5.
( CHAPTER FIVE ! )
" el danzante de hamelín. "
—¿Qué es esto? —preguntó Heejin mirando de soslayo el sobre amarillo que Jungkook había lanzando sobre la mesa de centro.
—Es la demanda de divorcio. —contestó él sin ninguna expresión en el rostro.
La mujer rio entre dientes y luego le lanzó una mirada mortífera.
—¿De verdad harás esto? ¿Qué acaso no entendiste ni una palabra de lo que te dije la última vez que hablamos de esto?.
—No, al contrario, comprendí todo tan bien que por eso mismo hoy te pido que firmes ese documento lo más pronto posible. —le respondió pasivo agresivo.
—Llévate esta mierda de mi vista ahora mismo, y olvídate de que en algún momento te de ese divorcio, realmente te haz vuelto loco Jungkook.
—Tienes un mes, y si para entonces no has firmando ese documento, entonces mi equipo legal y yo tendremos que tomar ciertas medidas contra ti. —le indicó—. Así que te pido amablemente que firmes esa demanda sin hacer tanto escándalo.
—¡¿Acaso estás amenazándome?! —vociferó la mujer levantándose abruptamente del sofá.
—No, esto no es una amenaza, sino una advertencia. —Jungkook aclaró viéndola con desdén—. Termina con esta tortura de una vez, se libre y déjame ser libre a mí también.
—¿Por qué? ¿Acaso ya estás viendo a alguien a mis espaldas? ¿Es eso? —lo cuestionó apretando sus manos en un puño.
—Y si así fuera ¿qué? —respondió Jungkook, sin una pizca de resentimiento, mirándola directamente a los ojos—. Eso mismo me respondiste cuando yo te pregunté si me estás siendo infiel, y lo mismo te respondo yo ahora. Ese documento es la representación de que lo nuestro se ha acabado, hace mucho dejamos de ser un verdadero matrimonio ¿no es así? entonces... ¿qué más da si tú o yo estamos viendo a alguien más? —miro el reloj en su muñeca—. Y hablando de eso, mira la hora que es, se me hace tarde y ni siquiera pude cambiarme. —suspiro—. Me voy ahora, tienes un mes, haz lo que creas conveniente, adiós.
Jungkook giró sobre sus talones listo para irse, pero las palabras de su futura ex mujer lo detuvieron.
—No te dejaré ir muy fácilmente, primero voy a retenerte para destruirte y después te desecharé como una lata vacía, no tienes ni la menor idea de con quién estás tratando Jeon Jungkook. —le amenazo completamente furiosa.
El pelinegro la miró sobre su hombro y sonrió levemente.
—Créeme, me tienes sin cuidado. —y entonces sin decir nada más se marchó.
Esa noche regresé al club únicamente para poder ver bailar una vez más a aquel bello joven de cabellos rosados. Y aunque había llegado algo tarde, aún así terminé siendo hipnotizado con lo poco que logré ver de su baile; desde ese momento me di cuenta que sus atuendos siempre eran elegantes pero al mismo tiempo algo reveladores, siempre te dejaban deseando por más y al parecer eso era también lo que nos tenía tan obsesionados a todos. Cuando observé con más detenimiento su rostro me fijé en sus expresiones fáciles, que eran sumamente exquisitas, sabía exactamente que gestos hacer para hacernos creer que le estábamos haciendo el amor y eso era sumamente excitante, ahí te dabas cuenta que el maquillaje no tenía nada que ver.
La forma en que se movía era de otro mundo, se notaba que sentía la canción y que sabía controlar su cuerpo a la perfección, era un deleite visual verlo moverse por el escenario, moviendo sus caderas, hombros y piernas. Esa noche bailó la canción "Bambi", cabe aclarar que comencé a buscar y a guardar las canciones que él bailaba, para cuando necesitara recordarlo tuviera la perfecta imagen mental acompañada de música.
Y cuando el show terminaba te encontrabas a ti mismo con la boca entre abierta y el aliento robado, todo embobado e impresionado.
Y desde ese momento regresé una y otra vez durante todo un mes al club. Gracias a que Namjoon, o mejor dicho Jin me diera las fechas de los shows de Baby J de ese mes, se me fue más fácil saber cuando reservar la mesa más cercana al escenario para volver a verlo.
