Un par de pelinegros estaban dentro de la corteza de un gigantesco árbol que era la casa de uno de ellos abrazados, tras haberse dado un dulce beso.

¿Qué sucede?, decía una pelinegra, al sentir la base de la corteza temblar.

No comprendo que pasa, mi niña, respondía Gokú apegándola a él.

El suelo tiembla, decía Milk.

Sí, es cierto,...., voy a ver que está sucediendo, respondió intrigado Gokú.

Voy contigo, dijo la jovencita, tomando la mano de su amado, para que juntos salieran de la corteza del árbol, pero al hacerlo, se encontraron con un furioso hombre que los miraba a ambos con rabia.

O...rius..., decía sorprendida la pelinegra, mientras se soltaba del agarre de su amado, sin notar que tras de unas ramas, un grupo de hombres observaban la escena.

Por este mugroso simio me despreciabas, decía furioso Orius, que vestía un traje largo muy colorido, y estaba irradiado de luz.

No puedes obligarme a amarte, respondió la pelinegra con calma y a la vez firmeza.

No, no puedo, ello es cierto, como cierto también es que tú no puedes amar a alguien sino es un Dios, decía el hombre furioso.

Lo sé, pero no pude evitarlo, perdóneme, respondía la pelinegra cayendo al piso de rodillas, mientras el apuesto joven de cabello alborotado largo poso su mirada en el Dios.

Como puede ser tan cruel, porque le niegan el derecho a amar, no le hacemos daño a nadie con nuestro amor, decía Gokú, mientras se ponía al nivel de su amada para abrazarla.

Le hacen daño a su gente, Naturaleza es una Diosa, fue enviada a este planeta para cuidar de su vegetación y dotarlo de energía, no a enamorarse de un simio como tú, los dioses solo nos unimos con Dioses para gobernar juntos, ella la Naturaleza y yo del Clima, nuestro destino era unirnos, y tú, y tú maldito simio lo has arruinado, y también has arruinado a tú raza, ¿sabes que esta falta se paga con la muerte?, y al morir Naturaleza, toda tú gente muere, pues se quedaran sin su fuente de vida y como consecuencia Vegita explotará, respondió el Dios furioso.

¿Mi gente, mi planeta?, decía Gokú consternado, mientras se ponía de pie con la pelinegra.

Si tu gente, tu planeta, tú serás el único causante de lo que tantos guerreros de otros planetas desean, destruir a tu raza y tu planeta, respondía el Dios.

No, no lo hagas ¡por favor¡ ¡no lo hagas¡ no volveremos a vernos, lo prometo, pero no destruyas Vegita.......decía Milk, en tono suplicante, al tiempo que un hombre que estaba tras un árbol, le decía a otros que estaban tras de él: Es el momento, están distraídos, ya saben que hay que hacer.

La diosa, dijo uno de los soldados.

Sí, ella, luego acabaremos con los demás, respondió el comandante del grupo, con una media sonrisa de lado.

Bien mi comandante, decían en voz baja los hombres, mientras se acercaban con cautela más al lugar donde estaban los dioses y el guardián discutiendo.

Sí, no acabe con la vida de Milk, ni con la mía, prometo no volver a acercarme a ella, lo prometo, decía Gokú con nostalgia, sin percatarse que alguien apuntaba con un arma letal al cuerpo de su amada.

¿Y crees que yo creeré que los dos harán eso?, respondía el Dios, al tiempo un rayo, que nadie vio de donde salió, paso rozando el cuerpo de Kakaroto y termino impactando en el cuerpo de la pelinegra haciéndola caer al piso, bajo la mirada consternada del Dios y de un herido Kakaroto.

¡Gokú,....mi.....amor¡ dijo con voz temblorosa la pelinegra mientras estaba ensangrentada en el piso, al tiempo que los hombres causantes de su herida mortal caminaron presurosos hacia el lugar donde habían dejado su nave.

¡Milk¡ ¡Milkkkkkkk¡ grito desesperado Gokú, mientras la tomaba en sus brazos a pesar de estar herido, haciendo una pausa mientras decía con todas sus fuerzas a pesar del dolor que sentía en su corazón: ¿Quién fue?, ¿Quién demonios fue?, ¿Quién fue el cobarde?

El Dios busco con su mirada por todo el lugar mientras el suelo temblaba más, pero no hayo a nadie.

Milk, Milk, Milk, decía desesperado Gokú, empezando a sollozar sobre el cuerpo de su amada, mientras el Dios los miraba con nostalgia, al tiempo que los malvados guerreros subían a una nave.

Te amare..... siempre, dijo la pelinegra con las últimas fuerzas que le quedaban, tras mirar con nostalgia a su amado, luego de ello cerro sus ojos.

Milkkkkkkkkkkkkkkkkkk, noooooooooooooooooooooooooooooooo, grito desesperado Gokú, mientras de sus ojos salían gruesas lágrimas de dolor.

