23.
( CHAPTER TWENTY THREE! )
" out of time. "
—Prueba —Jimin, abruptamente le metió la cuchara en la boca a Jungkook, preocupado—. ¿Qué piensas? ¿Le falta algo?.
—Ehhh, no llo queo—trató de responder y saborear, con la gran cuchara de madera obstruyendo su boca.
—Creo que le falta sal —le sacó la cuchara de la boca, para luego tomar la sal y acercarla al estofado, pero en eso Jungkook le sujetó la mano deteniéndolo.
—Para, estas siendo demasiado perfeccionista, no tienes porque preocuparte demasiado, a ellos les encantará —dejó en la mesa el salero, para tomar a su novio de los hombros y hacer que lo mirara—. Debes relajarte un poco, sé que conocer a mis padres te pone nervioso pero...
—Nervioso no ¡súper mega híper nervioso! —corrigió, con el rostro lleno de angustia—. Todos estos días he cocinado junto a Jin, preparándome justo para este momento, porque son tus padres Jungkook, y quiero sorprenderlos, o mínimo dejarles una buena impresión, no quiero que piensen que además de cambiarte la orientación sexual, resultó ser un mal hombre para ti.
—Amor, estás sobre pensando demasiado y eso no es bueno —le acarició la cabeza y le brindó una sonrisa para calmarlo un poco—. Si ellos creen eso, eso no cambiará el hecho de que te amo. Y pienso que con el simple hecho de hacerme feliz ya haz ganado muchos puntos a tu favor, más este delicioso estofado y tu grandiosa personalidad, sé que van a amarte.
—¿Eso crees de verdad? Cielos, estoy temblado de miedo, no quiero arruinarlo —dejó caer su cabeza sobre el pecho de Jungkook, y enredó sus brazos al rededor de su cintura—. Por favor no me dejes arruinarlo.
—No harás nada para arruinarlo, deja de pensar así. Hemos preparado un cena estupenda y para ellos eso suficiente, vernos felices y enamorados solo es un extra que los dejará tranquilos, así que solo no dejes de amarme.
—Jamás haría eso —Jimin subió la mirada viéndolo—. Te amo demasiado y nada hará que deje de amarte, incluso si tus padres llegan a odiarme, me aferraré a ti con todas mis fuerzas.
—Ellos no van a...
El timbre sonó. Los invitados de honor había llegado.
—¡Mierda llegaron! —nuevamente el pelirosa se puso frente a la estufa, mirando toda la comida con preocupación.
—Yo los recibiré ¿por qué en mientras llevas la comida la mesa y respiras un par de veces? Tranquilo, lo harás bien. —le dio un beso rápido y después se dirigió a la puerta.
La puerta se abrió, y Jungkook sonrió con alegría al encontrar allí a sus padres igual sonriendo. Enseguida los saludó con un abrazo y los hizo pasar.
—Que bonita casa tienes hijo, es muy espaciosa. —señaló su padre mientras se cambiaban los zapatos.
—¿En serio? Estaba pensando en el futuro comprar una casa propia real, allá en Busan de hecho. —les hizo saber.
—Un paso a la vez cariño, no es bueno ser ambicioso. —agrego su madre—. Este departamento es hermoso y suficiente por ahora, además seguramente vivir en esta zona es muy costoso.
—No te preocupes mamá, mi trabajo me proporciona este tipo de comodidades y más. Pero tienen razón, una casa podría ser excesivo en este momento. —suspiró y miró a su alrededor—. Además he creado buenos recuerdos aquí.
—Mmmh, huele muy rico hijo ¿nos haz preparado comida? —preguntó la señora Jeon olfateando con una sonrisa.
—En realidad los créditos no son para mí. Vamos al comedor, síganme.
Los llevó hasta el comedor, donde surgía aquel delicioso olor, pues la comida ya estaba colocada sobre la mesa, junto a una linda vajilla y velas como decoración. Además, se encontraron también con un lindo joven de cabello rosado, que llevaba ropa oscura con un suéter rojo, y servía cuidadosamente vino en las copas.
—¡Oh! —se sorprendió al notar la presencia de los mayores. Inmediatamente dejó la botella sobre la mesa y se paró frente a ellos para hacer una reverencia—. Señores Jeon, bienvenidos. Les he preparado esta comida que espero y disfruten —se enderezó para sonreírles de forma dulce.
—Papá, mamá —Jungkook se colocó junto a su chico y lo tomó por los hombros—. Les presento a Park Jimin, mi novio
Jimin hizo una nueva reverencia—. Es un placer conocerlos, bienvenidos.
