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Capítulo 21: "Una inesperada propuesta: La decisión"

Un par de hombres que estaban envueltos por una luz destellante observaban a distancia a un apuesto joven de cabello alborotado, que se encontraba sentado sobre una roca, con la mirada nostálgica fija en el cielo.

El príncipe Vegueta me ha comentado que las únicas horas que no las pasa así es cuando entrena con ellos, decía uno de los hombres.

El poder que tiene es sorprendente, sin duda este muchacho podría haberme superado, decía el otro hombre sonriendo.

Como dice eso supremo, usted es el Dios máximo, su poder es incomparable, respondía Orius.

Orius, me parece muy noble de tu parte haberlo ayudado a salvarse de la explosión de Vegita, a pesar de lo que descubriste, decía el Supremo.

Lo hice por Naturaleza, ella no hubiera querido que le pase nada a él, respondió Orius.

Bueno, hazle mi propuesta, dijo el hombre mayor.

¿Está seguro?, respondió Orius.

Sí, propónsela, el universo necesitará de un guerrero como él en un futuro, por ello mi deber es apoyarlo a que siga desarrollando su poder, y tú también nos apoyarás en ello, dijo el Supremo.

Como diga, respondió Orius.

Bueno, los estaré esperando, dijo el Dios Supremo antes de desaparecer del lugar.

En tanto:

En una pequeña habitación llena de pantallas, cinco jóvenes se encontraban digitando algo en un teclado, mientras platicaban entre ellos.

Entonces eso te dijo el Dios del Clima, decía Raditz, mientras digitaba algo en su teclado.

Sí, respondió un joven cabello de flama, que tenía fija su mirada en una pantalla, mientras continuaba diciendo: Ojalá y Kakaroto considere la propuesta, sería beneficioso no solo para él sino para todos.

Cierto, dijeron a la vez los jóvenes presentes en el lugar.

Vegueta, ¿y qué sabes de la reconstrucción de Vegita?, agregó Broly.

Por ahora ello no podrá darse, al menos no en nuestro universo, ya que no hay más planetas sin población que podamos habitar, al menos eso es lo que me dijeron, por ello Orius me sugirió que buscáramos entre los planetas del universo 12 alguno que tenga nuestra misma geografía y atmosfera, además ese universo es el que está más cercanos del lugar donde estamos, decía Vegueta.

Claro, ahora comprendo, por qué nos pediste que te apoyáramos realizando la investigación de planetas con la misma atmosfera y geografía del que fue nuestro planeta, respondía Nappa.

Observa la información que te mandé Vegueta, encontré un planeta similar al nuestro, pero no está ubicado en el universo 12, pronunció Broly.

Voy a verlo, dijo Vegueta.

¿En qué universo está ubicado?, acotaba Túrles con curiosidad.

En el 9, dijo Broly, haciendo una pausa para acotar: Pero hay un pequeño detalle.

¿Cuál?, agregaron los jóvenes presentes.

Este universo está siendo constantemente atacado desde hace algunos meses por seres de otro universo, que se quieren aprovechar de cuanto planeta puedan en las galaxias que conforman este universo, dijo Broly.

Esos seres podrían estar relacionado con el infeliz que ha estado causando dolor y destrucción en nuestro universo, respondió Raditz.

Cierto, como no lo pensé antes, pronunció en voz alta Vegueta.

¿Qué sucede Vegueta?, dijo Nappa.

Ese infeliz debe ser el causante de todo el dolor que hemos pasado, ese infeliz del que ni siquiera sabemos su nombre debe estar tras la muerte de Naturaleza y la destrucción de Vegita, nadie más que ese desgraciado odiaba tanto a Kakaroto, porque estaba poniéndole traba a sus planes de apoderamiento de nuestro universo, respondió Vegueta.

Cierto, dijeron los jóvenes a la vez.

En un descampado:

Orius se acercaba a Gokú, que seguía con la mirada fija al cielo, sumergido en sus pensamientos.

Milk, mi angelito bello, aún no puedo acostumbrarme a tu ausencia, aún no puedo, para poder seguir viviendo me aferro a los recuerdos que tengo junto a ti, aunque despertar de esos recuerdos es mucho más doloroso, pensaba el apuesto joven, cuando de repente sintió unos pasos tras de él.

Orius, pronunció Gokú, aún sin girar al ver a la persona que estaba tras de él.

Sí, soy yo, dijo el Dios, haciendo una pausa para acotar: Sin duda eres sorprendente, notas mi presencia solo por mi ki.

¿Qué necesita?, respondió Gokú, sin girar a verlo, ni darle importancia al comentario del Dios.

Vengo hacerte una propuesta, agrego Orius.

Una propuesta, dijo extrañado Gokú, mientras se ponía de pie.

Sí, ¿no te gustaría hacerte más fuerte aún?, acotó Orius, mientras el joven de cabello alborotado giraba para quedar frente a él.

¿Qué?, más fuerte, dijo Gokú intrigado.

El supremo ha visto un potencial sobrenatural en ti, y quiere enseñarte algunas técnicas que fortalecerán aún más tu potencial de guerrero y que en un futuro te serán de muy beneficiosas para ti y para todos, a cambio de sus enseñanzas él solo te pide compromiso, respondió Orius.

¿Compromiso?, agregó confundido Gokú.

No solo recibirás entrenamiento del supremo, yo también te enseñare mis técnicas, queremos hacer de ti el guerrero más fuerte del universo, reúnes las condiciones para ello, el supremo ya te explicará más sobre la razón de su propuesta, eso sí para que puedas convertirte en el guerrero más fuerte del universo necesitas alejar de ti todo tipo de pensamiento que distraiga tu mente, tienes que tener la mente en blanco, por ello mencione la palabra compromiso, tú sigues pensando en Naturaleza, y ello no te deja avanzar, tú debes aceptar ya su muerte, dijo con firmeza Orius.

No puedo hacerlo, yo nunca dejare de pensar en ella, respondió Gokú con firmeza.

No te estoy pidiendo que la olvides, el tiempo te ayudara a asimilar su muerte, y a seguir de verdad adelante, bueno, es todo lo que quería decirte, te doy un día para que lo pienses, mañana volveré por la respuesta y si esta es positiva, mañana mismo te llevo con el supremo, dijo Orius antes de desaparecer el lugar.

El guerrero más fuerte del universo, pensó Gokú, mientras un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

Un par de jóvenes pelinegros estaban sentados junto a una laguna platicando, mientras miraban las cristalinas aguas de la misma.

El guerrero más fuerte del universo, decía Gokú.

Sí, tienes un poder increíble, y eres el único de todos los Sayayin que ha alcanzado la fase 4 de transformación, ¿no?, respondía con dulzura la pelinegra.

Si, Vegueta aún no la logra, pero estoy seguro que lo hará, él también es muy fuerte, decía Gokú con calidez.

Pues si lo logra sería fantástico, pues el Sayayin fase 4 es la transformación más poderosa de nuestra raza, respondía Milk, haciendo una pausa para acotar: Si no hubiera sido una diosa sino una Sayayin guerrera como ustedes me hubiera esforzado por llegar hasta esa transformación, respondía Milk con dulzura.

De seguro lo hubieras conseguido y te hubieras visto muy linda, decía Gokú, mientras tomaba la mano de la joven diosa, entre unas ramas.

La pelinegra posó su mirada en él apuesto guerrero y le regalo una cálida sonrisa, al tiempo que entrelazaba sus dedos con los de él.

Mi guerrero más fuerte del universo, dijo Milk en voz baja, solo para que su apuesto guardián lo escuche.

Gokú sonrió ante las palabras de la joven diosa, y luego poso su mirada en las aguas de la laguna.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Nunca te olvidaré mi angelito bello, nunca, tú serás mi único amor siempre, pensó Gokú, mientras el rostro de su amada venía a su mente.

Horas después:

Un grupo de jóvenes consumían unos alimentos en una mesa mientras platicaban entre ellos.

¿Te pasa algo Kakaroto?, pregunto Vegueta al ver el rostro pensativo de su amigo.

¿Qué?, respondió el apuesto joven un tanto aturdido.

Te noto distraído, aunque no es la primera vez que te noto así, desde que estamos en este planeta, pero a la vez la expresión de tu rostro...., decía Vegueta.

El Supremo quiere que vaya a su planeta, respondió Gokú.

Ya hablo contigo el Dios del Clima, acoto el joven cabello de flama con calma.

¿Tú ya sabías de la propuesta del supremo?, dijo Gokú.

Así es, el dios Orius me lo comento, y yo pues les platique de la misma a nuestros amigos, respondió Vegueta.

¿Y qué piensan de ello?, dijo Gokú.

Que es una gran propuesta y más considerando que recibirás entrenamiento del Supremo, respondió Túrles.

Sí, yo pienso lo mismo, decía Broly.

