Girl Next Door —Copperpot

Alicia

—Hmmm... —murmure entre sus besos— me encanta este lado jeva tuyo pero te recuerdo que no beso a mis amigos, Dylan.

Rodó los ojos.

—Por favor Alicia —pidió— para de castigarme con eso, la cague ¿Si? Pero te necesito, te extraño.

—Verga, ¿Qué parte de no, no entiendes?

Bufo. Y me soltó.

—La parte en la que sales toda una tarde con un maldito desconocido mientras yo me estoy muriendo de celos, maldita sea —se pasó las manos por el cabello. Estaba a r r e c h o— dime qué tengo que hacer para hacerte cambiar de opinión. ¿Acaso quieres que me arrodille, Alicia? ¿Eso es lo que quieres?

Gruñó.

—¿Verdad que no es bonito cuando tu novia mira a otro chico? ¿Verdad que no mmaguevo? —gruñi yo— pues imagínate cómo me sentí yo cuando le estabas mirando las tetas a la mmagueva aquella.

—¡Las tuyas son mejores, joder!

—ia ba, Khé.

No si. Ahora lo amo. Al menos me miente diciendo que tengo tetas para hacerme sentir mejor :')

—Si, a leguas se notaban que eran operadas —explicó desviandose del tema— en cambio las tuyas son como que muy...

—Ya va, ¿En qué momento tu me miras las tetas, carajito?

Dylan se sonrojo de golpe.

—Yo... bueno... ehm... —aclaró su garganta— bueno, en fin. El punto es, ¿Podrías perdonarme?

—Dylan...

—Alicia, Te quiero. A ti y sólo a ti. ¿Lo sabes verdad? —sostuvo mi mentón.

Desvie el rostro.

—Tengo que pensar bien las cosas.

—¿Pensar? ¿Qué vas a pensar? —dijo— maldita sea, te quiero y ni siquiera sé porqué. Me vuelves loco a tal punto de hacerme rogar a una chica por tres malditos días cuando estando en otro momento simplemente la hubiera mandado a la mierda. No soy como las revistas y las entrevistas me describen, soy un idiota ¿Si? Lo reconozco, pero también reconozco que estoy malditamente enamorado de ti desde que subiste a traducir a Teresa en la Comic-Con.

Menor...

Er coñisimo de su madre.

—Dylan...

Me miró. Sus ojos estaban cristalizados. Si es marico.

Pero lo adoro.

—Carajito marico, ven y Bésame antes de que me arrepienta, pajuo.

Sus labios formaron una pequeña sonrisa y no lo dudó tanto al levantarme en sus brazos y besarme hasta que se nos durmieran los labios.

O hasta que nos ladillaramos.

(...)

Estábamos enrollados en las sábanas de su cama abrazados y mirando The Internships con Tobías sobre nuestras piernas. Extrañaba estar de esta manera, abrazarlo y montarle la pierna, usar sus buzos, llamarlo marico, lo extrañaba arrechamente a él, además también extrañaba busearmelo en pantalla grande como lo estaba haciendo justo ahora.

—Me encanta como sales aqui, menor —murmure prácticamente babeando por su personaje, Stuart Twombly y por lo malasangre que era.

Dylan rió levemente.

—Gracias, supongo.

—Moral, además me encantan como se te ven los lentes, burrrda de papi —mordi mi labio, él volvió a reír y además me dio un sonoro beso en la mejilla.

—Mira, es mi parte favorita.

Indicó señalando la pantalla. Le paré bolas a la película. Los menores y los adultos entraron a un club. Marica esa vaina era un puti-club. El personaje de Dylan miraba el teléfono sin parar mucha bola. Menor, tetas, tetas y más tetas era lo que estaba viendo.

Incluso sin que Dylan se diera cuenta, miré bajo mi camisa y sentí la decepción de todos los días.

Tengo el pecho de un Macho.

Todo iba chévere ahí hasta que llegó una de las puti-meseras que sólo andaban en hilos y con las tetas al aire. Se paró frente a Dylan. Apreté los puños. El catire adulto le levantó la vista del teléfono y él le miró las tetas a la tipa y sonrió.

