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♠️Welcome to Las Vegas♠️

-Pasajeros del Vuelo BT1306 con destino a Las Vegas, sirvan abordar por la puerta 7B.


Namjoon arrastra los pies hacia el mostrador de la aerolínea, presentando su billete de avión a uno de los hombres de la tripulación, quien cordialmente coteja los datos y le guía por un estrecho pasillo que lo conduce directamente hacia la cabina de la aeronave que ya ha encendido sus motores.

Se mezcla entre los ajetreados pasajeros buscando su asiento, acomoda su maleta de mano y cae rendido en su lugar, al lado de la ventana.

Cierra los ojos y suspira, por quinceava vez en el día.

A su lado se sienta un risueño joven de cabello marrón ondulado que da pequeños golpecitos en la pierna de Namjoon, para llamar su atención.

-¡Alegra esa cara, hombre! No estamos en un funeral ¡Que nos vamos a Las Vegas! ¡Waaahhh! ¿Puedes creerlo? ¡Será genial Nam!

A pesar de saber la razón del desánimo de su amigo, Taehyung no puede evitar ocultar su alegría por tan grandioso viaje.

La prestigiosa empresa constructora de su padre, Kim Builders & Design, tiene a su cargo la más grande obra diseñada en Seúl: recrear Las Vegas en pleno Corea del Sur. Es un proyecto muy ambicioso y cuenta con grandes empresarios interesados en invertir y sumarse a este gran negocio que sin duda traerá enormes beneficios económicos para ambas partes. Namjoon como cabeza principal de su equipo y Taehyung como representante de la empresa de su padre, han sido seleccionados para cerrar personalmente los tratos con todos aquellos inversores y tomar apuntes de los detalles de cada edificación, hotel o casino, para duplicar su estructura en Seúl.

Namjoon lleva cuatro años trabajando en la empresa. Es uno de los más jóvenes de su equipo, pero sin duda el más capaz. Se encarga de la organización y puesta en marcha del Eco-Building, tal como le gusta llamar a su trabajo. Todos los proyectos pasan siempre por sus manos y él se encarga luego de darle ese toque minimalista y ecológico del que cree fervientemente que todos los edificios y construcciones deben tener.

Él revisa primero que el proyecto no dañe ninguna zona natural o invada el hábitat de alguna especie animal o planta en peligro de extinción. De ser el caso, se encarga directamente del traslado de cada espécimen a una zona protegida.
Segundo, que el diseño y color se mimetice íntegramente con el entorno.
Y tercero pero no menos importante, que todos los servicios incluidos fueran enteramente ecológicos, tales como el uso de la luz solar como recurso principal, el reciclamiento de las fuentes de agua y tratamiento residual.

Namjoon adora su trabajo. Su vida laboral va viento en popa. Lamentablemente no puede decir lo mismo de su vida privada.

Desde que cumplió veintisiete años se vio más cerca de los treinta y pensó en que era hora de asentar un poco la cabeza. Creía que era el momento de buscar una pareja con quien compartir sus pasatiempos y parte de su vida. Estaba cansado de sólo noches de sexo sin compromiso.

Quería algo duradero, algo especial.

Pero había un problema.

Desde hace más de un año había caído por curiosidad en el mundo oculto del Bondage, cortesía de alguna compañera sexual de turno con la que coincidió en un bar de ambiente. Le hubiera dado igual que la compañía fuera hombre o mujer pues Namjoon se consideraba plenamente bisexual, pero la muchacha llamó su atención. Aquella chica le enseñó varias formas de practicar el arte de atar e inmovilizar a una persona, sin dañarla, sólo buscando siempre el placer.

No es una práctica común, así que cuando Namjoon mencionaba casualmente el tema en alguna conversación entre amistades o familiares, solían verlo raro, como si fuera un degenerado. Después de algunas malas experiencias, decidió mantener aquel singular gusto en secreto.

Namjoon recuerda que aquella vez que se adentro sin querer en aquel mundo desconocido, sólo practicó con cuerdas y fue una experiencia increíble. Tener totalmente sometido a la otra persona, sabiendo que podía hacer lo que quisiese con ella, le daba cierto poder que aumentaba su testosterona a niveles insospechados para él.

Poco a poco fue probando con nuevos implementos. Cintas, telas, cadenas, esposas... cada elemento le daba un toque único a sus encuentros sexuales.

Investigó en internet y aprendió diversas técnicas de inmovilización. Y dado que la práctica hace el maestro, se volvió sin quererlo en todo un experto.

