México
Try Everything —Shakira
Alicia
A la verga. Seis horas en Roscoe camino a México para grabar me dejaron el culo entumecido. Estaba reventada marica, al menos el pobre Dylan no tuvo que manejar las últimas tres horas restantes sino que cambió de puesto con Tyler quien venía con nosotros al igual que Arden y Holland. Desde hace una hora uno de los helicópteros del set nos había estado siguiendo para grabar y ahorrarnos el trabajo al llegar. Dylan estaba dormido a mi lado y yo estaba sentada sobre sus piernas mientras que mi cabeza estaba recostada en su hombro, se había quedado dormido haciéndome cariñitos debido a que en la mañana se había parado temprano a ver el juego con el combito, el ratón con el que todo el mundo despertó no fue normal oyó, el Jorjius me contó que a la loca de la tía mia se les había perdido y la consiguieron el día siguiente durmiendo en un colchón inflable en la piscina, se podrán imaginar, esa gente se volvió mierda y ni hablar de mami que se orino en el patio por mezclar Whisky con Sevillana, esa es alta lacra. Al llegar al hotel lo primero que hicimos además de asignar habitaciones y tirar las cosas fue salir a comer con todo el cast y a recorrer un poco el sitio, ya mañana empezariamos a grabar. Marica admito que me encantó pues, íbamos a estar todo el fin de semana en México hasta el lunes por la noche grabando las nuevas escenas con los Calaveras y ya el martes Teresa y yo empezariamos las clases, ah, esa es otra vaina: la marica aquella diciéndole a mami kike para meterse en clases de canto porque según ella en las preparatorias gringas por cada beta que sucede cantan y casualmente todos se saben la misma coreografía. Aquella será que cree que va a estudiar en High School Musical o no sé qué webonada es.
—Adoro venir a México.
Ty llegó junto a mí y sin previo aviso nos sacó una selfie dejándome medio virula con el flash, nawebona
Parpadee un par de veces para volver a acostumbrarme a la luz.
—Mano y yo adoro mi vista así que deja tu mariquera con la malaya cámara por favor —Tyler sin pararme bola nos tomó otra foto. Carajito sordo— ¿Has visto a Dylan?
No lo había visto desde que salimos del restaurante debido a que me le pegué atrás a Daniel y a Holland para ver la feria artesanal de la plaza, menor, una de las cosas que siempre he querido hacer es venir a México en época de día de los muertos, ver las vainas que hacen, los eventos, la gente maqullada así arrechamente y con ropa tradicional, los mariachis y su escándalo, Dylan tenía que traerme si o si nojoda.
—Claro.
—¿Dónde?
—En fotos, entrevistas, esta mañana.... —puse los ojos en blanco— Oh, ¿Te refieres justo ahora? No.
—Marico
Ty me regaló una sonrisa y siguió tomandole fotos a toda vaina que se movía. Eran al rededor de las ocho de la noche y la plaza estaba iluminada con farolas y decorada con banderines coloridos de papel crepe muy bellos cortados, kioscos de comida, artesanias, ropa y corotos se expandian por todo el lugar. Los carajitos corrían de aquí y allá al rededor de una enorme fuente que representaba el centro de esta, despidiendo chorros de agua azules y magentas gracias a las luces que habían en el fondo. Aquello era bellisimo chama, demasiado bello. Caminé entre la gente mientras le echaba una rápida ojeada a los kioscos, los vendedores llamaban la atención de los demás ofreciendo sus productos muy amablemente.
—¿Buscabas a alguien especial?
Una sonrisa se dibujó en mis labios al escuchar su voz cerca de mi oreja.
—No lo sé, ¿Si te digo que sí me ayudarias a encontrarlo?
Sentí su sonrisa.
—Tal vez, depende de a quién estés buscando —apartó mi cabello y lo dejó sobre mi hombro izquierdo para tener mejor acceso a mi oreja— alguien tan hermosa como tú no debería estar sola en un lugar desconocido como éste...
—Dios y Chiabe me amparan, tu tranquilo yo contenta —intentó no reír— la persona que busco es alta, de cabello oscuro, ojos miel, nariz respingona, lunares por todo el rostro como una Chips Ahoy y con más sarcasmo en el organismo que la propia sangre.
Dylan se echó a reír.
—Muy graciosa, belleza —dejó un beso en mi mejilla antes de abrazarme por detrás y recostar su mentón en mi hombro— Se siente tan bien estar contigo que a veces desearía que el tiempo no existiese.
—Y yo desearía que la regla me llegara nada más para decir «marica llegué yo, no estás preñada, nos vemos el próximo mes bai» pero no todo se tiene en esta vida.
Él rió produciendo ciertas vibraciones en mi estómago, emoción. Me emocionaba aún el saber que con simples acciones que realizaba tendría un efecto en Dylan, aún a éstas alturas me emocionaba tener un efecto en él porque por muy marico que sonase una parte de mi, quizás mi lado fangirl no podía dejar de verlo como un ídolo, aunque ya lo conociera en persona, fuese mi novio y me amara con locura mis sentimientos por Dylan jamás podrían dejar de ser una bola de zamuros alborotados cada vez que me regalaba una simple sonrisa o una de esas miradas.
