo que el Sayayin vaya al lugar donde estaba ella y tome su mano, bajo la mirada intrigada de los terrícolas.
Aquí estoy mi niña, todo termino, ya todo acabo, respondió Gokú, mientras la pelinegra lo miraba con ternura.
Sabía que lo lograrías, dijo Milk, abrazándolo.
¿Qué está pasando aquí?, decía Lunch.
No lo sé, como que Milk, le agarro mucha confianza a ese apuesto extraterrestre, respondía Dieciocho, al tiempo que la única cámara de recuperación que aún tenía a alguien usándola se apagó.
Vegueta, pronuncio Bulma, yendo a su encuentro.
Me siento como nuevo, dijo Vegueta al salir de la cámara de recuperación.
¡Qué alegría! respondió Bulma, abrazándolo repentinamente, bajo la mirada de los presentes.
Creo que Bulma y Milk, andan muy sensibles con los Sayayin, dijo Ten, mientras Krilín asentían.
¡Gracias por todo mujer! dijo Vegueta, antes de separarse de la peliazul, luego de ello camino hacia el lugar donde estaba su amigo, junto a la pelinegra.
¡Vegueta! pronunció Gokú.
Lo lograste, ahora si acabaste con la maldad y vengaste a nuestro planeta, a nuestros padres, a nuestra gente, dijo Vegueta.
Sí, respondió Gokú.
Bueno, es hora de que nosotros volvamos a nuestros planetas, dijo Hit, mientras Jiren y los demás guerreros aliados a la fuerza con Freezer asentían.
Quédense unas horitas más, hay que celebrar que la Tierra y los Universos, ahora sí podrán vivir con calma, decía Bulma.
Los guerreros se miraron entre si y luego de algunos segundos aceptaron la invitación de Bulma.
La peliazul, guardo en pequeñas capsulas los equipos y materiales que había en el lugar, luego de ello Gokú con ayuda de su tele transportación llevo a todos a Cápsula.
Horas después:
Un grupo de jóvenes platicaban en una mesa, mientras bebían y comían una deliciosa comida.
Entonces ahora tendrán que buscar un planeta para habitar, decía Piccolo.
Sí, respondió Broly.
¿Y por qué no se quedan aquí?, dijo Tights.
Lo mismo le dije Vegueta, pero él dice que no pueden quedarse, que él se prometió a él mismo reconstruir su planeta, respondió Bulma.
Sí, eso es cierto, dijo Túrles.
Si tan solo tuviéramos todas las esferas, tal vez podríamos ayudarlos a reconstruirlo más rápido, acoto Bulma.
Esferas, ¿de qué esferas hablas?, Zamas menciono unas esferas, decía Gokú.
Ah sí, respondió Bulma.
Si,...., dijo Gokú, comentándole a todos lo que Zamas le había dicho.
Minutos después:
Y es todo lo que me dijo, decía Gokú.
Bulma, tú tienes unas esferas, ¿serán como ellas?, agrego Milk.
No lo sé, voy por ellas, dijo la peliazul, poniéndose de pie, al tiempo que un joven de cabello de flama junto a una rubia de cabello corto llegaba a la mesa.
¿Pudiste contactarte con Tarble?, pregunto Nappa.
Sí, gracias a la ayuda de Tights pude hacerlo, dijo Vegueta.
No hay nada que agradecer, lo hice con gusto, respondió Tights, haciendo que su hermana pose su mirada en ella. Bulma tranquila, no te lo quiero quitar, agrego en voz baja la rubia, solo para que su hermana lo escuche.
¿A dónde vas?, dijo Vegueta a la peliazul.
Voy por las esferas, respondió Bulma.
Tiempo después:
Los jóvenes miraban de manera curiosa 6 pequeñas esferas que tenían unas estrellitas impregnadas en cada una de ellas.
Falta la de cuatro estrellas, dijo Jiren.
Sí, es cierto, acotaron las demás.
Solo tendríamos que buscar esa, y luego a llamar a Sheelong, para pedirles que nos ayude a reconstruir a su planeta, decía Bulma.
¿Ello es posible?, respondió Vegueta emocionado.
Sí, las esferas según la leyenda te cumplen tres deseos, pero tienes que tener las 7 esferas para llamar al dragón, decía Bulma.
Pues hay que buscar la esfera que falta, decía Krilín, mientras los demás asentían.
Sí, será una manera de agradecerles, por haber evitado la destrucción de nuestro planeta, dijo Ten.
Empecemos la búsqueda ya, decía un entusiasta Yamcha.
Sí, agrego Diecisiete.
Calma chicos, calma, tengo que crear unos radares, sin ellos no podremos ubicarla, decía Bulma, mientras un joven de cabello alborotado estaba pensativo.
