Un grupo de jóvenes escuchaban atentamente lo que su maestro les decía, al tiempo que unas imágenes se proyectaban en un pizarrón.

Bueno hasta aquí nos quedamos, continúen con la lectura de la obra en sus casas, que la próxima clase les haré unas preguntas sobre la misma, decía un hombre delgado de lentes, que vestía un traje formal de color azul y camisa blanca, al tiempo que un sonido inundaba el lugar.

Al fin, a la casita, decían algunos jóvenes, mientras otros, se ponían de pie para salir a la velocidad de un rayo del aula.

Señorita Ox, señorita Ox, pronunció el maestro, al notar que solo faltaba uno de sus alumnos abandonar el lugar.

Sí maestro, dijo Milk con calma.

La clase ya concluyo señorita, ya puede retirarse, respondió el hombre.

¡Eh! si, si, dijo la pelinegra, mientras empezaba a guardar sus cosas, al tiempo que pensaba: Esta obra, se parece mucho al cuento que me regalo Bulma hace algunos años, además tiene eventos muy parecidos a los que vengo soñando desde hace algún tiempo, eventos que hasta me hicieron preguntarle a mi padrino si existían seres en otros planetas, como yo los veo en mis sueños.

¿Ya termino de recoger sus cosas señorita Ox?, dijo el maestro, interrumpiendo el pensamiento de la bella joven.

Sí, sí, respondió la pelinegra mientras se ponía de pie, al tiempo que sujetaba sus libros. Maestro, dijo Milk en un determinado momento.

¿Le sucede algo señorita Ox?, respondió el hombre, al ver el rostro confundido de la pelinegra.

Solo quería decirle que ya me iba, dijo Milk, con una dulce sonrisa.

Hasta la próxima clase señorita Ox, yo también me voy retirando, respondió el maestro.

Hasta la próxima clase maestro, que tenga buena tarde, acoto Milk.

¡Gracias hija! ¡gracias! respondió el hombre, al tiempo que salía del aula, mientras la pelinegra salía tras de él. Señorita Ox, la están esperando, acoto el profesor sonriendo, al ver a una peliazul fuera del aula.

¡Buenas tardes! decía una peliazul sonriendo.

¡Bulma!, dijo la pelinegra al ver a la persona que la esperaba fuera de su aula.

Minutos después:

Tras un efusivo saludo, un par de jóvenes caminaban por un pasillo mientras platicaban entre ellas.

¿Irás con nosotros?, ¿verdad?, decía una peliazul.

Mis exámenes ya se terminaron, y la tarea que nos dejó el maestro es para la próxima semana, no tengo pendientes para mañana, por lo tanto, no creo que mis padres se nieguen a darme permiso para salir hoy, respondió Milk sonriendo.

Que bien, iremos a la feria que llego al pueblo, hay juegos muy divertidos, verás que disfrutaras mucho de ellos, y te cansaras tanto que cuando vuelvas a casa caerás dormida cuál bebe, dijo Bulma sonriendo.

Eso espero, respondió Milk con la mayor calma posible.

Sigues con tu problema de insomnio, pensé que ya no lo tenías, respondió Bulma con preocupación.

No es eso, desde hace algún tiempo duermo cual roca, a pesar de esos constantes sueños, decía Milk con cierto temor y nostalgia.

¿Qué sueños?, agrego preocupada Bulma.

Unos muy extraños, y a la vez repetitivos, a veces creo que tanto leer aquel cuento que me diste hace algunos años, ha hecho que mi memoria fantasee en mis sueños con los personajes de esa historia a los cuales yo les he dado vida en mis sueños, dijo Milk con la mayor calma posible, haciendo una pausa para acotar: El soñar con esos personajes a los que no les veo su rostro y yo involucrarme con ellos en mis sueños no es lo que me tensiona, sino algunos eventos más que veo en mis sueños y los cuales ya no son parte del cuento que leí, pero tiene que ver mucho con una obra que hoy nos leyó el maestro "Más allá"

Si, si he leído alguna vez esa obra para una tarea que nos asignó el maestro de literatura, es una obra muy buena, llena de misterio, drama, fantasía, ficción y romance, dijo Bulma suspirando, haciendo una pausa para acotar: Como quisiera que Yamcha sea así como el personaje principal de esa historia, que me ame de manera incondicional, pero como ya sabes él hasta ahora ni siquiera me dice que me ama, solo andamos saliendo y nada más.

De seguro hoy te lo dice, respondió Milk con optimismo.

Eso espero, porque si no lo hace, yo no pienso esperarlo más, dijo Bulma.

¿Qué piensas hacer?, acoto Milk preocupada.

Pues le daré la oportunidad a alguno de mis fans, tengo muchos después de todo, solo que a mi él que me gusta es Yamcha, dijo Bulma.

Bulma, no te precipites, respondió Milk.

Si, tienes razón, mejor pongámonos de acuerdo en los juegos a los que subiremos con los chicos, decía Bulma.

¿Quién más irá a parte de Yamcha por supuesto?, agrego Milk sonriendo.

Pues Dieciocho, su hermano y Krilín, decía la peliazul.

En tanto: "Universo Cero – Planeta Delta"

Un joven de cabello alborotado dejaba caer su cuerpo al suelo tras un arduo entrenamiento con uno de sus amigos.

¿Ya te cansaste Kakaroto?, decía sonriendo un joven cabello de flama, mientras se cruzaba de brazos.

Claro que no, pero creo que ya fue suficiente entrenamiento, respondió Gokú.

Bien, dijo Vegueta, haciendo una pausa para acotar: Mañana iré a Nuevo Vegita, necesito ver cómo va todo por allá, ¿Te gustaría venir conmigo?, Orius vendrá muy temprano para trasladarme.

¿Cuántos días estaríamos allá?, dijo Gokú, con calma, mientras pensaba: Ojalá y sea al menos una semana, así podré verte de manera consecutiva todos los días al menos por más de un día, no como lo vengo haciendo desde que te encontré, cada 2 a 3 semanas.

Estaré 10 días, el Dios Supremo me pidió que apoye a mi hermano en la conformación de un ejército de protección de Nuevo Vegita, ya sabes que nosotros no podemos mostrarnos ante el enemigo hasta que sea el momento oportuno, por ello Nuevo Vegita necesitara de un ejército que luche contra los enemigos si estos llegaran a atacarlos antes de lo previsto, respondió Vegueta.

Claro, dijo Gokú, haciendo una pausa para acotar: No es por menospreciar el poder de nadie, pero por todo lo que nos ha dicho el Supremo, creo que la conformación de ese ejército no servirá de mucho.

Sí, es cierto, pero de igual manera se tiene que conformar Kakaroto, nuestro nuevo planeta no puede ceder tan fácilmente ante el enemigo, cuando llegue el momento, el Supremo me dijo que elegirá a dos de nosotros para apoyarlos en la lucha, respondió Vegueta.

¿Dos?, dijo Gokú incrédulo.

Si, solo dos, él me dijo que luego nos dirá más de ello, lo único que, si me dejo claro que entre esos dos, no estás tú Kakaroto, pues como ya lo sabemos Naturaleza aún no está preparada para asumir nuevamente su misión, agrego Vegueta, haciendo una pausa para acotar: El Supremo me volvió recalcar que pase lo que pase con nuestro planeta ninguno de los que nos seremos designados para apoyar a los nuestros, podremos intervenir, acoto Vegueta.

Bien, iré contigo, y te apoyare en el entrenamiento de los elegidos, dijo Gokú con firmeza.

Perfecto, respondió Vegueta.

Universo 7: "Planeta Tierra"

Para ti, decía un joven de cabello negro hasta los hombros, mientras miraba a una pelinegra, que estaba sentada en una banca.

¡Gracias! respondió Milk, mientras recibía un algodón de azúcar.

¿No te gustaría pasear en otro de los juegos?, acotaba el apuesto joven.

Prefiero descansar un poco todavía, decía Milk.

Bien, entonces descansemos, respondió el apuesto muchacho, mientras tomaba asiento junto a la pelinegra. ¿Crees que ella lo acepte?, dijo de repente el joven.

¿Qué?, respondió Milk sin comprender.

Yamcha se le declara a Bulma hoy, dijo el muchacho.

¿En verdad?, respondió Milk feliz.

Sí en verdad, dijo el apuesto joven sonriendo.

Horas después:

Una adormilada pelinegra se acostaba en su cama, mientras pensaba: Tuve una tarde muy divertida, me paseé en mucho de los juegos mecánicos con mis amigos, además Bulma estuvo muy feliz pues se hizo novia de Yamcha.

La pelinegra empezó a bostezar, mientras giro al lado contrario de su cama, mientras decía en voz baja, al tiempo que cerraba sus ojos: Tengo mucho sueño.

A los pocos minutos la bella jovencita se quedó profundamente dormida.

Nuevo Vegita:

Bueno yo me retiro, en 10 días Sayayin, estoy por aquí, para llevarlos, ¿O crees poder volver con Vegueta, Kakaroto?, dijo Orius con calma, mientras posaba su mirada en el nombrado.

Ello es imposible Dios Orius, tu sabes que desde aquí le es muy difícil a Kakaroto sentir el ki de alguno de nuestros amigos, respondió Vegueta.

¿Es verdad ello Kakaroto?, dijo Orius mirando fijamente a Gokú.

Sí, me es imposible sentir el ki de mi hermano, de mi primo o de alguno de mis amigos desde aquí, acoto el joven de cabello alborotado, con la mayor calma posible.

Vaya, creí que podrías hacerlo, pero me alegra haberme equivocado, respondió Orius sonriendo, haciendo una pausa para agregar; en 10 días estaré de regreso.

Bien, dijeron Vegueta y Gokú a la vez.

Una vez que el Dios del Clima se marchó, Vegueta miro a su amigo y le dijo: Iré a ver a Tarble.

Bien, te espero en el jardín del castillo, dijo Gokú mientras pensaba: Aprovechare para ir a verte, allá ya debe ser noche.

Planeta Tierra:

Una bella pelinegra, la cual tenía su cuerpo rodeado por un aura resplandeciente que iluminaba el lugar por donde pasaba, caminaba por un inmenso bosque hasta el lugar donde estaba un gigantesco árbol, al llegar al mismo detuvo sus pasos y empezó a recorrer con su mirada cada espacio que la rodeaba, tras algunos segundos, tomo asiento en el pasto, recostó su espalda en el tronco del gigantesco árbol y cerro sus ojos, para entrar en meditación.

A los pocos minutos que la pelinegra llego al lugar, apareció a algunos metros de este, un apuesto jovencito de cabello alborotado, quién al ver a la pelinegra con los ojos cerrados, tuvo el impulso de ir hacia ella, pero a su mente vinieron unas palabras, que hicieron que detenga su avance.

No es el momento, ten paciencia.

El apuesto joven entonces decidió caminar con sigilo hacia uno de los árboles que había en el lugar, y desde el cual él podía seguir viendo a su amada.

Milk, mi angelito bello, pronunció Gokú en voz baja mientras suspiraba observándola.

Luego de algunos minutos, la pelinegra abrió sus ojos mientras llevaba sus manos a la altura de su corazón, al tiempo que dirigía su mirada al lugar donde estaba oculto el apuesto joven de cabello alborotado, al tiempo que empezaba a desvanecerse, Gokú al sentir que el ki de su amada se desvanecía decidió volver a Nuevo Vegita para no levantar las sospechas de su amigo.

Minutos después: "Habitación de Milk"

Hasta pronto amor, decía entre sueños la pelinegra, mientras en su rostro se plasmaba una bella sonrisa.

Nuevo Vegita:

¿Dónde has estado Kakaroto?, si fueras Túrles pensaría que anduviste por allí entretenido con alguna de nuestras féminas, pero yo sé perfectamente que tú no eres así, decía Vegueta.

Así es, no soy como él, solo fui a caminar por el bosque, quería ver que tanto ha crecido el nuevo Árbol Sagrado, respondió Gokú.

¿Y cómo lo viste?, ¿Ya está tan grande como estaba en Vegita?, dijo Vegueta.

No, aún le falta mucho para llegar a su tamaño original, respondió Gokú con calma.

Sí, eso mismo creo yo, dijo Vegueta, haciendo una pausa para acotar: Bueno vamos a nuestras habitaciones, que mañana tendremos un arduo día de trabajo.

Sí, acoto Gokú, al tiempo que pensaba: Dulces sueños mi angelito bello, ojalá y alguno de estos días pueda quedarme más tiempo para poder acompañarte hasta el lugar donde vives y velar tus sueños.