Te Amo
Girl Next Door âCopperpot
Previamente en Venezuelan Girl Almighty
Levanté la mirada hacia Dylan, estaba distraÃdo jugando con sus dedos sobre la mesa por lo que se sorprendió cuando mi mano tomó una de las suyas y la entrelazó justo antes de besarla.
Sus ojos me miraron con sorpresa que luego fue suplantada con ternura y sus mejillas tomaron un ligero color carmesÃ.
âHey...
â¿Humm...?
âTe amo con toda mi maldita vida, Dylan O'Brien.
Sus mejillas enrojecieron aún más.
Sus labios se curvearon en una sonrisa de lado que hizo que mis pantaletas quisieran huir de su sitio, si, aún no me acostumbro.
âTambién te amo, mi princesa.
ReÃ.
âCada vez mejora tu español âjugué con su mano entre las mÃasâ Lisa la está dando burda de teacher.
(...)
Escuché unas risas femeninas desde la mesa que estaba a mis espaldas.
Lo estaba haciendo a propósito.
El mesero llegó con la comida por lo que no decidà pararle bola a aquellas dos y me dispuse a probar mi pechuga de pollo a la boloñesa.
âMira su cabello... âLe escuché susurrar a la otra.
â¿A quien le importa su cabello? âBritt bufóâ ¿Ya viste cómo vino vestida aquÃ? Para ser amiga de alguien como Holland me sorprende que se vista asÃ.
Bajé la mirada.
âNo las escuches, lo están haciendo a propósito... âsusurre para mi misma.
(...)
âAlicia... âLevanté la vista de mi plato, los ojitos de Dylan me estaban mirandoâ ignoralas, te amo solamente a ti sin importar el qué, ¿Okay? No quisiera que lo de New York vuelva a repetirse preciosa.
âEscuchalos... âPhoebe intentó no reÃrâ Súper Dylan salió al rescate.
Apreté el tenedor a tal punto de casi abollarlo.
âAlicia, mirame a mà âsus dedos tomaron mi barbilla para mirarlo fijamente a los ojos provocando sólo asà que aflojara mi agarre al tenedorâ escuchame a mi ¿Okay? Para mà eres perfecta mi Bonita.
âPero...
â¿Bonita? Por favor âBritt bufó y se echó a reÃrâ ¿Recuerdas cuando me llamaba asà Phoebs?
âSÃ, sólo no entiendo el porqué a ella se lo dice ya que obviamente a ti te lo decÃa por lo bonita que eres pero, ¿Ella? He visto monos más bonitos que ella.
Ambas rieron.
Mordi mi labio inferior arrecha pero una parte de mi muy en el fondo le estaban afectando las palabras, odiaba ser una persona malditamente sentimental, lo peor era que no querÃa formar un escándalo.
âSi fuera chica juro por Dios que hace mucho que hubiera ido a su mesa y las hubiera arrastrado de los cabellos âme habló Thomas al oÃdo.
Hice una mueca.
âAlicia, Te amo.
(...)
Con los demás empezamos a caminar a la salida del restaurante y justo cuando pasamos por la mesa de al lado, le quité el corcho flojo a la botella y como si nada les vacie el vino en la cabeza tanto a Britt como a la otra mmagueva menos al pobre chamo que él no se habÃa puesto de rata.
Ambas reaccionaron ante el liquido frÃo que estaba escurriendo por sus cabezas, indignadas y arrechas. Las muchachas al igual que Thomas contuvieron la risa, el Jorjius quedó fue impactado, Dylan abrió los ojos de par en par sorprendido al igual que Scott, y la Teresa bueno... esa fue otra coño e madre más que les agarró la tacita de la salsa marinera y también se las echó en las cabezas.
âSigan metiéndose con las latinas, mmaguevas âles sonrió y se despidió.
Me incline hasta quedar a la altura del rostro de Britt y mi mano luego de adentrarse en el interior de los cabellos de su nuca, tiró de ellos hasta dejar su oreja cerca de mis labios.
âPero cuidado âle susurreâ porque cuando te metes con una venezolana, ay mamita, vas a ver ar diablo.
âSon unas...
Tiré más fuerte de su cabello provocando un gemido de dolor de su parte.
âQue yo nada más me entere que estás otra vez atrás de MI Dylan porque los terroristas se van a quedar pendejos al lado de la explosión de coñazos que voy a meterte, ¿Quedó claro?
Ahora
Alicia
âChamo a ti te da feo oyó âme burle de Thomas al verlo bailar al ritmo de Nobody's Perfect de Hannah Montanaâ Estás haciendo el ridÃculo.
Ãl no me paró bola sino que en lugar de eso me levantó del mueble de un solo tirón para bailar con él.
âVamos, no quiero jugar solo con Kaya.
âMarico pero es que tengo ladiiiiilla... âarrastre las palabras de la flojera que tenÃa.
Eran al rededor de las ocho de la noche y estabamos Tommy, Kaya y yo en el apartamento pasando el dÃa porque Thomas tenÃa unos dias libres al igual que Kaya y bueno, Jeff me habÃa dicho que mis grabaciones de la semana ya las habÃa terminado asà que podÃa quedarme en casa, mejor para mi sh, tengo flojera. De paso los maricos estos le habÃan registrado el cuarto de juegos a Dylan y le habÃan sacado el Just Dance que tenÃa y desde las 4 estaban jugando a esa vaina, brode tenÃan que ver al Thomas bailando las de Rihanna o las de Miley, se le metÃa la puteria horrible al igual que a Kaya.
Voy a tener que hablar con Teresa seriamente de darle de unas el culo a Thomas.
âTu eres ladilla Brodie.
âSh, cállate y sigue los movimientos de la pantalla âla señalóâ Kay, dale play que estás frente al sensor.
Kaya elevó la voz al decir Just Dance y el juego empezó. Yo me querÃa morir al ver la canción que estos marditos locos habÃan seleccionado.
â¿A ustedes les pica el culo? âchilleâ ¿Saben lo arrecho que es bailar Worth it? Para empezar hay que tener culo para bailar esa vaina y eso es lo que no tenemos.
âSólo baila Lily âse rió Kaya al ver que Thomas ya estaba en su posición inicial.
Este es marico.
Suspire pesadamente y me acomode.
La canción inició fácil, los tres hicimos los movimientos perfectamente, no si, las Fifth Harmony entonces.
âLes voy diciendo de una vez que yo soy Camila mmaguevos âles dije Aún sin dejar de bailar.
Al llegar al coro el muñeco egipcio de la pantalla que nos indicaba los movimientos se inclinó arrechamente hacia atras y luego se incorporó para empezar a hacer twerking, Thomas y Kaya lo hicieron perfectamente.
Y yo...
âEl coño e su madre va a hacer esa vaina ¿Oyó? âme fui a sentar.
Kaya y Thomas explotaron en carcajadas.
âBien, ve a llorar al sofá y observa el talento puro âeste Thomas si es arrecho.
Kaya le pegó en el brazo.
âNo seas malo âlo regañó y luego me miróâ ven Lily, se acerca la mejor parte.
Hice una mueca.
âLe da ladilla, déjala âbufó Thomasâ de igual forma no es tan fancy para ocupar el puesto de Camila Cabello.
Levanté una ceja.
¿Askiusmi?
Me levanté del mueble.
âKaya dame chance âme puse al lado de Thomas quién me miraba con una sonrisa socarronaâ ya vas a ver mmaguevo, voy a invocar a mi puta interior y te voy a dejar en ridÃculo para que veas cómo es que se baila.
âNo te veo hacerlo, niñita.
Lo miré mal antes de regresar la mirada a la pantalla y agarrar el ritmo tal cual lo pedÃa el muñeco virtual. O sea chama, yo bailo, de que bailo lo hago pero es arrecho hacerlo con ladilla, ya va a ver este mardito quién manda nojoda.