Regresé de nuevo el sábado por la noche y ese día apareció Jimin dentro de una enorme copa de martini, llevando puesto esta vez algo más "revelador" debido a que dentro de la copa había agua, pero lo más sexy no era que sus piernas estuvieran descubiertas, o que sobre sus clavículas se deslizaran gotas de agua, sino el como el agua hacía que su ropa se le pegara a la piel y como su cabello mojado caía sobre su frente. Y cuando "Agora Hills" se reprodujo sabía que tendríamos un gran show.
Baby J jugaba con el agua, movía su cuerpo y era sorprendente el hecho de que aún con lo reducido del espacio lograra bailar impecablemente, su coreografía era juguetona, te hacía creer como si esa copa donde estaba fuera la que estás bebiendo, incluso voltee a ver un segundo mi trago y me imaginé a un Baby J pequeño jugando entre los hielos y el whiskey de mi vaso. Y todo eso combinado con el lipsync que hacia de vez en cuando...
"Baby can you call me back? I miss you, it's so lonely in my mansión"
Me hacia sonreír, también pude imaginarlo diciéndome eso en una llamada y aunque todavía no tuviera el privilegio de escuchar su voz, un escalofrío recorrió mi rostro. Eso era lo fascinante de sus shows que te ponía a imaginar, un show realmente seductor y encantador sin dudas.
La siguen semana volví el viernes y luego el domingo. El primer día Baby J bailó con la canción "Flatline" y como siempre me sorprendió; esa vez bailó con los ojos vendados y ahí fue donde me demostró que conocía a la perfección su escenario, y digo suyo, porque dudo que alguien logre hacerlo tan suyo como él. La sensual y fuerte coreografía de esa noche fue hecha con suma precisión, jamás falló ni dudo aunque sus ojos estuvieran cubiertos, fue algo magnífico de ver y merecía la misma ovación de pie que reciben aquellos bailarines en los teatros.
El domingo también fue grandioso, bailó "Lost in the fire" y el atuendo que llevaba esa noche realmente lo hizo ver como un star boy; una chaqueta y un pantalón de mezclilla oscura cubierta completamente por pedrería, la camiseta que llevaba era de red de tirantes y sus botas de tacón de siempre le daban el toque etéreo.
Nuevamente me hipnotizó con una perfecta coreografía y durante esta lanzó hacia el público su chaqueta, y maldije por un momento al no haber sido el afortunado que atrapo su prenda, tal vez así hubiera podido tener la oportunidad de al menos olor su perfume, tener algo por lo más mínimo que fuera. Y al fijarme quien había sido el hombre afortunado me encontré con el tipo del baño, el rubio moreno que llevaba a su escolta, él también frecuentaba mucho el club de eso también me di cuenta.
Cuando terminó el show, pagué mis tragos y me retiré, después de que bailara Baby J yo ya no tenía nada que hacer allí, pero esa noche Jin me interceptó antes de llegar a la puerta.
—¿Jeon Jungkook? Hola, soy Jin ¿me recuerdas? —se acercó a él con una radiante sonrisa.
—Como no hacerlo cuando mi mejor amigo se la pasa hablando de ti. —respondió Jungkook regresándole la sonrisa.
—¿Es así? Que tierno. —rio en voz baja con las mejillas coloradas—. Me da mucho gusto volver a verte, estuve ausente en el club estas dos semanas por algunos asuntos, pero sabía de antemano que estarías aquí y más en estas fechas. —inquirió.
—Hablando de eso, gracias por decirme las fechas de los shows, realmente fue muy amable de tu parte y de gran ayuda. —Jeon hizo una pequeña reverencia de gratitud.
—Oh vamos, no es nada, le dije Namjoon que me agradaste bastante y además me das la impresión de que eres un buen hombre Jeon Jungkook, por eso quise ayudarte. —le hizo saber.
—Es agradable saber que la gente percibe eso de mí, espero no decepcionarte. —el azabache le brindó una apenada sonrisa.
—No lo creo. Pero en fin ¿ya te ibas?.
—Si, el show de Baby J terminó y no veo motivos para seguir aquí, me quedaría para charlar un poco más pero la semana ha sido agotadora y realmente necesito descansar, además no creo que sea lo más adecuado si estás saliendo con mi mejor amigo. —respondió.
—Entiendo, no te preocupes, después podremos tomar algo los tres. Ve con cuidado Jeon Jungkook, nos vemos luego. —Jin se despido con una sonrisa y una reverencia.
—Lo mismo para ti Jin, hasta pronto. —de la misma forma le respondió Jungkook y luego se marchó.
[...]
La penúltima semana llegó y yo por supuesto volví al club, primero el viernes y luego de nuevo el sábado. Era realmente vigorizante saber que cada fin de semana tendría dos shows de aquel espectacular joven de cabello rosa, terminando estupendamente mi semana.
Fue una sorpresa que esta vez Baby J estuviera acompañado de bailarines, pero por supuesto él siempre destacaba, no creo que exista alguien en el mundo que logre opacarlo. Bailó la canción "Mmmh" y tal y como la canción decía, su vestuario de esa noche me hizo decir Mmmh, mmmh; llevaba un traje sastre completamente púrpura, un sombrero del mismo color y sus botas de cuero negro de tacón, todo ceñido al espectáculo que tenía por cuerpo.
Fue una coreografía candente y lenta, interactuaba con los bailarines, y había un paso en específico que me tenía loco; su cuerpo se movía al igual que una ola, despacio llevaba sus caderas hacia atrás mientras levantaba el pecho y movía las piernas, pero las expresiones faciales eran la cereza del pastel como siempre. Y ya casi al final del baile, los bailarines lo levantaron, era como si él estuviera levitando, sin duda debe ser tan ligero como una pluma.
Al siguiente día volví a presenciar desde mi mesa el arte. Usó la canción "Tinnitus" y la sorpresa de esa noche era que la coreografía estaría acompañada de abanicos decorados con plumas. Fue un total espectáculo de elegancia y delicadeza, entonces eso me puso a pensar si Baby J había ido a una academia de baile, porque era sorprendente la forma en que sabía mover su cuerpo, no importaba si solo bailaba o si utilizaba utilería, él hacia su trabajo a la perfección. Esa noche me hechizó con el movimiento de su cuerpo y de los abanicos.
Al final como siempre recibió una muy merecía ovación de pie con aplausos ruidosos.
—Ese chico me está haciendo perder la cabeza. —murmuró Jungkook así mismo mientras aplaudía con una sonrisa y veía como Baby J bajaba del escenario.
[...]
La última semana del mes llegó y por nada del mundo me perdería los shows de ese fin, primero uno el sábado y después el otro el domingo, antes de esto toda la semana estuve como un perro desesperado antes de que le pongan su plato de comida, y era debido a que, además de ansiar ver los bailes que tanto me tenían fascinado, sabía que esa sería mi última semana antes de pedir entrar a la lista de espera para el privado. Y aunque no había tenido la misma suerte que Namjoon, al intentar captar la atención del bailarín, aún así estaba muy emocionado.
Por el momento me dediqué a ver el baile, y la novedad de esa noche de sábado fue que, por primera vez Baby J bailó una canción de género latino. Fue realmente sorprendente cuando "Cúrame" se reprodujo ¿ahora iba a bailar reguetón? ¿Qué seguía, ballet? Ese chico estaba lleno de sorpresas, tenía la receta perfecta para atraerte cada semana a ver su show.
Y entonces me quedé sin palabras cuando comenzó a bailar, movía sus caderas, trasero, hombros y cabeza tal y como lo harían un latino, dentro de su baile reunía los géneros más sobresalientes como la salsa, tango, samba e inclusive merengue pero de una forma un poco más lenta de lo común, sin perder lo candente que representa a los latinos. Ya por terminar, aparecieron dos rosas rojas, una la llevó en la mano y la otra la puso entre sus labios mordiendo el tallo, hizo un par de movimientos más y luego, primero lanzó la rosa que tenía en la mano aquel hombre de cabello rubio y piel morena que siempre estaba allí, y luego me lanzó a mí la que tenía en la boca, para luego sonreírme de la manera más juguetona provocando que me derritiera en mi lugar.
No podía creerlo, me noto, finalmente logré que se fijara en mi, solo había lanzado dos rosas y una de ellas había sido para mí, me sentía tan afortunado, y ahora, lleno de confianza para entrar a su lista de espera.
—¿Me decías? Creí que no te interesaba aquel hombre del que te hablé, el amigo de Namjoon que siempre está en tus show y el mismo al que hoy le sonreíste y lanzaste una rosa. —inquirió Jin cuando bajo del escenario y caminaron hacia los vestidores.
—¿Qué tratas de decir? Solo es una pequeña recompensa —respondió el joven de cabello rosado con la respiración aún agitada—. Luego del tercer show al que vino comencé a notarlo, siempre en la misma mesa y siempre con la misma expresión. —mencionó sentándose frente al espejo.
—¿Qué tipo expresión?.
—La expresión de un hombre que... observa algo con fascinación. —se miró al espejo y soltó un ligero suspiro—. En fin, si es que tanto me anhela ¿por qué aún no ha reservado un privado conmigo? Solo es un morboso charlatán más.
—No comas ansias, te puede sorprender en cualquier momento. —Jin se inclinó tomándolo de los hombros para mirarlo por el espejo—. Pero por lo que puedo ver ya estás interesado, tú nunca demandas un privado.
—Es solo... curiosidad —encogió los hombros restándole importancia—. Además, mis ojos siempre van a mirar en dirección a un hombre guapo, tiene ese porte y elegancia que me gusta, creo que... puede ser de mi tipo.
—Lo sabía, coqueto. —le apretujó la mejilla y ambos rieron.
[...]
El último show llegó, era domingo y no podía estar más feliz. Después de que me lanzara esa rosa, que por cierto la cuido como si fuera la rosa de la película "La bella y la bestia", me sentí más enérgico y lleno de entusiasmo, aunque mi vida fuera de ese club estuviera como la mierda. En fin, el show comenzó y me acomodé en mi lugar listo para ser hipnotizado una vez más.
Se desprendió humo en el escenario y desde el techo comenzó a bajar un tubo de metal que se posicionó en medio del escenario. Y mientras se reproducía "Love is a bitch" Baby J, seductor como siempre se movió con pasos lentos, moviendo sus piernas largas y tonificadas de forma sensual hasta llegar al tubo de metal. Y de pronto entre en cuenta que aunque en ese tipo de lugares se acostumbra a bailar en tubos, Baby J no lo había hecho hasta ese día, esa era la sorpresa de esa noche, verlo bailar de esa forma.
Pole dance es como una vez escuché que le llaman realmente a ese tipo de danza. Y la forma en la que Baby J hacía Pole dance era criminal; comenzó a bailar de forma lenta inmediatamente envolviéndome en su aura seductora, nada era sucio ni vulgar como en esos burdeles de mujeres a los que había ido en mi juventud, lo que él hacía era sensual rayando con lo elegante. Se subía con gran facilidad al tubo, giraba e incluso parecía como si levitara, jugaba con el tubo, hacía maniobras y posiciones que sin duda eran arte, seguro aprender eso fue difícil y lograrlo hacer como él, casi imposible.
Y al final de su baile, se bajó del tubo y gateó lentamente hacia la orilla del escenario, justo frente a mi, y una vez más volvió a sonreírme y de nuevo yo perdí el aliento, de pronto nuestras miradas conectaron, nos quedamos mirándonos directamente unos segundos hasta que la música terminó y las luces se apagaron, cuando las volvieron a encender él ya no estaba allí.
¿Qué carajo había sido eso? ¿Acaso es un sueño? Si es así jamás me despierten. Ahora jamás voy a poder borrar de mi mente esos lindos ojos avellana y esa hermosa sonrisa que los decora. El mes había concluido de manera ideal, con shows realmente impresionante que sin duda me orillaron a tener lo más pronto posible ese privado, todo lo que había visto jamás se borra de mi memoria.
[...]
Las reglas de los privados eran sumamente estrictas, no hostigar, no lanzar y principalmente no tocar al bailarín, y dentro de lo que estaba permitido no solo era charlar y darles propinas, sino también podían ordenarles a los bailarines que hiciera lo que quisieras dentro de lo permitido como: bailar, desnudarse o ambas, bailar desnudo.
—Tienes el rostro de un ángel. —le dijo el hombre de piel morena y cabello rubio mientras el bailarín lo miraba a los ojos y al mismo tiempo se subía su ropa interior de seda—. Dime Baby J ¿a qué sabe tu sexo?.
—A cielo —soltó en un resueño con una sonrisa apasionada, y el moreno se vio complacido por esa respuesta.
—¿Hacer esto te excita? —volvió a preguntarle, mientras el pelirosa daba vueltas alrededor del tubo que sostenía con una de sus manos.
—A veces —respondió.
—Mientes, lo dices porque crees que a mí me excita saber que a ti te excita el que yo te excite a ti. —inquirió.
—¿Eso crees? —Baby J comenzó a juguetear, siempre lo hacía en cada uno de sus privados, esa era su personalidad allí dentro o tal vez era su escudo, mostrarse juguetón y condescendiente, siempre funcionaba—. Sabes que yo mismo me excito cuando bailo o me desvisto frente a un extraño.
—Es fácil claro... —se encontró con las hermosas piernas tonificadas y largas del bailarín, suspiró deseosos—. Oh cariño, eres sagaz.
Se inclinó hacia él dejando sus rostros bastante cerca y murmuró—. ¿Quieres que me excite por ti, Kim Taehyung?.
—Quiero que me digas tu nombre y el porqué de un momento a otro estas dándole atención a otro hombre, y si, estoy hablando del tipo que siempre se sienta frente al escenario y ha venido a todos tus shows. —preguntó abruptamente.
Baby J se bajó de la mesilla de baile para recostarse sobre el sofá y mirar al rubio mientras alzaba su pierna descubierta donde usaba como decoración un ligero donde siempre le ponían las propinas. Casi nunca utilizaba ropa con ese hombre ya que siempre le pedía que se desnudara, así que siempre escogía la ropa interior más sexy y bonita.
—¿Te pago? —Taehyung le colocó un billete en el ligero.
—Gracias, mi nombre es Baby J y a ese hombre solo lo trato como un cliente más. —respondió con completas mentiras, no estaba prohibido decir su nombre real, pero jamás se lo daría a ninguno de sus clientes.
—Tu nombre real, y tú jamás miraste a nadie más así, ni siquiera a mí cuando comencé a venir, dime la verdad. —volvió a poner otro billete.
—Gracias —el rosado se sentó con las piernas extendidas sobre el sofá—. Mi nombre es Baby J, y ese hombre solo es un cliente.
—Ten cuidado. —insistió y al bailarín le causó gracia ver como colocaba otro billete en su ligero.
—Gracias... —sonrió—. Soy Baby J, el hombre solo es un cliente más.
—Tengo otro seiscientos mil disponibles, porque no te los entrego todos ahora y me dices cuál es tu verdadero nombre y cuáles son tus intenciones con ese hombre. —exclamó y lanzo al sofá todo el montón de billetes que llevaba en su bolsillo.
—Lo prometo, gracias. —junto todos los billetes y se los puso dentro de la ropa interior—. Mi nombre real es simple... Baby J, y no quiero nada con nadie. —respondió simplemente.
—Puedo ser rico pero no estúpido. —el rubio se veía enojado.
—Que pena me encantan ricos y estúpidos.
—¡No tienes que burlarte de mí! —le gritó Taehyung en el rostro asustándolo.
—Te ofrezco una disculpa. —en ese momento el bailarín se levantó y comenzó a tomar todas sus cosas.
—La aceptó. Todos los chicos de este club son unos robots sin sentimientos, muñecos de cocaina y tú no eres diferente, se cambian el nombre buscando ser otra persona, para no sentir vergüenza de mostrar los genitales a gente completamente extraña ¡trato de tener una conversación! —vociferó.
—Se te acabó el tiempo.
El pelirosa camino hacia la puerta decidido a irse.
—¡Pague horas extras! —lo hizo detenerse y se acercó a él—. Contéstame una cosa ¿alguna vez has deseado algún cliente?.
—Si —murmuró acercándose a los labios del moreno peligrosamente, tentándolo o mejor dicho torturándolo, sabiendo muy bien que no podía tocarlo.
—Entonces acaba con mi pena ¿me deseas? Porque todo este tiempo que he venido te he dejado ver mis intenciones.
—¿Tus intenciones?. —frunció el ceño.
—Lo que sea, solo quiero que... seas por una maldita vez honesto conmigo.
El bailarín lo miró a los ojos y con una sonrisa casi burlona comenzó a negar lentamente con la cabeza.
—No, no te deseo. —respondió.
—Entonces escucha mis palabras Baby J, lograré como sea que me desees, porque yo te deseo con toda mi jodida alma, tanto lo hago que incluso yo Kim Taehyung el mafioso mas temido de toda Seúl, acostumbrado a todo, hacer lo que quiera y con quien quiera, sigo un maldito reglamento de un sucio burdel, solo por ti ángel. —dijo mirándolo con ojos socorros—. Así que... no me falles, no sabes de lo que soy capaz si me entero que deseas a alguien más que no sea yo.
Nota: chicxs no describo al 100% lo que usa jm porque la temática se presta para ponerle todo tipo de atuendos eróticos femeninos, y lo que menos quiero es hacer eso, recuerden no es un burdel, es un club de baile, como en la película burlesque, es sexy pero no morboso.
Ya tengo una playlist de la historia, solo falta agregar un par más de canciones que puedan llegar a ser spoilers, pero pronto se las haré llegar para que puedan disfrutan de la música mientras leen.
nuestro lindo mafioso, tae 💓
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