Hermano, mientras tú mejoras tus técnicas junto al Dios Supremo y Orius, nosotros durante ese tiempo nos encargáremos de encontrar el nuevo planeta que será nuestro hogar, respondía Raditz.

Así es Kakaroto, decía Nappa.

Kakaroto, ve con el Dios Supremo y convierte en el guerrero más fuerte del universo, solo así podremos vengarnos del infeliz que destruyo a Vegita y termino con la vida de nuestros seres queridos, acoto Vegueta.

Si, tienes razón, decía Gokú.

Tenemos que hacer justicia Kakaroto, nosotros por nuestra parte seguiremos entrenando para hacer también más fuertes, pero a su vez empezaremos con la búsqueda de ese infeliz, respondió Vegueta con firmeza, haciendo una pausa para acotar: Y cuando lo encontremos....

Pagará por todo el dolor que nos ha causado, agregó Broly.

Así es, dijo Vegueta.

Bien, aceptaré la propuesta de Orius, respondió Gokú.

¿De qué propuesta hablan?, decía una joven mientras se acercaba a la mesa.

Kakaroto recibirá un entrenamiento especial en el Planeta Sagrado, respondió Vegueta con calma.

¿Qué?, ¿te entrenará el supremo?, decía Caulifa sorprendida.

Sí, respondió Gokú, con calma.

¿Y cuánto tiempo estarás en su planeta recibiendo entrenamiento?, dijo Caulifa con preocupación.

No lo sé, eso no me dijo el Dios del Clima, respondió Gokú.

De hecho, serán meses, muchos meses, dijo Raditz con calma.

No puede ser, cuando pensé que tendría oportunidad para conquistarlo, le sale esa propuesta, pensaba Caulifa, mientras en su rostro se plasmaba un gesto de decepción.

El que Kakaroto se haga más fuerte nos beneficia a todos Caulifa, pues luego él compartirá todo lo aprendido con nosotros, decía Nappa.

Así es, respondió Vegueta, haciendo una pausa para acotar: Nosotros por nuestro lado seguiremos también entrenando, y tu Caulifa si en verdad tienes interés en ser una guerrera, te pido que entrenes cada día más, solo así teniendo más guerreros entre nosotros podremos vengar a nuestro planeta.

Claro, comprendo, yo entrenare muy duro, y cuando regreses Kakaroto te mostrare cuanto he mejorado, pronunció la joven.

Que así sea, dijo Gokú con calma.

Al día siguiente:

Un joven de cabello alborotado le informaba de su decisión al Dios del Clima, quién recibió la misma con una amplia sonrisa en su rostro.

Bien, entonces vámonos, dijo Orius.

¿Ahora?, respondió confundido Gokú.

Sí, ahora, dijo Orius.

Pero...., respondió Gokú.

No podemos perder tiempo, tienes mucho que aprender, creo que un año será muy poco si quieres convertirte en el mejor guerrero del universo, tal vez te tengas que quedar por algunos años más...., decía Orius, al tiempo que un grupo de jóvenes llegaban al lugar.

¿Ya te vas Kakaroto?, dijo Raditz.

Sí, respondió el nombrado.

Bien, aprende mucho hermano, dijo Raditz.

Si Kakaroto, y no olvides nuestra promesa, cuando vuelvas nos encargaremos de cumplirla, respondió Vegueta.

Sí, dijo Gokú.

Bien, coloca tu mano en mi espalda, respondió Orius.

Sí, dijo Gokú.

Bueno, hasta otra oportunidad, acoto Orius, antes de desaparecer, al tiempo que los jóvenes decían: Hasta pronto Kakaroto.

Hasta pronto, dijo Gokú, haciendo una pausa para acotar: ¿Cómo lo haces?

¿Qué?, respondió Orius.

Lo qué acabas de hacer, dijo Gokú.

A es una técnica, se llama tele transportación, respondió Orius.

¿Me la enseñarás?, dijo Gokú.

Por supuesto, esta y otras técnicas, respondió Orius, sacándole una ligera sonrisa en su rostro al apuesto jovencito.

¡Gracias! dijo Gokú, haciendo una pausa para acotar: ¿No llego a saber quién estuvo tras todo lo que paso aquel día?

No Kakaroto, pero como ya lo sabes Vegueta se está encargando de averiguarlo, aunque no será nada fácil, estoy seguro que él encontrará al responsable y para ello tú ya estarás preparado para hacer justicia en nombre de tu planeta, solo te pido paciencia y compromiso, no pienses en nada, solo en sacar tu máximo potencial, solo así podrás hacer justicia, y así evitar cualquier futura desgracia, respondió Orius.

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