Girl Next Door —Copperpot

Alicia

—¿Estás segura que no estás dejando nada? —escuché a Dylan decir por décima vez.

Levanté la vista del guión, fugazmente.

—Si.

Volví a mis papeles. Ya mañana era 1 de enero y tenía que repasar mis líneas para cuando regresaramos a trabajar pero da la casualidad de que la aerolínea nos adelantó el vuelo del miércoles y tendríamos que irnos hoy a las tres de la mañana.

Que arrecho vale, no podremos quedarnos para la fiesta de año nuevo de los O'Brien. Dylan estaba estresado porque nos habían avisado muy tarde y estaba vuelto un culo ordenando nuestras cosas y empacando.

—¿Entonces irás a casa de mis padres en sostén y pantis? Porque de ser así mis primos te empezarán a rondar como buitres y no prometo no sacar mis celos a flote.

Frunci el ceño y levanté nuevamente la vista. Aún seguía en ropa interior.

—Ajá, ¿Y de quién fue la idea de un "Rapidito" antes de irnos? Porque estuvimos en ése beta como por una hora y es por éso que andas como un loco empacando.

Sonrió picaramente

—Lo dices como si no te hubiera gustado, cosa que ambos sabemos que no es cierto.

Rodé los ojos para mí misma y regresé la vista a mi guión.

—«¡Oh, Dy...Dylan!» —gimió— «¡Dylan...!»

Levanté la vista de coñazo y totalmente roja.

Éste grandísimo coñoesumadre

—¿Tu quieres que te meta tus coñazos verdad?

Me ignoró.

—«Oh Dylan... Se siente tan... ¡Oh por Chiabe...!»

Me paré de coñazo y le lancé mi almohada. La esquivó de un salto y se empezó a reír.

—Ven aquí mmaguevo —me agache y agarré una de mis cholas.

—¿Crees que soy idiota? Sé que me vas a pegar.

—¿Qué? No, ven aquí que yo no te voy a pegar.

Entorne la mirada y un Dejavu arrechisimo me vino a la cabeza.

Siento que ya he vivido esto en alguna parte de mi cochina existencia.

Dylan levantó una ceja, aún con ganas de reírse.

—Olvidalo Bonita. No cuentes con eso.

Lo miré mal, él sabía que tenía que repasarme esa mierda porque a mi se me olvida todo, parezco a Dory con Alzheimer.

Volví a sentarme en la cama y tomé mi guión para seguir estudiando.

Lo volví a escuchar.

—«¡Dylan... Más rápido!» —Levante la vista arrecha ya y cuando estaba dispuesta a gritarle, descubrí que estaba más cerca de lo que había pensado. Me robó un beso— vístete cariño. Ya casi son las 9:40.

Pestañee varias veces para salir del aweboniamiento. Se acercó al closet, sacó un gancho con su ropa ya lista para ponersela y empezó a sacarse el mono de la pijama que era lo único que traía.

Qué va, cómo coño me concentro así?

Dejé el guión de lado y lo guardé en la carpeta donde Dylan tenía guardado el suyo.

Busqué entre mi maleta la ropa que me iba a poner pero no la conseguía.

—Está sobre la cama —le escuché decir a Dylan.

Giré mi vista y en efecto, ahí estaba uno de mis vestidos.

—Odio admitirlo pero me volvería un completo desastre sin ti —le escuché reír. Que tierno mrc— Pero ajá, éste no era el que yo me iba a poner, ¿Dónde está mi vestido azul?

—Eh... si, Teresa lo tomó porque el suyo se manchó con su periodo y en su lugar te dejó ése blanco —dijo— Pruébalo, te quedaría lindo.

Nawebona' e antojosa era la qk de Teresa

Me empecé a colocar el vestido y Dylan ayudó con el cierre. Me coloqué los tacones y luego, sólo por ser dia feriado, me peine.

—Admito que me encantó —le escuché decir.

Sonreí para mi misma y me acerqué al espejo para maquillarme

—Quédate así, ya estás preciosa.

—No, debo taparme las pepas, no querrás tener a tu novia con la cara llena de cráteres.

Me miró irónicamente.

—Muy graciosa —Usó su papi sarcasmo— llevaré las maletas al auto y luego subo por ustedes, ¿Okay?

—Hmm hum...

Vi por el espejo que se acercó. Me volteó la cara haciendo que me hiciera una gruesa linea roja en el cachete con el labial

—Por el webo internacional de Barak Obama, ¿Qué verga e...?

Sus labios probaron nuevamente los mios de golpe. Me partia burda cuando hacía esa vaina, pero lo que a él le encantaba hacer antes de eso era arrecharme, se le estaba haciendo un Hobbie al muy mardito.