La parte intensa de la canción comenzó, Thomas y yo nos pusimos las pilas para no ser burla. El twerking que hicimos fue torisimo marica, el salto y la vuelta, lo que si no pudimos hacer fue el split porque él lo que se podÃa era abrir el pantalón y yo me podÃa resvalar y partir ahà sà que no iba a poder caminar bien en un tiempo por el dolor en la qk.
âMaldito Split âgruñó Kayaâ aún no entiendo cómo a Dylan si le sale y a nosotros no.
âArtes Marciales Mixtas âle respondió Thomasâ eso le permite hacer muchas cosas.
Mrc, alabado sea el que inventó esa vaina.
La canción terminó a los que los tres suspiramos totalmente cansados.
Era hora de ver los resultados.
En la pantalla se vieron por nivel de estrellas quién habÃa ganado, Kaya obtuvo Cuatro estrellas, Thomas obtuvo cuatro y media y yo...
Grité.
â¡En tu cara, mmaguevo! âaplaudi emocionada, al fin gano una.
â¿Qué? âchilló Thomas totalmente indignado mirando la pantallaâ ¿Cómo mierda...? ¿Qué?
Kaya se echó a reÃr.
âNo puedo creer que te hayan ganado en este juego.
Miré a Thomas tan socarronamente como él lo habÃa hecho hace rato.
âVacilatelaaaaa.
Ãl me fulmino con la mirada.
Me dirigà a la cocina por un poco de agua mientras me estaba riendo, habÃa picado a Thomas, alv, si es Pajuo. Tomé tres juguitos de manzana de la nevera y luego de asegurarme que TobÃas tuviera comida suficiente en el tazón, regresé a la sala.
âTenga mijo, para que se refresque âle pasé un jugo a Thomas luego de darle a Kaya el suyoâ no te piques pues.
âNo lo estoy ârodó los ojosâ fue sólo suerte, ya quisiera verte intentando superarnos al Jorjius y a mi.
No si.
â¿Y ustedes desde cuándo juegan Just Dance con el Jorjius?
âDesde que fueron a Venezuela, hacÃamos pijamadas todas las noches para tu información âNO SIâ Ãbamos al Gym, a Yoga, incluso fuimos a su oficina.
No si.
Frunci el ceño.
âHablando de eso, ¿De qué trabaja el Jorjius?
Hasta ahorita se me habÃa pasado por la cabeza mrc, yo bien que me vine a vivir para acá y ni idea de si ese mardito es Narco o alguna vaina parecida.
âAh, pues trabaja de...
La puerta se abrió interrumpiendo a Thomas. Tiró las llaves al tazón y la gorra de los Mets la dejó en el perchero antes de tirar la puerta arrecho.
â¿Acaso crees que me importa? âgruñó al teléfono, estaba ARRECHOâ ¡Me vale mierda lo que opines! ¿Comprendes? ¿O prefieres que te lo deje en claro asà como tú lo hiciste conmigo? âfue al pasillo directamente sin dirigirnos siquiera una mirada.
Nosotros nos miramos entre nosotros confundidos.
Thomas me indicó con la mirada que fuera a hablar con él.
âDebo regresar a casa âbesó mi frenteâ me escribes si me necesitas ¿Okay?
Asenti y luego de despedirse de Kaya, se fue.
âNo lo he visto tan arrecho desde que estuvimos en punto fijo âmurmure.
Kaya negó.
âYo sÃ, y créeme, si es por quien estoy pensando será mejor que vayas a hablar con él âmiré no muy segura el pasillo por el que habÃa ido Dylanâ ve, yo recogeré esto y haré algo de cenar.
Asenti.
Caminé por el pasillo en busca de su cuarto pero extrañamente no estaba ahà asà que no me quedó de otra que buscar en las otras puertas cosa difÃcil ya que lo único que conocÃa del apartamento era el pasillo del cuarto de Dylan, la lavanderÃa, el cuarto rojo, el de invitados que estaba ocupando Kaya y el armario de los corotos. Crucé al otro pasillo y tuve que subir las escaleras de madera que habÃa en la biblioteca.
Ahà habÃa otra puerta.
âTu no lo entiendes, jamás lo entenderás... âsi, estaba ahÃâ no me digas que lo haga porque no lo haré.
Abrà la puerta con cuidado.
Admito que si me sorprendà bastante con lo que vi. Dylan tenÃa un cuarto con maquinas de Gym, pelotas de Yoga, colchonetas, aros, pesas, y un enorme saco Everlast de Boxeo del cual al parecer pensaba hacer uso justo ahora.
TenÃa un Gym aquÃ.
âDylan, por favor entra en razón âesa era Britt, con razónâ te extraño demasiado, no hay dÃa en que no lo haga.
Dylan dejó el telefono sobre uno de los estantes para quitarse la camisa que traÃa.
â¿Porqué? ¿Ya te has cansado de Scott? ârió irónicamenteâ ya es demasiado tarde para arrepentirse, ¿No lo crees?
Caminó con sólo un par de jeans hacia unos gabinetes y luego sacó algo, guantes sin dedos.
Pensaba usar esa mierda sin protección.
â¿Porqué haces esto tan difÃcil? Lo estás disfrutando, ¡Disfrutas hacerme sufrir al verte con esa... esa mocosa! Ya sea tomados de la mano o diciéndole todas esas cosas que me decias a mi, dedicándole todas esas sonrisas que alguna vez me dedicaste a mi... acariciando sus labios como una vez hiciste con los mÃos âsu voz se quebróâ te quiero Amor, te quiero devuelta por favor.
El silencio reinó en la habitación. No podrÃa mentirles, tenia el corazón en la boca a la espera de su respuesta, y no era la única.
Se recostó del saco y cerró fuertemente los ojos. Le dolÃa, le dolÃa muchÃsimo encontrarse en esta situación y podÃa sentirlo, él odiaba hacer sentir mal a los demás, pero hacer llorar a una mujer, para él eso era peor que un castigo y más si ella era una de las personas que más amó.
âDylan... Te amo.
Pude ver los músculos de su espalda tensarse ante sus palabras.
Esa fue la gota que derramó el vaso, las palabras por las que él una vez habÃa sufrido ahora estaban frente a él, ella se lo estaba diciendo y él...
Dylan estaba llorando.
â¿Sabes cuánto esperé por escucharte decir eso? ârespondió suavementeâ ¿Sabes cuánto sufrà cuando dijiste lo que dijiste?
âLo sé... Lo sé, pero ya no aguanto más osito, por favor... âsollozóâ Dylan Te amo, te amo, te amo.
Vi que dudó en hacerlo pero se acercó al estante y tomó su teléfono para luego llevarlo a su oreja.
âYo también lo hago...
Aquellas palabras me dejaron sin aliento por un segundo, sentà el corazón empezando a oprimirse y mis lágrimas quisieron salir.
âEs... ¿Es en serio?
âSi, muy en serio Britt âhabló suavementeâ lo hago, por supuesto que lo hago. Amo a Alicia más que a mi maldita vida âLevanté la miradaâ ¿Sabes porqué? Es única, es especial, me hizo mirar todo desde otra perspectiva y sobretodo jamás dejó de amarme de manera incondicional asà como aún lo hace, no tuvo que darse cuenta demasiado tarde como tu de lo que querÃa y... âsu voz empezó a ponerse asperaâ y a comparación de ti, no es la chica que necesita a alguien lo suficientemente bueno para ella, no necesita de nadie, ella es la chica que todo hombre necesita si quiere conocer la felicidad y el amor como si fuera la primera vez. Sé felÃz con Scott o con quien tu quieras, Britt, de todo corazón, pero no vuelvas a mà por favor, porque yo ya tengo alguien que me ame tanto o aún más de lo que yo lo hago.
Y le colgó.
Admito que no sé cómo sentirme ahora o qué hacer, la verdad. No sé si gritar, si reÃr, si llorar por él, pero lo que sà sabÃa era que la opresión en mi pecho se hizo aún más fuerte y esta vez no era por dolor, era mi corazón acelerarse hasta tal punto de querer estallar. Desde niña siempre habÃa soñado con tener un prÃncipe Disney, de esos que nunca te hacÃan llorar, de los que te sacaban sonrisas, de los que no te hacÃan enojar y te hacÃan ver todo de un color tan rosa, pero justo ahora, si me concedieran un deseo, si me dijeran que todo aquello que quise una vez pudiera hacerse realidad, desearÃa tener a Dylan O'Brien, porque el podÃa hacerme llorar, porque él podÃa hacerme enojar, porque él podÃa mentirme y herirme cuando quisiera y con unas simples palabras, no sólo podÃa llenarme de sonrisas, carcajadas y bromas, podÃa mostrarme mi realidad y enseñarme que no todo el tiempo podÃamos estar alegres porque todos dependemos de la arrechera, de no ser asà ¿Cómo podriamos estar con alguien asi? Que ladilla, un Dylan O'Brien no te hace ver las cosas de un color tan rosa, ¿Sabes porqué? Porque ése chico esta tan lleno de sorpresas que un solo color no bastarÃa para describir una vida con él, él era un puto arcoiris, el maldito arcoiris que llegaba después de la tormenta de arrechera que él mismo provocaba. Ãse era mi Dylan.
Le escuché sollozar y antes que pudiera decirle algo le soltó el primer golpe al saco de arena, despues el otro, el otro, el otro y asà continuó un buen rato mientras que sus sollozos intentaban interrumpirlo. No me acerqué ya que querÃa que desahogara su arrechera e impotencia con el saco, claro, hasta que me fije que los guantes de Kick Boxing que pensaba usar y no los de Boxeo en si, estaban junto a él en el suelo. Fui rápidamente a él para impedirle seguir golpeando el saco con las manos desnudas.
Ãl al sentir mi tacto en su espalda, paró. Me miró, pude ver sus mejillas enrojecidas y cubiertas de lágrimas recientes y rastros de las anteriores, estaba tan indefenso, tan vulnerable en ese momento.
Ãl me necesitaba.
âAlicia... âsusurró.
Tomé sus manos, ambas, apartandolas poco a poco del saco de arena para que no se siguiera lastimando. Estaban llenas de callos y los nudillos estaban en carne viva. Las seguà mirando, esas manos limpiaron mis lágrimas cada vez que tuvieron oportunidad, acariciaron mi rostro para reconfortarme cuando lo necesitaba, eran las que apartaban mi cabello de mi rostro a mi oreja, las que golpearon y me defendieron de aquel malandro en chichiriviche, las que me dieron amor y me trataron como lo más preciado que tenÃan desde esa vez que tomaron una de las mias en aquel Backstage de San Diego sólo para saber mi nombre....
Las acerqué a mis labios y besé cada herida que habÃa en ellas sin importar ensuciarme con el pequeño rastro de sangre que habÃa en ellas, porque las amaba, amaba esas manos.
Dylan tomó mi rostro en ellas obligandome a mirarlo. Sus ojos mieles estaban aguados, su nariz y sus mejillas estaban enrojecidas y su labio inferior estaba temblando.
No pude resistirlo más y me abracé a él.
Lo abracé, lo abracé tan fuerte sin importar que pudiera cortarle la respiración. Ãl reaccionó mucho después y ahà fue cuando se derrumbó. Se echó a llorar a gritos y por cada grito que daba yo lo abrazaba aún más fuerte. Su peso sobre mà estaba disminuyendo, estabamos descendiendo al suelo, estabamos sentados en el suelo del Gym y aún asà no lo solté.
âNo... No te vayas âsollozóâ no me dejes solo... no me dejes, Alicia. Yo... yo no sé qué harÃa si tu también decidieras irte...
âHey... hey precioso... âsusurre levantando su barbillaâ Dylan, estoy aquÃ. Estoy aquà y siempre estaré aquÃ, lo juro por ti.
â¿Por mi?
âSi, por ti... âacaricie su mejillaâ porque no hay nada que ame más en mi vida que a ti... nada, Dylan.
Su labio inferior tembló.
âQuisiera saber qué hice...
âNo cariño, tu no hiciste nada, no te eches la culpa por...
âQuisiera saber qué hice para tenerte en mi vida, Alicia âme miró a los ojosâ porque desde que entraste en ella todo empezó a cobrar sentido...
Mis ojos se aguaron.
âDylan...
âAlicia, Te amo...
Solloce, ésta vez fue el quien me abrazó. Sin importar las adversidades o las situaciones en las que nos encontremos, él jamás dejarÃa de recordarmelo.
âY yo lo hago más qué eso, Cariño.
(...)
Mis ojos se abrieron al sentir que la luz de la habitación era prendida. Me removi entre las sábanas y me incorporé procurando de no mostrar nada que otros no pudiesen ver de mi cuerpo. Dylan habÃa entrado con cuidado de no despertarme al cuarto, se estaba vistiendo para salir.
Miré la hora en el reloj de la mesa de noche. 8:30am.
âHmm... ¿Dylan? âél paró de colocarse la camisa de franela a cuadros y vino a mi. Restregue mis ojosâ ¿Qué haces?
Se sentó a mi lado y dejó un beso en mis labios
âFeliz cumpleaños, Bonita. ¿Has dormido bien?
Después de lo que pasó anoche nawebona, dudalo pej.
Asenti.
Ya va, mARICA ESTOY CUMPLIENDO AÃOS, QUÃ HABLAS
SOY LEGAL NOJODAAAAAAAAA
YA Va... aquà los de Estados Unidos son legales a los 21.
El coño e su madre nOJODAAA
â18 añitos desde que a papi se le rompió el condón y le salió su bendición âse rió, miré que junto a la puerta estaba su morral negro, ya va, ese morral lleno sólo significa una cosaâ ¿Te vas de viaje?
Ãl suspiró.
âLo siento cariño, nos han llamado esta mañana a Kaya, a Thomas y a mÃ. Tenemos tres entrevistas, dos en Albuquerque y una en Nueva Zelanda, volvemos el lunes.
âEso... ¿Eso quiere decir que no estarás para mi cumpleaños?
Negó.
âLo siento, pero el deber me llama âhizo una mueca, desvie la miradaâ hey... prometo que en lo que regrese iremos a donde tu quieras, si quieres a Disneyland, tu sólo pidelo cielo pero en serio debo ir.
Suspire.
Otro año consecutivo mirando pelÃculas mientras jartaba, nada iba a cambiarlo pero para que no se sintiera mal decidà cambiar la cara.
âSi, no importa, yo... yo entiendo âasenti.
âSe que querÃas que estuvieramos juntos todo el dia pero... ya sabes âsuspiró.
Negué y lo ayudé a ponerse bien la camisa.
âVe a hacer tu trabajo Dy, estaré bien ¿Si? âle di un corto besoâ te amo.
Sonrió de lado.
âGracias por entenderme Preciosa âbesó mi frenteâ ya debo irme, Kaya y yo te hemos dejado una pequeña sorpresa, la copa es la mia.
Luego de despedirse se fue con el morral. Suspire y me levanté de la cama para ir a tomar un baño.
Ya lista con una de las camisas de baseball de Dylan, fui a ver qué podia desayunar pero de verga no me dio una vaina al ver el viaje de comida que habÃa sobre la mesa ratona.
Fruta cortada, waffles, panquecas, trufas, rollos de canela, quesadillas dulces y trozos de chocolate picado en una taza, de paso junto a eso habÃa una enorme copa de fresas con crema y chocolate blanco y negro puesto de manera decorativa.
Tomé la nota que habÃa ahÃ.
«Feliz cumpleaños Lily, espero disfrutes del desayuno que hemos preparado (yo) Dylan y yo. Ps: Dylan se ocupó de la copa y descuida, todos sus dedos están completos âKaya»
Esto se llama producción marica.
Pero por mucho que me hayan cocinado y lo fancy que haya quedado eso no quita el hecho de que Dylan no estarÃa para mi cumpleaños.
Escuché los ladridos de mi hijo asà que no tardó mucho en aparecer e instalarse conmigo en el mueble a ver la televisión.
â¿Te gusta Monsters Inc? âle pregunté a TobÃas, ladróâ-si va, veamos esa.
La puse.
Y asà me pasé las siguentes dos horas mirando la pelicula y jartando con mi hijo hasta que mi telefono vibró en un mensaje.
Pelo E Chávez
Espero estes lista para irnos porque estoy a dos cuadras.
Jeje, hola mi bella pelirroja.
¿Lo has olvidado verdad?
¿Cómo estás?
Dios....
Tienes diez minutos para estar lista, te esperamos abajo.
Por vainas como esta es que te amo marica.
Me paré de un salto y guardé en la nevera lo que sobró de comida antes de pegar la carrera a buscar algo para ponerme. Busqué unos shorts, mis botas y una camisa gris de The Vamps que me compré no hace mucho, me vesti, me cepille, tomé el teléfono, luego de despedirme de mi hijo y tomar la llave, me fui.
âTardaste mucho âfue lo primero que dijo Holly cuando entré a su carro.
Intenté recuperar la respiración.
âNawebona chica ¿Y es que tu crees que yo soy Barry Allen o cómo es la vaina?
Las muchachas se echaron a reÃr.
âDéjala Holly âArden me abrazóâ por cierto, feliz cumpleaños.
Le sonreÃ.
âHmm... lo que Arden dijo... âmurmuró somnolienta Crystal desde el asiento del copiloto.
â¿Y ésta carajita porqué anda con caliweba?
âSon las diez y media de la madrugada y Holland me trajo a rastras âse quejó. Alaverga, y yo creà que yo era floja.
Holland rodó los ojos y arrancó.
âIgnorala y empieza a relajarte a partir de ahora âprendió la radioâ hoy tendremos un dÃa de Spa.
(...)
âEsto definitivamente no es relaJANte âchille cuando la chama arrancó otro pedazo de tela con cera de mi pierna.
âDeja de llorar Lily, no es para tanto âhabló Arden mientras le estaban arreglando las patas y las uñas.
âSólo lo dices por tu no tuVISte una depilación comPLEta âvolvà a chillar.
Crystal salió del cuarto privado al que yo habia entrado hace un rato y venÃa caminando de puntas y con las piernas abiertas. Esa era otra que se habÃa depilado la qk con cera.
Marica eso era horrible oyó.
Luego de terminar de depilarme las piernas y las cejas, la chama empezó a maquillarme.
âEspera a que Dylan te vea, estás quedando tan linda âHolland sonrió, Arden la miró malâ es decir... ¿Ya escuchaste hablar del nuevo cargamento de utileria que llegó ésta semana?
â¿Qué?
â¡Ah! Ya recuerdo, ése enorme camión que llegó este lunes âcomentó Ardenâ seguramente han traÃdo la katana de Kira, muero por verla.
âYa casi termino âme informó la chama que me estaba maquillando.
â... ¿Tu qué opinas, Lily?
â¿Ah? âpregunté ya que me habÃa distraÃdo.
âSobre ir a ver la utileria nueva âme respondió Crysâ claro está, sin que Jeff nos descubra en el set o nos cortará la cabeza.
Ãstas marditas si inventan.
â¡Sisa!
Papi chiabe porfa plix que el Jeff no nos llegue a descubrir porque adiós luz que te apagaste.
âââââââââââââââââââââââââââââââââââââââââââ
Hola chamas!!! Especial mode on
Estén pendientes porque subiré otro ésta misma noche y la primera en comentar se le dedicará el capÃtulo.
Necesitan tener Amor Real de Sin banderas y Reik para leer el siguiente capÃtulo o nada va a ser lo mismo chamas, deben escucharla mientras leen esa vaina.
Bye
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