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Capítulo 51: "Ya no tengo dudas, quiero ser solo una"

Un par de pelinegros salían de la corteza de un árbol inmersos en una entretenida platica.

Entonces no tenía padres, decía Milk confundida.

No, a los Dioses y Diosas no se les conoce padres, como te dije viven prácticamente solos desde que nacen, claro hay una persona designada para ir cada cierto tiempo a verlos y ver si tal vez necesiten algo, pero solo es por algunos minutos, pero cuando cumple una determinada edad, se les asigna un guardián, el cual permanece 12 horas protegiéndolos, durante el día ya que la noche quien los protege es el hogar donde viven, en tu caso el Árbol Sagrado. A ti, te asignaron un guardián a los 16 años, el padre de todos los dioses viene siendo el Dios Supremo, respondía Gokú, siendo interrumpido por la pelinegra.

El Dios Supremo, dijo Milk en tono confundido.

Él es el Dios más poderoso, él está en poder y sabiduría sobre los demás Dioses, ahora no lo recuerdas, pero si lo has visto cuando eras nuestra Diosa en Vegita, él vive en el Universo Cero, el universo de los Dioses, allí también cada uno de los Dioses tienen una morada, si tras la batalla final decides irte con nosotros lo conocerás a él y a los demás Dioses, sobre todo a Orius, ya que él es muy allegado al Dios Supremo, respondió Gokú.

¿Orius?, dijo Milk.

El Dios del Viento, acoto el joven de cabello alborotado, haciendo una pausa para agregar: Ya conocerás más del mundo de los Dioses cuando Vegueta te de tus papiros para que los leas.

¿Cómo era nuestra relación?, dijo Milk con calma, tratando de sostenerle la mirada al apuesto joven de cabello alborotado a pesar que ello le hacía sentir sensaciones muy extrañas, sensaciones que no había experimentado, al menos no en su vida terrícola, hasta el momento en que lo vio en el bosque.

¿Qué?, dijo Gokú confundido.

¿Cómo era nuestra relación?, siento curiosidad, por ello te lo pregunto, agrego la pelinegra con la mayor calma posible.

Ya te lo dije, muy buena, respondió nervioso el joven de cabello alborotado, bajando la mirada.

¿Éramos amigos?, dijo Milk con dulzura, mirando embelesada el rostro de su apuesto guardián.

Si, pronuncio Gokú.

¿Qué tan amigos?, acoto la pelinegra, poniendo aún más nervioso al joven de cabello alborotado.

¿Qué?, dijo Gokú titubeando.

¿Éramos muy buenos amigos, casi como hermanos, o teníamos solo una amistad por la misma cercanía que teníamos que tener al ser tu mi guardián?, acoto Milk.

Éramos muy buenos amigos, pero no diría que, como hermanos, dijo Gokú, en tono nervioso.

Claro, tú tienes un hermano, me imagino que jamás me hubieras considerado una hermana para ti por ello, pero tal vez yo si te considere así,...., agregaba la pelinegra.

Nuestra relación era muy fuerte debido a nuestra cercanía, yo no podía considerarte como una hermana pues eres una Diosa, sin embargo, mi cariño por ti era muy grande, acoto Gokú tratando de mantener la calma.

La pelinegra ante las palabras del joven se sonrojo, al tiempo que agregaba: Supongo que yo correspondía a tu cariño de la misma manera, ya que eras mi amigo.

Así es, respondió Gokú.

¿Y con tus amigos, ellos también eran mis amigos?, acoto Milk con dulzura.

Se podría decir que si, aunque tu relación con ellos no era tan cercana como la nuestra, ya que yo al ser tu guardián tenía más cercanía contigo, ya que pasaba muchas horas a tu lado, dijo Gokú con calma.