—¿Tú preparaste todo esto? —preguntó la madre de Jungkook, sorprendida.
—Así es, preparé Sundubu Jjigae, Jjimdak, Bulgogi y algunos Mandus. Espero lo disfruten —respondió Jimin.
—Vaya, muy buen trabajo muchacho, todo se ve delicioso, no puedo esperar para probarlo.
—No esperes más, papá, ya hay que sentarnos —dijo Jungkook, sonriendo.
La familia se sentó en la mesa, y Jimin comenzó a servir la comida. La madre de Jungkook probó el Sundubu Jjigae y sonrió.
—Esto está delicioso, Jimin. Eres un excelente cocinero —señaló.
—Gracias, señora. Me alegra que disfrute de la comida —respondió, sonriendo.
El padre de Jungkook probó el Jjimdak y asintió con la cabeza.
—Esto también está muy bueno, Jimin. Sin duda tienes un talento especial para la cocina —acotó.
Jungkook lo miró con una sonrisa de orgullo.
—Así es, Jimin se ha esforzando mucho, es un excelente cocinero. Y también es una persona increíble —mencionó.
—Estamos muy felices de que nuestro Jungkook haya encontrado a alguien como tú, Jimin. Eres una excelente adición a nuestra familia —dijo la señora Jeon mirando al joven de cabello rosado, con una sonrisa cálida.
Él se sonrojó y miró a su novio, quien le asintió levemente con la cabeza dedicándole una sonrisa.
—Gracias, señora Jeon. Me siento muy afortunado de estar con Jungkook, él es un hombre maravilloso. Han hecho un trabajo fantástico criándolo, estoy agradecido de haberlo conocido y de ser parte de su familia —respondió, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza.
Jungkook completamente enternecido por las palabras de su novio, se acercó para besarle la frente dulcemente.
—Gracias, tú también eres maravilloso, y especial también.
Era indudable lo perdidamente enamorados que se encontraban esos dos, y los señores Jeon además de darse cuenta de esto, también vieron a un Jungkook que jamás habían visto, tan ensimismado en el amor, tan atento, tan simplemente enloquecido por quien ama. Darse cuenta de esto, sirvió para confirmar que Park Jimin, era el indicado para su hijo.
La familia continuó disfrutando de la comida y la compañía mutua, charlando y disfrutando del gran vino que se había servido.
La madre de Jungkook se inclinó hacia adelante, con una sonrisa curiosa.
—Jimin, cuéntanos un poco sobre ti. ¿Cuáles son tus hobbies? ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? —le preguntó.
Jimin sonrió y se acomodó en su silla.
—Amo bailar, señora Jeon. Durante algunos años he utilizado el baile para expresar mis sentimientos de una manera creativa y además, es una actividad que me relaja mucho. —respondió—. Pero además de eso, he descubierto en este último tiempo que soy bueno en la cocina, aunque su hijo siempre trate de alejarme ya que él también ama cocinar. —agregó.
El padre de Jungkook asintió con la cabeza.
—Eso es fantástico. El baile, y aunque suene sorprendente, la cocina también, son excelentes formas de expresarse. —acotó—, ¿Y qué hay de tu familia, Jimin? ¿A qué se dedican tus padres? ¿Tienes hermanos o hermanas? —preguntó.
Jimin se detuvo por un momento, su expresión se apagó, entonces Jungkook lo tomó de la mano y lo miró como diciéndole "si no quieres responder no lo hagas" ya que él también había hecho una pregunta referida a sus padres, y no había salido bien, así que estaba listo para desviar el tema, pero entonces Jimin respondió:
—Tengo dos hermanos, señor. Hoseok y Jin son sus nombres, Jin es el mayor y Hoseok es el menor, ambos siempre me ha apoyado en todo lo que hago. Mi familia es pequeña pero es muy importante para mí. —sonrió de nuevo.
La madre de Jungkook asintió.
—Eso es maravilloso. La familia es muy importante, seguramente te llevas muy bien con ellos. —continuó—. ¿Y qué hay de tus planes para el futuro, Jimin? ¿Tienes algún sueño o meta que te gustaría alcanzar? Te vez muy joven, tienes una vida por delante. —preguntó.
El pelirosa miró a su novio antes de responder.
—Me gustaría continuar bailando y tal vez algún día estar en una obra y bailar en algún lugar importante. También me gustaría viajar por el mundo y experimentar nuevas experiencias. Y, por supuesto, me gustaría construir una vida feliz con su hijo, no hay cosa que yo más desee que eso. —replicó, con calidez.
