Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 6

A la mañana siguiente Taehyung fue a despertar a Jungkook a las ocho de la mañana. 

—Tengo una conferencia ¿vienes conmigo o me esperas aquí solo hasta las tres de la tarde?

Jungkook se removió entre las sabanas y lo miró con medio ojo abierto.

— Habrá una especie de almuerzo a eso de las doce — dijo finalmente Taehyung acomodándose su corbata. 

Eso bastó para convencer a Jungkook. 

Mientras el menor se vestía con un traje que Taehyung le había prestado (traje que le quedaba enorme) él estaba en la planta de abajo revisando unos papeles. Cuando Jungkook bajó se lo quedó viendo embobado. 

Jungkook se veía lindo con su ropa. 

— Toma tus galletas — le lanzó un paquete de Oreo — nos vamos ahora. 

. . .

Jungkook no podía creer que las conferencias fueran taaaaaan aburridas. Taehyung se había pasado una hora entera y los demás acompañantes habían estado discutiendo durante dos horas sobre las acciones que debían comprar. Resultaba que Jungkook se había cansado y se había ido a esconder a los baños de la compañía con la excusa de que tenía una emergencia sanitaria muy importante. 

En realidad estaba sentado en una esquina del baño mientras jugaba un juego de cartas por el celular. 

¿Qué rayos hacia ahí? eran tan aburrido acompañar a Taehyung a ese lugar. 

Taehyung era dueño de siete empresas y tenía demasiados trabajadores. Era un maldito millonario. 

— Ja... tranquilamente podría usarlo de Sugar Daddy — resopló Jungkook mientras veía cómo perdía el juego. 

En eso recibió un mensaje de Taehyung. El mayor le había dado su numero en el auto. 

El mensaje decía:

"Ya terminó la reunión, puedes verme en la planta baja" 

A Jungkook le costó un poco levantarse del suelo pero finalmente salió del baño y bajó los tres pisos por las escaleras. Taehyung lo estaba esperando con un maletín negro en la mano derecha y una bolsa de tela en la otra. Jungkook llegó junto a él y el mayor lo miró desde su altura con una sonrisa. 

— Ya compré las acciones y ¿adivina qué?

— ¿Qué?

— Me regalaron un IPhone como gratitud. 

Jungkook lo miró con una ceja alzada y fue peor aun cuando Taehyung le regaló el celular a él. 

— Quédatelo, ya tengo otros tres celulares en casa, no lo necesito. 

— Eres asquerosamente millonario. 

— Lo sé — le dijo guiñándole el ojo — y me encanta. 

Jungkook se puso rojo mientras Taehyung salía de la empresa. 

— ¡Oye dijiste que habría comida!

Taehyung soltó una risa. 

— Te mentí — dijo mientras le abría la puerta del auto. Cuando Jungkook entró le dijo:

—¡Embustero de mierda!

Taehyung se rio. 

— Me sacas a pasear como si fuera un perro. 

— Quería que despejaras tu mente.

— Eres malo. 

— Mírale el lado bueno — Tae empezó a conducir rumbo a un McDonald — te ganaste un IPhone, gratis.

Jungkook contempló el celular rojo que tenía en las manos. Bien, ya podía deshacerse de su celular chatarra. 

— Esto no está tan mal. 

— Considérate mi niñito consentido. 

Eso si que hizo reír a Jungkook. 

— Estaba pensando que realmente podrías ser mi Sugar Daddy — susurró el menor consiguiendo que Taehyung lo mirara de reojo. 

— ¿De verdad?

Caray, el mayor si que sonaba serio. 

Jungkook solo miró hacia otro lado y cuando el mayor frenó en un semáforo le golpeó la rodilla suavemente. El menor lo miró con timidez. 

— No necesitas tenerme de Sugar para que te compre cosas, Kook. 

Jungkook entrecerró los ojos. 

— Bien, tu me compraste, ahora abstente a las consecuencias. 

Tae volvió a reír.

— ¿Qué quieres pedirme?

—Quiero mis mangas, los que están en mi casa. 

— ¿Qué mas?

Jungkook pensó por un momento. 

— Estanterías para ponerlos.

— ¿No quieres ropa?

Jungkook se alzó de hombros.

— Por ahora solo quiero mis cosas... 

— Está bien, pasaremos por tus cosas más tarde. — Tae volvió a arrancar el auto, pero Jungkook no se quedó callado. 

— ¿Así de fácil? ¿No me obligarás a acostarme contigo ni venderás mis órganos a cambio de las cosas?

Esta vez Taehyung no hizo ningún gesto y le dijo:

— Si tantas ganas tienes de que te torture solo pídemelo. 

Y el tono con el que lo dijo hizo asustar a Jungkook.  

— Presiento que lo dices en serio. 

Taehyung no contestó más nada, dejaría que Jungkook pensara lo que quisiera, después de todo lo iba a seguir tomando como un maldito diablo por haberlo comprado. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro