CAPÍTULO 16
Al día siguiente Jungkook se despertó y encontró la cama sola. Habían dormido juntos entre besos y muchas caricias. Taehyung se había comportado gentilmente y se durmió después de Jungkook.
Jungkook se estiró y se levantó de la cama, pero al levantarse se volvió a caer. El menor soltó una risa y finalmente se levantó y se acomodó el pijama que Tae le había prestado.
Tenia su olor. Jungkook lo olió sin darse cuenta y salió de la habitación.
Taehyung estaba preparando el desayuno en una sartén con la espalda descubierta. Jungkook no entendía si el mayor no sufría de frío o si simplemente era un ser de otro mundo.
Jungkook se acercó lentamente sin saber muy bien qué rayos decirle, así que simplemente se quedó viendo cómo preparaba los panqueques.
El menor se aclaró la garganta y Taehyung se dio la vuelta para ello mientras le sonreía.
—Hola hola —le dijo suavemente mientras sacaba los panqueques de la sartén para dejarlos sobre un plato — ¿Qué tal dormiste?
— Bien... supongo — contestó tímidamente alzándose de hombros con media sonrisa, verdad es que se sentía de maravilla. ¿Quién lo hubiera dicho? — Mmm... ¿Qué se supone que debo decir?
Taehyung se acercó a él y lo atrajo hacia su cuerpo, Jungkook alzó la cabeza para verlo.
— No digas nada, solo disfruta el momento — le susurró al tiempo que apoyaba sus labios sobre los del menor. Jungkook se dejó hacer y poco a poco fue llevando sus manos a los hombros del mayor. Taehyung lo tenía ceñido a la cintura contra todo su cuerpo.
Los labios de Taehyung eran cálidos y generosos. Lo besaba con paciencia como si se tratase de la cosa más delicada del mundo. Jungkook también hacia lo que podía y le devolvía el beso con frenesí. Tae se separó de él y le guiñó el ojo, lo que terminó de despertar sensaciones en Jugnkook.
— Ve a desayunar, seguro tienes hambre.
—Se ven ricos — dijo mirando los panqueques.
—Y créeme, son deliciosos.
. . .
Más por la tarde, Jungkook se había duchado y luego se había ido a entretener con las etiquetas de su ropa nueva, debía quitárselas a todas por pura diversión ya que odiaba ver la ropa nueva con las etiquetas colgando en medio del armario.
Jungkook había organizado la ropa por colores y le hubiera gustado tener algo que hacer porque le daba vergüenza cruzarse a Taehyung por la casa a cada momento.
Pero lamentablemente Jungkook debía salir de esa habitación, y todavía tenía preguntas para hacerle. Así que cuando acabó de ordenar las cosas decidió bajar y se encontró a Tae con su computadora y sus lentes. El mayor no parecía muy concentrado en lo que fuera que estuviera leyendo, así que Jungkook se sentó en la mesa frente a él.
Taehyung lo miró por sobre la pantalla de su laptop y le alzó las cejas.
— ¿Ocurre algo?
— Quería preguntarte algunas cosas — dijo yendo directo al grano.
Tae se quitó los lentes y suspendió su uso de la computadora, tenía toda su atención en Jungkook.
— Claro, puedes preguntar lo que sea.
Jungkook asintió y dijo:
— ¿No voy a tener enfermedades, verdad?
—Obvio no. Por algo utilicé condón. Mientras me cuide tú estarás bien.
Jungkook se quedó más tranquilo al oír eso.
—¿Qué más quieres preguntar? — dijo Tae — presiento que me lanzarás una avalancha de preguntas.
— Es que quiero saber muchas cosas, ya sabes... sobre La Marca que me harán mañana — Jungkook lo miró con un puchero en los labios casi sin darse cuenta —explícame bien porque no entiendo nada.
—Bueno, la idea de La Marca es que tu piel quede grabada con mi nombre. Cuando lleguemos mañana elegiré el método que crea conveniente.
— Dijiste que el laser no dolería tanto.
— Lo sé, pero estuve investigando y he leído sobre personas que les agarra una enfermedad.
— ¿Entonces que sugieres?
— Bueno, quedan dos opciones, un tatuaje común con mis iniciales y el numero 01 o también una pulsera eléctrica.
Jungkook hizo una mueca.
— No quiero aparecer un preso salido de la cárcel.
— Si por eso lo pensé. ¿Querrás el tatuaje, no?
— Creo que será lo más conveniente.
Kth 01. sería el tatuaje
— ¿Por qué deben marcarnos?
— Para que nadie más pueda comprarte o robarte.
Jungkook suspiró.
— De verdad detesto esta sociedad.
— Lo siento — le dijo con pena — sé que no sirve de nada, pero lo siento.
Jungkook solo se alzó de hombros.
— Decidí que voy a convivir contigo y que no me haré más problema por este asunto.
Tae le sonrió amablemente.
— Prometo que estarás bien.
Jungkook asintió y se levantó para quedar a su lado, Tae levantó la cabeza para verlo. Jungkook se estaba poniendo colorado.
— ¿Te puedo dar un besito?
Tae ensanchó su sonrisa y lo sentó sobre su regazo para luego besarlo con mucho, mucho cariño.
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