Cena Fancy
Girl Next Door —Copperpot
Alicia
No si, Houston tenemos un problema.
Chama me quedé muda, autzilio.
—Eh.... Yo... —murmuró Dylan con los cachetes rojos— yo...
Menos mal que yo no era la única en shock pero ajá chica, a él le quedaba la mueca de boca abierta más que a mí.
Thomas rió. Que marvado
—Vamos amigo —cuestionó Thomas jugando con la paciencia de Dylan— ¿Tanto trabajo es cumplir la tradición?
Dylan lo fulminó con la mirada. Es ahorita que me doy cuenta que estoy en la típica situación en donde tu mejor amiga te obliga a decirle al chamo que te gusta y tu no quieres pero aún así te lleva arrastrada.
—Thomas... —murmuró con una sonrisa falsa la cual prácticamente gritaba «¡Callate mmaguevo!» — ¿No deberías estar buscando a...?
—Chama ¿Ya viste el beta este de la matica de cilantro navideña? —llegó Teresa a mi lado con una ramita de muerdago, verga, la invocaron— porque admito que a mi me encantó.
No te va a encantar mardita sangana si desde aquí le veo la mancha de labial rosado mal quitado a Thomas en esa jeta.
—ah, que chévere chica —reí nerviosamente tratando de disimular la vaina— ¿Y a qué hora empezará la vaina ésta? ¿No decía en la invitación? Verga, hace calor aquí jeje.
—No sé, por ahí vi a Brenda la caraja esa malasangre del trabajo pero ni las luces de Patrick —dijo— ajá pero a mi no me vas a engañar que desde allá escuché que Dylan te debe una vaina.
No si.
—Verga chica, ¿Pero es que acaso tu tienes un oído biónico o cómo es la vaina pues? —le dije— ¿Es que tu no vez chica, que todavía estoy procesando la vaina? Admito que quiero y ajá pero no pej.
Thomas frunció el seño.
—¿Si saben que ninguno de nosotros entendemos el español, verdad?
—Weno mijo, yo tampoco es que entiendo mucho el inglés pero no por eso te lo estoy diciendo a ti porque bien que te encanta mi inglés tierruo, becerro.
Entonces esta vez fue Thomas quien se puso rojo y Dylan y yo no evitamos reír.
—Hey, se supone que estás de mi lado Tessa —se quejó el marico.
—¿Ajá, y qué dije yo pueh?
Nosotros volvimos a reír.
—Sigan riendo chicos —Thomas nos fulminó con la mirada— pero Dylicia será real o dejo de llamarme Thomas.
Amén.
—Ponle más presión a los maricos estos y terminarás por llamarte por tu segundo nombre, Brodersito.
—¡Brodie!
—Esa misma vaina.
Estuvimos hablando un rato más y así todo chévere. Unas que otras chamas venían a pedirle autógrafos y fotos a los chamitos estos y Teresa se colaba en una que otra selfie porque ella es arrecha, lo bueno es que no hubo tanto amontonamiento por la visita de dos famosos lo cual me sorprendió hasta que me acordé que esta vaina era Los Ángeles y te conseguias hasta a Beyoncé en la buseta.
Y hablando de esa gente. La Teresa y yo debemos ir a ver si a que las Kardashians tienen matas de mango.
—Alicia, preciosa —el pelirrojo se acercó con los brazos abiertos y casi tirando a Dylan y a Thomas de su camino sólo para abrazarme, verga— que alegría que hayas venido, al ver a Teresa hace unos momentos creí que habías decidido no venir.
Acepté el abrazo.
Marica, admito que estaba burba de bello chico.
—Pues estoy aquí —sonreí— me había demorado un poco porque fui a acompañar a un amigo a recoger algo.
Patrick frunció el seño y se giró para ver a Dylan sonreirle sarcasticamente.
Carajito malasangre.
—Dylan O'Brien, ¿Cierto?
Dylan agrandó más su sonrisa.
—No, Dylan Minnette... —murmuró y yo lo miré mal— es decir, si, Dylan O'Brien.
—Hey, es todo un gusto conocerte —Patrick tomó su mano sin que Dylan se la extendiera y la agitó— me gustó tu última película, simplemente genial.
—Eh... Gracias, supongo —dijo— ¿Y tu eres...?
—Me llamo Patrick Harries —Dylan sin importarle lo notorio que se vio, apartó su mano de la de Patrick de un sólo coñazo— a él ya lo conozco, tu hermana lo presentó hace rato.
Thomas sonrió a Dylan y éste rodó los ojos.
—Si, espero no sea una molestia que Tommy y yo estemos aquí —dijo Dylan— ya sabes, las fans, el desastre...
—Pff... ¡Para nada, amigo! —Patrick hizo un ademán restandole importancia— Sé cómo es todo esto, para nada podría importarme, las fans son una dulzura.
Es porque no nos has visto a Teresa y a mi en mode picazon de culo.
Teresa y yo nos miramos la cara extrañadas.
Admito que no entendí.
—¿A qué te refieres, Patrick?
Entonces una canción que juro haberla escuchado.... ¡Ah, ya me acordé! Esa que cantó la caraja de iCarly con Big Time Rush en la serie, la de navidad. Equis, esa vaina empezó a sonar en un piano y las luces se apagaron, yo por inercia tomé la mano de Dylan porque la última vez que esa vaina había pasado en una fiesta, terminé sin billetera.
Lo que si me sorprendió fue que él no sólo entrelazó nuestros dedos, sino que me atrajo a él y rodeó mis hombros con su brazo de manera protectora.
Admito que me encantó horrible.
—¡Patria! —escuché que Teresa gritó y quise que la tierra me tragara— ah, verdad que esto es USA, sorry pipols.
Me hice un facepalm.
—Ya verás —dijo Patrick evitando soltar una pequeña carcajada.
Unos reflectores apuntaron al piano y había un chamo de espaldas tocando el piano.
—I don't won't a lot for christmas, there is just one thing I need...
El otro reflector apuntó a la escalera y el otro carajo bajó poco a poco las escaleras con la mirada gacha mientras cantaba así que no podía mirarle bien la cara.
—I don't care about the presents, underneath the christmas tree.
—I just want you for my own, more than you could ever know —cantó el otro del piano.
—Make my wish come true... —el chamo llegó junto al otro al piano y se sentó aún sin mirar al público.
—All I want for christmas is you...
Entonces los maricos esos miraron hacía acá haciendo manos de Jazz y tuve que contenerme para no pegar un grito ahí mismo.
Es que chama...
¡ERAN LOS GEMELOS HARRIES!
—Marica los gemelos Harries, ¡Los gemelos Harries! —Teresa empezó a gritarme al oído— ¡Nojoda, los gemelos Harries!
—Ya sé chica —me mordi el labio intentando no gritar. Solté de coñazo a Dylan y empecé a buscar mi teléfono en mi cartera para grabar a esos carajos pero me dio un subidón de arrechera cuando vi que no tenía batería— por el webo intergaláctico de Maduro nojodaaa, esta vaina se apagó.
—Relájate chica que yo te lo paso por Blutu más tarde —dijo aquella grabando la vaina con un aifon super fancy.
Ah, verdad que ese es el aifon super fancy de Thomas.
Cuñis Cabrón.
Seguí viendo la vaina hasta que los gemelos empezaron a bailar y admito que no me aguante y le miré la cara a Dylan.
—¿Qué?
—¿Tu sabes que yo te quiero, verdad Dylan José?
Puso los ojos en blanco
—¿Quieres que te preste mi teléfono, verdad? —asenti— Bien...
Sacó su super aifon blanco y me lo prestó. Empecé a grabar a Jack y a Finn mientras bailaban y cantaban, admito que estaban burda de cuchis chama. Hasta me dio por cantar bajito pero después me acordé que no la doy así que me callé.
—All i want for christmas is you... Baby... —terminaron de cantar y cuando hicieron manos de Jazz sonaron cascabeles y las luces de un madre arbolito de navidad que estaba al lado de las escaleras, se encendieron.
¡Chama mE ENCANTÓ HORRIBLE!
—Feliz navidad, espero la estén pasando en grande —dijo Jack al público... o era Finn, verga no sé, igual son bellos.
—Así es —dijo el otro— Esperamos hacer de esta cena, inolvidable ¿No es así, Finn hermano?
—Así es, hermanito —lo rodeó por los hombros— ¿Quién tiene hambre?
Las personas empezaron a aplaudir cuando los meseros comenzaron a salir de unas puertas grandes con unas madres bandejas con asado, parrilla, pavo de toda vaina y así pues.
—El comedor está por aquí —un mozo llamó la atención de los demás empezando a dirigir a la gente. Yo me giré hacia los muchachos pero antes de que Dylan hablara, fue interrumpido por Patrick.
Rodó los ojos.
—¿A dónde piensas que vas? —tomó mi mano y luego llamó la atención de los clones que aún seguian por el escenario improvisado— ¡Eh! Jack, Finn, vengan acá animales.
Mrc juro haber escuchado a Teresa contener la respiración.
¡Hasta yo sh! Esos carajitos eran super cuchis.
—Ya va... ¿Qué vas a hacer tu chico? —le dije a Patrick— ¿Acaso vas a...?
Él rió.
—Si, así es —dijo— te presentaré a mis hermanos menores.
Hermanos.
MENORES.
¡CON RAZÓN ÉSTE CABEZA E WEBO TIENE EL BILLETE PAREJO!
—Oh por Dios... ¡Oh por Dios! —chilló Teresa y en seguida se tapó la boca intentando contener la respiración y tratando de recobrar la compostura o el barrio se le saldría.
—¿Qué sucede, Rick? —dijo uno de ellos y luego me miró— hey, qué bonita eres ¿Verdad que sí, Jack?
—Desde luego —no si, me encantaron— tu también, nena ¿Amigas tuyas, Rick?
—Trabajan conmigo en el centro comercial —explicó— la de cabellos oscuros es Teresa, y ella es Alicia.
—Aleisha.... Es un nombre muy bonito —dijo el que creo que era Jack— Soy Finn Harries.
Weno, Finn, mala mia.
—Se pronuncia Alicia —apenas escuché lo que dijo Dylan.
—Sisisi... —murmure intentando callarlo. Le extendi mi mano al gemelo— Alicia Rojas Peñalver.
Él la estrechó y luego hice lo mismo con el gemelo.
—¿Dylan O'Brien y Thomas Sangster en casa? —preguntó el otro y despues soltó un chillido— asombroso, ¡Newtmas está aquí!
Intenté no reírme pero me fue imposible.
—Realmente no saben cómo adoramos Finn y yo Maze Runner —siguió diciendo— shippeo Newtmas y Dylmas.
—No si —dijo Teresa y se empezó a reír— Bienvenido al club chamo, porque somos tres. Sólo que ellos aún no han dado el paso hacia la aceptación.
Thomas rió
—Que no somos más que amigos, nada de Newtmas ni Dylmas.
Rodé los ojos y antes de replicar, Finn se me adelantó.
—Bien, plan B, mi ship favorito —miró a Dylan con una enorme sonrisa— Sterek...
Dylan se hizo un facepalm.
—Chamo, como que tu y yo nos vamos a llevar muy bien sh.
(...)
Admito que me la estaba pasando burda de chévere con ésos dos, eran demasiado panas en la vida y daban risa cuando en más de una ocasión le sacaban la piedra a Patrick, eran demasiado ratas y sobretodo Finn que era con quien más me encompinché, no es que Jack no fuera pana pero desde que aquel marico dijo que Shippeaba Dylmas y Newtmas ganó mi corazón.
Todos los invitados luego de la, cabe destacar, deliciosa cena, fueron al gran salón a continuar la fiesta. Me había pasado el rato echando cuento con Finn y riéndome con mi risa de marrano que siempre se me sale cuando EN VERDAD me hacen reír.
Mrc la burla.
Estabamos con los demás sentados en la mesa que nos asignaron cuando empezó a sonar Back To December de Taylor Swift y Finn no dudó en lavantarse y extenderme su mano.