Claro, respondió Milk, haciendo una pausa, para agregar, mientras se tomaba la cabeza: Como quisiera recordar ese pasado, como quisiera recordar esa etapa de la vida que tuve hace años atrás, pero me es imposible, por más que me esfuerzo no puedo hacerlo, a las justas recuerdo algunos de los sueños que he venido teniendo desde hace algunos años, supongo que esos sueños de alguna manera me mostraban la vida que alguna vez tuve, ya que en uno de ellos los vi a ustedes, aunque no podía distinguir bien sus rostros, ahora sé que son ustedes.

No te sugestiones, los recuerdos fluirán solos, no tienes que forzar a tu mente a recordar, respondió Gokú con dulzura, colocando una de sus manos sobre el rostro de la pelinegra para acariciarlo, al tiempo que la jovencita cerraba sus ojos. Será mejor ir a Cápsula, tenemos que informarles sobre la decisión que has tomado, agrego el joven de cabello alborotado retirando su mano del rostro de la pelinegra.

Bien, dijo Milk, al tiempo que pensaba: ¿Por qué me siento tan extraña a tu lado?, las sensaciones que experimento nunca antes las he sentido, lo raro es que no me da miedo, sino al contrario me hace sentir tan lindo dentro de mí.

Vamos, pronunció Gokú.

En tanto: "Corporación Cápsula"

Ya es hora de que te vayas amigo, decía un joven alto, de porte atlético, que estaba junto a una rubia de cabello ondulado.

Sí, tienes razón, respondía Yamcha, mientras pensaba: Otro día más que no se sabe nada de los supuestos enemigos.

El joven se puso de pie y salió del lugar siendo seguido por la mirada de sus amigos.

¿Qué le sucede?, lo noto extraño, pronuncio Lunch.

Creo que aún no asimila que Bulma le dijo que no volverían, respondió Ten, mientras tomaba asiento.

Sí, eso debe ser, dijo Lunch, tras tomar asiento frente a la pantalla que monitoreaba.

Pasillo:

Yamcha caminaba presuroso por un pasillo, cuando de repente vio aparecer de la nada a un par de pelinegros, a varios metros del lugar donde estaba.

Estos son solo unos mentirosos, valiéndose de sus poderes extraños nos quieren robar no solo a nuestra tecnología sino también a nuestras mujeres, pero yo no lo voy a permitir, yo los voy a desenmascarar, pensaba Yamcha, mientras se escondía tras una columna, al tiempo que los pelinegros pasaban por el pasillo.

¿Pasa algo?, dijo Milk al ver al joven de cabello alborotado girar su rostro.

Siento la presencia de alguien en este pasillo, respondió Gokú.

Pues no hay nadie, solo los dos, y apresurémonos, pues tenemos que volver al bosque antes de que llegue la noche, decía Milk con dulzura.

Si, tienes razón, respondió Gokú.

Volver al bosque, ¿a qué bosque?, y, ¿por qué?, pensó Yamcha, al tiempo que empezó a caminar tras los pelinegros con disimulo.

Luego de algunos minutos de seguirlo con disimulo, Yamcha vio al par de pelinegros detener sus pasos frente al lugar que Bulma, junto a su hermana y padre habían construido para que los Sayayin, entrenen.

Maldición, si entran ya no podré saber a qué bosque se referían, aunque no creo que entren, al menos no Milk, ella no podrá resistir un lugar así, pensaba Yamcha, mientras veía salir a un joven cabello de flama. Tras algunos segundos para sorpresa de Yamcha, los pelinegros entraron al lugar.

De seguro le bajaron a la gravedad, pensó Yamcha.

Dentro de la cámara de gravedad:

Milk observaba con detenimiento a los jovencitos que estaban dentro, mientras Gokú les comentaba a sus amigos la decisión que Milk había tomado.

Ellos son los guerreros con los cuales luchare por proteger la Tierra y recuperar los universos, pensaba Milk.

Bien Kakaroto, no te preocupes por nada, tu continua con su entrenamiento, yo le informo a las terrícolas, dijo Vegueta.

Es increíble, pronunció Nappa.

¿Qué?, dijeron los demás jóvenes.

Ella está aquí como si nada soportando una gravedad 10 veces mayor a la de este planeta, respondió Nappa.

Para una Diosa una gravedad así no es nada, dijo Vegueta con calma, mirando a la pelinegra.

No podre hablar con Bulma entonces, pronuncio Milk.

Ella salió con su hermana por unos materiales, pero no te preocupes si quieres hablar con ella nosotros la llevaremos al bosque, por ahora es mejor que ustedes dos se refugien allá, recuerden que ustedes serán nuestra última esperanza, dijo Vegueta.

Vegueta, no hables así, respondió Gokú.

Kakaroto, ya lo hemos vivido, pero esta vez no se volverá a repetir, como lo acordamos el primer batallón al frente seremos nosotros, tu no acudirás a apoyarnos, así nos veas en el peor de los peligros, ustedes dos serán los encargados de darles el golpe de gracia final, así nos lo encomendó el Supremo, y así debe de ser, dijo Vegueta.

Bien, respondió Gokú.

Hermano confiamos en ti, dijo Raditz.

Prepárense lo más que puedan, acotaba Túrles.

Esta batalla será nuestra, añadía Broly.

Así será, dijo Gokú.

Así será, respondió Milk, al tiempo que su cuerpo irradiaba una inmensa, pero a la vez cálida energía, al tiempo que pensaba: Toda esta calidez que siento en mi me hace sentir tan bien.

Pasillo:

Yamcha, ¿aún no te vas?, decía una voz.

Te estaba esperando Bulma, respondió Yamcha.

Para qué, creo que fui clara contigo, dijo la peliazul.

Lo fuiste Bulma, lo fuiste, respondió con cierta molestia Yamcha, haciendo una pausa para agregar: ¿Tú puedes entrar a esa cámara de gravedad?

Claro, siempre y cuando este apagada, ¿Por qué?, dijo la peliazul con calma.

¡Eh! por nada, por nada, respondió Yamcha, antes de continuar su camino, mientras pensaba: De seguro está apagada, por ello Milk, entro también, aunque no comprendo ¿por qué Milk hablo de volver al bosque?, ¿será que Milk con ese Sayayin andan probando algún arma letal allá?, si eso debe ser.

Que extraño se portó Yamcha, pensó la peliazul, al tiempo que continuaba su camino.

Minutos después:

¡Se fueron al bosque! decía Bulma sorprendida.

Sí, allá estará protegida, respondió Vegueta.

Pero estarán los dos solitos, decía Bulma, sonriendo de manera picara.

No es la primera vez que estarán solos por tanto tiempo, Kakaroto es su guardián, su deber es estar junto a ella la mayor cantidad de horas posibles, respondió Vegueta con calma.

Así es, además Kakaroto en esta oportunidad tiene muy clara su misión, él solo será su guardián hasta que todo haya terminado, ya luego si ella llega a recordarlo, y decide estar nuevamente con él, tendrán que hablar con el Supremo, pues este les tiene que decir algo, dijo Raditz.

Sí, es cierto, eso menciono el Supremo, añadió Túrles.

¿Y los papiros?, dijo Broly de repente.

Se los llevare mañana para que los lea, respondió Vegueta.

¿Puedo ir contigo?, es que habrá que llevarles algo de comida, dijo Bulma.

Claro, respondió el joven cabello de flama.

Bueno amigos a continuar con nuestro entrenamiento, dijo Nappa, mientras los demás jóvenes asintieron.

Bosque:

Puedes hacerlo, entra sola, decía Gokú con dulzura mirando a la pelinegra.

¿En verdad podré?, respondió Milk.

Confía en ti, acoto Gokú, mientras la pelinegra camino hacia el árbol, al poco tiempo la joven entro al mismo, mientras el joven de cabello alborotado tomaba asiento junto al árbol.

Lo hice, pude entrar, pensaba la pelinegra, mientras una voz le decía: No dudes más, vincúlate ya conmigo, seamos solo una por el bien de todos los universos.