Empezó a frecuentar cada vez más aquel bar, practicando diversas técnicas con aquella chica y con muchos otros jóvenes que gustosos cedían a tan tentadora proposición.

Y aquello originó el segundo problema.

Namjoon anhelaba ahora una vida amorosa firme, pero aquellos con quienes coincidía en sus gustos especiales, solo querían una vida llena de placer sin compromisos. Cedían encantados a noches de lujuria y deseo, porque consideraban que Namjoon era un muy buen profesor en aquella materia. Pero no querían dejar de ser simplemente alumnos casuales.

La última persona a quien intentó frecuentar más veces y pensó que sería un candidato perfecto para ser la pareja que tanto había ansiado, lo citó hace dos semanas para decirle que le agradecía por los buenos ratos juntos, pero quería dejarle en claro que eran solo eso, compañeros sexuales, y que ellos nunca serían nada más pues su política de vida solo admitía las relaciones abiertas y sabía de antemano que Namjoon no buscaba eso.

Aquella respuesta le dolió. No como para morirse, pues no había llegado a enamorarse aún. Sólo le agradaba su compañía y compartían algunos gustos en común. Pensó que con el tiempo el amor surgiría de repente...

Pero nuevamente estaba solo, justo cuando faltaban pocos días para su cumpleaños número veintiocho.

Namjoon se tomó algunos días de vacaciones en la empresa para meditar un poco su existencia y lo que quería para su vida de allí en adelante. Claro que le gustaba enseñar la sutil y exquisita técnica del Bondage, pero no sólo quería ser un mero maestro. Quería alguien que se quedara a su lado, pero no sólo como alumno de una noche, quería alguien que quisiera aprender por las noches y por las mañanas aún siguiera en su cama. Alguien con quien compartir abrazos perezosos al despertar y convencerle con dulces besos de permanecer unos minutos más en el calor de las sábanas enredadas. Alguien a quien preparar café y tostadas para desayunar y que le regañe cuando queme el pan. Alguien con quien ver series de televisión y llorar como tontos por los finales románticos. Alguien para salir a pasear en bicicleta por las tardes a orillas del río Han. Alguien a quien no le avergüence ver dibujos animados o saber de su curiosa colección de tarjetas Pokémon.

Alguien que despierte su ilusión de vivir y descubrir que a su lado un lunes puede convertirse en un fin de semana más.

Alguien a quien complacer.

Alguien a quien desear.

Alguien a quien abrazar.

Alguien a quien amar.

¿Pero entonces, por qué no encontraba a su persona especial?

¿Qué había de malo en él?

Era alto, atractivo, con un físico envidiable, apartamento propio y un trabajo perfecto.

¿Por qué nadie quería quedarse a su lado de la manera que él buscaba?

Quizás aquellos bares no era el lugar idóneo para encontrarlo.

Quizás no había nacido aún nadie para él.

O quizás debería volver al aburrido mundo del sexo vainilla donde sería más probable que encontrase alguien de gustos normales y que buscase también una relación sólida y duradera.

¿Entonces, debería dejar de ser él mismo?

¿Debería dejar sus fetiches que la mitad de la población podría catalogar como extraños o pervertidos?

Con todas esas preguntas existenciales en su cabeza regresó de vacaciones, las cuales sólo pasó en su apartamento leyendo libros, regando sus plantas y mirando televisión, y se encontró con la repentina noticia de que tendría un viaje de negocios a Estados Unidos en dos días.

Para cualquiera hubiera sido una gran y maravillosa oportunidad, pero después de su última decepción en su vida personal, no tenía ánimo de viajes ni de nada.

Iba a cederle la oportunidad a otro colega de su equipo, pero Taehyung lo miró con aquellos ojitos de cachorro que fue difícil decirle que no.

Taehyung es el hijo de su jefe, dueño de Kim Builders & Design.

Es un chico encantador y risueño. Mucho más joven que Namjoon y recién egresado hace menos de un año de la Universidad en la Facultad de Arquitectura. Como era de esperarse, su padre quería que conociera de primera mano todo el complejo mundo de la edificación y aprendiera a desenvolverse en cada área, para así formarse en ser el próximo vicepresidente de la empresa, futuro heredero del imperio Kim.

Nuevamente, a Namjoon le fue encargada la tarea de ser El profesor.

Sin embargo, enseñar a Taehyung era un trabajo divertido. A los pocos días de llegar a la empresa congeniaron muy bien. Namjoon descubrió que el hijo del dueño era un chico muy activo y con muchas ganas de aprender. Un remolino de energía que siempre le subía el ánimo.

