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•Capítulo 30 (FINAL)•

Esa misma noche en la enorme soledad de mi habitación me abracé con fuerza a mi misma y lloré, podía sentir todo mi cuerpo temblar pero no era por frío si no por coraje y por tristeza; no lograba entender como le había sido tan fácil sacarme de su vida.

Sin pensar en lo que habíamos compartido y en lo que habíamos vivido, debo admitir que al principio realmente llegue a odiar a James por haberme comprado como si yo fuera una propiedad o un objeto pero después la manera en la que se esforzaba para que nos lleváramos bien, la forma en la que me hacía sentir que podía ser útil.

Olvidando por completo cuando mi madre me decía que no servía para nada y que mi única solución sería casarme con alguien que me pudiera mantener.

Deseaba odiarlo, realmente quería odiarlo porque así todo sería más sencillo para mi y lo olvidaría mas fácil, pero por mas que me esforzaba para tenerle algo de rencor aún lo amaba y aún quería estar con él a pesar de todo.

Tal vez me esté dando la menopausia.

Pensé en ir y enfrentarlo pero al final no tenía el valor de verlo a la cara sin rogarle que lo intentáramos nuevamente, quería conservar la poca dignidad que me quedaba (si es que aún tenía).

James.

En la vida siempre habrá distintos caminos; de los cuales escogeremos uno que seguiremos hasta el resto de nuestras vidas. Pero el problema es mantenerse en el que escogimos al principio, puesto que con el tiempo encontraremos nuevos rumbos los cuales decidiremos tomar o no.

Con Eileen me arriesgué a una nueva ruta llena de altos y bajos, con muchas dificultades que se nos presentaron en nuestro recorrido juntos. Dificultades que logramos resolver y afrontar como pareja, aprendimos el uno del otro, nuestros defectos y virtudes, aprendimos a amarnos y respetarnos; realmente nos volvimos una verdadera pareja.

La carta que recibí por parte de ella la leí en repetidas ocasiones pensando en que tenía toda la razón, nuestra relación no podía terminar de esta manera.

Hable con el señor Naylor pero no cedió en su decisión a pesar de mostrarle una copia de la carta de Eileen, no tuvo ni un poco de compasión por nosotros y eso mi hermosa Eileen nunca lo sabría.

Me sentía egoísta con esta decisión, pero sabía que si seguía con Eileen y el señor Naylor me demandaba, además de perder todo por lo que trabaje también perdería al amor de mi vida. Ella estaba tan emocionada de tener por fin esa figura paterna que no tuvo en su infancia que seguramente creería cada cosa que le fuera a decir, no podía permitir que creyera que le fui infiel y me odiara por el resto de su vida.

Tal vez incluso ya lo hacía.

Me era difícil de creer que me siguiera amando con la misma intensidad y que estuviera dispuesta a intentarlo, me comporté como un idiota con ella.

Era el idiota que terminó la maravillosa relación que teníamos.

¿Pero que iba a hacer? Está era la única manera que no perdía demasiado, o eso había creído puesto que no soportaba estar sin ella. La casa se sentía completamente vacía y sin vida, el trabajo se volvió aburrido sin su compañía y en las noches la fría soledad era la que me acompañaba.

—Oh, James que bueno verte necesito tu firma en estos documentos.

Nataly se adentró en mi oficina entregándome el folder que tenía en sus manos, se apoyó en el escritorio haciendo más notorio el para nada discreto escote que llevaba puesto.

Sonreí al pensar de que manera Eileen hubiera hecho un comentario que la molestara, nunca mezclaba mi vida personal con el trabajo pero sentía que era una total injusticia que ella siguiera aquí y mi... ex esposa no.

—¿Es todo lo que necesitabas?

—Por el momento si, pero pues si surge algo más vendré.

—Antes de que te vayas quiero decirte algo, toma asiento.—note cierto brillo en sus ojos, pude adivinar qué es lo que pensaba que le diría.

—¿Necesitas que te ayude en algo?.—cruzo una pierna sobre la otra y se mordió discretamente su labio inferior.

—No, más bien quiero informarte que esta será tu última semana trabajando en mi empresa.

Su sonrisa traviesa desapareció completamente de su rostro mostrándose totalmente confundía.—¿Estas despidiéndome?

—Si, se te liquidará de acuerdo a tus años trabajando para mi y espero que te vaya bien en tu próximo trabajo.

—Espera, ¿Por qué me estás echando? Tiene que haber un motivo y creo que hasta ahora no he tenido ninguna falta.

—Recorte de personal.

—No puedes estar hablando en serio, James. Tenemos tiempo conociéndonos para que de la nada me hagas a un lado.

—Nataly, hace mucho que cruzamos la línea de respeto entre jefe y empleada. Así que lo mejor será que busques otro empleo.

—Yo no tengo la culpa que tu matrimonio con esa... mujer se haya terminado.—espetó furiosa.

—No es por eso que te despido, y por favor sal de mi oficina tengo asuntos que atender.

—Te vas a arrepentir de eso.—se levantó rápidamente fulminándome con la mirada.

—Retírate por favor.

Bufo con molestia saliendo de mi oficina azotando la puerta, suspire con frustración; me sentía completamente abatido. La puerta de mi oficina nuevamente fue abierta pero realmente no tenía humor para tratar con nadie hoy.

—¿Eileen?.—me sorprendió demasiado que estuviera aquí, supuse que después de todo no volvería a verla.

—Quería... necesitamos...—jugueteo con sus manos nerviosamente, sabía que estaba algo incomoda.

—Por favor, siéntate.

Se acercó a paso lento a la silla que estaba frente a mi escritorio, la mire con detenimiento notando pequeñas ojeras debajo de sus ojos que trato de disimular con maquillaje, aún con eso se miraba hermosa.

Cuando nuestras miradas se cruzaron pude notar la tristeza con la que me miraba, el brillo que sus ojos tenían se había extinguido por completo y sabía que era por mi culpa.

—Lamentó no haber respondido tu carta.—me anime a hablar primero.

Una pequeña risa sin nada de gracia salió de sus bellos labios.—Creí que los papeles de divorcio que me enviaste habían sido tu respuesta.

—Entiende mi postura Eileen, lo nuestro estuvo mal desde un inició y creó que está fue la mejor decisión que pude tomar por los dos.

Entre abrió los labios pero los cerró nuevamente, tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para no ir hasta ella y estrecharla entre mis brazos prometiéndole que pronto volveríamos a estar juntos... lo cuál era mentira, una hermosa y dulce mentira.

—¿Por qué viniste?.—sus ojos se tornaron vidriosos delatando las lágrimas que quería dejar escapar, tomó una profunda respiración tratando de calmarse.

—Voy a mudarme. Me iré a Nueva Orleans con mi padre porque su empresa principal está allá y nos iremos mañana a primera hora.

—Que bien por ti, espero que te vaya bien.

Fingí una sonrisa conteniendo mis ganada de rogarle que se quedara.

—Dios...—suspiró.—¿Cuándo me dirás lo que quiero escuchar?

—¿Y qué es lo que quieres escuchar?.—coloqué mis manos sobre el escritorio entrelazándolas, quería actuar lo más desinteresado posible.

—Quiero escuchar que me amas, que estabas en un error y que debemos estar juntos. Pero nunca dirás eso ¿Verdad?

—Eileen nosotros no íbamos a durar mucho.

—¿Cómo puedes saberlo?

—¿Cómo puedes estar segura de que íbamos a estar juntos por el resto de nuestras vidas?

—Porque lo sentía.—su voz tembló por un momento así que inhaló profundamente tratando de mantenerse firme.—Yo realmente estoy muy enamorada de ti, te amo y quiero pensar que tú lo haces también... quiero escucharte decir que resolveremos esto, que tendremos un nuevo comienzo y que quieres que me quede contigo.

Un silencio sepulcral se hizo presente entre nosotros, quería decirle todo eso para tranquilizarla. Necesitaba decirle que la amaba y que lo intentáramos nuevamente olvidando cómo fue que comenzó nuestra relación, pero no lo haría... no tenía el valor de decirle porque había tomado esta decisión tan precipitada y tampoco estaba segura si iba a creerme.

—Lamentó no ser lo que esperabas, ojalá que te vaya bien con tu padre.

Una lagrima resbaló por su mejilla y la limpió rápidamente.—Bien, eso era todo.

Se levantó pasando sus manos sobre la falda negra que llevaba puesta, decidí ponerme de pie igualmente y por cortesía o más bien porque ansiaba tocarla de cualquier manera le extendí mi mano esperando que la estrechara pero dio media vuelta dirigiéndose a la puerta.

—James... quiero seguir... quiero ser fuerte pero...—apoyo ambas manos en la puerta para sostenerse comenzando a llorar.—No puedo... te amo y... si te hice algo... lo lamento.—volteo a verme pero no se acercó.—Lo lamento enserio pero... no dejes que esto se venga abajo... hemos salido de peores situaciones y que termine esto así... sólo di algo por favor.

Inhale profundamente reteniendo el aire en mis pulmones, comencé a contar hasta 10 en mi mente, no podía dar marcha atrás y eso me estaba costando demasiado.

Vayámonos, vámonos lejos y no miremos atrás. Desaparezcamos y empecemos de nuevo en otro continente muy lejos de aquí.

Ojalá hubiera tenido el valor de haberle dicho eso, pero el hubiera no existe y cometemos errores que no podemos arreglar.

—Que tengas buen viaje Eileen.

Más lágrimas se hicieron presente en su rostro, un fuerte sollozo salió de su garganta y me miro con una enorme decepción.—Hasta nunca James.

—Adiós Eileen.

—Espero que te quede muy claro que esto... nuestra separación... este enorme dolor en mi pecho lo provocaste tú.

Finalmente salió sin volver a mirar atrás cerrando la puerta, me deje caer sobre mi silla dejando que las lágrimas salieran... lágrimas que tanto trate de contener finalmente salieron delatando la profunda tristeza que estaba sintiendo.

-Lo sé Eileen, lo sé muy bien.








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Esto es todo, finalmente después de mucho tiempo le llegó el final a esta obra que de verdad me costó mucho terminarla. Gracias por leer 🧡, es la primera que terminó con un final nada feliz como lo acostumbro pero gracias por seguir este proyecto, hasta la próxima 😉.

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