Al día siguiente:

Tras ver a la pelinegra salir de la corteza de un árbol, una sorprendida peliazul caminaba hacia ella para abrazarla, mientras dos apuestos jóvenes platicaban entre ellos.

Traje unas cápsulas con todo lo necesario para que puedan subsistir, decía Bulma.

¡Gracias! respondió Milk.

Kakaroto decidió no moverse de este lugar, decía Vegueta, mientras posaba su mirada en la pelinegra para agregar, mientras le mostraba un pequeño cofrecito: Naturaleza, aquí están los papiros que te pertenecen, léelos detenidamente.

Así lo haré, dijo Milk, haciendo una pausa para acotar: ¿Podrías solo decirme Milk?

Bien Milk, ¡gracias por unirte a nuestra causa! respondió Vegueta, luego de ello se marchó junto a la peliazul, en un pequeño helicóptero.

¿Los leerás ahora?, pronunció Gokú.

Sí, dijo Milk, mientras tomaba asiento junto al árbol.

Tiempo después:

La pelinegra guardaba los papiros en un pequeño cofrecito, al tiempo que por momentos posaba su mirada en su apuesto guardián que se encontraba a algunos metros de distancia de ella.

Una de las normas de los Dioses fue modificada, ¿por qué?, es extraño que justo sea la norma de las relaciones amorosas entre Dioses y sus guardianes, ¿por qué fue modificada?, ¿Qué relación tiene ello con nosotros?, yo siento que nuestra relación fue especial, pero, ¿Qué tan especial, pensaba la pelinegra, cuando nuevamente una voz interna le decía: Ya no dudes más, si quieres descubrir tu pasado déjame unirme a ti, así las dos seremos felices y él también.

Unirme a ti, pronuncio la pelinegra en voz baja.

Sí, seamos solo una a partir de ahora, escucho la pelinegra.

¿Quién eres?, ¿a quién pertenece esa voz?, dijo Milk aturdida, tomándose la cabeza, al tiempo que su apuesto guardián giro a verla.

Soy tu otro yo interno, tu yo de Diosa, permíteme unirme por completo a ti, no temas, tus recuerdos terrícolas no se borrarán, seguirás siendo tú, pero con tus recuerdos pasados, finalmente físicamente siempre fuimos la misma, solo tu yo interno se separó en dos, tu yo terrícola, aquel que iba construyendo su propia historia desde que mi espíritu renació en tu cuerpo aquí en la Tierra; y tu yo Sayayin, aquel que reprimiste, tal vez para poder tener la vida tranquila que siempre quisiste. Yo prometo respetar tu decisión, si tras la batalla final, decides quedarte como terrícola, yo lo aceptare, pero para que puedas sacar todo tu poder necesitamos vincularnos, para siempre, escucho la pelinegra.

Milk, ¿Qué te sucede?, decía Gokú intrigado, mientras se acercaba a la pelinegra.

Bien, ya no tengo dudas, quiero ser una sola, vinculémonos, pronuncio la pelinegra; tras esas palabras su cuerpo se vio envuelto en una inmensa energía que hizo que el joven de cabello alborotado detenga sus pasos y la mire sorprendido, mientras a la mente de la joven venían todos sus recuerdos pasados, tantos los alegres como los dolorosos.






Nota:

Aquí les dejo un capítulo más de "Vengadores del otro mundo", espero y el mismo sea de su agrado.

¡Gracias de antemano a cada persona que estén leyendo esta historia¡¡Gracias especiales a aquellas que dejan su voto en cada capítulo de esta historia, ya que un voto para mí es un reconocimiento a lo plasmado¡ y ¡Gracias muy especiales a aquellas personas que se animan a dejarme algún comentario en los capítulos!, sus comentarios los aprecio mucho, pues me permite saber si mi trabajo es de su agrado; además quiero aprovechar para agradecer a las personas que están leyendo mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios en cada una de estás¡

Ahora si me despido, con "Vengadores del otro mundo" será hasta  la próxima semana, si Dios me lo permite con una nueva actualización de la misma o tal vez más de una actualización en la semana.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.

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