Jungkook había perdido la cuenta de la cantidad de besos que había dejado Taehyung por su cuello y su pecho desnudo. Su miembro estaba levantado y de vez en cuando Taehyung lo tocaba y Jugnkook no evitaba estremecerse por el roce de su piel. 

Ambos se habían quitado la ropa y la habitación permanecía casi a oscuras de no ser la luz del velador que estaba al lado de la cama del mayor. 

Taehyung se entretenía besando, lamiendo y mordisqueando suavemente los muslos abiertos de Jungkook. El menor deliraba en silencio y se agarraba a las sábanas para no soltar ningún tipo de ruido, Taehyung le había dicho que gimiera lo que quisiera, pero a Jungkook le daba vergüenza hacerlo. 

Por suerte el menor se había tranquilizado ya. Estaba viendo a Taehyung desnudo así que estaban a mano. ¿acaso el mayor no sentía ningún tipo de pudor? Lo hacía parecer tan normal, tan relajante y tan domestico...

Taehyung dejó de besarle las piernas y fue a buscar a su mesa de luz un condón. Jungkook se preparaba mentalmente por ultima vez mientras lo veía ponerse esa cosita de látex. Tae volvió a la cama y se colocó sobre él. 

Lo estaba mirando a los ojos y Jungkook sentía más vergüenza que nunca. Por supuesto que el mayor se percató de ello. 

— No quieres que te vea ¿verdad?

— Jamás creía que diría esto, pero... prefiero la pose del perrito. 

— Te va a doler. No es buena para empezar. 

Jungkook soltó un resoplido y Tae finalmente decidió acostarse en la cama. Por suerte ya lo había preparado con anterioridad en el jugueteo previo y Jungkook estaba listo. 

Aun así le tenía miedo al dolor. Aunque... los dedos de Taehyung no habían dolido, tener su cosito dentro, era algo completamente diferente. 

— Bien, móntame entonces — le dijo Tae palmeando su cuerpo suavemente. 

Jungkook se aproximó a él y se subió. 

—¿Cómo...? — el mayor lo inclinó hacia él y le hizo abrir un poco más las piernas, finalmente se posicionó en su entradita y habló:

— Tienes que bajar lentamente, si lo haces rápido es posible que te duela o que te de un tirón. 

Jungkook estaba rojo de la vergüenza. ¡Ahora debía estar él moviéndose! Era inexperto y se sentía un inútil. 

—Sabes que no lo haré bien. 

— Lo único que debes hacer es subir y bajar, no tiene mucha ciencia, Kookie. 

Jungkook respiró y comenzó a bajar. 

— Mgh...— soltó cuando tuvo la mitad dentro, no podía creer que ESO estaba pasando. 

Bueno, a esas alturas a Jungkook le costaba asimilar absolutamente todo. Su cerebro no estaba funcionando al cien por ciento. 

— ¿Duele?

— Sorprendentemente no — dijo en un susurro mientras terminaba de bajar —Ay, Dios...

Jungkook tomó un poco de aire mientras Tae lo agarraba de la cintura con suavidad. Esa acción había resultado un manojo de nervios por su parte. 

El menor se movía como su cuerpo se lo permitía. Al principio no dolía, pero a medida que subía más arriba el dolor se hacía presente. Cuando bajaba sentía todo su cuerpo estirarse y eso le daba pánico. 

— Siento como si me fuera a romper — soltó con una risa porque estaba nervioso. 

Jungkook esperaba a que Tae se burlara de él, pero el mayor hizo todo lo contrario: lo miró con dulzura y le sonrió con los labios en una fina línea. 

— Solo déjate llevar. 

Y esas fueron las palabras que permitieron que Jungkook disfrutara todo lo que pasó después. 

El menor subía y bajaba más rápido y de vez en cuando movía sus caderas en círculos porque eso parecía tener encantado al mayor. Taehyung era un manojo de gemidos y hasta a veces gruñidos suaves y roncos. eso había subido la temperatura del ambiente. Jungkook se sentía en confianza y sus movimientos se habían hecho completamente naturales y rítmicos luego de unos pocos minutos de haber empezado. 

—Mgh,  Hyung... — jadeó cuando Tae le tocó su miembro para estimularlo y ayudarlo a llegar al tan aclamado orgasmo. 

— Agh... Jungkook — le dijo a la vez que lo agarraba de sorpresa y lo acostaba en el colchón, quedando Taehyung arriba de él. 

El mayor siguió moviéndose dentro de Jungkook con velocidad mientras que el menor lo agarraba de la espalda y lo apretaba. Jungkook le estaba clavando sus cortas uñas en los hombros y eso volvía loco al mayor. 

— ¡Agh, Tae, Tae...! — casi gritó el menor al tiempo que se corría. 

Un dolor suave recorrió su pelvis y Jungkook terminó por correrse al tiempo que sentia como todo su interior se apretaba, pidiendo que Taehyung saliera y lo dejara descansar. Pero Taehyung no salió hasta que él pudo lograr tener un orgasmo casi dos minutos después de Jungkook. 

Los movimientos de Taehyung se hicieron pausados y lentos, tan lentos hasta que ya no hubo movimientos para realizar. 

El mayor cayó rendido sobre Jungkook y el menor lo abrazó al tiempo que le daba un espasmo súper fuerte. 

— ¡Agh... Q-qué...! — Jungkook no podía ni hablar por ese movimiento que hacia su cuerpo. Estaba temblando al igual que sus piernas y ya para tanto hasta le daba cosquillas. 

Tae salió de dentro de él y le presionó el abdomen. 

— Relájate o no terminará nunca — le dijo esbozando una sonrisa. Jungkook le hizo caso, pero le costó que su cuerpo terminara de tener espasmos. 

Cuando se calmó de una vez por todas el menor no supo si moverse y acomodarse debajo de las sabanas o si quedarse rígido como una piedra. 

Optó por la segunda opción por lo que Taehyung se rió. 

— Si sabes que te puedes mover ¿verdad?

— Deja que mi cuerpo se relaje — le dijo Jungkook. 

Tae volvió a acomodarse sobre él y le besó el cuello, luego la mandíbula, el oído, la frente y las mejillas. Se separó a escasos centímetros de su rostro para rozar sus labios. En todo ese tiempo no había querido darle un beso en la boca para no abrumarlo, pero ahora parecía que Jungkook quería. 

— ¿Me dejarías darte un beso?

Jungkook lo miró con los ojos entreabiertos. 

— Acabamos de follar ¿de verdad me lo preguntas? ¿Como no podrías darme un beso?

Tae se rió.

— Solo quería estar seguro.

Pero fue Jungkook quien lo atrajo hacia sí para besarlo. Y vaya que ese sería el mejor beso que recibiría en su vida. 

Su primer beso.