Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ⵌ 9 𔒅

˘˘˘

⸼۰ ۪۪۫۫ ﹍𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐃𝐀𝐍𝐂𝐄﹎

˘˘˘

La música ya estaba sonando en la sala, así que Kitty solamente necesitó subirse a la barra para comenzar el espectáculo.

No es que llevase muchas prendas, pero sabía que contra más se quitase mejores serían las vistas para el hombre, así que poco a poco deslizó la tela de su top para descubrir su piel desnuda. Por suerte había calefacción en la sala.

El señor Wang se acomodó con las piernas levemente abiertas, deshaciéndose el nudo de la corbata y el primero de los botones de su camisa. Kitty sitió sus manos temblar ante esa imagen, pero no de deseo.

—¿Sólo vas a bailar desde ahí?—. Preguntó.

El de pelo rosa sabía que contra antes empezase el plan, antes acabaría la tortura, pero no pensó que él mismo se lo pondría tan fácil para empezar.

—Por supuesto que no, señor—. Sonrió con dulzura, abandonando el tubo de metal para acercarse a él.

Se agachó con tal de quitarse los tacones, pero Wang negó con un gesto seco de su mano.

Kitty no le dio mucha importancia y solamente se subió sobre él, poniendo las rodillas al lado de su regazo y sentándose allí mismo.

—¿Así mejor, señor? Me enviaron para complacerle en todo—. Murmuró, acariciando el pecho contrario a través de la tela de su camisa.

El hombre sonrió y alzó sus cejas, llevando las manos a la estrecha cintura del menor.

—Mucho mejor, aunque si quieres complacerme, puedes empezar diciendo quién te envió a mí—. Susurró él.

Kitty se mordió el labio inferior, escondiendo tras esa inocente mueca la alegría de un plan que marchaba sobre ruedas.

—Pero no se lo diga a nadie...—. Fingió un suspiro—. Vengo de parte de Lie.

Wang se tensó bajo él y subió el agarre hacia su cuello, casi dejándolo sin respiración mientras cambiaba rápidamente de posición y lo acorralaba contra el sofá.

—¿Qué quieres de mí? No me fío de nadie que pronuncie ese nombre—. Masculló.

Kitty tuvo que aguantar las ganas de reír y parecer aterrado, ajeno a todo.

—¡Es cierto! Lie perdió a uno de sus hombres y quiere hacer las paces con usted—. Dijo como pudo, luchando por respirar.

—¿Tan vulnerable es?—. Wang apretó su mandíbula pero logró soltarlo, solamente para apuntarle con un arma procedente del bolsillo interior de su traje—. Dime todo lo que sepas.

Kitty, que realmente había esperado ese momento y se lo habría dicho aunque no le apuntase con una pistola, soltó una lágrima falsa.

—Y-yo sólo sé que Kitty Gang murió—. Comenzó—. Hubo- hubo un caos en el lugar, apenas lo recuerdo...

Wang apretó el arma contra su frente, quitando el seguro. Kitty cerró los ojos, calmado pero pareciendo un gatito asustado.

—Así que sabes dónde se esconde, ¿Eh?—. Con la mano libre sacó un teléfono y se lo tendió abierto por un mapa interactivo—. Coloca la ubicación o te vuelo los sesos.

Él, que había temblado desde que entró allí, tomó el teléfono y tecleó la dirección de un local aparentemente abandonado de Busan y luego la de una mansión, que era su hogar.

—Está todo, por favor no me hagas nada, si vas ahora mismo no lo encontrarás allí y ganas ventaja, sé que está fuera—. Murmuró.

Wang, cual marioneta, comprobó que las direcciones eran reales y ni siquiera le miró, solamente salió corriendo de la sala.

Kitty se sacudió la falda y fue a buscar su top para volver a ponérselo, borrando todo rastro del gatito asustado que había unos segundos atrás.

Justo en ese instante apareció Agust por la puerta, así que le sonrió con satisfacción.

—¿Qué pasó? Wang y sus hombres salieron corriendo de aquí—. Informó algo alarmado, acercándose a él.

Kitty se peinó el cabello y borró una lágrima seca de su mejilla antes de encaminarse a la puerta con calma.

—No te preocupes, esperaba que hicieran eso, les di la ubicación del escondite y la casa de Lie—. Murmuró, sabiendo que el rubio le seguía—. Seguramente irán a robar y probablemente quemarlo todo.

Agust miró su perfil mientras caminaba a su lado, preguntándose si sería un buen plan.

—¿Y cómo nos beneficia a nosotros eso?—. Preguntó entonces.

Kitty tomó su mano y la colocó alrededor de su propia cintura, indicándole que lo sujetase mientras salían del club. El rubio no replicó ni se negó.

—Fácil—. Comenzó él, respondiendo a su pregunta—. Lie y los suyos saben que no morí en realidad, así que cuando sepan que alguien los delató sabrán que fui yo. ¿Y quién se fiaría del mando de un hombre que deja vivo a un desertor y traidor?—. Soltó una risa sarcástica—. Después de esto Lie tendrá sus días contados antes de que se revelen contra él.

La sonrisa ladeada que le dedicó fue suficiente para que Agust admirase sus labios y apretase el agarre en su cintura.

—Bien hecho gatita—. Murmuró—. ¿Y qué hacemos con Shadow?

Kitty se detuvo en la recepción y dejó un toque de índice en su nariz.

—Pues exactamente lo mismo, mi pequeño tigre—. Musitó.

Después se dirigió solo a la barra para dejar la llave de la sala allí y pedir a la trabajadora que lo despidiera de Vante y JK por él. Tras aquello volvió junto a Agust, pero esa vez sólo le tomó de la mano para salir de ahí.

—Sólo tienes que elegir un objetivo enemigo para Shadow y estar dispuesto a delatarlo—. Susurró Kitty en su oído, una vez cruzaron las puertas del club.

Agust apretó su mano y le guió de vuelta al coche como si no hubiesen hecho nada del otro mundo allí dentro.

—No hay problema—. Suspiró—. Pero deberíamos ir a Busan para encontrar al objetivo.

Kitty asintió, ya lo había imaginado, y soltó su agarre sólo para colocarse frente a él, bloqueando el paso al coche. Entonces rodeó su cuello con los brazos y dejó un pequeño beso en sus labios.

—Misión cumplida—. Susurró.

Agust ladeó una sonrisa y sujetó su cintura contra él, impidiéndole el escape, para empujarlo levemente contra el capó del coche.

Kitty no entendía qué pretendía, pero parecía prometedor así que no dijo nada, solamente dejó allí sus manos y esperó. El rubio se acomodó entre sus piernas y bajó su diestra hasta el borde de la pequeña falda del contrario, colándose por allí debajo.

—Ha sido una misión difícil, mereces más recompensa—. Murmuró contra sus labios, antes de besarlos con más tranquilidad.

El pelirosa no se negó, más bien cerró sus ojos y disfrutó de la caricia en su muslo mientras sus carmines saboreaban los ajenos. Creyó estar loco cuando descubrió allí un leve tono a naranjas.

Agust paseó con suavidad las yemas de sus dedos por el interior del muslo de Kitty, quien suspiró, y poco a poco logró alcanzar el borde de su ropa interior. Sin embargo, tras una leve presión de su mano allí y recibir un jadeo, se separó súbitamente.

Kitty lanzó un quejido incrédulo, volviendo a la realidad, y le miró con el ceño fruncido, sufriendo una rabieta de niño pequeño.

—¡No puedes hacer eso!—. Replicó, viéndolo dirigirse con una risa hacia la puerta del conductor—. ¡Ven aquí!

Agust hizo caso omiso de sus quejas y su sonrojo, solamente entró en el coche y esperó a que le copiase. Cuando Kitty se sentó a regañadientes, arrancó el vehículo.

—Si quieres más, cumple bien la siguiente misión—. Explicó el rubio mientras conducía, sin siquiera mirarlo.

Kitty se cruzó de brazos con una mueca enfurruñada, totalmente indignado. No se podía creer lo mucho que le había gustado su tacto y lo que lo echaba de menos en ese instante. Su sonrojo lo probaba.

—Te odio, hoy duermes en el suelo—. Farfulló.

No recibió respuesta, sólo una mirada de pies a cabeza que le puso nervioso. ¿Quién se creía que era para desestabilizar a Kitty Gang?

Con un gruñido encendió la radio y subió el volumen al máximo para impedir que Agust hablase, si es que quería hacerlo en algún momento. Entonces se acomodó en el asiento y cerró sus ojos para fingir quedarse dormido y así, cuando llegasen al motel, el rubio le subiera a la habitación en brazos. Como castigo.

Y aquello fue exactamente lo que sucedió, pero nadie durmió en el suelo esa noche.

┈┄┈┄┈┄┈┄┈┄┈┄┈┄
々   〆   〩   あ   の   を

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro