Arrecha Se Nace
Girl Next Door —Copperpot
Alicia
—Menor, me pica la cara.
Holland me dio un manazo para que no me la tocara.
—Deja de rascarte, arruinaras el maquillaje.
—No si, la que no respeta.
Salimos del camerino de Holland luego de que Scarlett, la maquillista creara mi maquillaje de mujer coyote. De paso de que la cara me picaba por los pincelazos que me habían hecho, no podía cerrar bien la boca por los colmillos postizos.
Mi tía me llega a ver así y hago que le venga rapidito la menopausia.
—Menor, de paso no veo bien con esta mierda —me señalé los ojos.
Pues si chama, a fin de cuentas si iba a tener los ojos arrechisimos esos y como era una Omega los iba a tener azules.
Teresa se quedó pendeja.
—Te acostumbras a los días —dijo Tyler— ¿Ves?
Él cargaba los suyos rojos. Quise hacer una broma referente a que él podría ser los ojos de Chávez pero como la única que iba a entender era yo, preferí quedarme callada.
—¿Recuerdas lo que tienes que hacer, verdad? —preguntó nuevamente Crystal— le haré una señal a Daniel para que encienda los parlantes y ponga el audio...
—Si si, y después guau guau.
—No —dijo Dereksito intentando no reír— gruñes.
—Grrr...
Tyler se hizo un facepalm.
—No, tu sólo sigue la corriente del audio, ¿Si? —asenti— bien, buena suerte.
—Holl, Arden, Crys —dijo Daniel antes de irse con los dos Tyler— toda suya.
Holland enrolló su brazo al mio para que siguieramos caminando hacia donde se suponía que había dejado varado a mi combito y Crystal iba delante de mí. Esa marvada era alta marica.
No me pasa.
Bueno. Desde aquí pude escuchar el madre grito de Teresa al ver a las muchachas y luego el chillido que pegó seguramente porque mami la habría pellizcado disimuladamente para que se callara esa jeta.
Reí por lo bajo.
—Oh, ellas son Holland, Arden y Crystal —Las presentó Jeff— chicas, ella es la madre de Alicia y ella su hermana menor, ¿Cuál era tu nombre?
—Teresa, en integram es Teresa_Queen16, en Facebook es Teresa Kardashian Rojas y en Twitter @ TeresaScallisonDeHoechlin2001.
Ah no, si, esta vino era a hacerse publicidad.
Holland rió.
—¿Eres fan? —escuché el Ajá de Teresa— Espera un segundo.
Holland sacó su fancy aifon y se puso a hacer una vaina. Al ratico sonó el pajarito mariquito de Twitter y seguido después el grito de Teresa.
—¡MARICA HOLLAND RODEN ME SIGUE EN TWITTER!
—Verga, no puedo decir que hubiera sido mejor que me hubiera traído a Marianna porque es casi la misma vaina —se lamentó mami— Por eso es que sacó a pasear más a Firulai que a voj.
Escuché el no si, de Teresa.
—Tu hermana es graciosa —me dijo la chinita en un susurro.
Le sonreí ya que no podía hablar.
Pana, es que cuando hablo con Arden, una parte de mi cerebro lo traduce: Tu helmana es glaciosa.
Yo no soy seria.
—¿Han visto a Alicia? —escuché la voz de Dylan un poco preocupado— hace un buen rato que salió corriendo e intenté correr tras ella pero la perdí de vista.
—De hecho... —Alargó Holland.
Vi cómo Crystal movía el brazo hacia donde estaba la corotera electrónica de Jeff y vi a Daniel mirarme con una mano sobre una computadora.
«¿Estás lista?» —había articulado con sus labios.
Asenti.
La china, Holland y Crystal se apartaron y salí toda dramática con la cabeza gacha frente a esa gente.
Cuando subí la cara abrí los ojos así como si es que tuviera arrechera y al escuchar un fuerte rugido sonar de los altoparlantes abrí la boca haciendo la simulación de que me pertenecía y mostrando los colmillos.
El grito que pegó mami no fue normal, hasta la marica de Teresa pero lo que si nos calló fueron sus reacciones.
—¡CHÁVEZ, DIOSDAO' Y MADURO! ¡¿QUÉ VAINA EJESA?! —gritó mami.
Jeff rió junto a las chicas.
Miré a Dylan.
Con la boca abierta lo había dejado, menor.
Después miré a Teresa.
Tenía una mano en el pecho y me miraba con la boca abierta.
Hasta que...
—Alv, no puedo creer que acabo de sentir un cucardio por mi propia hermana, asco marica.
Puse una mueca de asco
—Zape cat.
Mami me empezó a ver la cara y toda la vaina que me habían hecho como si es que no se lo creyera.
Incluso me abrió más el parpado para verme los lentes de contacto pero sacudi la cabeza
—Mami ya pej —me quejé.
—Es que todavía no me lo creo chica —me volvió a agarrar la cara y me abrió la boca— ¿Cómo coño te pusiste esta vaina?
—Eaentho esphejial.
—Alicia Michelle, ¿Qué te he dicho de hablar con la boca llena? —la mire con ironía hasta que cayó y quitó la mano— ajá, admito que no entendi para qué me viniste a asustar si ya para eso está la cara de tu hermana.
—No si, burde pasa.
Hice una mueca.
—Ella sólo... —Crystal habló por mi— nosotras le explicaremos. Verá: ella es muy buena en lo que hace, créame, tiene talento.
—Si, dejela que se quede por favor —continuó Holland— mire, si es por la escuela prometo que no se atrasara. Soy muy buena en matemáticas y todo lo referente a números, Arden podría enseñarle historia, Crystal la ayudaría con la química y Dylan podría...
—Holland... —la interrumpió Jeff
—Jeff, por favor...
—Holland, sólo escu...
—Podemos ser sus tutoras, no se distraera, lo prometo...
—¡Holly! —la detuvo Dylan— sólo escucha a Jeff.
Las cuatro nos callamos y miramos al fancy jefe.
—No todas al mismo tiempo, me ponen nervioso —se quejó. Rodamos los ojos— Tu madre, Dylan y yo estuvi... —un carraspeo lo interrumpió— Tu madre, Dylan, Teresa y yo estuvimos hablando respecto a lo de la escuela y que sólo te falta este año.
—Llegamos a un acuerdo pero eso si, no es para que estés echando varilla.
La miré con ironía.
—Mi mejor amigo es el director de Palisades High School —dijo Jeff— acabo de decirle a Lucinda que hablara con él y si, pudo conseguirte un cupo para estudiar aquí mismo, sólo si tu quieres.
Miré a Dylan sin creérmelo aún, contenía una sonrisa.
—Eso quiere decir que...
—¡Marica eso quiere decir que vas a estudiar en el fancy liceo que usan para hacer de Beacon Hills High School! —Gritó Teresa.
—ia ba, KHÉ.
Mamá rodó los ojos.
—Que si, si puedes quedarte a trabajar aquí.
Las muchachas y yo soltamos un grito y la primera que se me tiró encima fue Teresa.
—¡TE QUEDAS A TRABAJAR EN ESTA MIERDA, MMAGUEVA! —volvió a gritar— pero ya va, sólo hay una cosa por hacer.
Me miró con complicidad y sacó su teléfono para ponerlo modo selfie. Lo que significa que le dio vuelta al vergatario para que la cámara viera para acá.
—¡Ladrame, perra!
—Soy coyote, muchacha marica.
(...)
—Menor deja la ladilla vale que estoy estudiando —le lancé la almohada a Thomas.
Si marica, a Thomas. El menor vino a visitar a Teresa pero a ése como que se le olvidó que aquella todavía trabajaba en el centro comercial de Elfo, así que se autoinvitó a quedarse aquí arriba conmigo ya que el Jorjius había salido con su cuadre, la chuama esa, mami y mi tía habían ido a tomarse fotos al supermercado y a hacer fiesta con la american express de mi tío y sólo quedabamos en la casa: El Brayan, la pelo e cuca de Marianna y yo.
Según Thomas disque el Brayan estaba allá abajo viendo la Ronca de Oro en Netflix y como las miradas que le lanzaba la sopla bistec de Marianna lo ponían incómodo, decidió venir a mi cuarto a distraerme mientras me estudiaba mi guión.
—Pensé que hoy habías hecho tu primera escena en la serie —levantó la almohada con la que le había pegado y luego me la pegó a mi en la cara tirandome para atrás.
Éste mmaguevo.
—No, hoy los muchachos del set nos hicieron el recorrido, me presentaron a un coñazo de gente y después de grabar fuimos a Donkin' Donuts —expliqué— pero a Dylan si le tocó grabar, y bueno digamos que sí aparecí pero no pej.
Fruncio el ceño.
—Explicate, Lily
—Fuimos para la escuela que están utilizando para BHHS y grabamos en los vestuarios masculinos una pelea entre Scott y un coyote entrenado. Fue arrechisimo.
—Dylan mencionó que Jeff te consiguió plaza ahí.
Suspire dejando de lado el guión ya que con el carajito aquí no iba a poder estudiar bien, aunque era mariquera mia porque esa vaina yo ya me la sabía hecha la loca.
—Pues si —respondí— mami al principio no me quiso dejar pero después la convencieron con eso. Teresa iba a parar a loca.
Rió.
—Tessa siempre ha estado loca.
Lo miré picaramente
—Estás partidisimo por ella —intentó volverme a dar con la almohada pero se lo impedi— aceptalo mmaguevo.
—Bien, si, lo acepto. Estoy loco por ella —marica el menor se puso rojo— pero siempre está enojada conmigo.
Rodé los ojos y me acosté junto a él mirando el techo, porque de paso estaba abarcando media cama.
—Pana es que ella es muy mano suelta y de la única manera que sabe demostrar amor, es a los coñazos.
Thomas tomó uno de los muchos peluches que tenía en la cama de los que me había dado el Jorjius de bienvenida y lo empezó a lanzar al techo y a atraparlo.
—Quisiera invitarla a salir pero aún no sé a dónde.
Hice una mueca. La verdad esto de ser casamentera no se me daba en absoluto pero en verdad quería ayudar al cabrón de Thomas a conquistar a Teresa, aunque la mardita esa esté más que conquistada pero para disimular la vaina.
Tu sabes, chama.
—Verga menor, no sé —dije al final— es decir, sólo dile lo que sientes, te aseguro que saldrá bien.
—¿Eso fue lo que hizo Dylan para pedirte que fueras su novia?
Menor, eso si me dio mucho de que pensar. Agarré el dije que descansaba sobre mi pecho y lo miré detenidamente.
—La verdad, Dylan sí me dijo lo que sentía —dije casi a regañadientes— pero nunca acordamos en ser... Osea, él nunca lo dijo, fue como que ajá, los dos como que nos pusimos de acuerdo y nos hicimos mente de que automáticamente éramos novios pero no, Dylan como tal nunca dijo «¿Quieres ser mi novia?»
—Siempre olvida algo —negó para sí mismo— idiota.
Thomas y yo estuvimos lo que restó de la tarde en mi cuarto brollando. Como a eso de las 4 mami y mi tía llegaron y nos subieron unas cachapas con queso y un vaso de Toddy. Me contó vainas de la película, las bromas que le hacían él y Dylan a sus compañeros del cast, osea, mariqueras.
Hasta que llegó un punto donde nos contamos vainas personales.
—Cuando tenía Diez años —contó— di mi primer beso por accidente a uno de los mejores amigos de mi hermana.
Me empecé a reír.
—¿Qué?
—Si, en realidad pensaba darselo a la otra amiga de Ava, ya no recuerdo su nombre —rió— en fin, la niña al parecer se agachó para atarse las agujetas y yo en ese momento simplemente cerré los ojos y me impulse hasta besarla. Pues cuando los abrí, la cara de Randy estaba hecha un tomate, casi me mata.
Volvimos a reír.
—Mi primera menstruación fue en quinto grado —comenté— habíamos ido al monumento de paseo con mi primo Jefferson y Teresa y yo fuimos a las máquinas de ejercicios que había puesto el alcalde en un área. Marico, allá venía Jefferson con un refresco pero cuando nos vio casi se ahoga con esa mierda. El bicho empezó a gritar alarmado «¡Alicia, te vino la regla!» «¡Tas manchada!» y todos, TODOS voltearon a ver. De paso que ese día cargaba shorts blancos, a esa hora habían carajos bellos haciendo ejercicio. Pasando pena, marico.
Thomas soltó una fuerte carcajada.
—Dios, eso es mala suerte.
Rodé los ojos.
Marico, una cosa es tener mala suerte, otra cosa es ser yo.
Me paré al baño porque me dieron ganas de ir a mear y dejé a Thomas aún acostado revisando el teléfono. Fui, orine, todo fino.
Pero cuando regresé, su cara demostraba reprimiendo una carcajada mientras miraba mi guión. Me lancé a la cama y me puse a su lado
—¿De qué te ries, pana?
—Oh, nada. Sólo recordaba aquella vez que estabamos en casa y no quisiste mostrarte en bañador —siguió mirando el guión sin verme la cara— me pregunto cómo demonios harías tu primera aparición en Teen Wolf desnuda.
Abrí los ojos como platos y le arranqué el guión.
—KHÉ.
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