Eileen.

Mi cabeza dolía, estaba saturada de toda la información que podía, demasiado estrés debido a los contratiempos me preocupaba también que mi padre se sentía demasiado enfermo y no podía irme porque tenía a los socios sobre mi esperando cualquier indicio de querer renunciar y dejarlo todo. No lo voy a negar, la idea sonaba tentadora.

—Aquí está el plan del mercado, todos están listos para la reunión de mañana.

—Gracias Helen, ¿Algo más?

—Si, el señor Robles mencionó que esperaba verla en la fiesta de beneficencia.

—¿Es obligatoria?

—Es para recaudar fondos que van a campañas con las que estamos asociados.

—¿Cuando es?

—Este sábado.

—Mándame la información a mi correo, ya puedes ir a descansar.

Se retiró de la oficina dejándome sola nuevamente, suspire un poco cansada por todo. Nunca me habían gustado ese tipo de eventos, era más que nada por mi madre que odiaba ir ya que me usaba para conseguir inversionista, ¿De qué manera? Seduciéndolos.

Aún recuerdo esos horribles días donde tenía que soportar tener a esos hombres tan cerca de mí, me hacían sentir tan mal.

Agh, sacudí la cabeza tratando olvidar lo antes vivido. Mi madre era una mujer que definitivamente nunca debió tener hijos.

No sabía que sería de su vida, tampoco me preocupaba porque ella a pesar de todo sabía cómo siempre conseguir dinero, y James le había dado más que suficiente para morir rodeada de lujos.

James... estando tan cerca y a la vez tan lejos, posiblemente me lo encontraría en la reunión, tenemos clientes en común, y si nos llegábamos a ver... ¿Qué pasaría?

Siempre surgió la historia de si me extrañaría como yo lo hice, verlo me causaba algo de pánico porque mis reacciones no podría predecirlas.

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Algunos hábitos nunca cambian, honestamente mi debilidad eran las compras y según mi terapeuta era una manera en la que yo aliviaba mi estrés, además que me encantaban comprar cosas lindas.

Luego del divorcio entre en una depresión profunda, no comía, apenas y dormía, solo me concentraba en trabajar. Por suerte mi padre me ayudo con eso, busco la ayuda que necesitaba hasta que poco a poco pude volver a levantarme.

Pero me abrumaba estar aquí, en esta ciudad donde ame y sufrí, planeaba un futuro hermoso, con mi propia familia, quería ser una madre amorosa y protectora, algo que mi madre nunca fue, con un esposo que me amara y que le hiciera feliz tenerme a su lado.

Simples ilusiones que me cree, esperanzas que guarde, una vida de en sueño en la que me encontraba. Pero todo era falso.

Limpie unas pocas lágrimas que se me escaparon, y tome una profunda respiración tenía que controlarme, me concentre en lo que había venido a buscar.

Busque en varias boutiques algún vestido para la reunión del sábado, hasta el lunes se pondría en marcha nuestro nueva estrategia de marketing así que después de supervisar que las cosas mejoraran iría a casa con mi padre.

Mientras caminaba por la tienda eligiendo que comprar una mujer pasó, demasiado familiar, mi vista se posó en ella, estaba de espaldas así que me acerqué lentamente. Hablaba por teléfono así que no se percataba que yo estaba casi al lado de ella.

—Si, claro. Regresare pronto, cuídate te quiero mi niña.

En cuanto dio la vuelta soltó un jadeo sorprendida al verme detrás de ella, su piel se volvió pálida y aunque me había impactado también verla no era tan sorprendente, ella debió suponer que en esta ciudad algún día nos volveríamos a ver.

—Madre.

—Eileen.

—Te ves bien, más alegre.—le sonreí de la forma más sincera posible, aunque posiblemente parecía más una mueca.

Inhalo profundamente, como tratando de reorganizar sus pensamientos.

—Quisiera decir lo mismo.—su expresión se volvió seria.—Honestamente esperaba no volver a verte.

Suspire.—Lo sé, a mí me alegra que estés bien.

—Basta de hipocresías, tú me odias.

—Antes si ahora, no. Tome terapias y las sigo tomando de vez en cuando, aprendí a perdonar aunque las personas que me dañaron jamás se disculparan.

—Pues que bueno por ti, aunque me parecen boberías pero no esperaba más. Siempre fuiste ingenua y lo sigues siendo.

Mordí mi labio inferior con fuerza, sabía que decía todo esto para molestarme aunque lo estaba logrando no me permitiría perder el control frente a ella.

—Espero que seas feliz, y que tengas una muy linda vida.

Decidí cortar aquella conversación, sabía que no debí acercarme pero no pude evitarlo, no quería discutir por lo que me di media vuelta para irme de aquel lugar.

—¿Te consideras feliz? Supe de tu divorcio, supongo que no debió dolerte el deshacerte del él.

—No es un tema que quiera tratar contigo.—sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal, no, con esto no podía.

—Si yo te comentara que tuve algo que ver en eso, ¿Me creerías?—sus tacones resonaban firmes en el suelo, hasta que se volvió a posicionar delante mío.—Es verdad mi vida mejoro, pero en el camino me tope con tu padre quien me comento el que te había encontrado, lo feliz que estabas, y me enoje ¿Sabes? Tu no mereces ser feliz.

—Estas delirando.

—Tu padre y yo tuvimos una larga charla, en donde después de un buen trato lo apoye para que lograra separarte a ti de tu marido. Hice una carta donde daba a entender que el técnicamente me intimido, ya sabes por si a tu padre se le ocurría proceder con la demanda.

Sentí las lágrimas recorrer mis mejillas, tratando de procesar sus palabras.—¿Por qué?

—Porque no podía soportar que fueras feliz, porque al parecer mi suerte se volteo y ahora estoy casada con un maravilloso hombre y tenemos una niña hermosa de 2 años, a quien si desee tener. Así que dime, ¿Realmente eres feliz? Me sorprendió que llegaras a ser buena en los negocios, pero tienes una vida insignificante.

Sentía como se me oprimía el pecho, no podía respirar, repase en mi mente el hecho de que debía mantener la calma, respirar correctamente, no actuar impulsivamente.

Limpie mis lágrimas y alce la cara.—Espero que tu felicidad sea duradera.

Sin decir mas me aleje de ese lugar, no corrí ya que no estaba escapando de ella, camine con la frente en alto a pesar del desastre que era por dentro.

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Gracias por leer, perdón por la espera, sigo sorprendida de que sigan leyendo esto, en serio ¡Gracias! No olviden dormir bien y tomar mucha agua 💜