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♠️Welcome to Venezia♠️

Los ajetreados días de trabajo terminan satisfactoriamente. Namjoon y Taehyung asistieron durante seis días seguidos a diversas reuniones con altos cargos de las principales tiendas, hoteles y casinos de Las Vegas y todos se mostraban animados en poder abrir sus sucursales en Corea del Sur. Sin duda, incursionar en la economía asiática sería uno de los más grandes negocios a nivel mundial.

La última reunión por fin concluye y una nueva firma se suma a la gran lista de contratos de la empresa Kim Builders & Design.

Siendo ya las siete de la tarde, Namjoon entra en su lujosa habitación del hotel, dejando sus zapatos desperdigados en la entrada, mientras desajusta su corbata y camina hacia la amplia cama.

Se lanza boca abajo sin dudarlo demasiado.

Está agotado.

Cierra los ojos brevemente, pensando en lo bien que le vendría una relajante ducha, una cena ligera y dormir todo el sábado. Sería perfecto despertar por la tarde, justo poco antes de tomar el vuelo nocturno de regreso a Seúl.

Repentinamente unos toques en la puerta hacen que entreabra los ojos con desgano.

El sonido característico del desbloqueo de la clave de la entrada y unos pasos firmes irrumpen en la tranquilidad de su habitación.

-¡Hyung! ¿Ya estás durmiendo? ¡Pero si la noche aún es joven!

-Tae, estoy muerto. Ha sido demasiado trabajo intenso para tan pocos días.

-¡Pero Hyuuuuung! ¡Aún no te he mostrado mi sorpresa!- exclama el joven de cabellera marrón coronada de rizos rebeldes, esbozando un adorable puchero en sus labios.

Aquel gesto es el truco definitivo. Nadie puede resistirse. Taehyung es demasiado dulce, tierno y gentil, pero con una mente exageradamente abierta y un tanto retorcida. Nadie podría imaginar lo que puede esconder detrás de su inocente mirada.

Namjoon le había cogido mucho cariño a pesar del poco tiempo de haberse conocido. Es como el hermano menor que nunca tuvo.

-Está biennnnn- termina por aceptar el peligris soltando un gran suspiro. -¿Dónde quieres ir Taehyungie? ¿A la piscina? ¿Al spa del hotel? ¿Una disco? ¿O a gastar el dinero de tu padre en las ruidosas maquinitas tragamonedas?

Justo antes que Taehyung pronuncie palabra alguna, dos golpes en la puerta lo interrumpen.

-Señor Kim, aquí tiene los trajes e implementos que solicitó esta mañana.

Los ojos del de cabello ondulado brillan de emoción mientras recibe los trajes y cierra nuevamente la puerta de la habitación.

-¡Por fin!, pensé que no llegarían a tiempo. Este es el tuyo Nam.

-¿Otro traje elegante?- pregunta el mayor mientras se sienta en la cama y recibe un gran paquete en sus manos. -Pero si ya he usado seis esta semana- se queja al bajar la cremallera del empaque y observar el impecable traje negro de Versace.

-Esta vez no es para una reunión Nam, ¡Es para la grandiosa fiesta del Hotel Venezia!

-Tae, me duelen los pies de ir y venir a tantas reuniones. No podré ni bailar.

-No creo que necesites bailar, Nam- afirma el menor cubriendo su boca, intentando esconder unas risitas curiosas, como la de un niño preparando alguna travesura. -Tú hazme caso y ponte todo lo que hay en el estuche. Te espero en el bar en una hora ¡Tu sorpresa acaba de empezar!

Y acto seguido se va felizmente trotando hacia la puerta, mientras Namjoon abre la cremallera contigua del porta trajes y descubre un objeto demasiado brillante, tanto que tiene que pestañear varias veces para disminuir el destello de las miles de piedritas que reflejan las luces de la gran lámpara de la habitación.

Namjoon sostiene con extrañeza la fina pieza en sus manos y frunce levemente las cejas.

-¿Una máscara?

La sesión de masajes en el lujoso Spa del Hotel Venezia, deja a Seokjin totalmente relajado. Fácilmente podría acostumbrarse a este estilo de vida.

Él y Jimin habían disfrutado de sesiones de chocolaterapia, barro volcánico, aromaterapia, shiatsu y demás tratamientos que jamás pensó que existirían. Ni en sus más locos sueños imaginó poder gozar de esos lujos, sino fuera por su increíble amigo que estaba costeando el viaje completo. Jimin venía de una familia altamente acomodada y para él no figuraba un gasto cuantioso. Tuvo que insistir y convencer a Seokjin en realizar juntos aquel viaje a Las Vegas, enfatizando en que sería la forma perfecta de practicar el idioma inglés y en que además, realizar ese viaje solo no hubiera sido divertido. Su mejor amigo le aseguró que tenía la excursión planeada desde hace mucho tiempo junto a un primo suyo, pero que en el último momento se le cruzó con otros planes y tendría que perderse el fabuloso viaje. Seokjin dudaba de aquella versión, estaba seguro que Jimin organizó todo sólo para animarlo después de su primera decepción casi-amorosa, pero pensó que al menos por una vez en la vida podría dejarse cuidar y mimar por alguien que sólo quería su felicidad.

Habían disfrutado todo el camino hacia Las Vegas, deteniéndose en los distintos lugares turísticos. Recorrieron valles y cañones. Tomaron miles de fotos en cada parada que realizaron, sobre todo en el tour hacia el Área 51 y rieron a carcajadas mientras Jimin se enfundó una máscara de alien y perseguía a Seokjin, corriendo y gritando por los alrededores, fingiendo ser un extraterrestre que lo iba a abducir.

Todo con Jimin era muy divertido y poco a poco Seokjin comenzó a contagiarse de su alegría, su vibrante energía y buen humor.

Seokjin adora a su mejor amigo y esta decidido a seguir fielmente sus consejos.
Al fin y al cabo era aún muy joven para complicarse la vida pensando en el amor. Lo que tenga que venir, vendrá. Y aunque no estuviera preparado aún, él había decidido vivir cada día como si fuera el último.

Dejar a un lado los compromisos.

Dejar a un lado el qué dirán.

Lanzarse a la aventura.

Apreciar su libertad.

Ser un nuevo Seokjin.

Empezando por la noche anterior, en donde el antiguo Seokjin, siempre tan centrado y juicioso hubiera dado un rotundo "No" a probar fortuna en los lujosos casinos. Pero decidieron confiar su suerte en las máquinas tragamonedas del hotel y cada uno había ganado más de dos mil dólares en un Jackpot.

Jubilosos, Jimin y Seokjin se abrazaron el uno al otro mientras gritaban y daban saltitos de alegría. En la locura del momento y queriendo atesorar su juventud por siempre, se subieron al primer taxi que encontraron para ir en busca de algún local de tatuajes para dejar plasmados en su piel justo debajo de su muñeca la frase "Young Forever".

Sorprendentemente, hacerse un tatuaje fue una fácil tarea a las tres de la madrugada. Tan fácil como encontrar abierta una capilla de bodas exprés minutos antes del amanecer, pasando justo delante de una de ellas mientras charlaba junto a Jimin de camino al hotel. Seokjin fijó unos minutos su mirada en una singular pareja de hombres que esperaba su turno para casarse. Uno de ellos se le hacía conocido, quizás fuera algún famoso que vio alguna vez en la televisión. Se les veía muy acaramelados tomados de la mano. Pero eso no era lo que más llamó su atención. Seokjin sonrió enternecido cuando sus ojos se posaron directamente en unas esponjosas y peludas orejas que cada uno llevaba sobre la cabeza. Parecían dos perritos o dos lobos tal vez.

Extraña y dulce forma de casarse.

