( CHAPTER SIX ! )
" trató hecho. "

—¡Haaa! ¡Jonnie justo ahí! ¡Ah! —Namjoon empujaba dentro de su amante con duras embestidas que provocaban en ambos fuertes gemidos de placer.

—Jin... creo que voy a venirme —aviso el moreno moviendo su pelvis más rápido, mientras apretaba las sábanas y se concentraba en tener su propio orgasmo.

—Sigue, vengamos juntos. —Jin rodeo con sus piernas el torso de su hombre y sujeto sus anchos hombros para comenzar a moverse debajo suyo.

—¡Oh! ¡Demonios así, así! —Namjoon le  gimió profundamente en el oído, sintió las uñas de su amado encajarse en su piel y su respiración caliente en su cuello.

Y de esa forma luego de un delicioso vaivén ambos llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo, soltaron una que otro risilla completamente satisfechos, hasta que solo se escucharon sus respiraciones agitadas y el sonido de un apasionado beso antes de acomodarse en la cama y abrazarse.

—Me abandonas por más de dos semanas y recibes un premio, debería castigarte. —increpó Seokjin dándole un pequeño golpecito en el pecho.

—Lindo no sabes cuánto lo siento, realmente odio cuando dejo de verte, pero mi trabajo me ha estado consumiendo por completo, prometo recompensarte cuando termine todos mis pendientes. —juro Namjoon acariciandole lentamente la espalda con la yema de sus dedos.

—Está bien, lo entiendo solo estaba bromeado, sé que estoy saliendo con un hombre trabajador que siempre está ocupado. Veámosle el lado bueno, cuando dejamos de vernos nos extrañamos con más fuerza, y el resultado de eso es un grandioso sexo.

—¿Estás diciendo que mi sexo es grandioso? —preguntó mirándolo con una sonrisa mostrándole sus coquetos hoyuelos, mientras elevaba una ceja.

—No, tú sexo no es grandioso, me equivoqué de palabra... es espectacular. —corrigió para luego ser comido a besos por su hombre sacándole una que otra risilla—. Joonie espera, detente tengo algo que preguntarte.

—Dime ¿qué pasa?. —volvieron a mirarse.

—Es sobre tu amigo Jungkook. —dijo y entonces Namjoon puso un poco más de seriedad—. Quisiera que me contaras un poco sobre él, solo para confirmar si es el buen hombre que pienso que es, no quisiera que le hiciera daño a...

—Tu siempre tan preocupado por él, pareces su madre.

—No soy solo su madre, también soy su padre y claro que me voy a preocupar por él, Minie ha sufrido demasiado y no me gustaría que se hiciera ilusiones con un hombre que es igual que lo demás. —aclaró Jin poniéndose en el papel de padre sobre protector.

—Está bien, comprendo. Te diré, Jungkook es el sujeto más amable, considerado y honesto que he conocido, nos conocimos cuando íbamos en la Universidad y puedo asegurarte que es un buen tipo, lo único malo es que acaba de darse cuenta que es bisexual y que está en proceso de divorciase. —respondió.

—¡¿Qué?! ¿Divorciarse? ¿Es casado? —Jin se sentó abruptamente, sorprendido.

—En poco tiempo ya no lo será, yo soy su representante legal y lo más seguro es que ya este divorciado para agosto. —Namjoon le aclaró.

—Namjoon estamos en Mayo ¿qué tal si se arrepiente para entonces? Malditasea, tengo que decirle a Minie antes de que se haga más ilusiones. —se levantó de la cama y comenzó a ponerse su ropa rápidamente.

—¿Jin, qué haces? ¿A dónde vas? Regresa a la cama, cálmate y hablemos. Las cosas no son como piensas, acabo de decirte que Jungkook es un hombre honesto, y jamas se retractaría de divorciarse, la mujer con la que se casó es literalmente satán en persona, lo que más quiere él es divorciarse rápidamente, pero el proceso se está alargando por algunas dificultades. —trato de calmarlo siendo más específico pero el chico de cabello púrpura siguió tomando sus cosas.

—Sabes que es peor que este experimentando su sexualidad con personas, que fingía divorciarse solo para ilusionar a una persona.  —lo miró molesto—. Pero gracias al cielo Minie me tiene a mí, y yo no dejaré que le vean la cara de idiota, dile a tu amigo que se aleje de él.

Seokjin salió de la habitación y se dirigió a la puerta, enseguida Namjoon se puso su ropa interior y lo siguió.

Sujeto su mano para detenerlo.

—Jin por favor no hagas esto, tienes que creer en mí, si yo supiera que él solo lo está haciendo para ilusionar a Baby J lo detendría de inmediato. ¿Acaso piensas que yo te estoy mintiendo? Maldición Jin te adoro, jamás haría nada para herirte o herir a los que quieres, cree en mí. —le dio una mirada socorra.

—Tu más que nadie sabe las cosas horribles por las que hemos tenido que pasar Minie y yo... vivi en carne propia lo que es estar con un hombre casado que promete divorciarse, ¡solo estoy tratando cuidar a la persona que más aprecio!. —objeto con la voz rota y sus ojos llenos de lágrimas.

—Te prometo que con Jungkook las cosas son diferentes, por favor no llores que me rompes el corazón, ven aquí. —lo pego a su cuerpo y lo abrazo con un poco de fuerza, Jin se aferró a él y comenzó a llorar sobre su pecho—. Nunca dejaré que vuelvan a hacerte daño ni a ti ni a nadie, te adoro Kim Seokjin.

Al día siguiente Namjoon dio gracias al cielo de que Jungkook lo haya convocado a una reunión para darle seguimiento a su divorcio, de esa forma tendría la oportunidad para contarle lo que había pasado con Jin la noche anterior y hacerle saber sus preocupaciones.

—¿Lo ves? Incluso estando apunto de divorciarnos esa mujer sigue jodiendo mi vida. —protestó Jungkook fastidiado—. ¿Ahora qué debo de hacer? No puedo apresurar ese divorcio si es que ella se negó a firmar.

—Logré persuadirlo y ganarte más tiempo, le di un tiempo estimado de tres meses para que todo esto se solucionara, y por el momento se quedó tranquilo pero al alba, así que si esto no termina en tres meses te cerrará las puertas del corazón de Baby J. —le explicó Namjoon, intento suavizarlo, pero era imposible.

—Por una mierda. —se pasó la mano por el cabello frustrado—. Todo esto no estaría pasando si tan solo tú no le hubieras dicho nada.

—Lo siento hermano, pero en algún momento se enterarían y sería peor si se enteraran por alguien más que no fuéramos nosotros.

—Tienes razón. —suspiró con pesadez—. Pues no me queda más que presionar y presionar hasta obtener mi libertad, ojalá hoy obtengamos buenas noticias.

—Oremos hermano, oremos.

De pronto tocaron la puerta y era la secretaria—. Fiscal, su esposa ha llegado, la dejaré pasar de inmediato, con permiso. —aviso para luego irse rápidamente.

Jungkook detestaba que aún siguieran llamando a ese demonio su esposa, no veía la hora para quitarse eso de encima. Minutos después la secretaria regresó pero ahora acompañada de satán, le abrió la puerta dejándola pasar, Heejin se adentró a la oficina resonando sus afilados tacones en la madera del suelo.

—Aquí estoy. ¿Para que me llamaste? ¿Buscas tregua? Porque estoy abierta a negociar, todo depende si la más beneficia soy yo, pero me conformo con que me pidas perdón de rodillas. —dijo tomando asiento frente a los dos hombres.

—¿Trajiste la demanda firmada? Ha pasado un mes y no ha habido noticias sobre ello. —habló Jungkook serio.

—¿Cuál demanda? Oh claro... esa demanda, la demanda de divorcio ¿verdad?. Como te digo... pues, en cuanto me la diste la incineré en la chimenea. —respondió con una risa burlesca y despreocupada.

—¿Qué hiciste que? —Jeon frunció el ceño enojado—. ¿Entonces estás dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias?.

—Así es, pero creo que eso ya lo veías venir ¿no? Por algo está aquí tu abogado —miró al moreno—. Hola Namjoon ¿cómo te trata la vida? Te vez bien. —le saludo pero el otro se limitó a responderle.

—Con tu permiso Jungkook, procederé a mostrarle y a explicarle de qué se tratara todo esto. —Namjoon se levantó de su lugar y sacó una carpeta de su portafolio, yendo rápido al grano.

—¿Ahora qué? ¿Van a amenazarme para que firme? Andando háganlo, no lograran absolutamente nada. —afirmó Heejin con una sonrisa llena de ego.

—Vamos a demandarte por infligir daño moral intencional a una persona, en este caso a Jeon Jungkook, con adulterio. —mencionó el abogado.

La mujer soltó una risita.

—¿Ah si? No me digan ¿y cómo van a hacerlo? No tienen pruebas.

—Está eres tú ¿no es así? —Namjoon comenzó a dejar varias fotografías en el escritorio donde se veía a Heejin entrando a un motel de la mano de un hombre, y otras más subidas de tono donde se le veía en pleno acto sexual con el mismo hombre.

Enseguida se le borró la sonrisa, tomo las fotografías y un nudo se le hizo en el estómago, no podía creer lo que estaba viendo «¿cómo era esto posible? ¿En qué momento fui tan descuidada?» pensó ella entrando en pánico, enseguida miró a Jungkook quien la miraba con asco y luego al abogado que no tenía nada más que darle que una mirada llena de desdén.

—¿Qué es esto? ¿Cómo fue que consiguieron esto? ¡¿Acaso hiciste que me investigaran?! ¡Lunático! —vociferó levantándose y lanzándole las fotografías a Jungkook.

Él también se levantó y golpeó el escritorio con sus manos con fuerza.

—Yo te lo advertí, te dije que tomaría las medidas que fueran necesarias para obtener ese divorcio, así que... te regalo una última oportunidad, o firmas o nos vamos a juicio, tú eliges. —la miró firmemente a los ojos.

—Son unos malditos malnacidos. No déjare que se salgan con la suya ¿escucharon? ¡No lo permitiré! —exclamó y completamente furiosa se largo cerrando la puerta de un azote.

—No te preocupes, volveré hacer otro documento y se lo haré llegar con alguien de mi equipo, no tienes porque seguirte enfrentando a esa enferma. —dijo Namjoon, pero al mirar a su amigo se lo encontró llorando con la cabeza gacha—. Koo amigo ¿qué pasa? ¿Estás bien?.

—Entonces mis sospechas eran ciertas, esa... Heejin realmente me estaba siendo infiel, maldición soy un completo estúpido y yo antes intentado siempre arreglar nuestro matrimonio, como se debió haber reído de mí. —masculló entre lágrimas.

—Por eso no quería mostrártelo hasta ahora, sabía que dolerían aunque ya no hubiera nada entre ustedes, y no por ella, sino por tu orgullo y sentimientos. —Joon se le acercó y lo abrazó por los hombros dándole apoyo—. Pero no tienes que cambiar lo que eres ni cómo eres con los demás solo por lo que te hizo esa maldita bruja, seguro hay alguien allá afuera que te valorará y se merecerá esto tan preciado que eres y tienes para dar.

Jungkook lo miró y le sonrió lleno de gratitud, luego abrazo a su mejor amigo y siguió desahogándose en su hombro como siempre lo ha hecho.

[...]

Al final siempre había algo bueno, y por el momento la única luz al final del túnel de Jungkook era su adorado bailarín de cabello rosa. Días después regresó al club siguiendo al pie de la letra las instrucciones de Namjoon para poder ser agregado a la lista de privados de Baby J. Y para eso primero tenía que pagar una cuota para entrar a la lista, y estaba preparado para al menos pagar un millón de wones, pero se sorprendió cuando la mujer que atendía esto lo hizo pasar con el gerente diciendo que ya lo esperaban desde hace unas semanas.

—Señor, Jeon Jungkook, adelante puede pasar señor. —la mujer le abrió la puerta de la oficina, el pelinegro agradeció y después entró expectante.

Al localizar sentado en su escritorio al hombre que al parecer era el gerente, le saludó con una reverencia.

—Buenas noches, mi nombre es...

—Lo sé, todo aquel que sepa sobre impuestos y demandas sabe quién es, gran fiscal Jeon Jungkook ¿me equivoco? —dijo, y el ya mencionado se sorprendió, todavía no se acostumbraba a que tanta gente lo conociera, pero además sabía que en ese lugar lo harían de cualquier forma—. Siéntese ¿bebe?.

—Si, Whiskey a las rocas, por favor. —replicó tomando asiento.

—Aquí tiene —le entregó su trago y volvió a sentarse frente a él—. Es un honor tener a una figura del Poder Judicial tan famosa como usted por aquí. Pero me presentaré primero, mi nombre es Lee Minchol y soy el gerente de este club, dígame ¿que lo trae por aquí?.

—Es un placer también para mí. —replicó brindándole una leve sonrisa—. Y bueno, ustedes ya debería saberlo, la mujer de hace un momento me dijo que ya me esperaban cuando estaba intentado pagar...

—¿Para entrar a la lista de privados de los bailarines? Si, debo admitir que lo estábamos esperando, siempre ponemos atención a quien entra al club y cuando lo vimos a usted estábamos ansiosos porque llegara este momento, no entiendo porque tardo tanto. —explicó enérgico.

—Estaba asegurándome de algunas cosas, pero ya estoy aquí y estoy decidido a pagar lo que se necesario para obtener lo que quiero. ¿Podría ayudarme?.

—Está hablando usted con la persona indicada, no hay cosa que yo no pueda hacer pasar en este lugar, soy el dueño así que las limitaciones son... inexistentes. —rió entusiasmado—. Dígame señor fiscal ¿qué desea? O mejor dicho ¿a quien de mis hermosos bailarines desea?.

—Baby J, a él es a quien quiero. —respondió enseguida y sin chistar.

—Ese pequeño parece un amuleto de la suerte para el club, solo nos ha traído a la crema y nada de la ciudad, empresarios, magnates, herederos, mafiosos y ahora... hasta figuras del Poder Judicial. —mencionó con una larga sonrisa algo tétrica—. Nuestro Baby J sin dudas es muy popular, pero, por ser uno de nuestros clientes premium le otorgaremos el mejor de los lugares en la lista.

—Espero que ese sea el primero. —inquirió enarcando una ceja.

—Déjeme le cuento algo entre nos, como ya le mencioné nuestro lindo bailarín de cabello rosa nos ha traído a muchos personajes extravagantes, entre ellos personas que podrían hacernos daño, así que, a esas personas peligrosas les otorgamos más rápido las oportunidades, para prevenir desgracias —explicó—. Entonces a usted le tocaría un segundo lugar, que no es menos que el primero, no nada de eso, solo... estamos dando lo que está dentro de nuestras posibilidades.

Jungkook no estaba del todo satisfecho, pero era eso o nada. Y ademas no podía hacer nada para cambiarlo, ni quería porque entonces eso traería problemas al lugar donde su adorado chico trabaja, así que al final se resignó.

—El segundo lugar está bien. —respondió.

—¡Genial! Enseguida revisaremos las fechas disponibles ¿cuántas visitas a la semana quiere hacerle al bailarín? —le preguntó.

—Que más me gustaría que fuera toda la semana pero, prefiero hacerlo cuando no haga shows, de esa forma no estará tan cansado u ocupado.

—Que considerado es señor Fiscal, entonces le daremos los días que el chico no baile ¿está de acuerdo? —es azabache asintió—. Bien, ahora, hablemos de cantidades ¿cuánto está dispuesto a pagará?.

—Ya le dije, lo que sea necesario.

—Entonces, le parece bien ¿tres millones?.

—Hecho, le daré su número de cuenta a mi secretaria y ella le hará la transacción —dijo levantándose, satisfecho y listo para irse—. ¿lo requiere en efectivo o prefiere trasferencia?.

El hombre quedó boquiabierto pues no creía que él accedería a pagar tan fuerte cantidad y menos preguntarle que en qué forma quería el dinero.

—Uhm po-por trasferencia está bien, a-aquí están los datos de mi cuenta. —replicó el gerente dándole una tarjeta con su número de banco.

—Perfecto, a más tardar mañana a primera hora mi secretaria le hará llegar el dinero a su cuenta, y espero también que las fechas de mis citas con el bailarín sean notificadas a la brevedad posible. —Jungkook guardó la tarjeta en el bolsillo de su saco—. Fue un placer hacer negocios con usted, hasta pronto gerente. —hizo una reverencia y sin más se marchó.

A la mañana siguiente un par de horas después de que el dinero fue enviado, la secretaria de Jungkook le hizo una llamada dándole a saber que su primera cita estaba agendada para el día Sábado a las 9:00pm.

Jeon dejó el teléfono en el mesa y sonrió victorioso.