—Claro que sí, seguramente van a poder vivir muchas experiencias nuevas juntos. Y me alegra que tengas sueños y metas, te deseo que cumplas todo lo que te propongas muchacho. —le dio una sonrisa y el pelirosa se la regresó lleno de gratitud.
Jungkook sonrió y tomó la mano de Jimin, mirándolo con una mirada emocionada.
—Bueno, interrumpo para darles un anuncio —habló, pausando un momento para crear suspenso—. He estado pensando en crear una escuela de artes, donde se impartirán diferentes tipos de clases. Entre estas, danza y música. Ya que como saben, mi mayor sueño siempre fue componer música, y que mejor que hacerlo mientras enseño a otros.
Jimin se sorprendió y miró a Jungkook con la boca abierta, como si no pudiera creer lo que estaba escuchando.
—¿Qué? ¿En serio? No sabía nada sobre eso —su voz llena de emoción.
Los padres de Jungkook se sorprendió también, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y curiosidad.
—¿Una escuela de artes? ¡Eso es un proyecto ambicioso, Jungkook! ¿Y qué pasará con tu puesto como fiscal? —preguntó su padre, su voz llena de preocupación.
Jungkook sonrió, su rostro radiante de emoción.
—No te preocupes, papá. He estado pensando en esto y... continuaré siendo fiscal por un tiempo, ya que aún estoy en preparativos de esta escuela, pero cuando llegue el momento... finalmente seguiré mis sueños. Creo que es el momento perfecto para hacerlo. —explicó, su voz llena de convicción—. Además, quiero que Jimin sea el maestro de danza.
Park abrió sus ojos un poco de más, sorprendido, y miró a su novio con una mezcla de emoción y sorpresa.
—¿Yo? ¿Maestro de Danza? No sabía nada sobre esto ¿cómo es que tú...? —deteniéndolo, su voz llena de incredulidad.
Jungkook se rió y abrazo por los hombros a su chico, mirándolo con una mirada emocionada.
—Lo sé, lo sé. Pero amor ¿no te gustaría serlo? Puedo ver cómo te apasiona la danza, y sé que tienes tus propias metas pero...
—Lo haré —respondió sin chistar—. Quiero hacerlo, hagámoslo. —respondió, su voz llena de emoción.
La madre de Jungkook se puso de pie, con una sonrisa en su rostro.
—¡Esto es maravilloso! ¡Una escuela de artes es un fantástico proyecto! —exclamó, abrazando a su hijo—. Jungkook hijo, ya nos haz complacido bastante con este sueño que teníamos tu padre y yo de convertirte en fiscal, y lo más prudente ahora sería animarte para que sigas tus propios sueños. Así que hazlo, nosotros estaremos para apoyarte en cada paso.
El señor Jeon asintió con la cabeza, una sonrisa en su rostro.
—Sí, es un gran proyecto hijo. Estamos orgullosos de ti, Jungkook —dijo para también unirse al abrazo—. Serás un buen director, así como eres ahora un gran fiscal.
Jungkook sonrió, su rostro radiante de emoción.
—Gracias, papá. Gracias, mamá. Esto significa mucho para mí. —declaró, abrazando a sus padres—. Aunque sin duda, toda esta motivación se la debo a Jimin —se separó de ellos para mirar al mencionado—. Él ha sido mi motor y también mi inspiración. Sin él... no podría atreverme a hacer nada de esto.
—Puedo verlo con claridad. Hace tanto no te había visto tan feliz, hijo. —concordó la señora Jeon—. Jimin, cariño ¿por qué no vienes aquí? Ahora eres parte también de los Jeon, anda no seas tímido.
Jimin sonrió y se unió al abrazo, sintiendo una sensación de pertenencia y felicidad.
Todo había salido espléndidamente. Al parecer los padres de Jungkook ahora estaban comenzando a abrirse en muchos temas, tanto como en la nueva orientación sexual de su hijo y en este sueño que siempre tuvo. Ser comprensibles era lo que se habían propuesto a ser desde que aceptaron su noviazgo con Jimin, a quien después de esta noche consideraban parte de la familia, luego de ganarse su aprecio con una facilidad genuina.
Ver a su hijo con esa vida tan feliz y plena era lo que siempre quisieron. Así que, no había más que decir, solo felicitarlo y festejarlo por todos sus logros, y apoyarlo con todos sus sueños, como antes no lo hicieron. Ahora estaban tranquilos, su hijo estaba enamorado y vivían la vida que se imaginó cuando era universitario. Así que... ¿qué malo podría pasar?.
—Gracias por venir, pronto iremos a visitarlos a Busan, vayan con cuidado. —los despidió Jungkook en la puerta, y anteriormente ya se habían despido del joven de cabello rosa al salir de la mesa.
—Claro que sí cariño, los recibiremos con una comida igual de deliciosa. —replicó su madre, para luego tomarlo de las manos y mirarlo con una sonrisa—. Es maravilloso, Jimin es un buen chico para ti, es notorio en todo este cambio que está haciendo en tu vida, además de que... jamás había visto que miraras a nadie como lo miras a él.
—Nos alegra que hayas encontrado el amor real, hijo. —agregó su padre—. Vivan felices y ámense tanto como puedan, aunque se nota que lo hacen y mucho. ¿Ya están viviendo juntos?.
—No aún no. Hemos decidido seguir viviendo cada uno por separado, nos vemos un par de días durante la semana, y los fines de semana él se queda, es algo más saludable. Aunque claro que me encantaría vivir con él en el futuro. —respondió.
—Muy bien pues, te dejamos en buenas manos. Nos vemos la próxima vez cariño, llamen a menudo y vayan cuando tengan tiempo ¿si? Son siempre bienvenidos.
—Así lo haremos, adiós mamá, adiós papá. —se despidió de ambos con cariño, y luego volvió adentro. Fue a la sala de estar, escogió uno de los vinilos del estante y lo colocó en el toca discos, y pronto una melodía tranquila comenzó a escucharse inundando la casa.
—Tus padres son fantásticos, Jungkook. —escucho la voz de su novio al fondo.
—Ven aquí. —extendió su mano, con la palma extendida hacia arriba la cual recibió la de Jimin. Lo pegó más a él y colocó su otra mano en su cintura, e instintivamente el pelirosa colocó su mano desocupada sobre el hombro de Jungkook, dejándolos en una perfecta posición para comenzar a bailar—. ¿Bailamos? —lo invitó.
—Me encantaría. —respondió con una sonrisa.
La habitación estaba iluminada solo por la luz de las tenues lámparas en las esquinas, creando un ambiente cálido e íntimo. Jungkook y Jimin se encontraban en el centro de la sala, frente a frente, con los ojos cerrados y las manos entrelazadas."Out of Time" sonaba de fondo y ellos se dejaron llevar por el ritmo.
Comenzaron a bailar un vals lento y lleno de pasión, moviéndose al compás de la música. Jungkook guiaba a Jimin con suavidad, y él se dejaba llevar por la fuerza y la gracia de su novio. Sus cuerpos se movían en perfecta armonía, como si fueran uno solo.
—Alguien entró a clases de baile —bromeó Jimin en un susurro.
—Bueno, tú aprendiste a cocinar para prepararles esta grandiosa cena a mis padres, yo también quise hacer algo por ti —respondió sonriendo, haciendo enternecer a su novio.
A medida que la música avanzaba, ellos se acercaban más y más, con los ojos cerrados y sus rostros casi tocándose. Jungkook abrió los ojos y miró a Jimin con una mirada llena de amor y adoración. El pelirosa sonrió y devolvió la mirada, sus pequeños ojos brillando con felicidad.
La música llegó a su punto culminante, y ellos se detuvieron por un momento, con los brazos alrededor del otro. Jungkook besó la frente de Jimin, y este suspiró de felicidad.
—Te amo ¿sabías eso? —murmuró Jimin.
—Claro, y también te amo, mi amor. —le sonrió—. Hoy lo hiciste muy bien, mis padres están tan encantados contigo tanto como yo, no cabe duda que eres mi otra mitad. —respondió Jungkook, apretándolo contra su pecho.
—Y yo no podría estar más feliz por eso.
Luego, continuaron bailando, perdidos en su propio mundo de amor y pasión. La música los envolvía, y ellos se dejaban llevar por el ritmo, moviéndose en perfecta armonía.
En el final del baile, Jungkook tomó a Jimin por la cintura y la hizo girar suavemente, inclinándolo hacia un lado. Jimin se dejó caer, confiando en su novio para sostenerlo. Jungkook la sostuvo con fuerza, mirándolo con una sonrisa. Y en ese momento, se inclinó hacia adelante para besar los pomposos labios de su chico y besarse suavemente.
Luego, soltaron risitas bajas, disfrutando del momento y de la cercanía entre ellos, con la música resonando en sus corazones.