Seokjin sentía que miles de cosas curiosas y extravagantes podían sucederle sólo al estar en Las Vegas. La ciudad parecía haberle abierto las puertas a su nuevo yo y la suerte le sonreía al estar por fin de su lado.

Interrumpiendo los pensamientos de su mejor amigo, Jimin estira los brazos y lanza un suspiro de satisfacción al terminar la última sesión del Spa, una especie de masaje tailandés con piedras calientes que dejó a ambos tan relajados que parecían estar flotando en el aire. No tenían hambre, pues en todo momento les ofrecieron tés aromáticos junto a pequeños tentempiés de frutas y vegetales.

Ambos se dirigen a las duchas para quitarse los restos de aceites corporales y demás ungüentos utilizados en los variados tratamientos. Al salir de los vestidores, Seokjin se ajusta a la cintura una mullida bata blanca con el logo del hotel bordado en tonos dorados y se sorprende al no encontrar a Jimin en el mismo atuendo que él.

Su amigo luce perfectamente vestido en un traje gris. Junto a él se encuentra una dama uniformada, con el cabello recogido, una ligera máscara sobre sus ojos y portando una identificación con su nombre y una "V" dorada en ella. Lleva una chaqueta impecable color negro y un pin curioso de dos máscaras de estilo victoriano unidas con un lazo.

-Bienvenido a Venezia, Señor Kim. Por favor, use esto. Hoy es noche temática en el hotel.- La mujer le habla en inglés y sonríe al extenderle un objeto que Seokjin pudo dilucidar como un estilo de antifaz en encaje negro con forma de alas de mariposa, luciendo pequeñas plumas a los lados, acompañado de grandes y diminutas piedras brillantes adornando los surcos donde debería posar sus ojos.

-Sígame por aquí, Señor Kim.

Sorprendido, Seokjin se coloca lentamente aquel fino objeto sobre los ojos y camina siguiendo a la dama. De repente, detiene su andar al ver que su mejor amigo no se mueve junto con ellos.

Unos pasos detrás suyo, Jimin muestra ya un elegante antifaz sobre su rostro y levanta los pulgares, susurrando un "Tranquilo, nos vemos en la fiesta". Los ojos de Seokjin se abren en demasía pues desconocía que asistirían a otro evento esa noche, pero la idea sin duda le encanta.

Jimin guarda una sorpresa para su mejor amigo antes de acudir a la fiesta de máscaras. Quería que Seokjin se sintiera mejor consigo mismo después de su mala experiencia personal y que aprendiera a disfrutar de los placeres de la vida sin sentirse extraño o culpable por ello. Sabía que Seokjin tenía un cuerpo delgado y atractivo, aunque le costara a su propio amigo admitirlo o evitar ruborizarse al hablar sobre el tema. Por eso creía que debería soltarse un poco y aprender a relajarse, dejando atrás el nerviosismo que siempre le perseguía al estar cerca de cualquier persona, mucho más aún en la intimidad. Así que tuvo la genial idea de contratar el exclusivo "Pack sensaciones: Nantaimori"* del Hotel Venezia. Por supuesto que no le había pagado un scort de lujo para que sólo tuvieran un encuentro sexual. Sabía que Seokjin se hubiera muerto de la vergüenza si hiciera algo así, lo conocía muy bien. Pero creía firmemente que una experiencia sensorial de body sushi donde él fuera la bandeja principal del banquete, podría ayudarlo a que aprendiera a conocer mejor su propio cuerpo y perder un poco el miedo a la desnudez.

Solo esperaba que realmente disfrutara la experiencia y que luego no lo odiara por ello.


*Nantaimori : tradición nipona de comer sobre el cuerpo de un hombre desnudo.




Namjoon sale de su habitación a las nueve de la noche en punto rumbo al bar del hotel, con la ostentosa y brillante máscara sobre su rostro. Se desorienta por unos pasadizos antes de llegar y coincide sin querer con una trabajadora del hotel que camina junto a un joven alto envuelto en una esponjosa bata blanca.

Sus miradas se cruzan por breves segundos y Namjoon se queda perdido en su rostro semioculto detrás de una máscara de estilo mariposa cuyas alas de piedrecitas brillantes resguardaban dos hermosos orbes oscuros como la noche.

Gira su rostro una vez más antes de ver al hombre de cabellera negra desaparecer por un pasillo hacia otra zona del hotel.

¿Aquel joven asistiría también a la fiesta?

Al llegar al bar, encuentra a Taehyung con una copa en la mano, enfundado en un distinguido traje beige y luciendo una original máscara de encaje, adornada con detalles plateados y líneas blancas por encima de los ojos, simulando las rayas de un tigre.

-¡Nam! Te ves... ¡WOW!

-Nunca he usado uno de estos- pronuncia Namjoon no muy convencido, tocando algunas joyas relucientes que cuelgan desde la máscara sobre sus pómulos. -¿Estás seguro que no me veo ridículo?

-¿Ridículo? ¡Pero si pareces un jeque árabe o algún miembro de la realeza!

-Eso lo dices porque somos amigos.

-Para nada, Nam. Estás... deslumbrante.

Namjoon le sonríe, chocando los talones de sus brillantes mocasines negros de charol.

-Y bien, ¿dónde es la famosa fiesta?- cuestiona un tanto más animado el peligris al ver pasar a la gente igual de elegantes que él y con sendas máscaras de diversas formas y estilos muy pintorescos.

-Antes pasaremos por tu sorpresa- afirma el de cabello rizado, con un brillo divertido en las pupilas.

Taehyung quería animar un poco a su amigo después de su fallida relación en busca del amor. Sabía que a Namjoon le interesaban las cosas poco comunes y ya que le debía su regalo de cumpleaños, se le ocurrió revisar los diferentes servicios de los que disponía aquel hotel de cinco estrellas.

En una larga lista encontró algo que le llamó la atención.


"Pack sensaciones: Nyotaimori"*


¡Vaya!, parecía haber exclamado en algún lugar de su divertida mente mientras sus labios formaban una gran sonrisa.

¿Degustar unos ligeros canapés en el voluptuoso cuerpo desnudo de una mujer antes de la fiesta de máscaras?

¿Por qué no?

Un joven de impecable traje negro y antifaz acorde a la temática del hotel, luciendo un pin de máscaras venecianas en una de las solapas de su chaqueta, se acerca y sonríe amablemente al dirigirse hacia ellos.

-¿Mister Kim?- pregunta en inglés, obteniendo un ligero asentimiento de cabeza de Namjoon. -Permítame guiarlo, por favor.

Ambos comenzaron a caminar sobre un vistoso camino tapizado en tonos verdes adornado con pequeñas figuras geométricas. Al ver que Taehyung no los seguía, se giró brevemente con una de su cejas fruncidas, sólo para ver a su risueño amigo dedicarle la mejor de sus sonrisas cuadradas, mientras gesticulaba un par de señas con las manos como si hablara por teléfono.

"Disfruta tu regalo. Te llamo luego"

*Nyotaimori: Tradición nipona de comer sobre el cuerpo de una mujer desnuda.


-Por aquí, señor Kim. Siga hacia el final del pasillo y encontrará la habitación 366. Si necesita algo más, sólo debe pulsar el botón al lado de su puerta. Que disfrute su sesión.

El amable trabajador del hotel hace un pequeño gesto de despedida y se acomoda el ligero antifaz negro sobre sus ojos, antes de regresar por el mismo lugar por el que habían llegado.

Namjoon camina dubitativo por el sendero señalado, deteniéndose en observar el vistoso tapiz color rojo y los marcos dorados de cada puerta donde logra ver en lo alto de las mismas una singulares luces. Unas rojas, otras verdes. Al lado de cada umbral divisa algunos carteles escritos con apellidos junto a nombres como Pack Cielo, Pack Infierno, Pack Paraíso...

Interesante, pensó.

Aunque quizás solo fueran nombres extravagantes y que sólo se tratase de sesiones de striptease. Conociendo al pequeño y travieso Taehyung, todo era posible.

Algunas macetas decoran el camino y Namjoon se entretiene tocando las largas hojas, pues eran de una especie que no había visto antes.

Sus pupilas curiosas se pasean por cada detalle del lugar que solo grita elegancia por cada centímetro cuadrado. Gira sus ojos hacia el techo y observa un enorme espejo cincelado con delicados pétalos. Se sumerge tanto en los detalles que no se fija cuando un camarero sale de una de las habitaciones arrastrando un carrito de la limpieza, haciendo que Namjoon caiga al suelo producto del impacto y parte de la basura se vierta sobre su carísima chaqueta Versace.

El joven se disculpa mil veces, ayudando a Namjoon a ponerse de pie. Se excusa en que es su primer día de trabajo y le suplica que por favor no lo acuse con sus jefes. Le deja en reemplazo su propia chaqueta del uniforme y promete devolverle la suya totalmente limpia en una hora.

-I'm really sorry, sir. Tell me your room number, please.

-Fue un accidente, no se preocupe-responde Namjoon en un perfecto inglés. -Mi habitación es la...- y de repente comienza a dudar, su mente confusa por lo sucedido hace unos minutos.

¿Era 333 o 663?

Gira su rostro en todas direcciones, buscando algo que le ayude a recordar y lee un pequeño cartel al lado de una de las puertas.


Room 336
Mr. Kim
Pack Sensations


-¡336! Sí. Ésta es- afirma con alivio, aunque con cierta extrañeza pues la puerta no está al final del pasillo como le han indicado, sino casi en medio. Y ¿Qué sería aquello de Pack Sensaciones?

-No se preocupe. Le regresaré su chaqueta en una hora. Lo lamento mucho. Con permiso- se despide apenado el muchacho antes de salir casi corriendo y empujando el carrito de limpieza hacia otro pasillo.

Namjoon se ajusta la nueva prenda, viendo que no le queda mal y que gracias al cielo también es del mismo color negro, así no desentona el atuendo. Observa el curioso pin de máscaras en la solapa de la chaqueta, el mismo que al parecer llevan todos los trabajadores del hotel, pero piensa mejor dejar el broche en su lugar, ya que lo considera un adorno bonito de lucir y pronto devolvería la prenda a su dueño.

Gira la manija de la puerta 336 y adentra sus pasos sigilosos.

-¿Buenas noches?

Al no obtener respuesta, Namjoon decide entrar totalmente en el lugar y cierra la puerta tras de sí. Automáticamente una luz arriba del marco de la misma cambia de verde a rojo, marcando así la habitación como "Ocupada", una clara señal para que ningún personal del hotel se atreviera a entrar en aquel lugar hasta que termine la sesión.

El Pack Sensaciones está servido.

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Hello again!!! 💜💜💜💜
Normalmente no suelo escribir un mensaje final en todos los capítulos, pero esta vez tenía que hacerlo... Espero que todos los que hayan leído "Escritor Mío" se hayan dado cuenta de quienes son esa parejita que estaba en la capilla de bodas exprés.... Siiiiiiiiii!!!!!! 💕💕💕💕... Y también quería contarles que tengo en mente un capítulo extra de esa historia donde saldrá parte de la escena en Las Vegas, pero el capítulo verá la luz cuando ese libro llegue a 1M 💗 (ya va por más de la mitad 😻).

Gracias por acompañarme en un nuevo capítulo de Venezia. Muy pronto veremos al maestro Kim en acción 🙈🙈💗💗

Les mando un beso con todo mi corazón Namjinista

Ayri 🌼

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