Capítulo 52: "El verdadero renacer de una Diosa: Promesa de amor"
Un grupo de jóvenes se encontraban platicando en un pasillo, cuando de repente sintieron un cálido, pero a la vez sorprendente poder.
Es el ki de Naturaleza, dijo Vegueta, mientras una peliazul lo miraba intrigada.
Sí, es cierto, es el mismo ki que ella tenía en Vegita, agrego Raditz.
¿Será que su parte espiritual salió de ella aún sin que esta esté dormida?, decía un confundido Nappa.
No, no lo creo, fíjense bien, su ki terrícola se ha incrementado más, y eso solo puede deberse a que..., respondía Vegueta, siendo interrumpido por unas voces.
Que de verdad a renacido, decían de manera simultánea Túrles y Broly.
Así es, agrego Vegueta.
¿Cómo?, no comprendo nada, decía Bulma.
La parte espiritual de Naturaleza al fin logro vincularse con su parte terrícola, nuestra diosa ahora si ha renacido, respondió Vegueta.
En tanto: "Bosque"
Un par de pelinegros se miraban fijamente como si estuvieran inspeccionándose, mientras estaban separados por algunos metros de distancia.
¿Te sientes bien?, dijo Gokú rompiendo su silencio, mientras caminaba hacia la pelinegra.
Sí, me siento mejor que nunca, respondió Milk con dulzura.
¿En verdad?, decía un preocupado joven de cabello alborotado.
Mi sintiera mal, te lo diría, respondió Milk, mientras recorría con su mirada el rostro del apuesto muchacho.
Tú energía se incrementó de momento, ¿o solo fue mi parecer?, dijo Gokú al llegar frente a ella.
¿Aún no te das cuenta?, respondió Milk con ternura, tomando las manos del joven de cabello alborotado, que ante el contacto sintió su cuerpo temblar, al tiempo que sus ojos se llenaron de lágrimas. Sé que debemos estar como al principio, cuando te asignaron ser mi guardián, sé que no podemos mostrar nuestros sentimientos, sé que no debemos hacerlo, sé que por ahora solo debemos enfocarnos en lo que se viene, ya habrá tiempo para pensar y meditar lo que vendrá para los dos, acoto la pelinegra.
Milk, dijo Gokú con ternura.
Ya somos solo una, respondió con una cálida sonrisa la pelinegra.
Quisiera abrazarte, pronunció Gokú en voz baja.
Pues abrázame, yo también quiero sentirte más cerca de mí, dijo Milk con dulzura.
Luego de ello el par de jóvenes se unieron en un efusivo abrazo, un abrazo que provoco muchas sensaciones en los dos.
¡Gracias por no dejar de amarme! pronunció Milk con dulzura, mientras se aferraba más al cuerpo del joven Sayayin.
Corporación Cápsula:
Un par de jóvenes platicaban a unos metros de distancia de otros jóvenes que se encontraban platicando entre ellos.
Y eso es lo que supongo que ha sucedido, decía Vegueta, mientras la peliazul lo escuchaba con atención.
Entonces Milk ya recordó su pasado, pero mantiene sus recuerdos presentes, respondió Bulma.
Así es, pronunció Vegueta.
¡Qué bien! entonces ahora Milk y tu amigo deben estar viviendo su amor..., decía Bulma con ojos soñadores, siendo interrumpida por Vegueta.
No, ello no es posible, dijo el joven cabello de flama con firmeza.
Pero, ¿por qué no?, tu acabas de decir que ella recordó su pasado, entonces lo recordó a él, y ambos se amaron en el pasado, ¿no?, respondió Bulma, quedándose callada al recordar lo que alguna vez el joven cabello de flama le dijo de la relación que Milk y Gokú tuvieron en el planeta Vegita.
Kakaroto y Naturaleza saben que ahora deben ser prudentes, de seguro deben estar hablando de su pasado, pero no creo que pase más entre los dos, dijo Vegueta, cuando escucho: ¿Vienes?
Ya te están llamando, pronuncio con pesar Bulma.
Si, dijo Vegueta.
Nos vemos más tarde en el comedor, te mande un platillo especial para hoy, respondió Bulma.
Platillo especial, ¿Por qué?, ¿acaso se festeja algo?, dijo Vegueta con calma.
Festejo un día más de conocerte, respondió Bulma, haciendo que el joven de cabello de flama sintiera una extraña sensación dentro de él.
Vegueta, ¿vienes?, escucho el nombrado.
Sí, ya voy, dijo Vegueta, haciendo una pausa para acotar mirando a la peliazul: Nos vemos en unas horas en el comedor.
Bien, respondió Bulma, con una amplia sonrisa en su rostro.
En tanto:
En el laboratorio, mirando de manera muy concentrada una pantalla se encontraba Yamcha, quien ni noto que alguien llego tras suyo.
¿Alguna novedad?, dijo Tights, haciendo sobresaltar el cuerpo del joven.
Ninguna, respondió Yamcha, haciendo una pausa para agregar: Tights, ¿en verdad no podemos monitorear más afuera de la órbita de nuestra galaxia?, porque sería fantástico poder observar más allá, ¿no?, así ya sabríamos cuanta resta para que esos infelices lleguen a nuestro planeta.