—Alicia...
Giré aún sin alejarme de sus brazos sino que simplemente recargue uno en su nuca y el otro cerca de su pecho. Su rostro no dejaba de examinarme con la mirada, sus ojos miel miraban de aquí a allá con tanta atención que resultaba encantadora. Desde que lo conocí una de las cosas que más había querido hacer era mirarnos desde otro plano gracias a que, todos los demás decían que cada vez que Dylan me miraba lo hacía de una manera tan peculiar que les resultaba totalmente adorable y que yo además por muchas cosas que me llegasen a la mente siempre terminaba mirándolo como si quisiese meterlo en una cajita de cristal. Concordaba con aquello, él era una de las personas más importantes en mi vida, me había visto desnuda y no sólo literalmente. Dylan había visto mi alma desnuda, conocía todas y cada una de las cosas que habían en mi, todos mis defectos, mis errores, mi transtorno, mis talentos... aunque le faltaba uno.
Dylan no sabía que además de saber componer canciones, podía escribir historias. De hecho una vez llegué a plantearme cómo llamaría a una novela en donde él y yo fuesemos protagonistas de ella, algo así sobre: Una asombrosa chica venezolana o algo que se le pareciera.
—Creo que me lo dijiste todo con la mirada.
Acarició mi mejilla.
—¿Ah si? —dejó un suave roce en mis labios con los suyos— ¿Y se podría saber...?
—Te amo...
No sé qué me encantó aún más, si mi corazón acelerarse arrechamente al decirle aquello mirándolo fijamente o ver el color esparcirse en sus mejillas agregandole aquella sonrisa perfecta. Había adivinado.
Sus labios se unieron a los mios en lo que pareció ser un pequeño roce. Mis manos se unieron tras su nuca y decidieron jugar con su cabello produciendo pequeños estremecimientos de su parte, a Dylan no le gustaba por nada del mundo que le tocaran el cabello, de verga Scarlett se lo podía tocar cuando se lo cortaba pero de resto, lo odiaba. Aún así a mí me permitía hacerlo, no me negaba nada en absoluto porque para él era su consentida. Sus labios danzaron sobre los mios sin necesidad de seguir pista haciéndome sentir en las nubes, después paró dejando pequeños picos variados sobre él mientras sus brazos me rodeaban casi en un abrazo hasta que sus labios tiraron de mi labio inferior haciéndome soltar una pequeña risa.
—¿Qué?
—Estamos en público...
Dylan sonrió y acunó mi rostro entre sus manos y su frente estaba apoyada sobre la mia mientras la punta de su nariz acariciaba la mia.
—¿Y...?
—¿No te importa que nos vean besarnos?
—Lo único que me importa, aquí, justo ahora... eres tu. Los demás pueden irse a la mierda.
—Altas líricas por Dylan O'Brien.
Dylan rodó los ojos.
—¿Vas a besarme o lo hago yo, Bonita?
Sonreí antes de pararme de puntas y volver a besarlo.
(...)
Salí del baño ya lista con una de las pijamas de Dylan y con una toalla envuelta en la cabeza, él por su parte estaba recostado en la cama ya listo haciendo lo que parecía ser una video llamada con alguien, al notar mi presencia me hizo una seña de que me acercara con una mano así que no dudé en hacerlo pero al llegar junto a él en la cama en un rápido tirón hizo que me sentara sobre sus piernas haciéndome reír por lo brusco que fue.
—Mira quién está conmigo —presumió Dylan apoyando su cabeza sobre mi hombro.
Vi la cara de asombro de Jasper del otro lado de la pantalla.
—Hola Jas...
—Oh por Dios... ¡Mi crush! —chilló— estás en México con mi crush maldito bastardo.
—Mi novia —le corrigió
—Igual, ella podrá ser tu novia pero en secreto es mia aunque obviamente no lo sea, tu entiendes
No si, lo más arrecho es que yo lo entendía porque yo era así cuando hablaban de Dylan, OBVIAMENTE cuando no lo conocía y sólo era su simple fangirl.
Dylan lo fulminó con la mirada.
—Pequeño demonio... —le quité el teléfono.
—De pana que se parecen a Bart y a Homero par de maricos —rodé los ojos— ¿Qué has hecho desde la última vez que te vimos?
—Pensar en ti y en las mil maneras de conquistarte —me hizo un guiño, verga esa labia O'Brien no juega carrito nawebona. Jasper al ver que Dylan lo estaba mirando mal, corrigió— es decir... mamá por fin me ha inscrito en una Academia de baile por sacar un sobresaliente, ¿No es genial?
Sonreí al escuchar aquello. Definitivamente se lo merecía, el carajito era un fosforito bailando, o sea, prendia durisimo esa mierda como no tienen idea.
—¿Jasper O'Brien? ¿Sobresaliente? —Dylan frunció el ceño— ¿Acaso esas dos palabras se juntan?
Le eché un jalón de pelo por pajuo.
—Auch, Lily... —se quejó— ¿Fue en Baseball verdad? No me imagino verte sacar un sobresaliente en matemáticas ni en mis más salvajes sueños.
Le volví a meter otro jalón de pelo por pajuo.
—Deja al carajito, mmaguevo —lo fulmine con la mirada— Marico que chévere, Felicidades —Jasper sonrió.
—Gracias, dulzura —me hizo un guiño— Si, el entrenador dijo que bailo increíblemente y que si practicaba aún más, podría participar en la competencia estatal en un par de semanas —comentó— Si van a venir, ¿Verdad?
Verga, como yo cago dólares seguramente volveré a viajar a New York.
Miré a Dylan porque ajá, no sé.
Marica luego recordé que yo trabajo y que ya la próxima semana me daban mi primer sueldo de actriz, o sea, alto rial pues y necesitaba algo importante en qué gastarlo que no fuera chucherias o cualquier otra mariquera y ¿Qué mejor que esto para hacerlo?
—Claro que sí.
—¡Asombroso! —chilló de felicidad. Escuchamos una puerta, alguien entró a la habitación de Jasper— ¿Qué?
—Mono, mamá quiere que saques la basura antes de irte a dormir.
Era Harriet
—Si si, dile que me de un segundo, estoy hablando con Dylan
—¿Estás hablando con Dy? —el sonido de su voz cambió, se emocionó— quítate, yo quiero hablar con él.
—¡No, yo estoy hablando con él!
—¡Jasper! —ambos empezaron a forzajear por el puesto frente al monitor hasta que ella por fin logró tirarlo— Precioso, hace mucho que no... —su sonrisa se borró al instante al verme junto a Dylan pero él pareció no notarlo ya que la saludó animadamente.
—¡Hola Harry! —sonrió— ¿Cómo estás?
Ella hizo una mueca
—Eh... supongo que bien, ¿Tu?
—Excelente, justo ahora estamos en México para unas grabaciones de Teen Wolf —le comentó— ¿No vas a saludar a Lily?
Su vista cayó en mí y la verdad, no fue muy bonita que digamos.
—Hola —contestó secamente.
—Hola Harry...
—Soy Harriet para ti —mer webo pues— Dylan, creo que iré a dormir.
Dylan frunció el ceño
—¿Qué? Pero si casi tiraste a Jas para hablar conmigo —hizo un puchero tan cuchi que logró ablandar la mirada de Harriet, incluso sus ojos empezaron a brillar— ¿O es que acaso ya no me quieres?
Ella se sonrojó de coñazo.
—¿Qué...? ¡No! Es decir... ¡Sí! —se apresuró a decir. Suspiró— bien, ¿De qué quieres hablar?
Dylan se encogió de hombros
—Esta semana empiezan las clases, ¿Ya tienes pareja para el Home Comin'?
Ella hizo una mueca.
—Si... no iré.
—¿Porqué?
—¡Porque su cara es tan fea que espanta a toda especie masculina que la rode...! —le lanzó una vaina a Jasper cerrandole la boca de un sólo coñazo.
—No quiero ir.
—¿Es porque no tienes pareja, Princesa? —preguntó suavemente que hasta a mi me dio ternura— no te preocupes, ¿Porqué no le preguntas a Louis? Él seguro estaría encantado de ir contigo
Ella rodó los ojos.
—Dylan, no usaré al vecino como última opción.
—¡Oh, vamos! Está loco por ti, ¿Acaso no lo has notado?
Verga, ése momento extraño donde la prima de tu novio se llama Harriet, le dicen Harry y tiene un vecino que se llama Louis que además de eso está loco por ella...
Mi lado Larry Shipper quiere salir a la luz, nawebona...
—Él no me importa —respondió ella haciendo una mueca.
—Entonces... ¿Es por alguien en especial que no quieres ir?
Ella dudó en responder pero a la final lo hizo.
—Supongamos que si, pero ya... ya no interesa, él jamás me prestaria atención —bufó— ¿Cómo están Ty y los chicos? Los echo mucho de menos al igual que a Holly, Crys y Arden.
Verga, ¿Y ella es chévere?
—Seguramente están durmiendo, Princesa. Fue un largo viaje en auto y además debemos levantarnos temprano.
—En otras palabras ¡Largo de mi habitación! —le gritó Jasper pero ella no ignoró— Harriet hablo en serio, quiero seguir hablando con mi crush.
—Menor, déjala —le dije a Jasper— si ella quiere quedarse a seguir hablando con Dylan, que lo hag...
Ella se levantó de la silla y miró molesta a Jasper.
—Está bien, me largo —gruñó— ni siquiera sé porqué desperdicias tu tiempo en ella, mirala, no lo vale —Se acercó a la pantalla— dulces sueños Dy...
Y se fue. Tanto Dylan como Jasper habían quedado sorprendidos, todos menos yo. Me tenía una arrechera que no era normal, y lo peor es que tenía el presentimiento de que no era porque su primo tenía novia, era porque Dylan tenía novia. Podrán llamarme loca pero yo desde navidad en casa de los O'Brien ya me había hecho muchas mentes y lo peor es que una parte de mi sabía que las había pegado toditas.
(...)
—¡Corte! —gritó Jeff por su megafono y me levantó el pulgar en forma de aprobación— ¡Excelente como siempre, Princesa! Ahora haremos otra toma en el calabozo de los Calaveras, necesito que enciendas los lentes de contacto, ya sabes qué hacer Lily... ¡Dylan! ¿Dónde está ése inmundo animal?
Seguí a Arden y a Ty por los pasillos del viejo antro que estábamos usando para grabar y entramos al enorme y descuidado depósito, verga, menos mal que le habían puesto un ambientador a esa vaina porque estaba demasiado cochino y llevado por la vida. Holland y yo ocupamos asiento en el suelo antes de que los de maquillaje vinieran a dar los últimos retoques, Scar lo único que hizo fue colocarme los lentes de contacto y alborotarme más el cabello. Jeff por otro lado empezó a gritarle las indicaciones a Dylan, Arden y Tyler, nawebona, no sé qué sería de la vida del marico ése sin su malayo megáfono.
—¡Muy bien todos, escena ocho y última! —avisó Jeff— Tyler y Arden por el escenario A, Quiero a Alicia en el B, Dylan: necesito preocupación notoria al ver a Alicia en su estado, inmediatamente ve a ella y trata de ayudarla. Lily: debes actuar como si tuvieses una crisis nerviosa pero no delires. ¿Okay? —asenti— perfecto, ¡Acción!
Jeff apuntó a varias cámaras para que se enfocaran en mí mientras Arden volvía a los pasillos junto a Ty tratando de hacer todo el menor ruido posible al cerrar la puerta. Intenté recordar cómo se sentía tener un ataque de asma y la última vez que me había dado al igual que uno de mis ataques de claustrofobia. Miré a mi al rededor asustada, atraje mis piernas a mi pecho y me abracé a ellas, empecé a respirar pesadamente.
—Hey... oye Malia... —me llamó Dylan sentado desde el otro lado de la columna— Malia mirame...
Levanté lentamente la mirada luego de que los lentes de contacto empezaran a brillar. Tragué fuertemente dando la impresión de que quería llorar pero que no quería hacerlo.
Dylan gateó hacia mí y se acucliyó.
—Hey mirame... estoy aquí ¿Okay...? —miré a Dylan a los ojos. Su rostro mostraba preocupación.
—Stiles... no puedo... —negué— no puedo controlarme.
—Puedes... ¡Claro que puedes! —tomó mi mano y la apretó firmemente— Escuchame, debes concentrarte Malia...
—¡No puedo, Stiles!
—¡Si puedes! —volvió a apretar mi mano y la llevó a su pecho— Sólo mirame... —lo miré. Sus ojos mieles me examinaban una y otra vez de arriba a abajo con preocupación, su lengua no paraba de humedecer sus labios cada cinco segundos que tenía oportunidad. Tenía unas ganas arrechisimas de...— concentrate en el sonido de mi voz... Malia, concentrate en el sonido de mi...
Acerqué mi rostro lo suficientemente al suyo y uní nuestros labios. Dylan no reaccionó al instante pero cuando lo hizo me lo devolvió con la misma intensidad con la que lo había hecho yo. su mano izquierda se acopló a mi nuca y tiró de ella para acercarme aún más, abrí más los labios para que tuviese un mejor acceso que al parecer le encantó porque soltó un suspiro. Mis labios hormigueaban con ganas de besarlo aún más y al parecer él no era la excepción pero ajá, no pues. Sentí su otra mano subir a mi mejilla y acoplarse a ella. Él fue el primero en separarse debido a que ése beso no estaba en la escena y que probablemente Jeff querrá caernos a coñazos después. Nosotros nos hicimos los locos y seguimos con la escena.
Dylan acarició mi mejilla con su pulgar mientras me miraba de aquella manera tan tierna como sólo él sabía hacerlo. Los lentes de contacto dejaron de brillar.
—Bien... A...A eso me refería... —sonrió dulcemente— saldremos de aquí, lo prometo. Scott sabrá qué hacer... siempre tenemos un plan.
Asenti.
La campana de corte de escena volvió a sonar antes de que el mmaguevo aquel pegara su grito.
—¡Corte! —chilló— Ustedes dos, ¿Qué demonios ha sido eso?
Maldi-tasea
Ambos soltamos un suspiro, listos para el regaño. Jeff bajó de su fancy silla de director y empezó a dar grandes zancadas hasta nosotros.
—Manor no lo vayas a regañar, juro que ha sido mi culpa.
Jeff frunció el ceño.
—¿Regañarlo? ¿De qué hablas, Lily? Iba a felicitarlo —miró a Dylan— ha sido un buen toque de improvisación de tu parte, oro puro para el shipp Stalia.
Dylan se sorprendió al escuchar eso.
—¿En serio? —preguntó.
Yo miré a Jeff.
—¿De pana?
Él asintió.
—Peeeero... —alargó la palabra— como Lily dijo que ha sido su culpa eso quiere decir que fue su idea —palmeó mi hombro antes de volver a su silla. Habló por el micrófono— ¡Buen trabajo, Princesa!
Dylan soltó un enorme suspiro. Verga, es que nawebona, él nunca pegaba una con Jeff marica.
—¿Aún sigue molesto por lo de Wes?
Me miró con ironía
—Dudalo.
(...)
Al terminar con las grabaciones a eso de la 1:30pm, Holland y Arden nos ladillaron a Crystal y a mi para ir a comprar unas vainas pero yo quería ir a ver qué jartaba por ahí y Crystal se me pegó atrás. Jeff nos avisó que nos quería a todos a la hora de la cena en el restaurante del hotel, él y Jake habían hecho reservación a las nueve y debíamos ir formalmente, alguna vaina estarían tramando esos dos. Al subir a la habitación por un baño y mi bolso conseguí a Dylan y a Ty echados en la cama mirando al infinito y más allá, seguramente ladillados.
—Qlq la mila —ambos levantaron la mirada de la cama— ¿Qué hacen metidos aquí? Todos van a salir a hacer cualquier vaina.
—A Dylan le duele la barriga y me estoy quedando para hacerle compañía.
Se me fueron los colores.
—¿Estás en...enfermo? —tartamudee.
MARDITA SEA NOJODA AIUDA
NO, NO, NO, NO, YO NO VUELVO A CALARME ESE WEBO PELAO
—Si, pero es leve —Dy hizo un gesto restandole importancia— ¿Saldrás con las chicas?
Me quité los zapatos luego de buscar mi ropa en la maleta y agarré una toalla.
—No, Crys y yo iremos a ver qué jartamos por ahí y no sé, después a caminar —me encogi de hombros para luego murmurar— si, a caminar hasta llegar a Venezuela más o menos
Tyler en seguida se levantó de la cama.
—¡Yo quiero ir! —juntó sus manos— Alicia por favor, Llévame y librame del sufrimiento.
No si.
Contuve una sonrisa, yo soy una coño e madre y él igual porque también estaba claro que cuidar a Dylan era igual a un pellizco en la bola
—¿No quieres quedarte cuidando a Dylan? —le pregunté en español.
—Llámame pendejo pues —me respondió de igual forma.
—Cagao'
—¡Lily por favor! —rogó— cuidarlo es igual que tener un pellizco en las pelotas.
A la verga, me leyó la mente.
Suspire pesadamente.
—Bien, puedes veni...
—¡Gracias, gracias, regreso en diez! —salió corriendo del cuarto. Me eché a reír.
—Actúan como si yo fuera insoportable estando enfermo —Dylan rodó los ojos.
Marica no le digas, no seas rata
—No vale, ¿Qué te hace pensar eso, bebé?
—Quieres reírte... ¡Alicia! —solté una carcajada. Dylan bufó y me dio la espalda en la cama. Se arrechó
Rodé los ojos y dejé la toalla a un lado antes de subir a gatas en la cama hasta llegar a su oreja.
—Dy, no te arreches amorcito —se estremeció pero luego recuperó la compostura— Dy... porfaa...
—Mamense un webou.
Solté otra carcajada. Esa seguro fue la mardita Teresa de mala influencia.
Bajé mi mirada a su espalda y se me vino a la mente una vaina. Introduje mi mano en el interior de su camisa acariciando su espalda a medida que la acercaba a su abdomen, sentí cómo se le puso la piel de gallina ante mi tacto, sonreí. Ascendi por sus cuadritos bien calidosos hasta llegar a su pecho. Dylan empezó a respirar un poco más lento.
—Alicia... —advirtió al sentir mi mano descender hasta la linea de vello bajo su ombligo que, en otros hombres daría asco pero en él se veía malditamemte sexy—Bonita...
—¿Si...?
Tiré suavemente de algunos vellos provocando que su respiración se volviese aún más pesada. De pronto me la quise dar de loca e introduje la mano dentro de su pantalón.
—Eso es jugar sucio, Bonita... —tragó— eso no es de Dios castigar a la gente inocente estando en abstinen...
Su mirada se oscureció al sentir cómo mi mano lo envolvió. Se giró lentamente hasta que su cuerpo quedó frente a mí. Relamió sus labios. Al parecer lo que yo había empezado con un juego se había convertido en otra cosa, era eso o a él se le paró por puro gusto.
—¿Porqué me miras así?
—Estoy pensando...
Relami mis labios al ver los suyos, de pronto quería besarlos hasta desgastarlos.
—¿Pensando en qué?
—En las ganas que tengo de arrancarte la ropa.
Parpadee un par de veces al escucharlo, Dylan tendría el queso tan arrecho para decir vainas como esas porque ese mariquito era bien educado para hablar que verga, ni Thomas que era el británico.
Sonreí marvadamente.
—¿Se te olvida que cargo la regla?
Él negó antes de darme un corto beso y ubicarse sobre mí.
—No, ¿Y...? —mi sonrisa pasó a ser suya. Aquél era más marvado que yo, algo estaba tramando— ¿Qué ocurrió...? —acercó sus labios a mi cuello y lo rozó— ¿Te has quedado muda?
Tragué.
—Si cargo la regla, ¿Cómo crees tu que...? —su mano empezó a desabotonar mi camisa hasta dejar mi barriga mondonguera al descubierto.
—Hay muchas otras maneras de hacerlo sin tener que meterme en ese sitio —susurró— maneras que me das a la obligación de ponerlas en práctica por lo que acabas de hacer, Bonita.
—Me llegas a meter esa vaina por el culo y te lo corto mmaguevo
Dylan rodó los ojos y se quitó la camisa
—Obama y Dios me amparan, tu tranquila y yo contento.
No si.
(...)
Las puertas del ascensor se abrieron y Dylan y yo salimos tomados de la mano. Me había hecho ir de incógnita porque se había corrido el rumor de que todo el Cast estaba en México (eso y porque Tyler lo Twitteó, mmaguevo, pa un brollo es para lo único que sirve) así que no tuve opción más que agarrarme su gorra de los Mets y él se puso una de los Yankees oscura que casi nunca se la veía sin mencionar sus lentes, a la verga, este como que se le está agarrando la maña de Janicauan que ni se quitaba los lentes para cagar. ¿No saben quién es? Pues todas las madres escuchaban a Chayanne, la mia escuchaba al Jani porque ella es lacra pues, kdcrt
—¿Porqué tardaron tanto? —Crystal se levantó de uno de los muebles del Hall.
Dylan intentó no reír.
—Un beta ahí chica, vamonos que tengo hambre.
Ecita, hasta yo me hubiese gritado a mi misma, le dije media hora y me tardé como una más o menos, y lo más arrecho que sólo diez minutos de ella fueron para bañarme y arreglarme.
Crys arrastró a Ty del sueter quien estaba aplastado en el otro mueble porque la señal del WiFi del Hall por fin le había agarrado y estaba pasando de nivel en geometry dash, nawebona, no sé a qué juego le tengo más arrechera, a ese o a Flappy Bird.
Dejamos que Ty nos guiara ya que él sabía muchísimo más de la ciudad de México que nosotros porque él por un tiempo estuvo viviendo aquí. Agarramos a Roscoe para ir al restaurante y pasar más desapercibidos que yendo a pie hasta que una vaina me vino a la cabeza.
—Menores, ahora que lo pienso...
—Pobre, ¿No te dolió?
Le metí un coñazo a Tyler.
—Como decía —fulmine a Ty con la mirada antes de seguir hablando— ¿No se les pasó por la cabeza que estando en Roscoe no llamaremos la atención como Dylan, Tyler, Alicia y Crystal sino como Stiles, Scott, Allison y Malia?
El carro quedó en silencio, verga, entonces si fui la única que lo pensó.
—¿Porqué no dijiste eso antes de tomar el Jeep? —chilló Ty al volante estando claro que le daba flojera volver a buscar otro carro.
Me encogi de hombros.
—¿Me lo preguntaste, balurdo? —Ty me fulminó con la mirada.
Crys suspiró justo cuando bajamos del carro.
—Ya no importa, muero por meter algo picante en mi boca... —marica ese chinazo hizo que me pusiera horriblemente roja— ¿Qué? ¿Porqué ambos se sonrojan?
Miré a Dylan y en efecto, el mariquito se había puesto rojo.
—Eso no es peo tuyo, mardita.
Crystal cayó en la vaina y se empezó a reír la muy mmagueva. Dylan y yo tratamos de disimular la cara pero fue imposible. Ty le echó seguro al Jeep y luego le extendió las llaves a Dylan.
—¿Qué?
Crystal intentó parar de reír.
—Adivina quiénes tuvieron un rapidito.
—¿Tu y Daniel hoy luego de salir de los vestidores?
Marica la cara de Crystal fue un poema. Tyler es sendo coñoemadre JAJAJAJAJA.
El muy pendejo del novio mío para que no hicieramos pasar pena a Crystal nos apuró a pasar al restaurante con la excusa de que estabamos llamando la atención. Menor es que ellos tampoco sabían disimular un coño, ¿Lentes y gorra en un dia que casi no estaba pegando el sol? Esa mierda a gritos llamaba la atención. El restaurante se llamaba Jalapeño's, admito que ajá, me encantó el toque casero que tenía y los sombreros de mariachis colgados del más pequeño al más grande en la pared, fotografías, mesas con manteles a cuadros y cactus pequeños como centros de mesa. La música ranchera me trajo un vago recuerdo del cumpleaños 32 de papi que habíamos celebrado en un restaurante en San Luis con ambiente mexicano muy bello y las de Vicente Fernández sonaban durísimo, dígame la que le gustaba a papi «olvidemos el pasado, y vivamos el presente... lo que importa es que te amo... y me amas para siempre...» traté de ignorar el nudo que se me hizo en la garganta y seguí a los muchachos a una mesa, al parecer Ty conocía a esa gente porque pasó como perro por su casa detrás de la barra.
—¿Adónde va? —les pregunté a Crys y a Dy refiriéndome a Ty.
Dylan acomodó mi silla para sentarme.
—Va a saludar a sus primos —me respondió Crystal— el restaurante es de la familia de su mamá, él trabajaba aquí cuando era equis en la vida.
No si, la que está hablando como yo. Menor, soy es yo dando clases de español rajao'
Miré a Ty desde la mesa y empezó a saludar a todo el mundo asi tipo tía Maythe cuando llega a hacer cola en cualquier parte, esa era más famosa que Osmel en una cola nawebona, era la narco de las bachaqueras. Notó que lo estaba observando y me indicó que fuera con él.
Me señalé y él asintió emocionado.
—Creo que quiere que vaya —les avisé a estos dos— ya vengo
—Sisa.
Nawebona, la malandra entonces.
Dejé el teléfono sobre la mesa y fui a la barra donde estaba Ty hablando con el Chef y varios de los meseros animadamente.
—Dios... —balbuceó uno mirándome sin disimular y luego le pegó ligeramente a Ty en el brazo— ¿Quién es esta hermosa morra?
—No te ilusiones Carlos, es la novia de Dylan —le respondió soltando una risa— Lily, ellos son mis primos: el del tatuaje es Juan, el de la bandana es Felipe y el del bigote es Carlos.
—Epale —les sonreí
—Chicos, ella es Alicia la novia de Dylan.
—Y que novia... —comentó el otro— ¿De dónde eres? No tienes cara de mexicana.
—Vengo de Venezuela.
Ellos se vieron entre si.
—¿Los emigrantes? —preguntó Carlos cambiando su cara de chancero a una un poquito más seria. Asenti— Tyler, ven conmigo a la cocina, necesito mostrarte algo.
Ty un poco confundido lo acompañó dejándome sola con Felipe y Juan quienes no dudaron en agregar una excusa a cerca de regresar al trabajo con tal de no quedarse conmigo en la barra. Okay, aquello había dolido un poquito, no iba a negarlo.
Miré sobre mi hombro y noté que Dylan estaba mirándome preguntándome si ocurría algo, negué para no preocuparlo y le hice un intento de sonrisa. No pasaron ni cinco minutos cuando Ty salió de la cocina arrecho y metió su teléfono en su bolsillo delantero.
—Vamonos a otro lugar.
Khe
Ya va, no entendí
Lo miré confundida.
—¿Pasó algo? —Tyler cerró los ojos y luego soltó un suspiro entrecortado— Ty...
—Por favor.
Aún sin estar satisfecha con su respuesta y cambio de humor de coñazo, decidí no protestar. Volví a mirar sobre mi hombro y en efecto, Dylan aún seguía mirándome.
«Toma mi teléfono y dile a Crystal que nos vamos a otro sitio» hablé por lenguaje de señas.
«¿Ocurrió algo?» preguntó él.
«No lo sé, él no quiere hablar de eso»
Dylan miró a Crystal y llamó su atención debido a que su vista estaba pegada a su teléfono. Ella levantó la mirada y le dijo unas vainas señalandonos a nosotros, me miró y en seguida recogió sus corotos y Dylan los míos antes de llegar con nosotros. Ty y yo giramos al escuchar la puerta del vaivén de la cocina, Carlos salió de ella buscandonos con la mirada.
—Recuerda lo que te dije Tyler, deja ya de ser tan necio —lo señaló con la espátula que traía en la mano— sólo están invadiendo un espacio y tomando lo que nos corresponde por derecho Nacional.
—Si, pero ella no es como los demás, Carlos —gruñó Ty arrecho— no vino aquí a buscar trabajo, ya estaba con nosotros.
—¿Ah si? ¿Y de dónde lo consiguió? —ironizó— son unos simples tramposos, aprovechados y acaparadores, les hemos tendido la mano y han agarrado el cuerpo completo.
Ya había entendido la vaina y me estaba dando un colapso mental. Tyler se estaba peleando con sus primos por mi culpa.
—¿Porqué los odias tanto? —soltó— jamás he conocido a un venezolano que me tratara mal, que no diera un cálido recibimiento en su hogar o te hiciese sentir uno más aunque sea sólo una maldita tarde. Ellos no son como tú los haces parecer...
—¡Por culpa de uno de los suyos me he separado de Guada! —gruñó. Cabía destacar que parte de toda esa gente estaba velando el peo.
Veía las palabras ir y venir de un bando a otro como si de un torneo de tenis se tratase. Quería meterme pero sabía que si lo hacía la iba a cagar aún más de lo que lo había hecho desde que entré al restaurante.
Empecé a sentir las manos sudarme, estaba temblando. Vicente Fernández cantaba 15 primaveras y esa vaina empezó a escucharse aún más fuerte de lo debido, o al menos lo sentía de esa forma, los gritos de Ty y Carlos empezaron a oirse lejanos siendo suplantados por otros que me habían marcado desde aquella tarde.
—¡No vas a ir, nojoda!
—¡Tu a mi no me vas a venir a decir qué hacer, Luis Fernando Rojas!
—Paula te volviste loca si crees que voy a permitir que vayas a esa marcha con la vieja aquella loca er diablo.
—¡A mi comadre Cecilia no le estés faltando el respeto, mmaguevo!
—¡Eso es lo que es, una loca! —gritó mi papá exasperado— ¿Acaso crees que lanzarles piedra a los militares y otro tipo de vainas por el estilo es de gente normal? Razona por favor, tienes dos carajitas que te necesitan y yo no voy a permitir que por una estupidez pierdas la vida.
Los ojos de mami estaban rojos de tanto llorar
—Luifer...
Mi Papá ahuecó su rostro con sus manos.
—Te amo, no quiero que te maten vieja loca, ¿Podrías entenderlo de una vez?
Mami se soltó arrecha y se fue al cuarto. Teresa y yo nos miramos entre nosotras cagadas por sendo peo que los pures habían prendido, mi tía nos consiguió entrepiteando y nos mandó a hacer oficio un buen rato. Marica, habían pasado unas horas antes de que mi tía llegara llorando. Solté la manguera y fui hacia ella.
—¿Qué pasó? Tía ¿Qué pasó?
Intentó tragar el nudo que traía en la garganta que no le permita hablar. Me empecé a alterar y llamé a Teresa. Mi tía se derrumbó horrible. Sus manos se agarraron de la orilla de la camisa que yo traía puesta y la apretó en sus puños. Mis lágrimas empezaron a salir.
Teresa llegó y la vio en ése estado. Su primera reacción fue correr hacia ella y preguntarle qué pasó y terminó con el mismo resultado que yo. Menor, esa caraja hizo una vaina que ni yo había hecho en mi vida: le empezó a caer a carajazos a mi tía para que hablara.
—Tu papá... su papá muchachas...
El pánico se apoderó de mi pecho y los carajazos de Teresa se detuvieron para asimilar la vaina.
Todo había pasado tan rápido que parecía mentira. Teresa fue corriendo para que mami a sacarla del cuarto y yo no podía moverme de mi lugar. Mi garganta se había desgarrado de todas esas veces que grité a papi
Mi Papá había salido a buscar otra bombona de gas a que los maracuchos cerca de la vaina aquella pero no tanto cuando pasó, uno de los mmaguevos militares lo vio ahí con una cara de susto y creyó que era uno de los de la guarimba, llamó a mi papá para pegarle un pepazo y como el pure no era pendejo se metió bajó el carro del maracucho, el mal nacido del militar al ver que papi no salía le lanzó una lacrimógena para distraerlo y que saliera de debajo del carro hasta que el viejo lo hizo, llevándose un disparo en la cabeza del militar.
Papi no regresó a casa esa tarde.
Ni esa tarde ni nunca.
Alicia...
Alicia....
—Alicia... —sentí la mano de Dylan tocar mi brazo. Los gritos entre Ty y Carlos habían parado y ambos me estaban mirando, Tyler estaba preocupado al igual que Dylan y Crystal, pero el rostro de Carlos lo único que daba a mostrar era el desprecio que me tenía a mí y a mi país.
Salí de ahí a paso rápido queriendo desaparecer lo antes posible de ahí, nadita tenía que haber hecho en México desde un principio... ni en el Cast, se suponía que otra chama... americana debía tener el papel de Malia, no yo que estaba de entrepita en los asuntos de Dylan. Escuché los pasos de Dylan a lo lejos por lo que decidí echar a correr con la resignación de saber que tarde o temprano me alcanzaría, vamos, no por algo obtuvo el papel de Corredor del Laberinto, corría alborotado al igual que chivo sin mecate pero igual era rápido. Aún así esperaba que no me alcanzara pronto, no quería estar con nadie, no ahora.
No en ése momento.
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Capitulo Sad, lo sé :( bueno, al menos ya sabemos qué fue lo que le ocurrió a Luifer Rojas y que Alicia mintió en su primera cita con Dylan a cerca del atentado y de su tío. Ah, otra cosa, la gente que me lee de México que no se vaya a picar, esto fue una situación que le pasó a un pana con un carajo de por allá, equis, no se piquen, amo a los mexicanos porque bastante que me vacilo sus novelas en el canal de las estrellas y Telenovelas. Ah, otro tema a tocar es el de los gochos, no lo tomen a mal, yo amo a los gochos pero esta vaina es humor, aquí en Falcón se acostumbra a usar el término «Gocho» para referirse a algo estúpido no por la gente de poray, no, sino por la palabra pues, suena calidoso así equisde asi que no se piquen mrcs, ¡Esto es humor!
Menores, estoy orgullosa, la meta fijada ya está por cumplirse, 20k ahora vayamos por los 30k nosotros podemos hacerlo, somos más arrechos que las ganas diarias de vivir de Maduro.
Quisiera dedicarle este capítulo a mi Daddy Direction que cumplió años el 29 y por no tener megas no pude ladillarlo, Liam te amo mmaguevo reggaetonero ar diablo, el geme de JBalvin ahora.
Tambien se lo dedico a alta panita que también comenta bastante, la @AnaJauregui1911 jeje para que veas que tengo palabra y que soy bien chévere mmagueva
Y por último pero no menos importante otra panita mía aka la madre de Levi Roberto y Diana Veruska, la @RiotGirl_ menor vayan a leer su novela, es de mi catire todo bello aka Niall Horan, se llama venezolana con suerte y la segunda temporada se llama Spaces, esa vaina si me hizo reír oyó, en más de una me salvé de que mami no me viera usando el teléfono a esta hora. De paso esa vaina predice el futuro nawebona, puso un beta de Hailee y Niall mucho antes de que salieran sin saber los betas si se conocían tipo asi y alv, esos marditos confirman relación en la vida real tiempo después.
@RiotGirl_ ajá, di ahí que me voy a casar con Dylan O'Brien y que viviré en gringolandia pues, te voy a llamar Raven a partir de ahora porque predices el futuro más arrecho que esa caraja, nawebona.
Bueno, sin más que decir
La yocsy se despide ¡Besos!
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