¿Qué sucede?, todo está temblando, decía uno de los malvados guerreros que estaban dentro de una nave.

Creo que la chiquilla acaba de morir, con la muerte de esa chiquilla, este planeta se destruirá, respondía otro de los malvados guerreros.

Sí, ella es la fuente de energía de este planeta, acotaba el otro.

Larguémonos de aquí, antes de que el planeta explote, decía otro de los hombres.

El jefe se pondrá feliz, logramos destruir el planeta de los simios, con todos ellos dentro, con Kakaroto dentro, ahora no hay rival para nuestro jefe superior, acotaba el comandante del grupo, al tiempo que la nave despegaba.

Entonces hice un buen trabajo, decía el soldado causante de la muerte de Naturaleza.

Excelentísimo trabajo, el jefe superior te premiara por ello, eso si no olvides que el plan fue mío, respondió el hombre.

Claro que no jefecito, decía el soldado.

Castillo:

¿Qué demonios está pasando?, decía el rey, mientras veía a las paredes del castillo resquebrajarse al igual que el suelo.

Si sigue temblando así Vegita podría destruirse, respondía Bardock que estaba junto a su esposa e hijo mayor.

¿Por qué esta temblando así hermano?, decía Table, mirando a su hermano mayor.

No lo sé, respondió Vegueta, mientras pensaba: Este no es un simple movimiento telúrico, esto es algo causado por algún Dios.

Hay que abandonar el castillo majestad, decía Paragus al ver caerse una de las paredes del castillo.

Pero, dijeron Túrles, Broly y Nappa, viendo a su gente, que corrían desesperadas hacia la salida del castillo, pereciendo algunas en su intento de escape pues las paredes les caían sobre sus cuerpos.

Kakaroto, decía Gine.

Mujer, busquemos un lugar más seguro, mientras el rey nos da alguna orden, respondía Bardock.

Sí, respondió Gine.

Todos a la nave Supervivencia, y ustedes comando especial, vayan por las naves de evacuación, dijo a los pocos segundos el rey con todas sus fuerzas.

Sí, respondió Vegueta, mientras posaba su mirada en sus amigos que solo asintieron.

Mientras ello pasaba en el castillo, el pueblo lo que se vivía era terrible, muchas casas ya se habían venido abajo, pereciendo bajo ellas muchas familias.

¿Qué está sucediendo Caulifa?, decía con voz temerosa, una joven de coleta alta, mientras veía el suelo abrirse y salir una especie de fuego del mismo.

No lo sé, solo sé que tenemos que salir de este lugar, e ir lo más rápido que podamos al castillo, respondía Caulifa, tomando de la mano a su hermana para emprender vuelo con ella.

En tanto: "Bosque Sagrado"

No hay tiempo que perder, este planeta se va destruir, tenemos que salir de él, decía Orius.

No me importa, ya nada me importa, respondía Gokú mientras sollozaba sobre el cuerpo de su amada.

¿Y tú gente?, dijo el Dios.

Ayúdelos a salir de aquí, ¡por favor¡ ayúdelos a salir, pero a mi déjeme aquí con mi angelito, decía Gokú mientras abrazaba el cuerpo inerte de su amada, al tiempo que derramaba gruesas lágrimas de dolor.

Castillo:

A pesar de que el suelo temblaba y se agrietaba, causando la muerte de algunos pobladores, el comando especial cumplía con la orden que el rey de su planeta había dado.

Su majestad suba, decía un hombre.

No, primero mi gente, salven a mi gente, decía el rey, mirando a algunos pobladores que aún esperaban con angustia algún cupo para abordar las naves.

Pero padre, decía un jovencito de cabello de flama.

No hijo, primero ustedes, yo seré el último en subir, decía el rey.

Yo me quedo contigo, dijo la reina.

Y nosotros, dijeron Bardock, y los miembros de su corte y comandantes más fieles, junto a sus esposas.

Pero padres, decían unos jóvenes.

Ustedes suban, no sabemos que es lo que está pasando, solo sabemos que no podemos dejar pasar más tiempo, dijo el rey con firmeza.

Kakaroto, ¿Dónde estás?, pensaba Vegueta mientras caminaba con nostalgia hacia la nave donde ya estaba su hermano, y que él iba a pilotear.

Tras haber copado la capacidad de tripulantes, las naves empezaban a despegar, bajo la mirada del rey.

Padre, madre, decía Vegueta, mientras encendía su nave.

A los pocos segundos, la última nave partió dejando a los reyes, y a sus subordinados más fieles junto a ellos.

Adiós, ustedes serán la esperanza del universo, pensó el rey tras ver partir la última nave.

¿Qué puede haber pasado?, decía Bardock, mirando al rey.

¿No lo sospechas?, respondió el rey.

Sí, lo lamento, dijo el Bardock bajando la mirada.

