The Cuñis
Girl Next Door --Copperpot
Alicia
Había despertado aquella mañana con un arrechisimo dolor de espalda gracias a Teresa quien, por lo visto se había parado temprano porque ni rastros de la caraja esa.
Fui a cepillarme y luego bajé a ver qué me hacía de comer. Me preguntaba si la amiguita del Jorjius habría pasado la noche aquí pero al aparecer no fue así porque su carro no estaba en la entrada. Escuché risas desde la cocina y no hacía falta ser Einstein para saber que esa era la risa de marrano de Teresa.
-Wenas wenas pipol -saludé.
-Hey, ahí está la conviii -aquella se bajó del taburete y me abrazó de Lado- chama ¿Tu sabes que yo te quiero verdad?
-No puedo, no tengo, no presto, no quiero, no debo, no tengo ganas -le sonreí- ah, y yo también te quiero chama.
-Alaverga sh, ahora uno ya no puede decirte que te quiere porque crees que es por interés -dijo- ¿Estás viendo tio? ¿Viste cómo es ella?
Intenté ocultar una sonrisa y me servi jugo después de sentarme con ellos a desayunar.
Esa estaba clara que algo me iba a pedir.
-¿De qué te quejas chica? Si hace rato me estabas diciendo que...
-Alaverga sh, y a ti uno no te puede decir nada sin que lo divulgues -lo apuntó con el tenedor- esa lengua tuya en un peligro chico.
-Esa es tu tía Maythe, no yo gafa.
-Nada, aquí en esta vaina nadie quiere a Teresa.
-¿Es el dia internacional de la picazon de culo o tienes la regla? -la miré.
-Nada mrc, me voy a suicidar loca, y ahí si me van a extrañar. Porque cuando me necesiten pero no me quieran me tendré que quedar pero cuando me quieran pero no me necesiten me tendre que...
Suspire pesadamente.
-¿Qué quieres por dejar de ser marica por 24 horas?
La mardita sonrió.
-Que me acompañes a comprar el vestido para la cena de navidad.
-Dame chance que me arregle y vamos.
-Pero ¿Para qué te vas a arreglar si igualito te vez con cara de caliweba?
La miré mal.
-Sigue coño e madre y no voy contigo.
-Mentira mentira mentira, no te piques mi vida.
(...)
«Si necesita reggaeton dale, sigue bailando mami no pare, acercate a mi pantalón dale, vamo a pegarnos como animales»🎶
Verga chamo, es como la quinta vez que suena esa mierda.
-Pana contesta esa mierda que ya le estoy empezando a agarrar arrechera a J Balvin.
-Er webo enmascarado le va a contestar -rodó los ojos.
-Pero ¿Quién tanto te llama pues? Ni que fueras tan importante.
-Cállate pues -rodó los ojos- El webo intergaláctico le va a contestar al mardito ese.
-¿Y quien es pues?
-El Brodersito.
Habíamos ido a comprar los vestidos a unas tiendas que estaban por Rodeo Drive y de bolas que todo lo patrocinaba la tarjetica American Express del Jorjius porque Teresa y yo somos unas pobres pelabolas.
Y en toda la maldita hora que teníamos probandonos vestidos el vergatario que Teresa siempre se llevaba para salir no había parado de sonar con esa mmagueva canción y ya me tenía arrecha, además, cabía destacar que esa vaina sonaba demasiado fuerte y todo el mundo estaba escuchando.
-¿Quién?
Le escuché bufar de manera irritante dentro del probador de al lado.
-Thomas, el amigo tuyo -dijo- anda así de ladilla desde que lo mande a comer mier...
El teléfono volvió a sonar.
-Pana... -acaricie mis sienes intentando no perder la peluca- apaga esa mierda o qué se yo nojoda, me tiene es arrecha.
La música dejó de sonar, le contestó.
-¿Qué verga es nojoda?... No... Pues chévere por ti... Noo, cómo crees... ¿Yo? ¿Arruecha?... me sabe a mierda que te la hayas conseguido nojoda... ¡Un Tuqueque es lo que parece!... ¡Me sabe a mierda que no sepas lo que es un Tuqueque, Thomas!... ¡Chao!
Y le colgó.
No si, es que yo sabía que esa chama se parecía a un Tuqueque, yo lo sabía Chama.
-¿Qué te dijo?
Me saqué el vestido que me estaba probando, osea, el vestido la daba y yo la daba también pero juntos no, esa vaina era un exhibidor de tetas.
¿Y qué tetas voy a estar exhibiendo si no tengo? :)
-Que después de la estrevista esa se había ido a comprar unas vainas para su mamá y tal por navidad y creo que para la hermana también -escuché cómo empezó a pujar- entonces le dio por ir a comer y se la consiguió...
-Chama ya va -la interrumpi-¿Te estás probando una vaina que no te queda o estás cagando?
Me empecé a reír pero luego sentí que algo me cayó en la cabeza.
-Coño vale -busqué en el piso qué era lo que me había caído encima y era la mmagueva cadarosa converse azul de Teresa- chama pero tu y tu violencia sh, algún día de estos vas a terminar sin hermana por culpa de tus actos.
-Ajá, cállate pues -rodé los ojos, es que ni ser showsera dejan sh- y bueno, se la consiguió cerquita del restaurante ese y como él es TAN chévere la invitó a almorzar.
Agarré un vestido negro y sencillo liso que caía hasta el suelo en una pequeña cola y el escote era perfecto, ni mucho ni poco y me disimulaba la escasez de tetas.
Admito que lo amé.
-Y ese como te ha visto arrecha a ti ya debe de hacerse una idea de cómo me arrecho yo -escuché que salía del vestidor así que decidí hacer lo mismo- nawebona Zulay, admito que me encantó mrc, hasta podrías decir que tienes tetas.
No si, yo sé que no tengo pero no me lo recuerdes cabeza e webo.
Rodé los ojos.
-Pajua -dije- entonces, ¿Me lo llevo?
Ella asintió.
-¿Te gusta? -giró lentamente para ver el vestido de todos los ángulos pero ese no me gustaba para ella, era muy no sé, rara.
Miré a sus espaldas y había uno colgado así que decidí tomarlo y ponérselo por encima.
-Pruebate este, me gusta más.
-¿Pero porque este no? No se ve tan mal -se empezó a ver por todos lados
-Chama pareces un rollo de papel aluminio no sé, un tamal -me miró mal- mejor has caso sh, pruebate este.
La carajita agarró el vestido y lo empezó a mirar aún no muy convencida. No era feo, de hecho le iba a quedar muy bien, sólo tenía que depilarse esas piernas de mono que tenía para lucir la abertura que tenia del talón a la rodilla por el lado izquierdo.
-Chama muevelo que hay que ir a pagar porque el Jorjius nos va a pasar buscando.
-Voy, voy -se fue a meter al vestidor y el teléfono le empezó a sonar- voy a apagar esta mierda pa ve de dónde es que me va a llamar el malvado marico ése.
Apagó el teléfono y se metió al vestidor.
Entré a cambiarme para poder ir a pagar el vestido. Esa mierda se me había enredado en la cabeza y los tirantes me tenian un mechón de pelo de la nuca agarrado asi que cuando me lo estaba quitando esa mierda me jalaba el pelo.
«Si todavía me amas como antes, ya nada me parece interesante... yo sé que en el amor soy un farsante, yo sin ti no vuelvo a enamorarme bebé...»🎶
-Alv, ¿Cuándo descargaste Farsante? Me pasas el beta ese por Blutu más tarde -se quejó Teresa.
-Bluetooth -la corregí entre los brincos que estaba dando para sacarme el pelo de los tirantes.
El teléfono volvió a sonar un rato después de que lograra mi cometido, casi, ahora tengo parte calva de la nuca.
-¿Aló?
-Holaa...
Nawebonah e ladilla.
-Hola Thomas.
(...)
-Pana qué va, no sé tu pero yo no le veo sentido a ésta vaina -señaló su café- así da asco, no me gusta.
-¿Entonces para qué pides una vaina que sabes que no te va a gustar, Teresa Carlota? -gruñó, yo no le paré bolas y seguí bebiendome mi Chocolate caliente con marshmellos.
El Jorjius había escrito que estaba a unas cuadras y Teresa y yo aprovechamos en farandulear rápidamente en Starbucks y la muy mongolica está arrecha porque pidió un Cold Coffee y la vaina esa le vino fría.
Matenla.
-Brode ¿Esa no es...? ¡Mierda! -dijo aquella y me jaló del brazo para escondernos cerca de unas matas de un hotel y con el susto que me metió se me derramó en el chocolate en el suelo.
-Por El webo intergaláctico de Judas, ¿A ti te pica ese culo?
La mardita con una mano me agarró los cachetes y me volteó y con la otra me señaló un lugar en específico.
Empecé a ver detalladamente por ahí cuando casi se me cae la boca al suelo.
¡MARICA ESAS SON LA ARSHENTINA Y LA MEXICANA DE LA COMIC-CON!
Y quién las viera no creería que se cayeron a coñazo la otra vez, porque de paso venían hasta agarradas de la mano.
-Chama, el beta va así -dije aún mirándolas- vamos a caminar hechas las locas y sin llamar la atención, porque mira de quién es el carro que está al lado de esas dos.
Verga, el carro del Jorjius.
Naguebona, del madre estacionamiento que había al lado, el aparcadero del parque que había por allá él tenía que estacionarse justamente ahí.
Mala suya sh.
Teresa y yo empezamos a caminar regias por la acera con dirección al carro del Jorjius pero cagadas de que alguna de esas dos nos reconociera. Todo iba chévere mrc pero la mongolica esta se tropezó y ¿Adivinen a quién le cayó encima?
-Che boluda, ¿Podrías tener más cuidado?
-Verga menor, mala mia... -dijo Teresa rápidamente- sorry, nosotras ya nos ibamos, ¿Verdad Chama?
-¿Chama? -repitió la mexicana- ¿Dónde he escuchado a alguien hablar así?
Ella miró a la Argentina.
-Si, eh... -interrumpi sus miradas- estamos viendo unos videos de La Divaza, el youtuber venezolano ese y se nos pegaron algunas palabras ¿Verdad Chama?
Teresa asintió.
-No... No es eso -siguió la mexicana- yo creo que a ti te he visto en algún sitio...
Ajá ¡PERO CÁLLATE MMAGUEVA!
-¿Yo...? -me hice la loca- pero si yo vivo es encerrada, nunca salgo, soy es una pobre sometida.
-Si, yo a vos también te he visto -la Argentina señaló a Teresa- ¿Acaso no sos...?
Listo, ya valimos verga.
-Chicas andando, debo ir a la oficina y pasar a hacer otras cosas -apareció el Jorjius detrás.
Coño, es él en sus mejores momentos sh.
-Si si, es verdad -me apresure a decir- bueno chamas, la yocsy y la yolanda se despiden, bye.
Agite mi mano ante sus gestos de confusión y le agarré el brazo a Teresa para irnos de esa vaina.
-Hey we, me gusta tu mochila -le escuché decir a la mexicana- ¿Dónde puedo conseguir una así?
Giré mi vista.
-Ah, ¿Ésta cosa vieja? -reí nerviosamente- la compré por Mercado Libre.
-¿Qué hablas sh? -dijo mi tio- si esa la compraste en la Comic Con esa en donde se colaron.
Entonces las expresiones de aquellas dos cambiaron a caras de arrechera.
-Che ya me he acordado -dijo la Argentina- son las dos ladronas que se quedaron con nuestros pases.
COÑISISISISIMO DE LA MADRE.
-¡Por su puta culpa no vimos a Thomas Sangster y a Dylan O'Brien! -gruñó la mexicana dando un paso hacia nosotras.
Retrocedimos.
-Ya va Chama, no te me alteres menor -intentó calmarla Teresa- fue por una buena causa sh.
-¿Qué causa sería tan importante como para habernos hecho eso? -gruñó la otra arrechisima mirando a Teresa.
Yo empecé a rezarle hasta a Simón Bolivar pa que le iluminara ese cerebro a Teresa y que pensara una vaina convincente o aquí habría más coñazo que en el día de entrega de boleta.
-Es que.... -empezó a decir y luego me miró. Sonrió- chama es que tu sabes que, aquí mi hermana presente sufre de un síndrome llamado Mongolicus Chavistus y esa vaina es terminal.
Las caras de aquellas dos pasaron de arrechera a confusión.
Hasta yo chica, esta si es burde pasa'
¿El Jorjius? Pues él pendiente del brollo pej.
-Mongoli... ¿Qué? -preguntó la mexicana.
-Mongolicus Chavistus -la corrigió- Los síntomas que producen son: boca seca, hinchazón de cerebro, habladurías de paja y una arrechisima adicción al color rojo.
Las otras me miraron.
-Si chamas -me abracé a Teresa- me wa mori.
Escuchamos una risa reprimida y no tenía que ser Einstein para saber que era la del Jorjius.
-Oh Dios, che eso suena horrible... -murmuró la argentina tocando mi hombro.
Mi momento llegó chamas, hora de utilizar esas tres semanas de clases de actuación que pagó mi mamá.
-Si... -hice una mueca- mi único sueño siempre ha sido conocer a Dylan O'Brien en persona y las entradas estaban agotadas....
-Sorry chamas.
-Mi hermana sólo quería darme mi última petición -restregue mis ojos para que se vieran rojos- pero creo que esa no fue la manera.
Mi voz se quebró y oculte mi rostro en el hombro de Teresa la cual me abrazó.
Tengo el presentimiento de que la mongolica esta también se está creyendo el show que estaba montando.
Abran paso que aquí se está cocinando la nueva Emma Roberts.
-Oh no, no we... -se apresuró a decir la mexicana- nosotras comprendemos, descuida, ya no estamos tan enfadadas.
-Si, el saber que ayudamos a una buena causa lo compensa -dijo- pero no llores ¿Vale?
Separé mi rostro de Teresa y limpie mis lágrimas. Les ofrecí una media sonrisa y asenti.
-Ven y danos un abrazo -las dos se acercaron y me abrazaron- se fuerte chica, lo necesitarás.
-Gracias.
Teresa se aclaró la garganta y las dos la miraron.
-Eh, debemos irnos lo siento -dijo- debemos dejar a mi hermana en la clínica.
Las chicas me sonrieron y se despidieron con unas palabras de apoyo. Al no verles el rastro me limpie las lágrimas y le meti un coñazo a Teresa.
-Coño chama ¿Y esa porqué?
-Es que definitivamente te debe picar el culo ¿Verdad? -la miré mal- ¿Cómo se te ocurre decir que yo soy Chavista, mardita?
(...)
-Ya va ¿Pero no que nos íbamos a hacer las uñas? -se quejó Teresa al ver que mi tío paraba el carro frente a la casa- tu dijiste que nos íbamos a hacer las uñas, Alicia Michelle.
Rodé los ojos.
-Más tarde resuelvo eso, lo prometo -Respondió el Jorjius- pero tengo que organizar algunas cosas en la oficina y debo asistir a una reunión.
Teresa lo miró.
-¿Quién va a una reunión en cotizas?
Él sonrió de manera socarrona.
-Pues el Boss, cariño -Respondió.
No si, arreeeeechooo.
-No si, arrecho -le dijo Teresa y yo reí- pero llamas para estar pendientes.
-Coño si sh -le dije yo- la gente también necesita bañarse mardita cochina así que muevelo pej.
La saqué del carro y nos despedimos del Jorjius con la mano. Entre las dos llevamos las bolsas de la tienda y yo llevé la caja de ponquecitos Red Velvet que compramos en Starbucks sin destapar.
Estaba esperando a que aquella se descuidara para sacar uno.
Le pasé los corotos a Teresa para sacar la llave de la puerta de enfrente cuando escuchamos que algo que se cayó desde el patio trasero
Nos miramos las caras y de un momento a otro Teresa ya tenía una rama de la mata del patio.
La miré con ironía.
-¿Qué? Si es un malandro de algo me tiene que servir haber visto Mulán 1 y 2.
Me hice un face palm mientras ella caminó con pasos cautelosos hacia la parte de atrás.
Mi momento llegó chamas.
Teresa.
Caminé en puntillas para no hacer mucho ruido y espantar al mmaguevo que pretende robar el rancho de mi tio. Me escabulli entre las matas del jardín trasero pero no vi nada.
Bajé la rama y prácticamente le di la vuelta a la casa pero no habían señales de ladrones o ventanas y cerraduras forzadas.
-Chama falsa alarma -hable en voz alta llegando a donde estaba Alicia- a lo mejor fueron esos carajitos del vecino buscando otra vez la pelot... ¡Mardita coño e tu madre te Estás jartando los ponquecitos, perra!
La mardita me miró con horror y medio atragantandose con un ponquesito en la boca.
Verga mrc, eso no se hace D':
-Sorry Shiama... -habló con la boca llena.
Apreté la rama que tenía en mis manos con arrechera....
(...)
-¿Estás segura que no necesita nada? -preguntó la chama de las uñas señalando a Alicia.
-Tu tranquila menor -dije- esa siempre se la pasa dormida, ustedes sólo concentrense en terminarnos las uñas.
Dormida un coño, después del ramaso que le metí por lambucia ya no le van a quedar ganas de Jartarse algo y no guardarme.
-Nuestro trabajo aquí terminó -dijo la catira que atendía a Alicia- Dile al señor Peñalver que le mandaré la cuenta a su oficina.
Asenti.
-Las acompaño a la puerta. Sólo denme chance de ponerme las cotizas.
Me levanté de la silla en donde estaba y empecé a buscar las cotizas pero la castaña habló.
-No es necesario señorita -sonrió.
Admito que son burda de chéveres.
-Teresa, me llamo Teresa -les di la mano.
-Ella es Noah y yo soy Taylor -dijo la castaña.
-Fue un gusto.
Las chamas se despidieron y se fueron a la puerta, cuando por fin conseguí las cotizas fui a echarle candado a la puerta por si acaso cuando escuché un grito que hasta despertó a Alicia.
-¿Qué? ¿Qué pasó chama? -empezó a mirar para todos lados y luego se miró las uñas- no si, admito que me quedaron super fancys.
No si.
Me puse las cotizas y fui a ver que verga pasó allá.
Pana, juro que si la boca no la tuviera pegada a la mandíbula, ya la tendría en el piso.
Alicia.
-¡Alaverga! ¿Porqué ésta vaina no me pasa nunca a mí?
Fue lo que había dicho al llegar a la puerta en donde estaban dos chamas con chemise negra, seguramente las carajas que nos hicieron las uñas. Un madre peluche blanco de esos que salen en las imágenes de la página Polwas de Facebook, un coñazo de rosas y globos color pastel.
-No puede... no puede ser... -tartamudeó una- eres... eres...
Escuché aquella risa tan característica de él y su rostro se asomó por un costado del peluche porque era tan grande que le tapaba gran parte del cuerpo.
-Thomas, es un placer.
-¡Oh, Dios! -gritó la otra- no puedo creerlo, Thomas Sangster está frente a mí, ¡Aquí!
-Que tierno eres con todos esos detalles -comentó la otra- quisiera tener a alguien que me regale algo así.
Hasta yo sh.
¿Saben qué es lo más arrecho? Que aquí todo el mundo estaba happy y todo emocionado por la corotera que Thomas le había traído a Teresa y la muy mardita tenía era una cara de culo mundial.
Es ella, alv.
Las chamas luego de conseguir una foto con Thomas se tuvieron que ir y sólo quedamos la cara de culo, la lámpara y el cabrón.
No si, sigo diciendo que vainas como esta no me pasan.
-Hola... -fue lo primero que dijo Thomas a Teresa.
Y yo como siempre la invisible, la que vela el chisme aquí con mi capa que me regaló James Potter para navidad.
-¿Qué verga es?
-¿Aún sigues enfadada conmigo?
Teresa se cruzó de brazos.
-Yo no estoy enfadada, yo estoy es A rre cha contigo, Thomas Brodersito Sangster.
-Brodie -la corregí.
-Esa misma vaina -rodó los ojos- ¿Qué vienes a hacer aquí? ¿A mostrarme lo que le vas a mandar al tuqueque disecado ese?
Admito que intenté no reirme pero me fue imposible asi que me puse atrás de la puerta un momento para reírme en mute.
Después recobré la compostura y seguí velando el chisme.
-No, esto es para ti preciosa -le extendió el peluche con ambas manos pero Teresa simplemente giró la cabeza manteniendo su postura firme y arrecha- Lo siento Tess, de verdad.
-No si, Tess, Qué beio -dije y ambos me miraron- digo... no me paren bola y continúen en lo suyo jejejeje.
Teresa rodó los ojos y miró a Thomas.
-Estoy es arrecha contigo, pana ¿Tú crees que eso no duele? Coño sh, ¿A ti te gustaría acaso que yo me llevara a Liam Hemsworth o a Chris Evans al mismo sitio al que me sacaste por primera vez, muchacho pajuo? ¿Verdad que no?
Como si es que ella conoce a Chris Evans JAJAJAJAJAJA.
-No sabía que un tonto restaurante significara tanto -dejó caer el peluche un poco arrecho.
Ahora mismo me estoy debatiendo en irme pal mueble y dejarlos a ellos discutir en privado porque Thomas ya se puso serio o quedarme y seguir escuchando el beta.
Llamenme pendeja Pues.
-A mi no te me vengas a hacer el arrecho nojoda -gruñó Teresa- usted salió con el Tuqueque disecado ese, no yo.
-¡Kaya es sólo mi amiga! -gruñó- ¿Te vas a poner así por cada salida que haga con alguna de mis amigas? Porque si es asi, esto....
Ñelda, ñelda, ñelda
-¿Qué? ¿Esto qué? -levantó una ceja arrecha- Porque hasta donde yo sé ni a cuadres llegamos así que no vas a terminar algo que ni siquiera existió.
Ya va, no entendi.
Osea, ¿Se jodió ella misma o lo jodió a él?
-Teresa...
-Teresa un coño -agarró el peluche y se lo tiró por la cabeza- anda y llévale eso al Tuqueque ese, porque yo no lo quiero.
Y le lanzó la puerta en la cara.
No se había movido de su sitio, y al principio pensé que sólo analizaba la situación y se estaba pavoneando mentalmente de que se la había comido pero entonces lo escuché.
Un sollozo.
Intenté acercarme y poner mi mano sobre su hombro en muestra de apoyo pero ella se fue arrecha escaleras arriba y volvió a lanzar la puerta pero ésta vez, la de su cuarto.
Estaba por ir al mío pero luego me dio por averiguar si Thomas seguía ahí así que miré por el huequito que tenía la puerta y efectivamente ahí estaba.
Estaba sentado en las pequeñas escaleras, las rosas estaban a un costado y el peluche junto a él, sus manos sostenían su cabeza en señal de frustración y me debati mentalmente en ir a darle un Consejo o quedarme fuera del asunto.
Entonces una imágen de mí con un vestido de dama de honor, en la Iglesia del centro apareció en mi mente. Teresa entró por las puertas con una canción de vallenato escogida por la familia del novio, me acerqué a verle la cara al menor y casi me da un infarto al ver al Kevin. Para matar Teresa con tremenda barriga y en los primeros asientos estaban el Jorjius y mi tia Maythe con un garrote en la mano y desde lejos se veía la moto del Kevin estacionada en toda la puerta con unas laticas de cerveza amarradas al escape y un papel de Recién casados pegado en la matrícula.
Sacudi mis pensamientos ante tal horrible pesadilla y no dudé en abrir la puerta.
Caminé hacia él y tomé asiento en uno de los escalones.
-Hey Thomas...
-¿La cagué otra vez, verdad? -murmuró aún sin mirarme.
-Un poquito bastante -verga, yo y mi apoyo moral necesitaremos un premio- pero equis, mala tuya irte al restaurante de aquella vez con Tuque... con ella.
-Sólo fue un almuerzo, lo juro -tomó una de las rosas junto a él y empezó a sacarle pétalo por pétalo- no sé porqué está asi de todas maneras.
-Alaverga, ¿Es en serio? -lo miré mal y él centró su mirada confusa en mi, rodé los ojos- es que hay que ver que ustedes los gringos son bien quedaos.
-¿A qué te refieres?
-Thomas, ¿Acaso no te das cuenta que la arrechera que carga esa carajita es porque está celosa?
Entonces la mirada de confusión de Thomas pasó a una de impresión y dejó de arrancarle los pétalos a la rosa. Sus mejillas se tiñeron de rosa y por un segundo desvió su mirada de la mía.
Pana, ese chamo es burda de cuchi.
-¿Eso crees? -murmuró- es decir, celos pueden significar muchas cosas -empezó a justificar- como por ejemplo mi hermana Ava, siempre ha sido celosa con todas mis novias, o Isabella... Espera, Isabella salió conmigo, Ava siempre le dio la guerra.
-No hablo de ése tipo de celos muchacho gafo -le di un lepe- me refiero a que ella es insegura.
-¿Insegura? ¿Porqué lo sería?
-Porque ¡Por favor! -me levanté de mi asiento- Kaya Scodelario es... Simplemente hermosa. Su sonrisa, sus ojos azules, su maldita piel perfecta -gruñi- se siente amenazada con todo éso. Es decir, mirala, ¿Qué pueden verle? Su sonrisa apenas puede ser perfecta y eso que hace un par de meses salió de los Brackets, sus ojos mieles no llaman la atención y ni hablar de su cutis escoñetada con granos.
Rodé los ojos arrecha y me crucé de brazos mientras me recostaba al barandal. Miré una media sonrisa que se escapaba de los labios de Thomas y no pude evitar levantar una ceja.
-¿Estás segura de que estamos hablando de Teresa?
Frunci el ceño.
-¿Porqué no lo haríamos?
-Pues no lo sé, tu actitud ha estado rara últimamente. ¿Porqué tengo el ligero presentimiento de que es por lo mismo?
-No es cierto.
-¿Ah no? -levantó una ceja- entonces ¿Porqué ya no le contestas los mensajes a Dylan? ¿O porqué ya no lo sigues en twitter?
-No si, ¿Me estuviste Stalkeando o qué? -Se encogió de hombros- No estoy celosa y menos de Kaya con Dylan.
-Bien... -suspiró y se levantó del asiento- por favor, ¿Puedo dejar esto aquí? Me ha costado mucho sacar el Oso del auto, imagínate volver a tener que meterlo.
-Está bien -recibí su abrazo de despedida- espero vuelvas pronto por aquí, porque aunque ella te diga que está arrecha la conozco y sé que muere por ver qué tanto te esfuerzas.
-Oh, créeme que volveré. No se deshara de mí tan fácilmente.
Eso se llama ser ladilla pero persistente.
-Eso espero.
Estaba por entrar nuevamente a casa cuando la voz de Thomas me detuvo y me hizo girar. Su mano sostenía la puerta del piloto y en los dedos de esta se podían ver las llaves.
-Eh, Lily.
-¿Si, Tomás?
Rió ante aquella mala pronunciación de su nombre. Pa que sea serio.
-Sólo para que sepas. Los ojos de Tessa son azules, no mieles como los tuyos. Y ella aún usa Brackets, tu ya no.
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