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1 - Desde las sombras lo deseo

Notas del cap:

Lo importante esta dicho en la sección de "advertencias" pero de todos modos, aviso que esta historia contiene escenas y diálogos para mayores de edad... no esperen ver romance, aquí eso no existe, no hay...

Disfruten 7w7

¡A leer!


1 - Desde las sombras lo deseo

─El siguiente articulo ─habla el presentador al tiempo que un grupo de dos personas dejan una jaula cubierta por una tela blanca en el suelo y marchan, el presentador espera a que llegue la siguiente persona, de mientras, continua hablando y viendo a todo el mundo─ con 15 años, un countryhumans del continente americano

Un hombre aparece, toma la tela blanca y la arranca de un modo dramático dejando ver entre rejas a un joven. El hombre entra a la jaula y sacando poco después una correa que entrega a la mano del presentador, lentamente, este presentador jala de la correa, obligando al country a salir lentamente de la misma y ser admirado por todo el mundo quien, con susurros apenas audibles, se escucha su sorpresa al verlo desnudo

─Countryhumans. Estados Unidos Mexicanos ─habla el presentador jalando con el tricolor drogado que, apenas, ayudado de su gateo, se sostiene para no caer al suelo de cara─ como dije, 15 años, peso, 57 kilos, completamente virgen ─continua el hombre, frenando al country delante de su jaula y obligándolo a quedar arrodillado viendo hacia todos lados confundido de lo que ocurre pero, tras notar al hombre sujetándolo de la correa, mostrar un gesto molesto y tratar de alejarse, tomando la correa y tratando de arrebatarla de las manos del hombre que le ignora

─Como podrán ver ─anuncia el hombre, apenas luchando mínimamente con el country drogado─ una pieza exótica ─sonríe─ pero advierto, de gran temperamento y difícil de adiestrar ─continua, entre pequeñas risas, observando al country que, entre gruñidos, intenta golpearlo sin conseguir acertar sus golpes─ ¡La aguja comenzara con un millón de euros!

Y uno tras uno, varios han votado, cada vez elevando el precio del adolescente, siendo de hecho, un grupo de tres, los que parecían discutir el precio del adolescente que, entre luchas, ha conseguido golpear al presentador que, con un gesto molesto, solo aleja al latino entregando la correa al hombre que aun estaba presente para controlarlo

Las cifras aumentan, el hombre se sorprende de la cantidad presentada pero finalmente, la campana de "vendido suena"

─Muchas gracias por su compra ─anuncia el hombre alegre, ignorando que el contrario guía al tricolor de vuelta a la jaula, colocando después la tela blanca para cubrirlo y poco después, los dos hombres que habían traído la jaula, parten con ella─ les recordamos que pueden obtener sus respectivas compras una vez haya finalizado la subasta ─repite el hombre─ y les recordamos que el pago se hará en la cuenta entregada por nuestros asistentes a sus respectivos contadores

Continúa y continúa hablando. Nazi, el countryhumans que había conseguido comprar al hijo de su mejor amiga gira los ojos con fastidio. Ya tenía lo que había estado buscando, ahora, antes de llevar al niño con su madre, quería "cobrar" el favor que había hecho

Salió de la compraventa y, tras llegar a la zona donde se harían la entrega de los adolescentes vendidos, Nazi encontró a uno de los vendedores ya esperando por su presencia. Si bien, era cierto que la entrega de los adolescentes vendidos era acabando la subasta, lo cierto es que si tenias el dinero suficiente podías pagar por adelantado y llevarte antes de tiempo a tu "adquisición"

─Llévenlo a mi suite ─ordena Nazi luego de observar al tricolor amordazado y sedado. Sus manos yacían atadas tras su espalda, sus pies atados en sus tobillos y otra cuerda arriba de sus rodillas, una mordaza de pera dentro de su boca y su gesto sonrojado como disperso, le decía al alemán que claramente habían tenido que drogar otro poco mas a ese pobre niño que, tan salvaje como su mejor amiga, no se dejaba dominar. Nazi sonrió, observando como la tela blanca volvía a cubrir la jaula donde el tricolor yacía desnudo y, finalmente, luego de entregar un maletín con una cantidad "pequeña" que servía para llevarse a su juguete antes de tiempo, marcha

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Una de la madrugada. Nazi por fin se había podido deshacer de la fiesta en la que había entrado contra sus deseos. Aun le parecía de mal gusto la idea de trata de blancas, de verdad, le parecía repulsivo. Pero, tomando un suspiro y tallando ligeramente el puente de su nariz, se dijo que finalmente había encontrado la utilidad a algo tan repulsivo cuando el adolescente había sido secuestrado

Bueno, había acabado por pagar mucho menos de lo que en un principio el mismo había pensado, se dijo mientras apartaba su saco negro y se adentraba a la suite de lujo en un yate alquilado que le llevaría a un destino diferente al hogar del adolescente. Sonrió agradecido cuando, a lo largo y ancho del barco, no encontró a ningún guardia que no fuera de su propio conocimiento y confianza; siguió avanzando, dando órdenes para no molestarlo por lo que quedaba del viaje y, finalmente, accede al último pasillo que lo separaba de su "trofeo"

Si, Nazi iba a pagar mucho más de lo que termino pagando por el latino, porque, él iba a secuestrarlo también, pero, las cosas se habían acomodado, como una burla del destino que le permitió dar con el adolescente que había sido secuestrado antes por una red de trata de blancas y, finalmente, acabar en esta situación. Relamió sus labios, listo para lo que iba a ocurrir a continuación y finalmente, el largo pasillo que separaría los futuros gritos del country finaliza con una puerta blanca cerrada con llave, llave que el alemán saca de uno de sus bolsillos y por fin entra, cerrando detrás suyo con llave del mismo modo

La oscuridad lo embriaga un segundo, apenas esclarecido por una fuente de gemidos y quejidos que le han parecido tiernos de escuchar. No necesitaba la luz para saber que quien estaba en la habitación era el mexicano pero, optando por no dar una iluminación demasiado violenta, las luces apagadas se iluminan en una luz tenue que apenas deja ver en la oscuridad. Nazi por fin gira su mirada descubriendo al mexicano recostado en la cama, amordazado, atado y cegado

Es, para Nazi, como si le entregaran su comida en bandeja de plata, con todos los decoros y condimentos necesarios para degustar ese pedazo de carne que estaba por devorar. México portaba unas medias blancas, largas hasta la mitad de sus muslos, sus manos cubiertas por guantes blancos hasta sus codos yacían atadas tras su espalda con una soga carmesí (diferente a la soga barata de hacía rato), sus brazos también estaban atados para que evitara moverse, sus tobillos tenían un par de "muñequeras" negras que se unían entre sí por una cinta de cuero negra que le impedía alejar ambas piernas, además, la pera negra aun seguía en su boca y ahora, una venda negra cubría sus ojos, pero aun así, Nazi podía apreciar su piel perlada por el sudor, su cuerpo removiéndose, sus pezones erectos apenas cubiertos por un babydoll blanco de holanes, incluso ese rojo en sus mejillas que intenta ocultar al tiempo que lucha por remover su rostro y apartar la venda de sus ojos

No hay palabras, solo camina tranquilo por la habitación; al llegar al borde de la cama, con sus dedos cubiertos por los guantes de cuero, pasa las yemas sobre la piel de latino notando un brinco de su parte y que sus quejidos se vuelvan pequeños gruñidos de protesta

En el buro de noche al lado de la gran cama donde se encuentra su juegue, encuentra un par de frascos pequeños vacios, uno lleva la etiqueta de "sedante" y el segundo "afrodisiaco" bueno, se lo esperaba. Al pagar por adelantado por su juguete había sido recibido por un "paquete" ; por supuesto, dependiendo del tipo de paquete que eligiera, le entregarían a su juguete con algunas cosillas extras para estrenarlo de inmediato. Nazi eligió el que le parecía más entretenido y ahora, podría jugar un largo rato, se dijo, volviendo la mirada al adolescente nervioso

Se sentó en la orilla de la cama, observando en silencio el cuerpo del adolecente que, pese a que estaba sedado, aun luchaba con fiereza, moviendo su cuerpo de un modo torpe. Una vez habiendo pasado algunos minutos de simplemente observar al latino gemir y gruñir a partes iguales, por fin estira su mano cubierta por el cuero. La piel tricolor salta, un gruñido de "amenaza" surge en el latino como un intento por alejar a quien le estaba tocando pero, en la situación en la que se encuentra, le es fácil a Nazi girar con el cuerpo latino haciéndolo quedar boca arriba en la cama

Su primera mano mantiene al latino estático, la segunda, comienza a recorrer su cuerpo. Ahora puede observar que su miembro se encuentra erecto y goteante, Nazi lo acaricia un momento dándole una suave sacudida que hace al cuerpo latino removerse y soltar un gemido nervioso, el alemán lo observa, sonriendo divertido, arranca los guantes de sus manos y por fin, comienza a acariciar el cuerpo del menor

─Hmmmgggg! ─se escucha un gemido nervioso de parte del latino cuando la mano de Nazi aparta el babydoll blanco y pellizca sin demasiada consideración uno de sus pezones jalándolo, jugando con el; lo aprieta, lo golpea suavemente, incluso lo pellizca y retuerce como un pequeño botón. El cuerpo del latino reacciona, pequeños brincos se vuelven erráticos al tiempo que su voz asustada suelta gemidos nerviosos

Nazi acerca una de sus manos a la atadura de los tobillos del tricolor y los libera, además de apartar las medias blancas de su piel; ahora, se posiciona en medio de sus piernas, observando al country respirando con agitación antes de negar. Las manos del german acarician los costados del tricolor; su cuerpo, incapaz de detener sus deseos, se inclina. Una lamida lenta, profunda, caliente y húmeda recorre desde el estomago de México subiendo lentamente hasta su garganta y llegando hasta su oído donde mordisquea y chupa suavemente su lóbulo y oreja hasta finalmente sonreír con malicia

─Espero que disfrutes esto zorrita ─sonrió excitado, jalando con más fuerza el pezón del latino que negó aun cuando gemía. Nazi no quería esperar mas, así que, dejando un momento de lado el pezón que divertido torturaba, simplemente baja su mano hasta la entrepierna del country, dando una pequeña caricia en el humedecido falo antes de seguir bajando y empujar un dedo en su recto. México suelta un quejido, su cabeza se hace hacia atrás, Nazi gira su cuerpo obligándolo a quedar boca abajo. Un jadeo nervioso brota en México cuando la mordaza de su boca desaparece y una tela se amarra alrededor de su cuello jalando con el mismo hacia atrás, obligando al debilitado tricolor a quedar arrodillado en la cama, sintiendo la cabeza de Nazi sobre su hombro respirando precisamente en su oreja

─¿Reconoces quién soy? ─pregunta divertido, dando una lamida en su oreja, bajando entre besos por su cuello y dando mordidas en su hombro

─N-No ─jadea el latino, intentando negar también, soltando un jadeo cuando una mordida mucho más fuerte casi entumece su hombro

─Perfecto para mi ─se burlo, abrazando el cuerpo del adolescente desde el cuello para que no pudiera separarse al tiempo que su otra mano viajaba hasta su trasero empujando dos dedos que se movieron simulando penetraciones al cuerpo adolescente. Gemidos y suspiros comenzaron a brotar en el tricolor, su cuerpo se movía al compas del deseo del german, Nazi respira con excitación, besando su oído y dando una lamida hasta que, notando que no solo la entrada dilatada del tricolor permite entrar sin problemas tres dedos, también está a punto de correrse

Nazi saca sus dedos del interior del latino que, entre ahogados gemidos, parece querer reclamar por no poder correrse; Nazi sonríe, abre el cierre de su pantalón, negándose a liberar al latino del agarre sobre su cuello y, tras sacar su miembro erecto y palpitante, lo guía hacia el anillo de carne del mexicano

─Gime para tu dueño perrita ─ronronea el german antes de empujarse con violencia al interior del latino que, entre el dolor que ha recibido al ser llenado de golpe, acaba corriéndose

─¡Ghaaaaaaaa! ─grita México, sus caderas intentan alejarse del trozo de carne que se ha empujado contra su trasero, pero, entre el placer y el dolor que le ahoga, también puede sentir su propio semen dispararse a alguna dirección

No tiene oportunidad de respirar cuando aquello que ha invadido su interior comienza a bombear. Entra y sale, no es tranquilo, no es piadoso. Es brusco, rápido, necesitado, demasiado demandante como para poder tener la oportunidad de pensar, de respirar siquiera o de tener un pensamiento coherente de parte del mexicano. Solo es sentirlo, abriendo, desgarrando su interior para posteriormente, darle por escasos segundos la oportunidad de respirar y de sentir sus entrañas regresar a la normalidad, volviendo una vez más, a hacerse paso, abriendo a tal punto que el latino siente que le va a partir en dos

Su boca se abre, su voz solo emite gritos y gemidos ¿Esto era placentero? Demonios sí, pero también dolía como el infierno. Dolía sentir como entraba tan bestialmente sin darle oportunidad de acoplarse o de tratar de ponerse flojo, pero, mierda, al mismo tiempo, mientras sentía que estaba siendo destrozado su culo, también podía escuchar la jodida excitación de la voz tras su nuca, gruñendo, aferrándolo, negándole a respirar y aun así, volviendo su puta primera vez excitante y caliente

México no quiere, de verdad, no lo desea, no quiere que esto le guste pero, tras las primeras dolorosas penetraciones, aquello grande y caliente que golpea su interior golpea también su próstata. Por un segundo, junto a un gemido de deseo total que no ha sonado muy varonil de su parte, el latino siente sus músculos debilitados, su presencia dispersa y su mente que apenas puede sostenerse en medio de esta situación, volverse una deliciosa bruma blanca antes de regresar a la realidad y la oscuridad de sus ojos cegados y, como si fuera un maldito juego su cordura en manos de este hombre, volver a ser golpeado en ese punto que lo tiene en el limbo

Quien le sujeta le deja caer a la cama, sus manos son liberadas de su espalda, apartados los guantes blancos solo para ser atadas sus muñecas poco después delante de su rostro, unidas en un amarre que le lastima, pero demonios, ni siquiera podía moverse pues, aunque sus manos habían sido liberadas y atadas, él ni siquiera se había podido defender pues, lo que estaba taladrando en su trasero, no se había detenido en ningún momento

─Alto ─jadea─ no ─gime─ haaa haaaa haaa ─se ahoga, sus manos son atrapadas por la mano de alguien más grande que él, al menos eso puede sentir, pero, también puede sentir como otra mano aferra su cintura, aprieta con tanta fuerza que le lastima, aunque apenas puede ser notado cuando una nalgada resuena en la habitación haciéndolo soltar otro gemido

Mierda ¿Qué demonios le estaba pasando? Su cuerpo estaba reaccionando extraño, diferente a lo que él podría ser, pero, demonios, no podía detenerlo, era delirante, era delicioso. Podía sentirlo, podía sentir como su mente se ponía en blanco, como, cada vez deseaba seguir sintiendo más tiempo ese cosquilleo que debilitaba todos sus músculos

La mano que sujetaba sus manos atadas pasa a sujetar su barbilla, dos dedos se empujan contra su boca arañando un poco sus labios, México quien tenía su boca vierta por los gemidos, la cierra en cuanto los dedos comienzan a jugar con su lengua. No entiende que ocurre cuando, la misma mano que le sujeta el rostro, lo gira a un costado y una lengua húmeda y demandante le roba un beso profundo

Una lengua juega con la propia, jala con la suya, unos dientes mordisquean su lengua y entonces, el peso de un hombre más grande aplasta su cuerpo; la mano que sujetaba su rostro aprieta su cuello negándole a respirar correctamente, aun puede, cosa que le alivia, pero no es que pueda respirar hondamente con todo lo que siente. Demonios, era jodidamente ardiente se dijo, aun cuando no quería pensar en eso

El beso se rompe, saliva escurre por sus labios y no puede limpiarse cuando su cuerpo es girado, ahora esta de costado, con su manos atadas ahora delante de su rostro, está a punto de quitarse la venda de sus ojos pero la mano del adulto lo detiene y jala con sus manos hasta dejarlas a la altura de su entrepierna (de México) y, usando su otra mano, eleva la pierna de México dejándola sobre su hombro

En esta posición, México puede sentir como el mismo pedazo de carne que había salido de su cuerpo dándole algo de calma, vuelve a empujarse, tan profundo, tan hondo, tan grueso y desgarrador que México solo puede hacer su cabeza hacia atrás y gritar en placer al ser golpeada su próstata sin piedad. Nazi sonríe divertido de sus expresiones, de cómo sus manos se entrelazan entre sí en busca de algún tipo de equilibrio, como su piel se perla y sudorosa brilla en medio de esa tenue oscuridad y, sin piedad, comienza a morder la piel de la pierna, escuchando gemidos de placer del tricolor

Si seguía así, podría moldear a este niño a su voluntad y capricho, se dijo tantas veces, observando como el latino encorvaba su espalda mientras se corría por segunda vez y soltaba un gemido tan delirante que por un segundo había dejado sordo al propio Nazi, aun así, no lo detuvo y permitió que su semen corriera mientras el mayor aun golpeaba su próstata sin piedad alguna

─¿Te gusta esto, zorra? ─pregunta Nazi, empujando sus caderas, dando una nalgada al trasero latino que, reaccionando, parece morder su labio inferior, sus cejas se juntan en un gesto de desagrado, pero tras Nazi empujarse de nuevo, sabiendo donde debía de golpear en el menor, lo único que recibe es un nuevo gemido─ vamos, dilo ─empuja, pasando la mano que estaba azotando el trasero del latino a tomar su pene semi erecto y comenzar a estimularlo

─N-No ─gruñe el mexicano, mordiendo su labio inferior y tratando de ocultar su rostro en la cama, tallando el mismo para intentar quitar la venda de sus ojos─ nunca

─Tan desafiante como siempre, mocoso ─se burla Nazi. México pega un brinco, otra vez Nazi ha golpeado en su próstata y le hace soltar un gemido fuerte

La pierna que Nazi tenia sobre su hombro la deja caer, ahora, con las piernas del latino lado al lado de la cadera de Nazi, continua bombeando con violencia, observando el gesto nervioso del latino y como, con su cabeza hacia el techo, niega y gime con fuerza

« "─Tan desafiante como siempre, mocoso─" » resuena en la cabeza de México una y otra vez «Eso me dice siempre Nazi»

─Suel ─jadea─ tame

Nazi lo observa, como suja, como niega, el german solo sonríe, dándole por un segundo, la creencia al latino de que sus peticiones serian escuchadas. Sale de su interior, notando un leve quejido de protesta; tal vez el adolescente no fuera consciente de las peticiones de su cuerpo, pero Nazi sabia que le enseñaría a reconocerlo y a suplicar siempre por mas. Aun así, jalando con el cabello del latino, Nazi se acerca a su boca y empuja su falo en la boca del tricolor

─Esa sucia boca tuya debe aprender a callarse ─se burlo entre risas, empujando sus caderas a la boca ajena que, sin poder respirar, tose cada tanto, sintiendo como, además de ser tomado por el cuero cabelludo, su rostro es empujado a tal punto de que su nariz golpea algo y la punta de lo que está en su boca, golpea contra su garganta al punto de generarle arcadas que no llegan al vomito

─Bhuaaaaa ─jadea, necesitado de aire antes de toser; México escucha una risa burlona volverse una risotada y entonces, aquel trozo de carne caliente y mojado, vuelve a ser empujado en su boca obligándolo a tragarlo todo en movimientos rápidos

─Que buena puta resultaste niño ─se burla Nazi─ aunque esta mamada podrá ser mejor ─menciona, sacando su miembro de la boca del latino, permitiéndole respirar antes de darle golpes con el mismo por su rostro─ deberíamos de hacerlo más interesante ¿Te parece? ─se burla, con un pequeño resquicio de duda

¿México ya habrá reconocido que quien lo está follando es el propio Nazi, amigo de sus padres, confidente de las travesura del en ese entonces, infantil México? ¿O es que estaba tan drogado que aun no podía saberlo? Tenía curiosidad pero, en vez de preguntar si es que ya había reconocido de quien se trataba, opta por una acción interesante

Su interior borbotea, está a punto de correrse y, al tiempo de que se pone encima del pecho del adolescente, aun empujando su verga contra la boca del adolescente tomándolo desde sus cabellos para que no pueda moverse a voluntad, es que por fin, con su otra mano libre, arranca sin piedad la venda de los ojos tricolor

La mirada de México no termina de acostumbrarse a la poca iluminación cuando finalmente, algo caliente y espeso baña su rostro, golpeando justo en medio entre sus ojos y el puente de su nariz; algo caliente, espeso y extraño que no solo baña su rostro, sino parte de su boca cayendo en esta. México no termina de ver nada ni de comprender cuando, lo que había estado en su boca, vuelve a ahogarlo

El movimiento permite a México limpiar un poco de lo que tenía en su rostro y por fin, su mirada borrosa por la venda se esclarece lo suficiente para poder ver entre la tenue oscuridad apenas iluminada suavemente por lámparas, la silueta de un hombre mayor moviendo sus caderas contra su boca. México abre sus ojos, la silueta que aun no puede reconocer se ríe de un modo estrepitoso, algo se empuja todavía más en su boca y entonces, entre sus luchas por intentar liberarse, lo ve

Sus luchas, sus intentos de soltarse o de mover sus manos y golpear a quien lo tenía sometido. Todo eso se detiene, aun cuando siente aquel pene empujándose contra su garganta, su mirada solo enfoca el rostro de quien lo estaba follando

─Bhaaaaag ─jadea en cuanto es liberado─ ¡¿Nazi?! ─se ahoga el tricolor, antes de volver a ser callado por la hombría del german que, entre risotadas fuertes, continua empujando sus caderas contra la boca ajena

─Te dije que te callaras perra ─se burla el german

México puede sentir como lo que ahora sabe, es un pene en su boca, flácido pero esponjoso, rápidamente se vuelve duro, tan duro que lastima su quijada, su lengua se ve atrapada, sus labios se sienten entumecidos de la fricción y aun así, puede observar a Nazi moverse con gozo. Lentamente, la lengua de México puede distinguir pequeñas venas que de a poco van sobresaliendo del falo, pero, aun cuando intenta lamer su propia saliva, así, tan de la nada, el falo que ahogaba su boca sale

Su cuerpo aun esta pesado, no puede moverlo como desea y no siente que pueda tener equilibrio para poder hacer el intento de levantarse por sí mismo, pero puede ver a Nazi moverse por una cama que no puede reconocer, puede sentir como su cuerpo, cual muñeco de trapo, es movido; su rostro queda sobre el pecho aun cubierto por una camisa semi abotonada y entonces, sus piernas ser colocadas lado a lado de las del german. Ahora, hay algo caliente golpeando el trasero del tricolor antes de que, las manos de Nazi, que han dado fuertes nalgadas sin parar a su trasero, abran sus nalgas y, cargando con el cuerpo del menor, dejarlo caer lentamente sobre la erección del contrario

─Haaaaaaaaa ─gime el latino, con sus ojos cerrados con fuerza, su boca busca desesperada que hacer y acaba mordiendo la tela de la camisa, Nazi se ríe entre dientes, una vez que el peso del cuerpo ajeno ha permitido a Nazi llegar hasta el fondo, una nueva nalgada al trasero tricolor resuena en la habitación

─Siempre pensé que tenias el culo de una zorra ─dijo casual, dando otra nalgada antes de apretar el globo de carne ya enrojecido y comenzar a mover las caderas del tricolor de arriba hacia debajo de un modo lento─ es bueno ver que no me equivoque ─dice divertido, tomando de la nuca al tricolor y jalando su cuerpo para que ambos se miren a los ojos, siendo Nazi quien sonría burlón y México apenas parezca consciente de lo que ocurre─ me aprietas como una zorra en brama, puta y ofrecida ─se jaca el german atrapado los labios tricolor y besándolo profundamente

Ahora, tomando al latino desde su trasero, comienza a empujarse con violencia, golpe tras golpe, embestidas rápidas y violentas; fuertes, irregulares que hacen crear un chapoteo húmedo en el tricolor que ahoga por apenas sus gemidos en la boca ajena. Sus manos, aun amarradas, torpemente se aferran al pecho de Nazi, buscan estabilidad. Las lágrimas corren por las mejillas tricolor y el latino, simplemente cierra sus ojos

Su cuerpo salta sin parar, sus piernas, bueno, su cuerpo completo no le está respondiendo. Pero lo sabe, aun si pudiera detener a Nazi, en estos momentos, está demasiado cegado por el placer, no puede evitarlo, así que solo busca desesperado aferrarse a él, tomarlo así como siente que el german lo sujeta y entonces, tras ser liberado del beso, el alemán se pega como una sanguijuela a su pecho; muerde y succiona con agresividad uno de sus pezones, México consigue pasar sus manos sobre el cuello de Nazi para aferrarlo, sus fuerzas no le responden, sus músculos no pueden sostenerlo pero lo único que puede hacer, es gemir

El movimiento se vuelve brusco, se vuelve cada vez tan rápido, tan irreal, tan intenso, que México siente su cabeza en blanco, su mirada perdida en el techo, su cuerpo estimulado al punto que se está volviendo loco y finalmente, en un frenesí del que no puede ser salvado, llega a su deseado orgasmo. Un grito, desgarrador, intenso, apenas deseando llamar a alguien en su placer pero que queda solo en un grito de placer y finalmente sentir como su interior, que aprieta aquello que le desgarra, es recibido por algo caliente que quema y arde en sus entrañas pero que, de algún extraño modo, le llena

─Nada mal zorra ─es lo último que escucha antes de perder el conocimiento

Notas finales:

Muy bien, ya quedo claro más o menos como va a estar la cosa con este fanfic ¿verdad? No veremos actos de amor, solo sexo desenfrenado y palabras rudas que tarde o temprano van a terminar por doblegar a nuestro México... joder, me encanto XD

Datos extras:

*Tenía ganas de comenzar con lemon, además, la trama no es relevante y ya conté todo lo necesario desde el resumen y la primera parte de este capítulo... mucho más que contar, no creo que sea necesario

*Si, Nazi había querido tirarse a México desde hacia tiempo pero México es pendejo y nunca lo vio

*En esta idea, similar a lo ocurrido en Suggar Daddy Kink, Nazi y Urss son amigos de Mexica y España. La única diferencia es que en esta versión, Urss y Nazi estuvieron toda la vida junto a la pareja de casados viendo crecer a México desde bebé

*No esperen romance bonito

*No esperen palabras bonitas

*México no pudo defenderse aunque quiso porque estaba drogado, no solo con afrodisiaco, sino también con un sedante que le imposibilitaba a moverse; pero, como es aguerrido, podía mover su cuerpo en pequeños espasmos

*Por lo drogado que estaba no se dio cuenta en ningún momento que, la persona que lo estaba ukeando es Nazi. Solo hasta que le es quitada la venda lo descubre totalmente

No se me ocurre que mas decir, así que hasta aquí le pago ¿Verdad que esta buena la idea? XD

¿Les ha gustado?

Que tengan lindo día

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