3 - Donde el Pecado habita Libre
Notas del cap:
Por si se lo llagan a preguntar, esto pasa consecutivo del cap anterior y de paso, como al fin tengo algo de tiempo para andar por aquí, pues de una vez corrijo errores antes de que me vengan a hablar o molestar... así que nada
¡A leer!
3 - Donde el Pecado habita Libre
Se alejo un momento del cuerpo del menor, observando cómo, perdido en su mente, apenas respiraba suavemente, Nazi observo fijamente desde su rostro cubierto por la venda, así como su pecho subiendo y bajando, sus pezones erectos, sus brazos temblando, sus piernas teniendo pequeños temblores y su propio miembro sobre su vientre, con claras muestras de haberse corrido pues ha manchado la piel del tricolor. Nazi le permite unos segundos para tratar de recuperar el aliento al tiempo que el german observa el buro de noche
No faltaba mucho para que diera las diez de la mañana. Luego de haber jugado con el cuerpo del adolescente y "devorar" su primera vez, le había dejado dormir y no hacia mucho había despertado, por supuesto, tan pronto como había encontrado a su presa despierta, había tomado una segunda ronda y ahora, al tiempo que lo observa jadear, se le antoja devorarlo una tercera vez. Relame sus labios, dispuesto a continuar torturando su cuerpo, pero, mientras observa al mexicano soltar un tenue gemido de suplica, en clara señal de que aun no había sido totalmente liberado de la droga del beso del diablo, escucha el golpetear tímido de una puerta a sus espaldas
─¿Qué quieres? ─pregunta enfadado, pero el sonido del silbato del barco hace mella en la habitación
─Ya hemos llegado señor ─escucho una voz que aunque seria, se escuchaba tímida─ usted pidió que no le molestáramos hasta que llegáramos a nuestro destino ─menciona el hombre. Nazi observa al mexicano y sonríe con la misma malicia que le había acompañado desde que había comprado al tricolor
─Perfecto
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Volvía a sonar el silbato con fuerza, era el segundo aviso para que el momentáneo propietario se preparara para poder bajar a su destino real. Si bien, Nazi no gustaba de hacer trabajos "banales" pues ahora tenía dinero para pagarle a otras personas para hacer lo que él consideraba absurdo y aburrido, es cierto que esta vez había sido una total excepción debido al gozo y el morbo que producía saber lo que producían sus acciones
México seguía atado con los brazos tras su espalda, el collar de perro atado a su cuello y una correa uniendo el collar a la mano de Nazi, pero eso, por el momento, no era tan importante como observar el resto de sus accesorios. La pera que callara sus suplicas por ayuda, la corbata negra cubriendo su mirada, una camisa blanca de Nazi sin abotonar dejando ver a todos los curiosos el cuerpo magullado, lleno de heridas, chupetones, moratones y marcas de mordidas del pecho tricolor
Lo único que había cubriendo realmente la piel tricolor era solo un pantalón que le quedaba grande al tricolor y traía arrastrando de no ser que una cinta negra de cuero se ataba entre sus tobillos gracias a otras tobilleras. El mexicano jadeaba, aun excitado, aun sonrojado, sudando demasiado he incomodo por el uso de ropa en su cuerpo. Nazi sonrió satisfecho de su trabajo
─Te ves tan miserable ─se rio, jalando con la correa para hacer al mexicano caer de cara sobre la cama y escucharlo soltar un tenue quejido de dolor en su entrepierna, Nazi observo su trasero elevado, contoneándose en una búsqueda por enderezar su cuerpo, Nazi relamió sus labios, tomando de entre las pocas cosas que había traído por el mismo (y que no había tenido oportunidad de ocupar) una futa de cuero con la cual, sin piedad, ha golpeado el trasero mexicano escuchando sus gemidos de sorpresa y dolor─ tan patético y repulsivo ─continua burlándose, usando su mano para jalar con el tricolor y tirarlo de la cama, haciendo que, debido a su nulo equilibrio acabe boca arriba en el piso, Nazi relame sus labios, deseoso de seguir jodiendo ese cuerpo
Estira su pie, pisando con ligera fuerza sobre la entrepierna aun erecta del tricolor que suelta gemidos y se remueve. Ahora puede apreciar que su movilidad casi se ha recuperado por completo, aunque aun es algo torpe, cree que podrá caminar sin tantos problemas, pero, carajo, la droga afrodisiaca aun seguía teniendo efecto en el cuerpo del menor
─Solo eres una zorra en brama que ahora es mi juguete personal ─se burlo, apretando un poco mas la fuerza en el pie que pisaba el miembro de México, notando como este, entre negatorias, acaba soltando un alarido más fuerte y, ante la mirada de Nazi, una mancha humea aparezca en los pantalones tricolor─ ¿Te corriste? ─pregunta con burla, soltando fuertes risotadas─ ¿Solo por tan pocas atenciones?
Las risas siguieron; Nazi también continuó moviendo la suela de su zapato sobre la erección del tricolor, frotándola, dándole dolor y placer a partes iguales al tiempo que se burlaba, le insultaba y jalaba con la correa en su cuello deseoso de follarlo una vez más en ese lugar
Sin embargo, el tercer pitido sonó, era hora de desembarcar se dijo el german, dejando de lado al mexicano un segundo para tratar de prestar atención a como el barco lentamente se iba deteniendo. Suspiro, se inclino solo para tomar uno de los brazos del latino y obligarlo a ponerse de pie. Divertido, tomo con más fuerza de la necesaria las mejillas del tricolor y pego sus labios al oído del ajeno
─Pórtate bien y te dare un buen premio zorra de quinta ─lamio su mejilla y jalo con el cuerpo ajeno. México avanzo de forma torpe y temerosa, después de todo, al no poder ver por donde iba y con sus manos atadas a su espalda, estaba totalmente a merced del country carmesí quien, divertido de sus acciones, solo jala cada tanto con su correa. Al menos Nazi es "amable" y le va dando instrucciones sobre escalones o subidas que podrían tirarlo, además, Nazi le permite a México ir de forma lenta para que no caiga
Tardan media hora en poder llegar a la cubierta donde el puente ya había sido plegado para la bajada del german. No había forma de que alguien no viera a Nazi con sorpresa y posiblemente con horror al verlo traer como un perro a un adolescente que se veía pequeño, pero, por supuesto, nadie dijo ni una sola palabra y, tan pronto como veían la situación, desviaban la mirada, como si el adolescente atrapado en tan terrible situación, no existiera
Por supuesto, si alguien como el adolescente estaba atrapado en una situación tan mala, ¿Quién les aseguraba a ellos que no acabarían igual o mucho pero si tan siquiera intentaban interferir en la situación? No, aun con mucho dolor por algunas personas, simplemente acaban por desviar la mirada. Habían muchos que tenían familia por la cual velar... no podían afrontar a alguien como Nazi para salvar a alguien que no conocían
El alemán por su parte, parecía pavonearse con su adquisición. Estaba ansioso por llegar a su mansión y seguir destruyendo el culo del menor, pero ¿Por qué no pasearse primero por la pequeña isla que le correspondía al german?
Luego de haber agradecido al capitán por tan ameno viaje (y veloz para desgracia del alemán) marcha por su isla, una isla para los negocios turbios que solía tener con algunas otras compañías y, "poderes del underground" después de todo, no es como que alguien con dinero no esté familiarizado con los maleantes mas peligrosos del mundo ¿cierto?
Aun así, como no tendría una reunión en su isla pronto, solo estaba la gente que cuidaba de su mansión y de sus propiedades. Esto le permite a Nazi dar órdenes, preparar una habitación muy especial para el mexicano al tiempo que, en lo que esperaba porque su habitación estuviera lista, decide pasear con el mexicano por la playa más cercana a su hogar, después de todo, quiere que sea una sorpresa para su nueva mascota el lugar donde vivirá por una larga temporada
─Mggg... mmmgggg ─escucho el gemir del latino y volvió la mirada hacia atrás, claro, el mexicano aun estaba sufriendo los efectos de la droga el beso del diablo. Sonrió divertido, deteniendo el camino que tenia con el mexicano y, colocándose detrás suyo, acaricia sus brazos, subiendo lentamente hasta su cuello donde acaricia antes de bajar sus labios dando pequeños besos maliciosos
─¿Quieres que te ayude con tu problema, puta? ─pregunta divertido. Nazi solo es recibido por gemidos nerviosos y un torpe asentimiento. Era claro que el latino se estaba negando lo más que podía, pero era fácil manipular a alguien que hasta el día de ayer era virgen si utilizaba la droga adecuada
Observo como volvía a asentir, una segunda vez con algo más de seguridad a la petición, Nazi, divertido, solo paso una de sus manos a sujetar las caderas tricolor y hacerlas hacia atrás para que se restregaran suavemente contra el cuerpo del mayor
─Pídelo puta ─ronroneo, mordiendo su oreja suavemente entre besos─ mueve ese culo de zorra y pide que te folle ─sonrió divertido cuando escucho gemidos y quejidos que muy seguramente eran algunas palabras que el latino no podía pronunciar debido a la pera en su boca. Nazi quiso reír, pero el latino finalmente había accedido
Sus caderas se movieron en un contoneo torpe y lento, de lado a lado, como un perro pidiendo mimos. Nazi ríe. Atrapa la nuca de México, lo hace hacia atrás, lame y muerde el cuello y hombro del latino, su otra mano, entre caricias bruscas llega hasta el pantalón, abriendo el cierre y sacando la dolorosa erección del menor comienza a estimularlo con velocidad, notando las piernas del latino temblar, sus movimientos errático y el suave suspirar del tricolor volverse nervioso
Duran así algunos minutos hasta que finalmente el latino hace su cabeza hacia atrás y acaba corriéndose con fuerza por la mano de Nazi
─Se-ñor ─jadea una mujer avergonzada por lo que ha tenido que ver, en cuanto Nazi desvía su mirada con un gesto amargo y molesto a la mujer, esta, asustada, baja la mirada─ la... la habitación que ha pedido ya esta lista
No hubieron palabras, Nazi ni siquiera acomodo las ropas de México, le dejo con su miembro semi erecto por fuera del pantalón y, sin mediar palabra con la mujer, simplemente pasa de ella, jalando con el tricolor. Nazi avanza, con la soberbia de quien tiene una perra nueva, las personas que miran la escena intentan desviar la mirada con velocidad, intentando fingir que no han visto nada
No acaba el recorrido para poder llegar a la habitación especial para México cuando un nuevo gemido vuelve a brotar del latino. Nazi gira la mirada curioso, descubriendo que, efectivamente, la erección del menor había vuelto a subir. Divertido, Nazi dedujo que muy posiblemente el tricolor era débil a la droga y esta surtía un mayor efecto en su sistema. Sea cual fuera la situación, esto era perfecto para el german, se dijo
Ignoro su suplica silenciosa y siguió avanzando, arrastrando al adolescente por entre escaleras y pasillos hasta que finalmente llegaron a la habitación deseada. Dentro de la propia habitación de Nazi, había otra por aparte; la única forma de acceder a ella era por medio de la habitación principal del alemán y, desde ahí, cubierto por lo que era una puerta secreta que era solo una librería repleta de libros de diversas ramas, se encuentra la que será la prisión del mexicano durante los siguientes meses