Sí, son tres deseos, que hay dos deseos más por pedir, decía Krilín.
¿Se podrá devolver a la vida a toda la gente que falleció por culpa de la maldad?, pronuncio Milk.
No lo sé, solo Sheelong puede responder ello Milk, dijo Bulma.
Eso sería fantástico, podría revivir a nuestros habitantes, agrego Nappa.
Bueno, no adelantemos nada, lo primero es buscar la esfera que falta, dijo Tights sonriendo.
No es necesario buscarla, pronuncio Gokú, haciendo que todos posen su mirada en él.
¿Qué?, ¿Por qué dices eso Kakaroto?, esas esferas nos podrían ayudar a traer a la vida a nuestros padres, a tu abuelo, a nuestra gente, decía Vegueta.
Yo tengo la esfera de cuatro estrellas, respondió Gokú, haciendo que todos posen su mirada en el él.
Tú la tienes, decía Milk con dulzura.
Sí, pensaba dártela como un regalo, respondió Gokú con la misma dulzura.
Ahhhhh, que encantador es él, decía Lunch.
Sí, es cierto, ahora comprendo porque Milk se flecho con él tan rápido, agregaba Dieciocho, mientras su gemelo miraba a los pelinegros.
¿Y dónde la tienes Kakaroto?, decía Vegueta.
Aquí, respondió Gokú, sacando la pequeña esfera del bolsillo de su pantalón.
Sí, es cierto, es la de cuatro esferas, decía Yamcha.
¿Y cómo es que la tienes hermano?, respondió Raditz.
Me la dio el abuelo, por mi cumpleaños, dijo Gokú.
Pues que esperamos, usémoslas ya, dijo Túrles.
Sí, usémoslas ya, agrego Milk con dulzura.
Bien, dijo Gokú.
El grupo de jóvenes caminaron hacia un descampado, allí colocaron las siete esferas en el piso e invocaron al dragón, a los pocos segundos el cielo se tornó oscuro, y un gigantesco dragón apareció.
¿Quién se atreve a despertarme de mi sueño?, decía Sheelong, mientras los jóvenes lo miraban asombrados.
Era cierto, decían entre ellos.
Sheelong, aquí los Sayayin solicitan tu ayuda, respondió Bulma.
Bulma, deja, aunque sea un deseíto para nosotros, decía Yamcha.
No que todos los deseos sean para los Sayayin por agradecimiento de haber salvado de la destrucción a nuestro planeta, respondió Ten sonriendo.
Es que son tres deseos, decía Yamcha.
Cállate Yamcha, los deseos son para nuestros Vengadores del Otro Mundo, respondió Bulma.
Y estamos de acuerdo en ello amiga, decían Lunch y Dieciocho, mirando a la pelinegra que solo asintió.
Nosotros también, decían Krilín y los otros terrícolas.
¿Qué es lo que se les ofrece?, decía Sheelong.
Habla Vegueta, dijeron los Sayayin.
Sheenlong, queremos pedirte que nos ayudes a reconstruir nuestro planeta, este fue destruido por Freezer en dos oportunidades y acabo con toda nuestra gente hace más de 16 años...., decía Vegueta.
Reconstruir su planeta s algo sencillo, eso sí, será el último planeta que Freezer destruyo, ya que el otro fue destruido hace mucho y mis poderes no me permiten solucionar problemas de años atrás, respondió Sheenlong.
Entonces no podrás revivir a nuestros padres, decía Gokú con nostalgia, mientras la pelinegra lo tomaba del brazo.
No, si ellos fallecieron hace 16 años, me es imposible, lo lamento, dijo Sheenlong.
Pero si puedes revivir a toda la gente que asesino Freezer y sus secuaces en este último enfrentamiento, de todos los universos, agrego Vegueta.
Tampoco mis poderes solo alcanzan para poder solucionar problemas dentro de este universo, decía Sheelong, mientras el joven de cabello alborotado y la pelinegra entristecían.
No se preocupen, por nuestra gente, si existen súper esferas del dragón, que son muy poderosas, como menciono el tal Zamas, los buscaremos y reviviremos a las personas que fueron asesinadas por Freezer en nuestro universo, pronuncio Jiren, mientras Hit y los demás asentían.
Excelente idea, yo los acompañare en su búsqueda, dijo Túrles.
Nosotros también, dijeron los demás Sayayin.
Entonces no me necesitan, respondió Sheelong.
Claro que sí, cumple los dos deseos que te mencione Sheelong, y como tercer deseo quiero que nos digas ¿Dónde ubicar las súper esferas del dragón?, dijo Vegueta.
Bien pensado Vegueta, pronuncio Gokú.
Eso no me es posible, como les dije yo solo puedo actuar dentro de mis dominios, decía Sheelong.
Entonces esas súper esferas están alrededor de los otros universos, dijo Tights.
Sí, respondió Sheelong.
¿Cómo daremos con ellas así?, decía Bulma.
¿Daremos?, dijeron los terrícolas.
Es que voy a acompañar en su búsqueda a los Sayayin, respondió Bulma sonriendo.
Sheelong, por favor reconstruye el Planeta Vegita, el último que fue destruido por Freezer, y revive a todos seres que perecieron por culpa de Freezer y sus secuaces en este universo, dijo Milk con calma.
Eso sí me es posible, dijo Sheelong, haciendo una pausa para decir: Deseo cumplido.
¿Ya tenemos planeta?, dijeron Broly y Nappa a la vez.
Sí, está en el mismo lugar donde estuvo últimamente, respondió Sheelong, haciendo una pausa para agregar: momento de irme.
Espera, el tercer deseo, dijo Raditz.
Reconstruye también el Planeta Tierra, acoto Vegueta.
Sí, dijeron los Sayayin.
¿Y sus planetas?, dijo Gokú mirando a Jiren y Hit.
No te preocupes por ello, nosotros los volveremos a la normalidad con ayuda de las súper esferas, dijo Jiren.
Si será interesante buscar por nosotros esas súper esferas, y ver si con ellas podemos revivir a nuestra gente, respondió Hit.
Cierto, no perdamos más tiempo y empecemos la búsqueda, dijo Toppo.
Sí, respondieron los guerreros.
Piensan marcharse ya, dijo Bulma, mirando al joven cabello de flama.
Sí, necesitamos ir por nuestra gente al Planeta Supremo, y trasladarlos a Nuevo Vegita, dijo Vegueta.
¿Podría acompañarlos?, de seguro, Milk, también viene, ¿no?, pronuncio Bulma, mirando a los Sayayin y a la pelinegra.
Milk, ¿irás con ellos?, dijo Diecisiete.
Sí, pero antes tengo que hacer algo, respondió la pelinegra.
¿Qué?, preguntaron sus amigas.
Ir con mis padres, necesito hablar con ellos, además quiero que te conozcan, dijo Milk, mirando con dulzura al joven de cabello alborotado.
Eso significa, respondió Gokú, con voz quebrada.
Que iré con ustedes, tenemos una plática con el Supremo, ¿no?, dijo Milk.
Sí, es cierto, respondió Gokú.
Milk, ¿por qué dices cosas tan raras?, decía Yamcha.
Yo no lo veo lo raro, Milk solo sigue al amor, respondió Bulma sonriendo.
Minutos después los guerreros retornaron a sus planetas en sus naves, solo los Sayayin se quedaron en la Tierra.
Tiempo después:
En una de las mesas del comedor de Cápsula, un grupo de guerreros Sayayin platicaban entre ellos.
Por un nuevo empezar, decían los Sayayin topando sus copas.
Naturaleza volverá con nosotros, eso sí que fue una gran noticia para Kakaroto, pronuncio Túrles.
Yo siempre pensé que ello pasaría, pues su amor es muy grande, dijo Vegueta.
Sí, es cierto, respondieron los demás jóvenes.
En tanto:
Un par de pelinegros caminaban de la mano, mientras platicaban entre ellos.
No te arrepentirás de la decisión que tomarás, decía Gokú.
No, claro que no, creo que es la mejor decisión que abre tomado en toda mi vida, además con tu tele trasportación podemos ir y venir a la Tierra cuando queramos, respondió Milk con dulzura.
Entonces será un nuevo empezar no solo para Vegita, sino también para los dos, dijo Gokú.
Así es, respondió Milk, mientras una dulce sonrisa se plasmaba en su rostro.
Nota:
Aquí les dejo el penúltimo capítulo de "Vengadores del Otro mundo", espero y el mismo sea de su agrado.
¡Gracias de antemano a cada persona que estén leyendo esta historia¡¡Gracias especiales a aquellas que dejan su voto en cada capítulo de esta historia, ya que un voto para mí es un reconocimiento a lo plasmado¡ y ¡Gracias muy especiales a aquellas personas que se animan a dejarme algún comentario en los capítulos!, sus comentarios los aprecio mucho, pues me permite saber si mi trabajo es de su agrado; además quiero aprovechar para agradecer a las personas que están leyendo mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios en cada una de estás¡
Ahora si me despido, con "Vengadores del otro mundo" será hasta el día viernes de la presente semana, si Dios me lo permite.
Con mucho cariño.
PrincesaLirio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro