Capitulo 19
Nos besábamos con desesperación, necesitando más y más el uno del otro, estaba sentada en su regazo involuntariamente estaba comenzando a mover mis caderas, me sujeto y nos recostó en el asiento mientras bajaba sus besos a mi cuello, y yo soltaba pequeños jadeos, pase mis manos por su cabello mientras el comenzaba a tocar mis muslos, me alegraba de tener un vestido puesto en este momento.
-James...
-No me detengas, por favor ya no puedo contenerme más.
-Nos pueden descubrir.
-Entonces esto tendrá que ser rápido.
Comenzó a bajar mi ropa interior, sentí muchos nervios y mis mejillas se sonrojaron.
-¿Eres virgen?
-No.
-Estas sonrojada.
-Que no sea virgen no significa que no puede darme pena igual.-sonrió y volvió a besar mis labios. Se desabrochó el cinturón y se acomodó entre mis piernas.-Espera, ¿No tienes un... condon?.-me mostró su hermosa sonrisa y del bolsillo de su pantalón saco un paquetito plateado.-Por ahora ignorare el hecho de que lleves un condón contigo.-río y volvió a besar mis labios.
Después de colocarse el condón se acomodó entre mis piernas, empezó a penetrarme lento, hice mi cabeza hacia atrás y el aprovechó para besar mi cuello, soltaba pequeños jadeos mientras en entraba y salía de mi, comenzó a aumentar la velocidad de sus embestidas.
-James.-gemí mientras con mis manos apretaba su saco que llevaba, el jadeaba en mi oído cada vez que volvía a entrar.
Cuando llegamos al climax se quedo un momento encima de mi, nos acomodamos la ropa, en un rato llegamos a la casa, bajamos y el me sujetó para que enrollara las piernas en su cadera.
-Dejen las compras en la sala, no quiero que nos molesten.-le dijo al ama de llaves para después entrar a la casa y de ahí directo a nuestra habitación, cerró la puerta detrás de él y me recostó sobre la cama.
-¿Por que pediste que no nos molestaran?.-le sonreí, dejó un pequeño beso sobre mis labios.
-Porque hoy no vas a dormir.-sentí mis mejillas arder y el por si parte volvió a besarme con deseo.
(...)
Estaba acostada boca abajo, la sabana cubría la mitad de mi cuerpo, tenía mi cabeza apoyada en mis brazos, sentía como James con sus dedos daba caricias a mi espalda, ya estaba por amanecer, cumplió lo que dijo y no me dejó dormir en toda la noche.
-¿Por que llevas condones contigo?.-pregunte después de un rato.
-Un hombre siempre tiene que estar preparado.-beso mi hombro desnudo causándome un escalofrío.
-¿Preparado para mi o para alguien más?.-voltee a verlo.
-¿Aún lo dudas? Yo solo te amo y te deseo a ti como mujer.
Me acerqué a el y junte de nuevo nuestros labios, me sujeto de la cintura y me coloco arriba de el.
-Estoy cansada.
-Lo se.-sonrió.-Descansa, yo tengo que ir a trabajar.
-No vayas.-me acosté sobre su pecho y trace figuras imaginarias con mis dedos.
-Ojalá fuera tan fácil, pero tengo mucho trabajo ahora.
-Entonces voy contigo.
-¿De verdad?.-asentí.
-Me arreglo rápido y vamos.-me levante cubriéndome con la sabana.
-¿Por que te cubres? Ya vi todo lo que tenía que ver.
-Por pudor, y no digas esas cosas.
Entre al baño, cepille mis dientes y abrí la llave de la regadera para darme una ducha, me metí dentro de esta una vez que estuve conforme con la temperatura, tome el shampoo para lavar mi cabello, anoche estuve sudando mucho, me estaba enjuagando cuando sentí que unas manos rodearon mi cintura.
-¿James?
-¿Esperabas a alguien más?.-me enjuague rápido para poder abrir los ojos y mirarlo.
-¿Que haces?
-También me quiero bañar, y que mejor que con mi esposa.
-Bien, pero no haremos nada que se te hará tarde.
-Yo no venía con segundas intenciones mal pensada.
-Supongamos que te creo.-mire en su pecho le había dejado una pequeña marca roja, siguió mi mirada y sonrío.
-Pequeña traviesa.-sonrió y me sujetó de la cintura para besar mis labios, pase mis brazos por su cuello, comenzó a bajar sus manos hasta tocar mi trasero, me separe rápido de el.
-Ya, hablo en serio.
-Hace unas horas no te quejabas cuando te tocaba.
No respondí y seguí con mi baño, el hizo lo mismo, al salir el se puso uno de sus trajes y yo opté por un vestido azul marino, cepille y seque mi pelo para hacerme una coleta alta.
Bajamos a desayunar para después irnos a la empresa.
-Me alegra que me acompañes.-dijo sin despegar la vista del camino.
-No quiero quedarme sola todo el día.
-Pensé que después de lo que pasó no querías que me separará de ti.
-También eso.
Al llegar subimos directo a la oficina, se sentó en la silla frente a su escritorio, me senté frente a el, encendió su computador y saco unos folders que tenía en un cajón.
-¿Y que haces aquí todo el día?
-Revisó pedidos, recibo y mando información, firmó para aprobar o rechazar alguna que otra cosa, voy a reuniones, ya sabes lo usual.
-A mi madre no le gustaba que yo fuera a la empresa, y mucho menos me dejaba ayudarla. Igual tampoco me enseñó nada.
-¿Terminaste una carrera?
-Pues soy técnica en computación.
-¿Y quieres aprender?
-¿Me enseñarías?
-Solo si tú quieres.
-Está bien.
Moví mi silla a su lado y comenzó a explicarme alguna que otra cosa, me dejó manejar la computadora mientras seguía sus indicaciones sobre lo que debía hacer, las cosas habían cambiado tanto entre nosotros, me detuve a mirarlo un momento.
-¿Te ocurre algo?.-me levante para sentarme sobre su regazo, el sonrío ante mi acto.
-Te amo.-confesé antes de besarlo.
-Y yo a ti.-dijo entre el beso. Por fin mi vida ya va por buen camino.
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Gracias por leer ❤️
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