Nazi entra, una oscuridad lo envuelve todo pero, tras prender una luz tenue, encuentra una cama por aparte, cadenas y sogas esparcidas con cuidado por toda la habitación y cadenas especiales puestas a una cierta distancia de la cama que permitirían al adolescente tener cierta cercanía dependiendo de lo que ocurriera en el futuro. Nazi sonrió satisfecho, ese lugar ¿Cuánto tiempo llevaba planeando y creando esa habitación solo para ellos dos y sus futuros juegos? Un estremecimiento de excitación le carcomió cuando volvió a escuchar el gemido de suplica de su presa justo detrás suyo
El alemán jalo con el cuerpo ajeno, lo guio hasta las cadenas del muro, lo hizo arrodillarse. La zona era una gran cama para perro con almohadas y tela afelpada para comodidad del tricolor. Nazi se dedico con paciencia a quitar primero el collar del latino y reemplazarlo por otro diferente, uno de cuero negro con dos argollas que iban unidas por un candado en forma de corazón que, especialmente, en su interior, tenía un pequeño detalle que quería ver activado en su mascota
Soltó las manos del latino que, suspirando aliviado al ya no tener sus manos apresadas, solo puede removerse torpe antes de sentir como Nazi arranca la camisa de su cuerpo y poco después, una nueva cinta se amarra en sus manos, al menos, en esta ocasión sus muñecas no están atadas al punto que no puede moverlas, sino que, esta vez, puede sentir sus manos golpear sus caderas y tener algo de libertad, sin conseguir llegar al frente por supuesto
Lo siguiente que México siente es otro collar, mucho más pesado colocarse sobre su cuello, este, además, viene acompañado de un sonido pesado de cadena. Nazi ha utilizado aquel collar para atar al tricolor a la pared junto a la correa que ata sus manos tras su espalda y que a su vez, estaba unida a la misma cadena. Por último, luego de haber arrancado el pantalón de su cuerpo y dejarlo por fin, una vez más desnudo; un par de tobilleras son colocadas sobre su cuerpo, un par de cintas de cuero negras con pequeños cascabeles atados en las partes de fuera que, aunque eran un buen detalle, también servían para amarrarlo si llegase a ser el caso
Ahora estaba listo. Lo único que le permite a México, es ser liberado de la pera en su boca y ahora, suaves jadeos brotan del adolescente que, nervios, mueve su cabeza intentando captar sonido de algún lugar
─Bienvenido a tu nuevo hogar zorra ─palmea suavemente Nazi sus mejilla en algún tipo de caricia brusca, el latino gime nervioso
─¿Dónde ─jadea
─En tu infierno personal zorra ─interrumpe Nazi, tomando su barbilla con violencia y plantándole un beso profundo y dominado que se vuelve aun más agresivo luego de que tomara al mexicano por su nuca enredando sus dedos sobre las hebras tricolor y jalara su cabeza hacia atrás dejándolo expuesto a la voluntad del alemán
El beso acaba, Nazi lame el cuello de México, desde las clavículas, pasando por su manzana de Adán, llegando a su barbilla; muerde su cuello por los costados y baja su mano libre para apretar suavemente el miembro ajeno para estimularlo con velocidad descubriendo con gozo como el latino se remueve entre suspiros nerviosos
El tiempo avanza, Nazi observa cómo entre sus atenciones el latino comienza a subir la fuerza de sus gemidos, su piel suda, sus ojos sollozan y empapan la venda de sus ojos pero, Nazi, sabiendo que estaba a punto de correrse, simplemente le libera y, sin mediar palabra, se levanta y sale de la habitación dejando encerrado al tricolor
Ahora, el verdadero infierno del mexicano estaba por comenzar
Notas finales:
Como he tenido cosas que hacer, se me había olvidado que tenía un montón avanzado esta trama... espero traer pronto mas actualizaciones... quedan medio bien con octubre y septiembre por eso del fap y del terror XP en fin...
No creo que haya necesidad de datos extras ¿cierto? Como mucho, les traigo unas imágenes que había dibujado en un momento de ocio solo porque si XD
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Que tengan lindo día
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(El sin censura lo encuentran en mi twitter) XD
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