Rodé los ojos.

Después la caraja agarró uno de sus dedos y se lo metió en la boca haciendo gemir a Stuart.

Me quité el brazo de Dylan de los hombros.

—Con razón es que te encanta tanto esa vaina —le dije.

Lo escuché reír.

—Tuve que hacerlo o no me darían el papel.

Lo miré con ironía.

—Verga, entonces tuviste que sacrificarte.

El marico se empezó a reír.

—No te arrueches, Queen —me abrazó y se acercó a mi oído haciéndome sentir su aliento en mi cuello— Prometo que cuando tu y yo hagamos lo mismo, me harás gritar mil veces más.

Quedé fue crazy.

No si.... estehmm...

Reí.

—Ajá, cállate pues —le di un pico y luego bostece— estoy cansada, deberíamos dormir.

—Pero no hemos cenado nada.

—Froy me llevó a comer hamburguesas —dije y en seguida su cara cambió. Rodó los ojos— vamos a la cocina, te haré panquecas.

Me levanté pero él tiró de mi haciendo que quedara sobre él.

—Tengo flojera, mejor vamos a dormir.

—¿Es eso o sólo es una excusa para seguir abrazandome? —sus labios se curvearon en una sonrisa inocente— ven, vamos a hacerte de cenar Dylan José.

(...)

—Menor en esta vaina hace frio, tengo frío, ¿Porqué tengo frío? Dylan, ¿Ya te dije que tengo frío? —mis dientes castañeaban a cada rato, pero la verdad es que no era por el frío marica, estaba super nerviosa, estabamos en el Madison Square Garden a sólo unos minutos del gran juego. Menor, iba a ver en vivo a Ron Backer.

Dylan rió.

—Sólo unas mil veces desde que llegamos aquí —apartó un mechón de cabello que estaba en mi rostro y besó mi mejilla— ¿Quieres mi chaqueta? Yo casi no tengo frío, ya estoy acostumbrado.

Asenti y él me la colocó, de paso que estaba nerviosa, había dejado la mmagueva chaqueta en el cuarto.

—Son buenos asientos —comentó Patrick muy feliz, llegando con los boletos— ¿Nerviosa?

Lo miré.

—No, para nada —bufe— tipo que todos los días vengo al Madison Square Garden a ver a mi equipo de Basket favorito. Pff, lo típico.

Lisa miró a Patrick.

—¿Acaso ése sarcasmo no te recuerda a...? —ambos miraron a Dylan y él levantó una ceja, los mayores rieron. No si— andando, terminemos con esto.

—Hey, ya verás que te divertiras cielo.

Julia y Lisa tenían las carteras full de chucherias ya que no iban a pararle bolas al juego, en cambio nosotros tres estábamos como carajitos esperando al niño Jesús.

El guardia nos dejó pasar gracias al escolta que Dylan contrató ésta tarde para no tener tanto peo con las fans. Entramos a ese beta y se escuchaban los gritos de los fanáticos, esa vaina ya había empezado.

—¡Por Hugo Rafael Chávez Frías! ¡Es Ron Backer! —chille al ver en ese momento al catire lanzarle un pase al otro.

Dylan entrelazó nuestros dedos y ambos seguimos a sus padres y a su hermana hasta la zona V.I.P para tomar nuestros asientos pero la verdad es que en ningún momento del partido me senté en esa vaina.

Podría decirles que me encompinche burda con Patrick, es que verga, me fui de California dejando al Jorjius y llegando a New York ya conseguí su copia, verga es que es igualito.

Backer volvió a anotar, grité como no tienen idea marica, voy a salir afónica de esta mierda.

—Alicia... —gritó Dylan hacia mí debido al ruido.

—¿Qué vaina es?

—Iré al baño y también traeré golosinas, ¿Quieres algo?

—Traeme unas Oreos ahí ¡Nojoda. Así es que es!