Pero esta vez, ni su brillante sonrisa cuadrada puede animarle.

-¡Nam! ¡Hemos llegado! !Woooohh que genial! !Estoy deseando bajar de este avión y tomar un millón de fotos en Las Vegas! No, no, no ¡Dos millones de fotosssss!

-Tae, -dice suspirando el mayor-estamos aquí por trabajo, no lo olvides.

-Sí, sí, sí, señor aguafiestas. Pero el último dia lo tendremos libre ¡Te he preparado una sorpresa para animarte y estoy seguro que te va encantar!

Namjoon esboza una media sonrisa un tanto cansada. Agradece el gesto que tiene Taehyung y aunque no tiene ganas de nada, tampoco quiere arruinarle el viaje a su joven amigo.

Taehyung supo de los extraños gustos de Namjoon en una noche de copas que compartieron hace algunos meses atrás y para su sorpresa era de las pocas personas que no lo vio raro, al contrario, le pareció sumamente interesante. Casi tan interesante como la fiesta de disfraces al que invitaron a Taehyung hace un mes, la FurFest, en la que gente desconocida tenía sexo sin control enfundada en singulares trajes. Fue curioso verse a si mismo vestido de tigre y andar persiguiendo un lindo conejito gris, del que no sabía si sería chico o chica, pero poco le importaba. Taehyung decía que aún no estaba seguro si le atraían las mujeres, los hombres o ambos. Pero estaba muy bien con eso. Afirmaba ser muy joven y estar despertando aún en la flor de la vida con sus veinticuatro años recién cumplidos. Se encontraba en una fase de querer aprender y experimentarlo todo, mientras más, mucho mejor. Prefería dar rienda libre a su mente y sus deseos, sin privarse de nada.

Agradeciendo internamente sus ganas de animarle, Namjoon le dirige una pequeña sonrisa, resopla algunos cabellos grisáceos que caen por su frente, suspira al cruzarse de brazos y mira de reojo por la ventanilla. Taehyung a su lado alza el mentón un par de centímetros para que sus ojitos cargados de emoción puedan seguir mirando hacia abajo los edificios de la gran ciudad que empezaban a vislumbrarse por la ventana al disiparse las esponjosas nubes, mientras el avión va descendiendo.

Taehyung se abrocha el cinturón de seguridad y mantiene su bolso en su regazo, dándole un vistazo rápido a los papeles que hay dentro.


"Venezia Palace Hotel & Casino
Masks Party & Pack Sensations
Booking confirmed"


Taehyung sonríe para sí mismo y murmura al ver a su amigo a su lado que ha vuelto a cerrar sus párpados.

-Te va encantar la sorpresa Nam, estoy seguro.

"Travel with me,
Don't you wanna get away?
Don't you wanna run away?
I can take you to anywhere
Ride with me anywhere"

"Viaja conmigo,
¿No quieres escapar?
¿No quieres huir?
Puedo llevarte a cualquier parte.
Viaja conmigo a cualquier parte."

Las letras de su canción favorita se oyen en alto volumen. Los cabellos alborotados por el viento y los brazos hacia el cielo, importándole poco o nada el despeinarse. Lo único importante para Seokjin es seguir cantando a viva voz esa canción que tanto adora junto a su mejor amigo, mientras recorren la carretera en un auto descapotable alquilado rumbo hacia Las Vegas, como dos locos huyendo del encierro.

"Just take a ride with me,
'cause I'm ready
And the light will guide us
to a million stars.
My love, just hold my hand.
The end is you and I."

"Solo da un paseo conmigo,
porque estoy listo.
Y la luz nos guiará
hacia un millón de estrellas.
Mi amor, solo toma mi mano.
El final somos tú y yo."

De repente, en pleno estribillo, Jimin comienza a toser exageradamente sin soltar el volante del auto.

-¡Se metió una mosca en mi boca! ¡PUAJ QUE ASCOOOO! ¡Maldita mosca americanaaaa!

SeokJin suelta carcajadas al aire, amenazando en quedarse sin laringe en el proceso.

Aceptar la loca idea de su amigo de pasar las cortas vacaciones de la universidad en un viaje exprés a Estados Unidos, es lo más descabellado que pudo habérsele ocurrido. Pero está extremadamente feliz de haberlo hecho.

Hace dos semanas atrás había terminado una tormentosa relación. Su ánimo estaba por los suelos, pero su fiel amigo nunca lo dejaba solo y hacía hasta lo imposible por hacerlo sonreír.

Quizás debió haberle hecho caso antes, cuando Jimin le insistía en que aquel tipo no era para él y así haberse ahorrado el disgusto. Pero nadie podía culparlo por volverse ciego, sordo y mudo ante tantas señales.

El chico en cuestión era el alumno más guapo de su academia de inglés. Destacaba todo en él, desde el cabello perfectamente peinado hasta la punta de sus zapatillas de marca. Incluso el porte tan seguro al caminar y una sonrisa sexy que mataba a cualquiera. Y sí, el también cayó por aquella sonrisa. Sólo bastó un par de palabras bonitas para que Seokjin se ruborizara hasta la nariz. Y siendo Seokjin tan dócil y vulnerable, sólo bastaron dos bonitas palabras más para llevarlo a la cama.

A sus veintidós años, Seokjin aún no había tenido ninguna experiencia sexual en su vida. Así que todo fue novedoso y también doloroso. Los encuentros sexuales fueron más habituales cada vez y sin ningún tipo de preparación. Seokjin no podía dejar de sentirse extraño. La vergüenza lo invadía a tal punto que no podía ni moverse, como si fuera un cuerpo inerte sobre el colchón. Solía cubrirse los ojos con los brazos y morderse la lengua para ahogar cualquier gemido de placer o de dolor. Aquella actitud tan virgen podría parecerle tierno a cualquier persona, pero para su nuevo compañero empezó a parecerle soso y aburrido. En vez de dialogar sobre ello, comenzó a reprocharle sus actitudes y lo poco activo que era en la intimidad. Finalmente terminó dejándolo por otro chico en menos de un mes.

Seokjin quedó desolado, sin saber que había de malo en él. Era un chico apuesto, amable y cariñoso.

¿Su defecto fue ser virgen?

Claramente que no era un experto en la cama, lo poco que sabía lo había visto en películas porno y la realidad distaba mucho de la ficción, pero sólo necesitaba que le enseñasen, que le tuvieran un poco de paciencia para poder acostumbrarse y encontrar la forma idónea de disfrutar el momento. Ni si quiera tuvo tiempo de saber si se había enamorado de aquel chico. Existía una atracción física evidente, pero los sentimientos simplemente no surgieron. O quizás los sentimientos necesitan más tiempo y no una corta relación de dos semanas y media. Con las justas pudo enterarse de que aquel muchacho vivía con sus padres y estudiaba Derecho. Pero nada supo de sus gustos o pasatiempos. Los pocos ratos que se encontraron, Seokjin intentaba tener tiempo de calidad, pero su compañero sólo lo arrastraba con dulces palabras hacia su habitación.

Después que la fallida relación acabó, Jimin fue el primero en alegrarse. Su mejor amigo le prometió que vendrían experiencias increíbles a su vida, por que él merecía alguien mejor, alguien que lo valorase por quien realmente era, sólo tendría que ser paciente y seguir disfrutando de su juventud hasta que la vida ponga a esa persona especial en su camino.

Y Seokjin sabía que su amigo tenía razón. Era joven e inexperto, pero aún tenía mucho por vivir y aprender.

Definitivamente pensaba tomarse este viaje como un nuevo comienzo. Pronto regresarían a Corea, continuaría con sus clases del último año de Arquitectura en la Universidad de Seúl y empezarían sus prácticas profesionales en una prestigiosa empresa de la ciudad.

Su futuro era prometedor.

¿Por qué debía preocuparse por cosas banales como el amor?

Seokjin cierra los ojos al sentir el viento acariciar con vehemencia sus mejillas, mientras que su mejor amigo sigue cantando la melodiosa canción. Pestañea un par de veces y rebusca entre su mochila la documentación que le dio Jimin esta mañana.


"Reservation confirmed
Venezia Palace Hotel & Casino"


Seokjin sonríe con el papel aún en sus manos y ajusta sobre su nariz unos coquetos lentes de sol en forma de corazones rosas que Jimin le regaló en el último lugar que visitaron.


-Venezia, ¡allá vamos!


Hellooooo!!!💜💜
Tal como les prometí, hoy les traigo una nueva historia Namjin para celebrar mi cumpleaños!! 🍭🌼🥳🥳.
Será una historia corta de unos 5 capítulos aproximadamente. Los siguientes capítulos saldrán cada fin de semana.
Gracias x darse de un tiempo para leer mis locas creaciones 💕💕
Les mando un beso de algodón de azúcar 💖

Ayri. 🌼

Pd1- La canción que sale en éste capítulo es "A million stars" de Taehyung 💜
Pd2- No olviden el Stream de "With you" de Jimin. La canción es hermosa 💗

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