Girl Next Door ——Copperpot

Alicia

—¿Qué vaina es esta, marico? —se escapó de mi boca cuando Dylan paró el carro frente a la casa.

Esa vaina tenía una corneta me imagino que en la parte trasera del patio porque hasta aquí se escuchaba el vallenato rancio que seguro había puesto el Jorjius.

—¿Ahora que picazon le habrá dado a éste? —volví a decir mientras me bajaba del carro y Dylan me seguía.

Entrelazó nuestros dedos haciéndome parar de golpe y mirarlo.

—¿Qué? —preguntó— ¿Te molesta?

Sonreí medio mongolica.

—No, es sólo que me estoy acostumbrando.

Ambos retomamos el paso hasta la entrada, saque las llaves para abrir la puerta pero en seguida salieron unas mujeres de ahí con unas tazas mientras reían.

—Eh... ¿Buenas? —llamé su atención.

La catira fue la que me paró bola

—Oh, ¿Eres la otra sobrina del jefe, verdad? —preguntó.

Asenti.

—Tu hermana es tan divertida —agregó la negra que venía con ella— en fin, iremos a comprar más snacks para la parrillada, dile a George que no tardamos.

¿Parrillada?

Ya va, de qué me perdí?

—¿Qué habrá hecho ésta gente en lo que yo salí? —pregunté para mí misma frunciendo el ceño.

Dejé mis peroles en el mueble y caminé con Dylan hasta el patio trasero.

Broder yo abrí esa puerta y el olor a parrilla me hizo agua esa boca.

Verga, yo sé que acabo de comer pero nojoda, pa eso están las tazas.

Mañana desayuno parrilla :D

Efectivamente ahí había un coñazo e gente en el fancy patio de mi tio, marica hasta Thomas estaba ahí, alv.

—¡Dylan! —mi tio vino a abrazarlo casi tirandome de coñazo— ¡Atención! Éste niño de aquí es Dylan O'Brien, el carajito más chévere que conocerán y el otro panita de allá, el cuadre de la sobrina mía, si, esa la que tiene un pedazo de chorizo en un bracket, es el más cabrón —la gente aplaudió— Ahora alguien que me le traiga una cerveza a éste muchacho.

No sí.

—Jorjius, por si no te diste cuenta yo también estoy aquí.

—¡Ah, si! —volvió a llamar la atención— y ella es mi sobrina Alicia.

Un chamo ahí, porque cabe destacar que ésta gente es adulta, le trajo una cerveza a Dylan pero cuando yo iba a agarrar la otra mi tio me la quitó.

—Tu tas muy chiquita pa beber Alicia Michelle.

Y se fue a seguir atendiendole a la parrilla.

No si.

Y Dylan riéndose.

—Cállate, becerro —me dio un beso en el cachete— no, te vas poray, mi tío te quiere más que a mi, basta.

Sus labios frios gracias a la cerveza, rozaron con mi oreja para decir bajo todo ese bullicio.

—Él podrá quererme más que a ti, pero yo siempre te querré más a ti que a él.

LLEVAAA JORGE SIMÓN!!

—Pana, ¿Viste cómo eres tú? A ti te gusta verme roja, pajuo.

Él se echó a reír.

Fuimos con nuestro combito a sentarnos y casi me orino de la risa al escuchar a Thomas cantar.

—¡Oh, man! Forget her is impossible —cantó el marico alzando la cerveza— ¡Oh man, this is terrible for meeee!

—No no no —dijo mi tío— hazlo como te enseñé chico, o no te dejo salir más con Carlota.

Thomas lo miró raro, seguramente preguntándose quién era Carlota pero después empezó a cantar con su cochino y machucao español.

—¡Ay jombrue! Olvidarula es imposible... —esclamó— ¡Ay jombrue! Esto pa mi es terruible...

Pana yo estaba era así.

Cagá e la risa como la gente de ahí, o al menos los que medio le metían al español porque aquí se ven emigrantes por coñazo.

Hasta que llegó Teresa con un plato de parrilla.

—¡Ve...! —le dio un pequeño lepe en la nuca al Jorjius— a mi gringo no me le estés infestando el organismo y el léxico con tu cochino vallenato.

Mi tío rió

—Bajale dos Carlota —dijo todo lai— sólo lo estoy jodiendo un rato, ¿Digalo ahí, Tomasito?

Thomas aún sin entender, asintió.

Teresa simplemente rodó los ojos y se vino para acá con su plato pero en seguida peló los ojos cuando vio cómo Dylan me tenía abrazada por los hombros y besaba mi coronilla así que prácticamente vino vola' a escuchar el beta.

—Ya va, Khéjesto chama —agarró un banquillo y se sentó frente a nosotros con su plato sobre las piernas— ¿De qué me perdí?

Hice un gesto restandole importancia y acomodandome mi nuevo collar.

Dylan nada más veía la vaina.

Teresa peló los ojos

—Marica ¿A quién atracó usted? —agarró el dije y lo empezó a ver— esto está bellísimo chama, es igualito al de Harry Styles.

—¿Te gusta, chama? —intenté no reír y luego agregué— me lo regaló mi jevo.

Los ojos azules de Teresa dejaron de ver el collar y en seguida me miraron a mí. Luego a Dylan y nuevamente a mí.

—Jevo... ¿Éso quiere decir que...?

—Así es. Estamos Saliendo —dijo Dylan causándome una marcha de Liberen a Leopoldo en mi estómago.

—No hablo de éso, ¡Thomas! —lo llamó— me debes cien dólares.

Thomas al vernos se empezó a quejar.

—¡Oh, vamos! —chilló hacia Dylan— Desde hace un par de días quisiste hacerlo pero siempre te echabas para atrás, ahora que apuesto con Teresa no puedes hacerme esto ¡Yo confíe en ti y que te acobardarias!

Dylan empezó a reír.

No si. Marditos putos

—Cállate y vuelveme cien dólares rica —Teresa le extendió la mano y Thomas de mala gana sacó un billete y lo extendió. Teresa intentó agarrarlo pero Thomas no lo soltaba— vamos Thomas, pareces Don Cangrejo. Dame esa mierda...

—Tommy no es tacaño —dijo Dylan— es sólo que no le gusta perder

—Pues tas jodio porque a mí me gusta ganar —siguió jalando del billete y esa mierda se rompió. Brode se me paró la respiración al ver los 100$ rasgados a la mitad— ¡Maricoooo...! ¿Ves lo que haces?

Thomas rodó los ojos y sacó otro billete de 100$ y esta vez si se lo dio a Teresa.

No si

La gente que se limpia el culo con billetes de cien.

—Ajá, ahora que ya tengo mis cobres —enrolló el billete y se lo metió en el sostén. Pana, yo no me imagino a esa estúpida botando el billete, aunque luego me acuerdo que botó el de cien 100bs que tenia y lo bastante que goce riendome así que me quedé callada— Cuéntamelo todo.

—Coño vale, ¿Es que tu no te puedes esperar a más tarde?

Ella acaso está pretendiendo que le cuente el beta delante de Dylan?

—¿Esperarme a más tarde? —chilló— brode, es tu primer novio y de paso el que te dio tu primer beso, tu esa vaina me la cuentas es ya, nojoda.

...

...

...

¿Qué le quería hacer en estos momentos mientras Dylan se sonrojaba y Thomas se reía?

NAWEBONA DE IMPRUDENTE

—Teresa Carlo...

—¡Charlotte! —se apresuró a decir mientras miraba a Thomas de reojo— ve que así le dije que era mi segundo nombre, porque aunque es la misma vaina en inglés Carlota no la da.

Matenla

—Teresa Carlota tu si jodes vales

—¿Tu segundo nombre es Carlota? —preguntó Thomas— ¿En serio?

—Cállate, Brodersito.

—¡Brodie!

—Esa misma vaina.

Dylan siguió riendo conmigo, yo al menos me salvaba porque mi nombre la daba

—No es tan malo —dijo Thomas tratando de no reír— según tu tío no es tan malo a comparación con el de Dylan.

Khé

Esto tengo que saberlo yo.

—Thomas, cállate —dijo Dylan entre dientes.

—¿Por qué no quieres que lo diga?

—Thomas.

—Vamos, ellas quieren saber.

—No, no quieren.

—Dilo, marico —lo apure yo.

—¡Tommy, no!

— Relajate, Nick...

—¡Thomas!

—Dylan Nicholas O'Brien...

Dylan se hizo un facepalm.

Ya va...

KHÉEEEEE

—¡ALAVEEEEE! —gritó Teresa caga e la risa.

Yo voltee la cabeza como la carajita del exorcista hacia Dylan.

—¡¿CÓMO ES LA VAINA?! —pelé los ojos— ¡¿TE LLAMAS COMO MADURO?!