No te disculpes, la profecía en algún momento tenía que cumplirse, no te sientas culpable, aquí nadie es culpable, respondió el rey.

Entonces, mi Kakaroto, decía Gine, mientras llevaba sus manos a su rostro para acallar su llanto.

Naturaleza ha muerto, y Kakaroto solo está pagando las consecuencias de sus actos, respondió el rey con nostalgia, haciendo una pausa para acotar: Perdóname Bardock por elegir a tu hijo, jamás imagine que él podría desafiar las normas.

Mi nieto lo hizo por amor, decía un anciano.

Padre, agrego Bardock.

No me van a decir que no notaban el amor que él sentía por Naturaleza, dijo el anciano, haciendo una pausa para acotar: Nosotros no somos nadie para juzgarlos, nosotros ya vivimos mucho, al menos yo, he vivido mucho, si tengo que morir como consecuencia de que mi nieto incumpliera una norma por amor, acepto ello, y me voy feliz, pues sé que mi nieto, también pudo conocer el verdadero amor, como yo lo hice alguna vez, a diferencia de muchos de nuestra raza que desconocen de este sentimiento.

Bosque:

El Dios del Clima, envolvía con un aura al joven de cabello alborotado, y mirada vacía, que ya tenía su cabello corto y sostenía en sus brazos el cuerpo de su amada.

Vámonos de aquí, no puedo hacer más por ti, ni por ella, dijo el Dios, desapareciendo del lugar segundos antes de que el planeta Vegita explotara.

Tiempo después:

Los habitantes que habían sido sacados del planeta Vegita miraban con nostalgia desde unas naves sus planetas destruirse.

¿Quién pudo ser?, mis padres, decía Broly con voz quebrada.

Quién haya ocasionado esto, lo pagará, acotaba con rabia Raditz, mientras pensaba: Mis padres, mi hermano, mi abuelo.

Mi rastreador detecta unos kid muy poderosos, muy distintos a los nuestros, dijo Nappa.

Mis padres, el señor Bardock, la señora Gine, el abuelo Gohan, Kakaroto y Naturaleza, los comandantes leales de mi padre y parte de mi gente, han muerto, pensaba un devastado Vegueta mientras empuñaba sus manos, al tiempo que veía a su hermano sollozar.

Todos los Sayayin que estaban en las naves estaban conmocionados, nadie noto, menos sintió el momento en que las naves en las que estaban eran envueltas por un aura y llevados hacia otro lugar.

A los pocos minutos, las naves aterrizaban mientras los tripulantes de las mismas se miraban intrigados.

¿Qué ha pasado?, decían unos.

No lo sé, acotaban otros Sayayin, mientras las puertas de sus naves se abrían automáticamente.

¿Dónde estamos?, decían algunos de los habitantes del planeta Sayayin, mientras veían las puertas de sus naves abrirse para que estos bajaran.

Solo sé que no estamos en el espacio, dijo uno de los guerreros.

Ese no es Kakaroto, agregó Túrles, al ver a su primo con el rostro entristecido y marcado por las lágrimas, acunar en sus brazos a una pelinegra.

Sí, es él, acoto un aún aturdido Vegueta, mientras miraba la escena.

Pero que le paso a Naturaleza, no parece estar solo dormida, además el rostro de Kakaroto..., decía Broly mirando extrañado al apuesto joven.

Tiene marcas de lágrimas, como si hubiera sollozado mucho, acotaba confundido Nappa.

¿Qué ha sucedido?, decía con voz nostálgica Raditz.

Ella ha muerto, escucharon los pobladores, quedando atónitos ante las palabras pronunciadas.

Nota:

Aquí les dejo un capítulo más de "Vengadores del otro mundo", un capítulo lleno de muchos sentimientos, que a mi en lo particular me conmovió al escribirlo, espero causar el mismo efecto en ustedes mis queridos lectores (as) y seguidores. Se que este capitulo es muy doloroso, pero la trama de esta historia que la tengo bosquejada en mi mente es así, espero su comprensión y que no se molesten por  haber  hecho que Milk fallezca en esta etapa de la historia, pero todo tiene un objetivo y quienes han leído los one shot que he escrito basados en esta historia  saben a lo que me refiero.

¡Gracias de antemano a cada persona que estén leyendo esta historia¡¡Gracias especiales a aquellas que dejan su voto en cada capítulo de esta historia, ya que un voto para mí es un reconocimiento a lo plasmado¡ y ¡Gracias muy especiales a aquellas personas que se animan a dejarme algún comentario en los capítulos!, sus comentarios los aprecio mucho, pues me permite saber si mi trabajo es de su agrado; además quiero aprovechar para agradecer a las personas que están leyendo mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios en cada una de estás¡

Ahora si me despido, con "Vengadores del otro mundo" será hasta el día viernes de la presente semana, si Dios me lo permite con una nueva actualización de la misma.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.