Mordió ligeramente mi labio inferior antes de darme una rápida mirada.

—Estás muy Bonita, amor.

Sonreí.

—Es que yo sé que yo soy bella chico.

(...)

Acomode la correa de Tobías antes de bajarnos del carro, ése era uno que no podía perder de vista porque si dejamos el pelero se quedaba aquí y luego Dylan me mandaría a pie desde Los Ángeles a New York para buscarle a su malayo perro.

Teresa estaba ladilla, parecía preñada y arrecha al mismo tiempo, claro, hasta que el cuñi dijo «Si dejas tu mal genio, prometo comprarte una cubeta de Nutella cuando lleguemos a Los Ángeles»

Sólo bastó eso para que la muy bicha estuviera haciéndole propaganda a la Colgate Luminus White con tremenda sonrisa.

La fiesta ésta vez no sería en casa de mis suegros ya que, según Dylan, iba a venir también su familia materna y no cabiamos pej, así que la iban a hacer en casa de la tía catira, esa con la que quiere cuadrar el Jorjius, Grace, que era más grande y que estaba cerquita del Time Square.

Esa mierda se iba a prender burda, sin mencionar que había un coñazo e paparazzis ahí afuera.

¿Quién carrizo les dijo de la fiesta?

—No si, ahora sí me siento una Kardashian —dijo la marica e Teresa— ¿Qué hablas? Verdad que yo soy hasta más arrecha que Kris.

Los muchachos rieron.

—¿Sucede algo, Bonita?

Es que no ves que estoy nerviosa mmaguevo?

Sonreí y negué para no preocuparlo, ya suficiente tenía con el peo de la aerolínea.

—Todo fine, marico.

Él sonrió y me dio un pico.

—Perfecto, sólo no te separes de mi lado, ¿Okay?

Asenti. Bajó del carro y luego me extendió la mano, primero saqué a Tobías y luego salí yo muy pendiente de no abrirme demasiado para que no me tomaran una qkfoto.

Teresa me siguió y Thomas le dio las llaves a uno de los tíos de Dylan para que lo fuera a estacionar ya que no sabía dónde era el beta para guardar los carros, al estar tomado de la mano de la marica ésta por fin estuvimos listos para entrar.

Pero esa gente llegó con la tomadera de fotos y sus preguntas.

Daba risa la vaina porque ladillaron a Thomas hasta que por fin él se arrechó y accedió a darles una pequeña entrevista y a Dylan no le quedó de otra que aceptar.

—Relajate, sólo serán un par de preguntas —dijo— pero si llegas a sentirte incómoda sólo dilo y entraremos.

Asenti.

¿Porqué tenía que ser tan bello en la vida?

Los carajos se amontonaron y empezaron a pelearse por quién hacía la primera pregunta hasta que Dylan los paró.

—Ya va, paren por favor —este carajito me está agarrando palabras, soy una mala influencia— uno a la vez o simplemente entraré y no responderé ninguna pregunta, ¿Quedó claro? —todos ellos se miraron— correcto, ¿Quién va primero?

Un pana catire levantó la mano.

—Alan Winchester del New York Times —se presentó y luego acercó una grabadora de bolsillo a nosotros— Dylan O'Brien, estamos al tanto de tus raíces Españolas por parte de tu madre y de tu actuación en el medio tiempo del juego de los Knicks en el Madison Square Garden, así que cuéntanos. ¿Porqué decidiste cantar esa canción?

Dylan sonrió para una foto.

—Pues, mi novia aquí presente es latina, Venezolana. Quedé enganchado desde el primer momento en que la vi —se sonrojó inevitablemente— ¿No es preciosa? Así que pensé, «Quisiera ser el imbécil que se encargue de llevarla a todos lados, le compre flores, chocolates, quien la haga reír y enfadar. Quisiera que ella fuera sólo para mí» —Marica me puse fue roja señor, se pasó horriblemente de bello— Así que qué mejor que conquistarla con su idioma de origen, estuve días buscando una canción perfecta y tratando de tener su atención, no fue fácil. Pero al fin la tengo aquí, conmigo —me miro. Elevó nuestros dedos entrelazados y besó mi mano sin dejar de mirarme a los ojos en ningún segundo— y la quiero como un maldito desquiciado.

Sonreí e intenté ocultar la pena y los cachetes chavistas con una mano pero fue imposible.

Dylan siempre de marico con su labia gringa

El pana sonrió por la respuesta y continuó.

—¿Cómo se llama? ¿Donde queda Venezuela? Y ¿De qué parte de Venezuela es?

Sonreí, omitiendo la parte en donde éste mmaguevo no se sabía la ubicación de mi fancy pais.

—Soy Alicia, vengo de Coro Estado Falcón —Dije— pana, Venezuela queda en América del Sur, metale más a la geografía y menos al brollo, oyó.

El chamo sin entender algunas de mis palabras sonrió y se retiró muy conforme con su entrevista.

El siguiente levantó la mano.

—Warren Phillips de Teen Vogue —acercó su grabadora— Dylan, ¿Cómo la conociste?

—En la Comic Con de San Diego a principios de mes —explicó— su hermana hizo una... inusual aparición en el escenario y Thomas la invitó a quedarse para la entrevista, pero como no sabía hablar inglés tuvo que llamar a Alicia para que tradujera. Luego las invitamos a cenar para conocerlas y bueno, ahí empezó todo.

—Maze Runner fue una increíble película, en mi particular, me encantó, y ahora que has terminado el rodaje, ¿Tienes un proyecto en mente durante este lapso de tiempo?

Dylan negó.

—No, fue muy divertido trabajar con Wes y los chicos, hice muchos amigos. Pero la verdad es que es un poco agotador ¿Sabes? El horario, a veces llegaba muy tarde a casa muerto del cansancio y sólo quería tomar una siesta a lo Bella Durmiente —explicó— por ahora dedicaré mi tiempo a mi personaje de Teen Wolf, Stiles, y a ésta chica preciosa, claro, hasta que empecemos el rodaje de The Scorch Trials.

El pana agradeció y luego de despedirse con un apretón de manos y desearnos un feliz año nuevo, se retiró.

—Dylan, Bruno Friedman del Teen Braver de New York. Los adolescentes en casa quieren saber, ¿Podrías darnos un adelanto de lo que podemos esperar para la segunda parte de ésta tercera temporada de Teen Wolf?

Dylan me miró e intentó no reír.

—Sólo puedo decir: habrán nuevos personajes y nuevas historias por descubrir para la manada, oh, también sorpresas, muchas sorpresas —hizo un gesto restandole importancia a sus palabras— ya saben cómo es Jeff, siempre tiene algo nuevo e increíble para todos nosotros.

—¿Podrías decir unas palabras en español para tus fans en Venezuela?

Dylan me miró.

—Ajá. Dale pues, como si es que no te sabes unas de las tantas que decimos Teresa y yo.

Dylan regresó su vista al carajo y sonrió.

—Mmaguev.... —Pelé los ojos y rápidamente le tape la boca

Nawebona' es que es él.

—¡Esa no chico! —chille— ven acá.

Le susurre varias vainas para que dijera.

—Amo comer aruepas... Chupi, chamo, no si pero ajá.

Traté de no reír pero fue imposible.

—¿Podrías cantarnos algo en español, Dylan?

Él asintió.

Yo estaba super creída que se iba a cantar una partecita de Nota de Amor, pero no, él es Dylan.

—¡Y va a caer... y va a caer..., éste Gobierno va caer!

Entorne la mirada.

Éste tiene que ser marico.

No, peor soy yo que a la que escucha cantando es a mi.

Luego de un par de preguntas más y unas fotos ahí bien chéveres, esa gente se fue y nosotros entramos a la madre casa.

Lo primero que escuché fue Moves Like Jagger de Maroon 5, ya habían varios en la pista y entre ellos luciendose arrechamente, estaba Jasper.

Impresionada le pregunté a Dylan.

—¿Está en una academia de baile?

Él negó.

—No, mi tía Jenn lo castigó por suspender matemáticas y no audicionó. Jas se molestó y decidió aprender por su cuenta, luego de tantos... eh... Coñazous, ahora baila casi profesionalmente. Y sólo tiene doce, ése pequeño garlopo.

Me encantaba como bailaba el carajito, hasta acróbata.

—A ti y a Thomas últimamente se les está saliendo el Thomas y el Newt interior. ¿Sabes cómo se quita éso?

Él sonrió cómplice acariciando una de mis mejillas

—¿Cómo, Bonita? —Se acercó a mis labios.

—Amigo mio, grabando Maze Runner dos, así matan la fiebre —sonreí ampliamente y palmee su hombro antes de ir a saludar a mi suegrish man dejándolo picado por ése beso— ¡Patrick!

El hombre de barriguita cervecera levantó la vista de la mesa de aperitivos y me sonrió.

—Pero si aquí está la otra princesa de la casa —me abrazó fuertemente. Cerré los ojos disfrutando unos segundos más de lo necesario ése abrazo— Estás hermosa, ¿Te has visto ya?

Sonreí.

—Gracias vale —dije— acabamos de llegar.

—Si, hace como veinte minutos —rodó los ojos para sí mismo— perdón por los paparazzis, las niñas Twittearon sobre la fiesta y ahí están las consecuencias.

—No hay problema —dije— alv, esto está full.

—Si, si creías que los O'Brien eran muchos pues déjame decirte que la mitad de la fiesta son los de la familia de Lisa —nawebona— demasiados, pero mira el lado positivo, algunos hablan español.

Verga, por lo menos.

Estuvimos hablando un rato ahí hasta que llegó Lisa y me empezó a hacer un Tour por esa vaina. No veía a mami por ninguna parte y menos a la alumbra' de mi tía.

Había perdido la cuenta de toda la gente que me había presentado, pobre del hijo mio que había sido arrastrado de la correa por todo el sitio y de verga me acordaba de dos o tres nombres y era mucho, cuando llegó la caballería.

«La única diva soy yo. La más arrecha aquí soy yo, no me importa lo que digan, seguiré siendo divina...»

Se escuchó la Roast Yourself de la Divaza y da la casualidad que en ése momento llegaron mami y mi tía.

A mi no me van a joder esas dos, yo estoy clara que: o mandaron al Jorjius a poner esa canción para que ellas hicieran su perri-entrada o mandaron al Brayan.

—¡Llegué yo!

Entorne los ojos.

Mi tía siempre de marica en la vida.

—Cariño, ven, quiero sacarte una foto con mi bebe —Lisa me llevó arrastrada hasta la mesa de la comida donde estaba Dylan ya jartando con Thomas.

Esos carajitos son lambusios.

Pero yo no puedo quejarme porque ahí estaba la Teresa empezando a meter vainas en la bolsa negra para jartar más tarde.

That's my girl.

—Bebé, ven a... ¡Dylan! ¿Qué te he dicho de comer de esa forma? Vas a ahogarte un día de estos.

Dylan tragó.

—Lo siento ma.

Lisa rodó los ojos para si misma y me ubicó al lado de Dylan.

—Sólo enderezate, quiero una linda foto para el álbum, abraza a Alicia.... Así.

Apuntó la lente de la cámara hacia nosotros y luego me medio dejó virola con el flash.

Admito que la amé arrechamente.

Ésta también va para un marco como la otra.

—Perfecto, al fin una fotografía en donde no sales con cara de que te ha pellizcado un cangrejo en las pelo...

—¡Mamá! —Chilló Dylan muerto de vergüenza.

Me empecé a reír burda.

—Es la verdad, hijo. Ahora si me disculpan —rió— iré a atender a los invitados.

Dylan gruñó para si mismo cuando mi suegrish no pudo escucharlo, porque le voltea la cara.

—No te arreches que tu también dices vainas así —me reí del care tabla ése.

Él entornó la mirada.

—No es gracioso.

—Lo es para mi, marico. Llevaaaaa.

(...)

¿Adivinen quién le estaba metiendo durísimo al perreo?

Si marica, nada más y nada menos que Dylan José O'Brien.

Le había enseñado a bailar reggaeton y para mi sorpresa agarró rápidamente el paso, ahora estábamos bailando Ginza y estábamos tan pegados que ya iba a empezar a rezar porque no se me saliera mi perra interior.

De paso otro que estaba gozando viendo a Teresa hacer Twerking era Thomas, nawebona, se le iban a salir los ojos y ni hablemos de los primos de Dylan.

Palos de agua toditos.

¡Ah! DE PASOOO

Les tengo un beta, ¿Adivinen quién está partidisima por Dylan Jasper y se la va a llevar el sebin?

Marica, la Marianna

Y no, lo que me dio risa fue que cuando le dijo para bailar, Dylan Jasper arrugó la cara y se fue.

JAJAJAJAJA

—Ya casi son las doce... —dijo en mi oído ya que la música estaba muy fuerte— será mejor que vayamos ya.

Frunci el ceño. Al aeropuerto no era porque debíamos irnos para allá como a la 1 y ahora es que faltaba.

—¿A dónde?

La música acabó y las luces se encendieron.

—Muy bien familia —dijo la tía catira de Dylan por el micrófono— es hora de la tradición, así que todos a tomar sus abrigos y a salir ordenadamente de aquí.

No si, la que corre a todo el mundo.

Si es así menos mal que no pusieron a mami

«Todo el mundo pa su casa antes de que le eche candao a la reja»

Dylan me dio un sonoro beso en la mejilla antes de tomar mi mano.

—Ya lo sabrás.

—————————————————————————————————————

Dedicado a @Anabananaaa123