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Capítulo 17: "Una sospecha que se convierte en realidad: Rabia"

Un joven de cabello de flama tras ver descender en el jardín del castillo a un joven de cabello alborotado se acercó a este.

Aunque ya se está terminando el día, ¡Feliz día de tu nacimiento! decía Vegueta.

¡Gracias amigo! respondió Gokú.

¿Por qué llegas tan tarde?, todos se cansaron de esperar tu llegada, incluso tus padres, Nappa, Broly Túrles se acabaron todo el banquete preparado por tu madre, y Raditz estaba muy preocupado por ti, tanto que hasta el hambre se le quito al igual que a mí, ¿acaso tuviste algún percance?, ¿algún enemigo te busco para enfrentarte?, decía Vegueta.

No, claro que no Vegueta, respondió Gokú.

¿Entonces por qué demoraste en llegar?, Caulifa anduvo diciendo que te vio por el pueblo con una fémina, dijo Vegueta.

Eso no es cierto, debió confundirme con Túrles, yo todo el día me la pase junto a Naturaleza, acompañándola en sus funciones, respondió Gokú con calma.

Bien te creeré, pero dime, ¿por qué demoraste tanto en venir?, dijo Vegueta.

El Dios del Clima vino a visitar a Naturaleza, y se quedó hasta estas horas, como comprenderás no podía dejarla sola con él, respondió Gokú con calma.

El Dios del Clima anda interesado en Naturaleza, dijo Vegueta, haciendo que el joven de cabello alborotado sintiera molestia.

Sí, creo que sí, acoto el apuesto joven de cabello alborotado.

Bueno, en fin, te perdiste de un gran banquete, de igual manera el motivo por el que estoy aquí, es porque el día de mañana es un día especial, dijo Vegueta.

¿Un día especial?, respondió Gokú.

Sí, mañana se cumplen 100 años desde que Voltius fue concedido a nuestro planeta, por ello habrá una ceremonia especial de "Energización", Naturaleza sabe de ello, ¿no te lo dijo?, acoto el príncipe Sayayin.

No, dijo Gokú.

En fin, ella sabe de ello, acoto Vegueta.

Tengo que ir por ella muy temprano entonces, ¿verdad?, decía Gokú, interrumpiendo a su amigo.

No Kakaroto la ceremonia se llevará a cabo en el Bosque Sagrado, con la presencia de mis padres, mi hermano, y algunos Dioses, incluso el supremo estará, pues esta vez la ceremonia será distintas a las anteriores, incluso nosotros llevaremos un traje especial,...., respondía Vegueta mientras el joven de cabello alborotado lo escuchaba con atención.

En tanto:

Un hombre de elegante traje caminaba de un lado a otro en una habitación, mientras pensaba: Hay muchas cosas que no coinciden con lo que el simio y Naturaleza me dijeron, yo estoy seguro que ese par me están ocultando algo y no solo a mí, sino a todos, solo espero y no sea lo que estoy imaginando, porque no sé de qué sería capaz, si lo que pienso es real.

El pensamiento del Dios, fue interrumpido por el sonido de una puerta.

Adelante, dijo Orius.

El supremo le manda decir que mañana a primera hora tiene que ir a Vegita, respondía el hombre.

¿A Vegita?, respondió Orius sonriendo.

Sí, mi señor, habrá una ceremonia especial de energización a Voltius,...., acotaba el hombre.

Al día siguiente:

Ya llegamos a este mugroso planeta de simios, decía Cold.

Mi señor, permítame demostrarle que junto a mi ejercito podemos acabar con ese simio que responde al nombre de Kakaroto, respondía un hombre de uniforme.

¿En verdad crees ser capaz de ello?, dijo Cold.

Por supuesto que sí, solo deme la oportunidad, es más tengo un buen plan, he estado averiguando muchas cosas sobre ese simio y la Diosa que protege y que parece ser la fuente de su poder, y llegue a una conclusión, respondía el hombre.

¿Cuál?, dijo con firmeza Colt.

Si no se puede acabar con él, hay que acabar con la Diosa, respondió el hombre, haciendo que en el rostro de Cold se plasmara una amplia sonrisa.

Minutos después:

Bien, me has convencido, ve tú en mi lugar, pero si fallas,...., decía Cold.

No fallare mi señor, no fallare, ya lo verá, respondió el hombre con firmeza.

Castillo:

Un grupo de apuestos muchachos se miraban entre sí, mientras esperaban la llegada de sus reyes y algunos comandantes de su ejército.

Ya están allí, decía Broly.

Sí, es cierto, acoto Nappa.

Hora de partir, decía Vegueta mirando a sus amigos.

Sí, dijeron los jóvenes.

Tiempo después: "Bosque Sagrado"

Un grupo personas, miraban a una bella jovencita pelinegra que llevaba su cabello suelto, vestía un traje largo color blanco, y estaba descalza, envuelta por un haz de luz, mientras colocaba sus manos sobre un pequeño arbolito, que conforme pasaban los segundos cobraba un brillo especial.

Mi angelito bello, pensaba un apuesto jovencito de cabello alborotado, mientras la miraba embelesado junto a un grupo de jóvenes que al igual que él, llevaban unas armaduras plateadas y traje azul.

Kakaroto, Kakaroto, decía un joven cabello de flama que estaba junto a él.

¡Eh¡ si, su majestad, respondió el apuesto joven de cabello alborotado, girando su rostro ante el llamado.

¡Kakaroto¡ dijo el joven cabello de flama con reproche.

Si amigo, se corrigió el apuesto jovencito de cabello alborotado, haciendo una pausa para decir: Disculpa, es que estamos con los superiores, respondió el atractivo joven de cabello alborotado, mientras dirigía su mirada a los reyes de su planeta.

Están bien lejos de nosotros, no escucharan como me digas, en fin, La Diosa de la Naturaleza ya termino, ve por Voltius, dijo un joven de cabello de flama con calma.

Sí, claro, decía Kakaroto, al tiempo que, tras un árbol, un hombre de mirada fría y traje largo lo miraba.

Si hoy confirmo que por ese infeliz mono que me rechazas, ambos morirán, pensaba el hombre, mientras miraba al apuesto guerrero de cabello alborotado acercarse a la pelinegra para tomar el pequeño arbolito que minutos antes la jovencita había estado llenando de energía, al tiempo que parecía decirle algo que la ponía feliz, pues la pelinegra le sonrió de manera dulce.

Nos vemos más tarde, dijo el joven de cabello alborotado antes de retirarse, al tiempo que la bella jovencita asentía.

Pero el hombre de traje largo, no era el único que estaba en el lugar siguiendo cada paso que daba Kakaroto y la joven diosa.

Sí, la eliminamos a ella, podremos acabar con él, decía un hombre bajito.

Si, escuche que esa bella joven es la fuente de energía de este planeta y de ese infeliz simio, acotaba otro.

Sí, yo también escuche lo mismo, decía un tercer hombre.

¿En verdad mi comandante?, respondían los otros dos hombres.

Sí, por ello el plan será el siguiente, presten atención, agrego el hombre.

En tanto:

Naturaleza, decía Orius, mientras se acercaba a la joven Diosa.

Buen día Orius, respondió Milk.

Te ves muy bella con ese vestido, decía Orius.

¡Gracias! respondió un tanto incomoda Milk.

Naturaleza, hace algún tiempo hable con el supremo acerca de mi interés por ti, decía Orius.

¡Discúlpeme Orius! pero ya alguna vez le dije que usted para mí, solo es un amigo, respondió Milk con calma.

Pero tú para mí eres más que ello Naturaleza, decía Orius.

¡Discúlpame! Me siento agotada, necesito descansar, acoto la pelinegra, al tiempo que se alejaba del molesto Dios, bajo la mirada de un apuesto grupo de jóvenes.

La pelinegra camino hacia el árbol que le servía de morada, luego de algunos segundos entro al mismo al tiempo que Vegueta decía: Vamos al castillo, Kakaroto, tienes que dejar a Voltius en su morada.

Sí, dijo el nombrado, al tiempo que se elevaba en el aire, mientras pensaba: Ya regreso mi amor.

El grupo de jovencitos uniformados partieron del lugar, junto a los demás presentes, incluyendo los Dioses, excepto uno que decidió quedarse a vigilar a la joven Diosa y su guardián.

No me iré de aquí, hoy día pienso resolver mi duda, pensaba Orius, mientras caminaba hacia uno de los árboles para esconderse tras del mismo.

Tiempo después:

Kakaroto te envidió te toco la mejor Diosa para proteger, Naturaleza, es realmente bella y con un poder increíble, lo único malo es que al ser una Diosa no puede amar, decía uno de los guerreros.

Sí, eso es una lástima, si fuera solo una Sayayin como nosotros, ya la hubiera hecho mi mujer, decía un moreno de cabello alborotado.

No digas esas cosas Túrles, respondía molesto el joven de cabello alborotado y piel blanca.

Ya no te enfades primito, yo no tengo la culpa de que andas flechado con ella, y que lo de ustedes sea imposible, respondía Túrles riendo.

Deja de decir tonterías, decía el joven molesto.

Pero si no es ninguna tontería, es la verdad, ¿y tú lo sabes?, ya no lo niegues primito, mejor acéptalo ya, verás que te sentirás liberado al aceptar tu amor por Naturaleza, así lo de ustedes sea algo imposible, acotaba Túrles.

Si amigo, Túrles tiene razón, a veces es bueno liberar lo que nos está causando algún malestar, decía Broly.

Además, no es tan malo tener un amor platónico, eso si tienes que estar muy consciente de ello, para que no sufras, acotaba Nappa.

Te sugiero que empieces a salir con féminas primito, decía Túrles.

No sé porque dicen tantas cosas sin sentido, respondía un tanto incomodo Gokú, mientras pensaba: No puedo aceptar abiertamente mi amor por Milk, o le traería problemas y dolor a ella y a mí, ya que de seguro el rey me destituye de mi cargo y debido a ello ya no podre verla.

Ya no molesten a Kakaroto, mejor vamos a dejar a Voltius donde corresponde, acotaba un joven cabello de flama.

Sí, sí, pero que antes Kakaroto me saque de una duda, decía un joven de cabello largo.

Tú también Raditz, decía con reproche el joven de cabello alborotado.

Hermanito, solo quiero saber si ya sabes cuál es su nombre real, el que recibió de los reyes, ya que Vegueta no pudo sacarles el nombre a sus padres, al menos tú que eres tan cercano a ella, debes de saberlo, ¿no?, decía el joven de cabello largo.

Si es cierto, ya llevas dos años junto a ella, decía Nappa.

Milk, su nombre es Milk, respondió el apuesto jovencito, mientras descendía en un jardín, junto a sus amigos.

Milk, que bello nombre, tan bello como la dueña de este, decía otro de los jóvenes.

Voy a dejar a Voltius, dijo Gokú caminando a paso rápido, siendo seguido solo por uno de los jóvenes.

¿Qué le paso?, decía Broly.

Creo que se molestó por lo que dijiste, respondía Raditz, mientras pensaba con preocupación: Kakaroto con tus acciones solo confirmas las sospechas de todos.

Y luego dice que no está flechado con su diosa, decía sonriendo Túrles.

Así lo este, lo de ellos es imposible, respondió otro joven.

¿Por qué Nappa?, ¿Por las dichosas normas?, dijo Túrles, con cierta molestia.

Si, por ellas, Naturaleza no es como nosotros, ni siquiera puede darle descendencia, es un ser celestial, además una relación entre los dos, solo desataría la irá de los Dioses, pues Kakaroto al ser amado por ella y convertirse en su pareja podría superar los poderes de ellos, y eso es algo que los dioses jamás van a permitir, respondió con firmeza Nappa.

Cierto, todo lo que dice Nappa es cierto, por ello mi hermanito debe de guardar sus sentimientos o solo traerá problemas a nuestro planeta, dijo Raditz con nostalgia.

En tanto:

Kakaroto dejaba a Voltius en el lugar que le correspondía dentro de oscura habitación que se ilumino al llegar el pequeño arbolito a este.

Ahora si me piensas responder Kakaroto, decía con firmeza un joven cabello de flama.

Vegueta, que quieres que te diga, que ya no sepas al igual que los demás,...., estoy enamorado de ella, respondía el apuesto joven con firmeza.

Eso ya lo sé, eres demasiado transparente en tus sentimientos, pero hay más y sé que me lo andas ocultado, llevas mucho tiempo comportándote muy extraño, pero entre las misiones y como te la pasas casi todo el día con ella, decía Vegueta, haciendo una pausa para decir posando su mirada en su amigo: ¿Estás con ella verdad?, y no me lo niegues.

Ya no tiene caso ocultártelo más, lo que dices es cierto, pero no lo comentes con nadie ¡por favor¡ mientras nadie lo sepa, nada pasara, como hasta ahora, tal parece que las normas las han venido interpretando mal, incluso yo las interprete mal, por ello tenía temor de aceptar mis sentimientos, pero nuestro amor fue más fuerte que cualquier norma y decidimos arriesgarnos, y como lo pensamos los dos, no pasó nada, llevamos algún tiempo juntos, con una relación muy pura Vegueta, por ello te pido que nos guardes el secreto, decía en tono suplicante el jovencito de cabello alborotado.

¡Kakaroto¡ tal vez las normas las interpretamos mal, pero sabes perfectamente lo que pasará si los dioses se enteran, ellos no aceptaran una relación así, pues el solo hecho de que ella te amé, ha incrementado tus poderes, decía Vegueta.

Prometo no mostrar el poder que tengo ahora, lo prometo, yo soy muy cuidadoso Vegueta, yo en cuanto noté que mi poder estaba empezando a llamar la atención, decidí ser cauteloso con el mismo, respondía el joven.

Lo sé, sentí que tu poder últimamente no ha mostrado cambios, sin embargo, no son iguales, no podrán tener familia, no podrán llevar una vida tranquila, decía Vegueta.

Lo sabemos y ambos lo asumimos, porque nuestro amor es un amor sin límites, si nos llegan a descubrir, estamos dispuestos a aceptar el sacrificio, para no causar la destrucción de Vegita, porque de algo si estamos seguros, las normas se referían a la destrucción de Vegita como un castigo de los dioses por incumplir su norma, es decir es una consecuencia de un amor que para ellos es prohibido, a pesar de ello no pensamos renunciar a este amor que sentimos, los dos seremos muy cuidados para no causarle daño a Vegita ni a nosotros, respondía Gokú.

Están locos, decía Vegueta.

No, solo enamorados, nos amamos, y nuestro amor es un amor sin límites, si llegamos a morir, sabemos que en el más allá nos encontraremos para seguir amándonos, respondía Kakaroto.

Kakaroto, estás cegado por el amor, ella no es como....., decía Vegueta.

Ya no quiero hablar más, quede en ir a verla, y no te preocupes soy muy cuidadoso cuando voy a verla, cuando estoy a su lado solo siendo su guardián, respondía el apuesto joven, empezando a caminar hacia la salida del lugar.

Kakaroto, espera, decía Vegueta, pero su amigo, no lo escucho, se elevó en el aire, al tiempo que su cabello empezaba a cambiar de tamaño.

Iré a visitarla bajo esta trasformación por precaución, no vaya hacer que alguien me vea durante mi trayecto al Bosque Sagrado, pensaba Gokú, mientras volaba bajo su forma de Súper Sayayin 4.

Bosque:

Una bella jovencita pelinegra caminaba dentro por el suelo del amplio tallo del árbol que ella usaba como morada mirando unas inscripciones en el mismo.

Si no hubiera sido por ti, Gokú y yo no estaríamos juntos y felices, decía dulcemente la jovencita, mientras acariciaba con su delicada mano las inscripciones que estaban en el árbol, que decía:


¡ Kakaroto, mi amor secreto¡


Ni pensar que no solo yo escribí en ti, también lo hizo él, por ello supe que me correspondía, pensaba la bella jovencita, mientras miraba otra inscripción del árbol que decía:


"Si amarte es un pecado, prefiero vivir en el pecado a no sentir tu amor"


Mientras la jovencita, leía las frases que estaban escritas en la corteza de un árbol, fuera de este, un Dios de bata larga, miraba atentamente el mismo, como si anduviera esperando la llegada de alguien.

Al poco tiempo un apuesto hombre de cabello negro largo alborotado, ojos negros, camiseta roja, cinturón azul, pantalones amarillos, botas azules, entraba al lugar.

¿Quién es ese?, es un simio más por su cola, pero no lo he visto antes, aunque su rostro,..., si es él, es el chiquillo infeliz ese, pensaba furioso el hombre, al ver como el apuesto jovencito de cabello largo entrar al árbol como si nada.

¡Gokú¡ decía la bella jovencita pelinegra corriendo a los brazos de su amado.

Milk, mi angelito bello, respondía Gokú acercándose a abrazar a la pelinegra.

¿Pensé que no vendrías?, decía la pelinegra.

Como crees ello, yo no podría dejar de venir a nuestros encuentros mi niña, respondió Gokú acercando al de su amada, para posar sus labios sobre los de ella, al tiempo que truenos y rayos empezaban a sonar y una fuerte lluvia a caer.

¡Malditooooooo¡ decía el furioso Orius fuera del árbol sagrado, haciendo que el piso empezará a temblar, al tiempo que los pobladores del pequeño planeta salían de sus moradas confundidos y preocupados por lo que estaba pasando.

Castillo:

Kakaroto, decía el príncipe Sayayin mirando al cielo, al tiempo que su cuerpo era mojado por la lluvia, al igual que de las demás personas que estaban en los jardines del castillo.

¿Qué sucede con mi hermano?, pregunto Raditz que estaba cerca de él.

Ojalá y no sea lo que estoy pensando, respondió Vegueta, al tiempo que la lluvia se incrementaba más y más.





Nota:

Aquí les dejo un capítulo más de "Vengadores del otro mundo", espero y el mismo sea de su agrado.

¡Gracias de antemano a cada persona que estén leyendo esta historia¡¡Gracias especiales a aquellas que dejan su voto en cada capítulo de esta historia, ya que un voto para mí es un reconocimiento a lo plasmado¡ y ¡Gracias muy especiales a aquellas personas que se animan a dejarme algún comentario en los capítulos!, sus comentarios los aprecio mucho, pues me permite saber si mi trabajo es de su agrado; además quiero aprovechar para agradecer a las personas que están leyendo mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios en cada una de estás¡

Ahora si me despido, con "Vengadores del otro mundo" será hasta el día miércoles de la presente semana, si Dios me lo permite con una nueva actualización de la misma.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.

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