«"Esa debe ser una de las razones por las que te amo"»

Simples palabras que no tenían ningún significado para mí, pero que quedaron incrustadas para siempre en mi mente.

Kim Tae Hyung no era un hombre que decía las cosas por diversión.

No, dijo lo que dijo y lo dijo en serio.

Era un hombre que quiere decir lo que dice y lo que hace.

No es un hombre a medias.

Debe ser una maldita razón por la que todos piensan que es un maldito Dios o algo así.

Me dijo descaradamente que me amaba y sabía que no iba a recibir una respuesta, pero simplemente lo dijo.

Me frustraba porque me dice cosas así, sabiendo que no llegará a ningún lado con eso.

Seguramente no me gusta como él me quiere y aun así, no me gusta como amigo.

Arruinó demasiadas carreras para mí y ahora que me convertí en agente del FBI junto a él, él está de acuerdo con eso.

Pedazo de mierda estúpido.

– ¿Cuántas veces debo decirle que soy heterosexual y que no tengo ningún interés en él? –me susurré mientras me sentaba en mi cama, mirando por la ventana confundido.

Parece pensar que puede llegar a alguna parte conmigo.

Sobre mi jodido cuerpo muerto.

Me reí para mis adentros.

– Si él cree seriamente que puede obtener una parte de mí, el día que suceda será el día en que el mundo termine porque me niego a permitir que eso suceda, ¡maldita sea! –murmuré para mí y pasé un dedo por mi cabello.

No veo por qué está tan interesado en mí cuando hay otros hombres que fácilmente podrían parecerse a mí.

Quiero decir, ellos no pueden ser yo.

Obviamente tienes que ser genial y sexy como yo.

Pero no lo he visto en los últimos 3 días.

Desde que salimos de la casa de Al, hice que me dejara en mi casa porque lo dijo de nuevo.

– ¿Gigi? –lo miré mientras miraba al frente, con las manos en el volante.

– ¿Qué diablos quieres, imbécil? –rodé los ojos mientras él sonreía.

– Mi polla en tu culo –dijo casualmente y me puse rojo como una manzana, sin esperar que ese tipo de cosas entraran en una conversación.

– Sabes, un cuchillo es sólo un utensilio de cocina, pero creo que tengo muchos usos excelentes para él –lo miré mientras me imaginaba apuñalándolo hasta la muerte, una y otra vez.

– ¿Oh? ¿Te gusta el juego con cuchillos? Eres pervertido, gatito –me guiñó un ojo y le mostré el dedo medio.

– Pero esa es otra razón por la que te amo. Eres malo y grosero y tienes una mala boca, pero admito que es sexy para ti –miró al frente, con una sonrisa tirando de sus labios.

¿ESE HIJO DE PUTA ME ACABABA DE DECIR ESO OTRA VEZ?

Lo miré con el rabillo del ojo mientras cerraba la boca para dejar de hablar.

¡¿Ni siquiera he superado el primer 'te amo', y él simplemente va y lo dice de nuevo?!

Eso significa que quiere que lo mate.

No hay problema, tengo todas las armas necesarias para asesinarlo y hacer que parezca un accidente.

Maldita sea, sueno tan loco.

Bueno, ¿a quién le importa?

– Hey Kim –se volvió hacia mí una vez que nos detuvimos en un semáforo en rojo, sus ojos esmeralda brillaban y tenían motas de color castaño en el iris y no pude evitar apartar la mirada cuando los suyos se encontraron con mis ojos azul celeste– ¿Crees que me puedes dejar en mi casa?

Asintió con la cabeza y comenzó a conducir.

Ni siquiera le había dicho dónde vivía, así que si él sabía dónde estaba mi casa, entonces debía tener cuidado con él.

Había comprado una casa cuando regresé por primera vez porque no quería quedarme con Jimin porque tenía extraños hábitos nocturnos como bailar en ropa interior con el tema musical de Dora con un hot-dog en la boca mientras dormía a medianoche, o tirándose pedos al azar al ritmo que le viene a la mente mientras sueña.

Sabía todo eso porque estoy en una habitación al final del pasillo de él y él hace todo lo que hace ruidoso y ruidoso.

Pero ese es mi tonto mejor amigo.

Y seguro que no me iba a quedar con Kim.

¡Era espeluznante como la mierda y probablemente se divertiría mirándome mientras dormía!

Quiero decir, me veía feo como el infierno cuando dormía, mis ojos se ponían en blanco y la baba salía de mi boca abierta.

Podría ser la reencarnación de un atropellado.

Parecía saber a dónde ir mientras tomaba todos los caminos que tomé para llegar a casa.

Le entrecerré los ojos.

– ¿Cómo diablos sabes dónde vivo, Kim Tae Hyung? –él resopló.

– Maldita sea, suenas tan sexy cuando dices mi nombre –sonrió– Pero lo sé porque Ki Hyun me lo dijo. Solo en caso de que te lastimes o algo así.

Se lamió los labios y me encontré reflejando las acciones.

– No hagas eso. Me darás una erección –susurró y yo me quejé.

– ¡¿Es en serio?! Como si fuera a hacer que esa pequeña cosa se levante.

Se tocó el pecho.

– Estoy herido, Yoongi. No es tan pequeño como crees –y yo sabía que tenía razón.

Hace años, me lo encontré en el baño de la casa de la familia de mis padres mientras estaba orinando y digamos que no he podido ver mi paquete extra grande igual.

Tal vez debería agregar otro extra a eso.

– Lo que sea y woah, si me lastimo, ¿vendrás corriendo al rescate? –repliqué en broma, sin esperar ninguna respuesta seria.

– Si eres tú, gatito, me vendría todas las veces.

No pude evitar pensar que había un doble significado en eso.

Pero eso fue cuando nos detuvimos en la entrada de mi casa.

– ¿Aquí es donde vives? –preguntó incrédulo y asentí.

– Sí.

Pero no supe qué decir sobre nada de eso.

Es cierto que me conoce tan bien como me conoce Jimin, por lo que conoce todos mis estados de ánimo, todos mis botones, todo sobre mí.

Si fuera por mí, no lo tendría en mi vida porque me enfurece, pero no puedo evitar pensar que el destino juega un papel importante en todo esto porque durante años he estado tratando de escapar de sus caminos.

Y cada vez, siempre terminaba de nuevo en el mismo lugar.

Siempre era justo a su lado.

[⚠︎]

– Oye, ¿por qué te ves tan mal Gigi? Creo que te ves mejor cuando sonríes.

Me di la vuelta para ver a Jimin parado allí con su hijo JungKook de 4 años a su lado.

– ¡TÍO YOONGI!

Corrió hacia mí y lo levanté en un abrazo.

Jeon JungKook era el hijo de Jimin de su relación anterior con una chica llamada Lee Ka Yung.

Ella no quería a Koo, así que se lo dió a Jimin y él lo ha estado criando.

Lo bajé y corrió a su habitación al final del pasillo y comenzó a jugar con los juguetes que le compré.

– Tae Hyung quería saber dónde estabas porque lo has estado evitando. ¿Por qué? –Jimin se cruzó de brazos y suspiré.

– Sí, lo he hecho. Me dijo que me amaba dos veces y no quiero que confunda el amor con la lujuria porque seguro que eso no está pasando con nosotros. Soy heterosexual e incluso si fuera gay –exhalé– No me atrevería a salir con él después de lo que le hizo a mi hermana.

Sentí una mano en mi hombro y la cama se hundió con el peso.

– ¿Qué pasó con tu hermana? –cerré los ojos y apreté los dientes.

Hablar de eso me dió náuseas, pero necesitaba a alguien a quien decírselo.

– Honestamente, no creo que me haya equivocado, pero recuerdo que él la persiguió durante tanto tiempo y luego, cuando finalmente la consiguió, rompió con ella después de un tiempo de noviazgo. Quiero decir, no es asunto mío, pero se veía tan feliz con él, ¿por qué iría a romperle el corazón de esa manera? –mordí el interior de mi labio.

A esa situación le faltaba una pieza del rompecabezas.

– Pero no es por eso que estoy realmente enojado.

– ¿Por qué lo estás entonces?

– Estoy enojado porque trató de insinuárseme mientras estaba saliendo con mi hermana y, hasta el día de hoy, ella no lo sabe –dejé escapar otro pequeño suspiro y Jimin me frotó el hombro.

– Si eso es así, entonces eso debería ser entre él y Yun Mi. No ustedes tres. Ese es su problema si eso sucediera. Mira, conozco a tu hermana y probablemente no querría que te castigaras por eso y ella no querría que dejaran de ser amigos si eso sucediera. Le encantaba verlos a los dos juntos –y estuve de acuerdo con él.

Yun Mi siempre se veía tan feliz cuando veía a Kim ya mí peleándonos por algo tan estúpido.

Le encantaba vernos pasar la noche con Jimin e ir a los carnavales y todo eso, incluso cuando ella no era parte de eso.

– Sé que hay algo más profundo en eso, pero no te presionaré. Me dirás cuando estés listo.

Él estaba en lo correcto.

Había algo mucho más profundo que todo lo que podía hacer era hacer una pregunta.

Una pregunta que determinaría el destino de todo.

Una pregunta que podría detener el tiempo.

Una pregunta que me dejaría ver la luz en toda la oscuridad.

Yung Mi, ese día, ¿por qué parecías tan feliz?

[⚠︎]
.
.
.
.
.

⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