Después de esa escena y luego de que cenamos, hubo personas que bailaban en el centro del gran salón, James saludaba a uno que otro amigo y después me pidió que bailara con él, no me negué ya que me di cuenta que la tal Nataly no dejaba de mirarlo y cuando tenía oportunidad se acercaba demasiado a él.
Esto definitivamente no son celos porque yo no soy una persona celosa, me da coraje que actúa como si él no fuera una persona casada y que yo estoy a su lado.

-Te noto seria.

-Estoy como todos los días.

-Gracias por acompañarme.-se acercó un poco de mi pero me aparte antes de que me besara.

-No me beses.

-Pero la que me beso hace unos momentos fuiste tu.

-Fue porque nos estaban mirando.

-Esta bien.

-James ¿Me concedes un baile?

Estoy bailando con él, ¡Es que lo hace a propósito!

-Está bailando conmigo.-enarque una ceja.

-Pero lo puedes dejar bailar conmigo una pieza.-sujetó el brazo de James.

-Me temo que no, yo vine a acompañarlo como su esposa que soy, y sería una falta de respeto que me dejara sola.

Nos retamos con la mirada, no pienso ceder con esta tipa, menos con lo que me contó la otra mujer.

-Bueno el que debe decidir es James.-le sonrió, a MI marido, las dos lo miramos.

-Nataly, mi esposa tiene razón debo estar con ella. Soy un hombre casado y debo respetarla.

Le soltó el brazo, note que se tenso ante su respuesta, le sonreí mientras ella me miraba mal.

-Si tu lo dices, nos vemos después en el trabajo.

Se alejó de nosotros, después de un rato mas James decidió que era hora de regresar, yo estaba enojada, furiosa, no le dirigí la palabra, me molesta que esa tipa quiere sentirse algo que no es, ¿Y por qué tanta confianza entre ellos? Su relación debería ser estrictamente profesional. Detuvo el auto un momento.

-¿Que tienes?

-Nada.-respondí indiferente.

-Necesitamos comunicarnos Eileen, me interesa saber lo que te pasa.

-¿Quieres comunicacion? Bien, esa tipa rubia que se te acercaba demasiado es una igualada, no disimula para nada su interés hacia ti, y ni siquiera tratas de alejarla, una señora de ahí la cual no conozco me dijo que por respeto a mi no debías hablar con ella tan alejado de mi.-me crucé de brazos.

-Es mi asistente personal.

-¿Y por eso tanta confianza?

-Estas celosa.

-¿Por qué piensas eso si no te amo? Es una falta de respeto hacia mi que hagas ese tipo de cosas, ahi tenias a Nataly que seguro estaba más que dispuesta a casarse contigo. Le hubieras hecho esa proposición a ella.

-Lamento si te falte el respeto.-dijo serio y volvió a retomar el camino.

Al llegar me encerré en mi habitación, respire ondo, necesito calmarme, necesito una copa de vino, baje al primer piso, ahí estaba un mini bar así que me serví en una copa y comencé a beber hasta que perdí la cuenta.

James.

Mientras más trato de llevarme bien con mi esposa, ella siempre me aleja, realmente me gusta y no se porque me comenzó a gustar a pesar de que me es indiferente, pero bueno el corazón es masoquista. Me desperté por unos ruidos en la planta baja, después que algo se rompió, baje corriendo, encendí la luz y me encontré con Eileen hincada en el suelo y una copa en el suelo.

-¿Estas bien?.-comenzo a reir, me acerque a ella.

-Tienes... tienes un buen... vino.

-¿Cuántas copas te tomaste?

-No sé, creo que me acabe una botella.

Me acerque a ella, la levanté en mis brazos, no quería que se cortara con los vidrios.

-Bájame.

-Necesitas un baño para que se te baje.

-¿Me vas a bañar tu?.-volvio a reir.

-Mañana no aguantaras el dolor de cabeza.-entramos a su habitación, la acosté en la cama, miré la hora.-Son las 3 de la mañana, ¿A que hora comenzaste a beber?

-No me acuerdo.

Tenía los ojos cerrados, decidí irme a mi habitación, mañana debo trabajar. Me acosté de nuevo en mi cama, en unas horas le llevaré un café a Eileen, le dolerá la cabeza. Sentí un peso encima de mí, abrí grande mis ojos, me tomó por sorpresa.

-James...-susurro en mi oído.-Tengo frío.

-Te puedo llevar más cobijas para tu habitación.

-Me quiero quedar contigo.

Beso mi oreja y me lo mordió.

-Sabes... aún no hemos oficializado nuestro matrimonio.

-Estas... ¿Puedes quitarte de encima mio?

Junto sus labios con los mios, me encantaba besarla, su mano estaba en mi pecho, pase mis manos por su espalda, ella comenzó a quitarse el vestido, no puedo aprovecharme así de ella.

-Detente... para.

Se quito el vestido, estaba en ropa interior, el sostén no tenia tirantes y sus bragas eran del mismo color que el vestido.

-Hazme tuya.-susurro en mi oído.

-Si me pidieras esto sobria lo haría.-volví a besar sus labios.-Duerme conmigo.

-Vamos James... ¿No... no es lo que querías? Aquí me tienes.

Logre que se acostara a mi lado, la abrace a modo "cucharita" bese su cuello mientras ella suspiraba, hasta creo que le deje una marca pero después de su respiración se volviera tranquila, me quede dormido abrazado a ella.