Dylan salió de la zona V.I.P junto a John, el escolta y no lo vi por un buen rato, ni bolas le paré. Patrick estaba gritando también y dando indicaciones hacia los jugadores. Ésta era una vaina intensa, los Knicks necesitaban tres puntos para desempatar y el entrenador llamó al equipo seguramente para decidir quién haría el último tiro. El árbitro lo tomó como medio tiempo así que decidí sentarme y descansar un rato.

—Vaya, si que te estás divirtiendo —rió Julia— has hecho buenas migas con papá

Sonreí y vi a Patrick como abrazaba a Lisa euforicamente, estaba esperando tanto como yo ése último tiro.

Julia me preguntó sobre Dylan y yo y le dije que medio resolvimos el beta, le conté de Froy y se echó a reír cuando le dije de los celos de Dylan.

—Chama, ¿No se te hace raro que Dy no haya vuelto ya? —pregunté— hace rato que se fue, o se murió cagando o algo pasó.

Entonces unos beeps sonaron en el fancy aifon de Julia. Miró su teléfono y en seguida sonrió.

—¿Qué?

—Ya lo verás —respondió.

Entonces las luces se apagaron.

Ay menor quejesto.

Un reflector se encendió en el centro de la cancha y uno de los comentaristas del partido anunció.

«Ahora para nuestro medio tiempo, por primera vez en la historia y en este escenario, presentando un tema latino de Carlos Vives, Wisin y Daddy Yankee, con ustedes ¡Dylan O'Brien!»

—Bonita.... Hoy te tengo que decir... que el amor en ti encontré, que eres tu la mujer, que me hace feliz. Me cura el dolor mi otra mitad, es una adicción y yo quiero más

MENOR DYLAN ME ESTABA CANTANDO NOTA DE AMOR EN MEDIO DE TODO EL ESTADIO, ALAMIERDA

¡Y DE PASO EN ESPAÑOL!

Las luces se volvieron a prender y ahí estaba él mirando hacia acá, las porristas estaban haciendo una coreografía arrechisima a la cual no le paré bola porque el que me importaba era él.

—Vivo en la luna por ti, vuelo sin alas por ti. No hay quien me quite esta nota que estoy sintiendo por ti.

»Vivo en la luna por ti
Siento mil cosas por ti
No se me pasa esta nota que estoy sintiendo por ti
Que estoy sintiendo por ti
Que estoy sintiendo por ti.

Miré boquiabierta hacia Julia y sus padres, estos últimos rieron y Lisa sonrió. Ella seguramente le enseñó a cantarla.

—Mami dame un poco de lo que tu tienes
Mami háblame claro dime que tu quieres
Me da un beso me sube los desniveles
Ella es mi super héroe tiene poderes —cantó la parte de Wisin.

»Mi súper estrella, dejó un beso y dejó la huella
Desde ese dia me muero por ella
Prepara la paella abre la botella
Dentro de la casa su brillo destella

La gente empezó a gritar, yo aún seguía estática. Dylan estaba prendiendo ésta mierda arrechamente y lo que me encantó es que prácticamente describió nuestra primera cita

—La reina de mi castillo caminando por el pasillo
Con mi buzo favorito color amarillo
Ella se lo merece, en el bolsillo ya tengo el anillo
Es muy sencillo, si fallo le pido perdón y me arrodillo ¡Vamos todos!

La gente se paró de sus asientos y le empezaron a hacer barra con sus aplausos.

Me lanzó un beso desde la pista.

Marica, me está haciendo llorar alv

—Vivo en la luna por ti, vuelo sin alas por ti. No hay quien me quite esta nota que estoy sintiendo por ti.

»Vivo en la luna por ti
Siento mil cosas por ti
No se me pasa esta nota que estoy sintiendo por ti
Que estoy sintiendo por ti
Que estoy sintiendo por ti.

Estoy llorando.

¡Marica empecé a llorar!

—Tú haces que yo me enamore, que olvide las otras flores
Que tengo de mil colores
Ninguna florece como tu ¡Ay, ma!

»Voy sólo pero con todo
No te me escapas ni aunque este mundo se acabe
Con cada beso en mi memoria que se grabe
Para conocer cosas sobre ti que nadie sabe

Empezó a subir las gradas mientras seguía cantando.

Empecé a temblar.

—Somos locos a que no te atreves
Hacer conmigo todo lo que dices que no debes
Lo que tengo es una nota que hace que me eleve
Oh oh oh que me dure a la forever

Dylan cada vez estaba más cerca menor. Estaba sollozando como la propia marica y de paso esta vaina estaba saliendo en las noticias y en televisión porque desde aquí veía a los camarógrafos.

—Trato de cerrar un tracto
Pongo la firma para sellar el contracto
Porque ni los diamantes, pulseras
Lo que pesa mi chequera
Vale más que bailar contigo un vallenato.

La gente de la zona le estaba dando permiso para pasar. Julia soltó un chillido cuando Dylan llegó y se puso frente a mí.

ER WEBO E JUDAS

—Tu boca me entoxi
No tuve que buscar a la proxi
Supiste lo que en el boxin
Avanza y dame la cura para caer en tu sobredosis
Rápido ma, soy Dylan y sabes que estoy para ti ¡Ahora chicas!

Él miró hacia la pista y yo lo imite.

El grupo de las porristas apareció con un madre cartel. Pero es que cuando digo madre era MADRE cartel de «Bonita ¿Quieres ser mi novia?»

Contuve un grito de emoción y Dylan sonrió. El público empezó a gritar aún más y varios Aww se hicieron presentes.

Estaba llorando como la propia marica.

—Hoy te tengo que decir
Que el amor en ti encontré
Que eres tu la mujer
Que me hace felíz
Me cura el dolor, mi otra mitad
Eres tu la adicción y yo quiero más

Entrelazó nuestros dedos y me atrajo a él.

—Vivo en la luna por ti, vuelo sin alas por ti. No hay quien me quite esta nota que estoy sintiendo por ti.

»Vivo en la luna por ti
Siento mil cosas por ti
No se me pasa esta nota que estoy sintiendo por ti
Que estoy sintiendo por ti
Que estoy sintiendo por ti.

Terminó de cantar y la gente exclamó y lo aplaudió pero él no le paró bolas, él esperaba por mí, él esperaba que le respondiera.

Pero ajá, estaba en shock marica, osea me quedé loca

Después me ando quejando de que vainas goals como esta no me pasan pero ¡AHORA SI ME PASAN NOJODA!

—¿Y qué dices, Queen? —preguntó por micrófono— ¿Aceptas volver a ser mi novia?

—Alv... —asenti sollozando por dos razones.

La primera por la vaina esta y la segunda porque esta vaina iba a salir en televisión y yo parecía una estúpida llorando.

Dylan al escuchar la respuesta me abrazó fuertemente y el público lo tomó como afirmación porque el escándalo que había no era normal.

Levanté mi cara para poder mirarlo.

Él me miró a mí en una enorme sonrisa. Con sus pulgares limpió mis lágrimas y luego acarició mi mejilla.

—¿Porqué eres tan marico en la vida?

Rió.

—Te quiero, Alicia.

Y me besó

Teresa.

—Kheeeeeeee.... —le escuché decir a Brayan frente al televisor mientras yo salía del baño con mi paño.

—¿Qué es, carajito?

Marianna aún con la boca abierta señaló a la televisión

Tenían puesto un juego de los canales NBA pero definitivamente lo que estaba pasando en el canal no tenía nadita que ver con la NBA.

NAWEBONA DE BELLO SE PASÓ DYLAN

Aquella si es pajua, la propia marica llorando

De los betas que se entera uno mrc.

—¿Ves? —le dijo mi tía al Brayan, casi regañandolo— a ti lo que te faltó fue pilas, carajito. Ahí ta' te tumbaron a la jeva por marico.

Es que ella aún no va a entender que eso sólo pasará en sus sueños al igual que sus sueños húmedos con Capriles