Heejin se adentró al club exótico con una mezcla de desagrado y determinación. No era un lugar que le gustara, pero necesitaba hablar con una persona muy importante, y sabía que lo encontraría allí. A medida que entraba, la música fuerte y las luces brillantes la golpearon como un golpe en el estómago. Se detuvo un momento, mirando a su alrededor con una mezcla de sorpresa y asco.
Sus ojos se abrieron de par en par al ver a los hombres bailando en el escenario, sus cuerpos casi desnudos moviéndose de manera sensual y provocativa. Heejin se sintió como si hubiera sido transportada a un mundo completamente diferente, uno que no entendía ni aceptaba. Su rostro se torció en una mueca de desagrado, como si hubiera probado algo amargo.
¿Cómo podían los hombres comportarse de esa manera? Era tan antinatural y repugnante. Además de que, ver todo eso la hizo revivir ese sentimiento de humillación, al recordar como su ex esposo, Jungkook, también había estado allí. Que él hubiera podido caer tan bajo como para enamorarse de uno de esos... sucios bailarines. ¿Cómo podía Jungkook haberla dejado por alguien como ellos?
Heejin siempre había sido una mujer despótica y creída, acostumbrada a salirse con la suya. Y la idea de que Jungkook hubiera elegido a alguien como Park Jimin sobre ella era inaceptable. Aunque por eso mismo se encontraba allí, para poder vengarse de una buena vez por todas.
Su mirada recorrió el lugar, viendo a los hombres, aparentemente los clientes, sentados en las mesas, bebiendo y mirando a los bailarines con una mezcla de deseo y lujuria. Y entonces, entre todos ellos, encontró a quien buscaba, rodeado por guarda espaldas, mirando también el show, un hombre de traje rojo sangre y cabello rubio.
Carraspeó con fuerza, llamado la atención del hombre y de sus guardaespaldas.
—Buenas noches ¿es usted Kim Taehyung? —preguntó, con una sonrisa llena de malicia.
—Depende quien pregunta. —la volteo a ver, su rostro sin ninguna emoción, con ojos ojerosos y con un aspecto desalineado.
—Mi nombre es Seo Heejin, seguramente haz escuchado de mí. —quiso acercase a él, pero uno de sus hombre la detuvo.
—Seo Heejin —repitió el rubio, al tiempo que hacía un ademán para que su hombre la dejara acercase. Sabía bien quién era—. Tenía el presentimiento de que íbamos a conocernos muy pronto. Toma asiento —le señaló el sillón de alado.
—Seguramente es porque ambos tenemos el mismo propósito. —respondió sentándose.
—Lo siento, que esté despechado no significa que me uniré a la liga de la justicia. —chistó.
—No hablo de hacer el bien, sino el... mal.
—Continúa —le tomó atención.
—Seré directa. —comenzó—. Sé que tenías sentimientos por un bailarín de este club. ¿Baby J, se llamaba? Y que te rechazó por... Jeon Jungkook ¿no es verdad?.
—¿Como es que sabes todo eso, muñeca? —la miró entornando los ojos.
—No eres el único con gente eficiente para saber sobre la vida de los demás. —replicó perspicaz—. Como sea, ese hombre era mi esposo, y se convirtió en ex luego de algunos percances y también porque se enamoró de tu preciado bailarín.
—Lo suponía. ¿Quieres regresar con él acaso? O ¿cuál es tu punto?.
—No, no quiero regresar con él, solo quiero hacerlo trizas, quiero verlo sufrir y rogar por perdón a mis pies. —masculló, con rencor—. Él me humilló a mí y a mi familia, y no estoy dispuesta a pasarlo por alto.
—Me agrada. Ese idiota fiscal tampoco me cae bien, él me quitó a Baby J y se burlo de mí en mi cara, yo también quiero verlo sufrir. —concordó—. ¿Cuál es el plan para lograr eso, Seo?.
—Arrebatándole lo que más le importa.
—Ni te atrevas a pensar en hacerle algún daño a Baby J, él es mío y lo quiero ileso. O de lo contrario te mataré. —espetó.
—Despreocúpate Kim, solo vamos a quitárselo ¿tú quieres tenerlo, verdad? Pues lo tendrás, solo tienes que seguir mis instrucciones.
—¿Qué quieres que haga?.
—¿Qué tipo de drogas tienes a tu alcance?.
—Las que requieras, muñeca. —sonrió maliciosamente.
—Perfecto.
Es probable que los próximos capítulos tarden en ser publicados, ya que me encuentro muy ocupada y el proceso de escritura se ha vuelto lento. Espero que todxs tengan paciencia, trabajare arduamente 💓
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