—¿Quisieras bailar conmigo? —preguntó.
Verga mrc, es que ése acento me encantaba sh.
Cabía destacar que estos tres venían del mismo sitio que Thomas, Inglaterra.
Asenti.
—Me encantaría.
Señor, dame fuerzas para no pisarlo porque esta gente aquí esa vaina la bailan como un vals y yo te bailo de todo menos esa vaina.
Teresa.
—Disculpenme un segundo —Patrick se levantó de la mesa— andando, papá nos está llamando, seguramente tendremos que ir a comprar más bebidas.
Tras decir aquello él y Jack se fueron de la mesa dejándome a solas con los Larchos estos.
Thomas llamó mi atención, intentaba reprimir una carcajada. Admito que ajá, no entendí hasta que señaló a Dylan.
Lo miré. Su mirada viajaba del teléfono hasta donde Alicia y Finn se encontraban bailando y su cara de arrechera mezclada con ladilla y caliweba no podía ocultarse.
Erga, alguien estaba picado.
—Psst... Psst —llamé a Dylan— ¿Esa es la cara o el culo que te estoy mirando?
Rodó los ojos y dejó salir una risa sarcástica.
—Déjalo Tess —dijo Thomas— está enfadado porque le quitaron a la chica en sus propias narices.
—No es cierto.
—¿Ves? Lo está negando —siguió diciendo Thomas sin pararle bolas a Dylan— así que es totalmente cierto.
Ambos reímos haciendo picar más a Dylan.
—Que no estoy celoso —rodó los ojos— Alicia y yo sólo somos amigos.
Miré en dirección hacia mi causa y noté que habían dejado de bailar, hablaba con Finn de una vaina ahí y empezó a mover los dedos en un puño y entonces caí en cuenta.
Tenía ganas de mear.
—Entonces no te molestará lo que pase a continuación, ¿Verdad? —dijo Thomas.
Dylan fruncio el seño y miró en dirección a los gafos aquellos que se dirigían a la puerta, seguramente en busca de un baño para la gafa.
Entonces miró lo que estaba guindado en el umbral de la puerta y fruncio más el ceño.
Se levantó y empezó a caminar en dirección a ellos en grandes zancadas lo antes posible que cruzaran esa puerta.
—Tu y yo somos unos coño e madres — le dije a Thomas y Levanté mi copa con cidra de manzana— brindo por eso.
Él sonrió de manera cómplice.
Llevé la copa a mis labios pero noté cómo la cara de Thomas pasó de confusión a sorpresa.
—¿Qué es, chico?
Sin articular palabra, señaló hacia atrás de mi, y como a mi no me gusta el chisme sólo que me entretiene, giré.
Brode, me babie con la cidra mrc
Dylan tomó la mano de Alicia. Miró sobre sus cabezas y, efectivamente, estaban bajo el muerdago con Finn unos pasos apartado de ellos.
Pude ver cómo Dylan sonrió y aquella todavía con la cara de boca abierta.
Entonces reprimi un grito junto a Thomas cuando Dylan tiró de la mano de Alicia haciendo chocar el cuerpo de ella contra su pecho, acarició su mejilla y al fin la besó.
Marica la besó....
¡LA ESTABA BESANDO!
Marica y lo más arrecho de todo es que en el transcurso de esa vaina había empezado a sonar Mistletoe de Justin Bieber.
No si, cuando yo me besé con Thomas ni un grillo sono, y a la mmagueva esta le suena una del Justin en el beso.
Es oficialmente gringa la mardita.
—¡THOMAS, SACA RÁPIDO TU SUPER FANCY AIFON QUE ESTO HAY QUE RECORDARLO! —zarandee a Thomas del hombro y me pasó el teléfono. Les tomé como quinientas fotos de todos los ángulos y sonreí orgullosa de mi trabajo— listo, pal niño Jesús de Alicia le voy a mandar a pintar esta vaina en el techo. Recordatorio de su primer triunfo en su patética existencia y mi mejor cizaña.
Menos mal porque no le había comprado un coño pa navidad
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*Le dedico esta vaina a Cris y a Arianna. Pa que sean serias, menor*
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