Como les comenté a todos por el poco tiempo que disponíamos para crear este laboratorio no pudimos crear equipos con ondas de monitoreo mucho más largas, que traspasen galaxias, sin embargo, Yaco también me está manteniendo al tanto del lugar donde están esos infelices, respondió Tights.
¿Y ya están cerca?, dijo Yamcha.
Les restan un par de galaxias y estarán en la nuestra, respondió Tights con cierto temor.
Entonces si es cierto, dijo Yamcha
Claro que lo es, como puedes aún tener dudas, respondió Tights.
A Milk, ¿Qué tipo de función de apoyo le asignaron?, porque ya no la veo por el laboratorio, dijo Yamcha con calma.
Ella está cumpliendo una función especial que no te la puedo decir yo, pero de hecho en su momento lo sabrás, respondió la rubia, antes de alejarse del lugar.
Función especial, claro debe andar de amiguita de los Sayayin como Bulma, pensó con molestia Yamcha.
Bosque:
Un joven de cabello alborotado le entregaba un ramo de rosas a una pelinegra que estaba sentada junto al árbol que le servía desde hace algunas horas de morada.
¡Gracias! pero siéntate junto a mí, aún no hemos terminado de hablar, decía la pelinegra con dulzura.
Bien, respondió Gokú, tomando asiento junto a la pelinegra.
Las normas de los Dioses cambiaron, ¿lo sabias?, dijo Milk.
El Supremo me dijo que le habían hecho algunos cambios tras tu fallecimiento y la destrucción de Vegita, respondió Gokú con nostalgia.
Vengaremos juntos la destrucción de Vegita, de nuestros reyes y de nuestra gente, eso dalo por hecho, dijo Milk con calma.
¿Qué va a pasar cuando todo acabe?, pronunció Gokú.
No comprendo tu pregunta, dijo Milk, colocando su cabeza sobre el hombro del joven de cabello alborotado.
El Supremo te dio la vida que anhelabas, acoto Gokú.
Sí, es cierto, me dio una mamá y un papá, a quienes amo, me dio muchos amigos y amigas, me permitió vivir en un mundo lleno de tranquilidad, en este planeta al que amo,..., decía Milk.
A ello me refería, tu eres feliz en este mundo, nuestro mundo no es así, somos una raza guerrera que casi siempre nos la pasamos luchando por defender a los nuestros, o a quienes nos lo pidan, tu como Diosa llevas una vida distinta a la de nuestra raza, tal vez más calmada pero un tanto solitaria, eso lo sabes...., respondía Gokú.
Ello ya no será así, las normas cambiaron, ahora se me permite tener como pareja a mi guardián si así lo quiero, dijo Milk con dulzura, mientras miraba al joven de cabello alborotado. Además, si ustedes luchan, como bien dijiste es por el bien de los universos, y ello yo lo comprendo,..., acotaba la pelinegra, siendo interrumpida por su apuesto guardián.
Entonces, ¿estarías dispuesta a venir conmigo cuando acabe todo?, ¿estarías dispuesta hacer nuevamente nuestra Diosa?, y dejar el planeta Tierra, a tus padres, amigos, para ir con nosotros al nuevo planeta que habitaremos, respondió Gokú.
¿Tú te quedarías en la Tierra si yo te lo pidiera?, dijo Milk. sin responder a la pregunta del apuesto joven.
Bueno yo...., respondía Gokú, tornándose pensativo.
Por ahora no hablemos del futuro, solo vivamos el presente, eso sí preparándonos para lo que se nos viene, la batalla final, dijo Milk con calma, haciendo una pausa para agregar: Hagamos una promesa.
¿Una promesa?, respondió Gokú.
Sí, una promesa de amor, acoto la pelinegra.
Bien, dijo Gokú, tomando las manos de la pelinegra entre las suyas, para agregar: Yo prometo seguir amándote siempre, sea cual sea la decisión que tomes tras la batalla final, yo te amare siempre.
Yo prometo lo mismo que tú, pero algo más, respondió Milk.
¿Qué?, dijo Gokú intrigado.
Prometo amarte más allá del tiempo, de los universos, de las reencarnaciones que pueda llegar a tener a futuro, dijo Milk con dulzura.
Me prometes un amor sin límites entonces, respondió Gokú.
Así es, pronuncio Milk.
Pues yo te prometo lo mismo, dijo Gokú, llevando las manos de su amada a sus labios para depositar en las mismas un cálido beso.
Cuando todo termine te llevare con mis padres, dijo Milk.
¿Qué?, respondió Gokú.
Quiero que conozcan al dueño de mi corazón, dijo Milk.
Yo estaré encantado de conocerlos, respondió Gokú.
En tanto: "Universo Cero – Planeta Supremo"
¿Qué opina de esa promesa su deidad?, decía Orius.
Es una linda promesa, sin duda, un amor sin límites, respondió el Supremo, tornándose preocupado.
¿Sucede algo?, dijo Orius.
Alguno de los hombres enviados por Freezer están cerca de la Vía Láctea, respondió el Supremo.
No ello no puede ser, Naturaleza aún no ha sacado todo su poder, dijo Orius en tono preocupado.
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